Final - 🎁


──Ah~... estoy tan cansado... ── avisa el doncel con un suspiro exhausto, hoy sería noche buena y ya habían cerrado la tienda para darle tiempo a su equipo de trabajo para irse a festejar con su familia y descansar.

Habían hecho un pequeño intercambio de regalos entre empleados, además de que TaeHyung obsequió un delantal a cada empleado con el logotipo de la pastelería y el nombre de la persona grabada.

Un detalle bastaban sencillo pero muy agradable.

Afortunadamente le dio tiempo para realizar un delicioso pastel de vainilla con betún en colores pasteles que decía "Vas a ser papá".

Estaba muy emocionado de contarle a JungKook.

También hizo galletas con chispas de chocolate y antes de ir a casa pasó por un supermercado comprando helado napolitano, malvaviscos y leche para comer mientras veían películas antes de abrir los regalos.

Cuando llegó a casa fue recibido con un rico aroma a salsas picantes y carne asada.

──Cariño, ya llegué. ── anuncia TaeHyung en la entrada del penthouse mientras se quita los zapatos y se coloca sus pantuflas.

──Mi amor, estoy en la cocina. ── llama su esposa.

El doncel deja salir una risita enamorado y camina a pasos contentos a la cocina. Allí encuentra a su marido con una sonrisa

JungKook estaba preparando carne y salchichas picantes en una pequeña parrilla portátil.

En la estufa también tenía algunas ollas que olían divino a comida.

TaeHyung sonrió en grande y su estómago comenzó a rugir con fuerza, se acercó a la mesa y colocó las bolsas con las cosas que había comprado sobre ella.

JungKook se acercó a él y deposito un beso cálido sobre sus labios antes de acercar unos palillos con un trozo de carne.

El doncel abre su boca e introduce el pequeño pedazo de carne, cuando su sabor delicioso y jugoso invade su paladar suelta un suspiro gustoso.

El azabache lo mira con orgullo y deposita los palillos sobre la mesa antes de abrir las bolsas ──¿Vamos a ver películas con helado?

──Sí, también hornee galletas con chispas. ── responde el doncel.

JungKook saca la comida de las bolsas y comienza a guardar todo en la alacena, antes de guardar las galletas sin que se de cuenta TaeHyung toma una de ellas y la introduce en su boca disfrutando las chispas de chocolate.

Cuando ve la caja blanca del pastel sonríe en grande para intentar abrirla.

──¡No! ── grita TaeHyung.

──¿Qué pasó? ── el azabache se voltea asustado ante el grito de su esposo.

──¡No veas el pastel! ── demanda el doncel con un tono nervioso.

──¿No te gustó como quedó? Tranquilo, no pasa nada, seguro quedó delicioso. ── JungKook intenta calmarlo, dándose la vuelta otra vez para abrir la caja del pastel.

El rubio se acerca a él y lo toma del brazo intentando alejarlo del pastel ──Mi amor, se te queman la carne...

Su esposo se voltea rápidamente para revisar su comida y olvidando por completo el pastel. TaeHyung suspira aliviado y se lleva la caja a la habitación que compartía con su esposo.

──¡Me voy a duchar!

──¡En un momento te alcanzó! ── responde JungKook de vuelta.


















Eran las nueve de la noche, se acercaba noche buena y la tierna pareja yacía con sus pijamas y sus gorros, veían un par de películas con temática navideña sentados en el suelo frente a la televisión.

A pesar del frío comían helado napolitano con las galletas que había hecho TaeHyung, el nuevo invento de JungKook era partir las galletas en pedacitos y echarlas sobre el helado.

TaeHyung por su parte prefería mezclar los tres sabores y comerlo como un yogurt.

Ambos con gustos altamente extraños pero amaban ser así de transparentes y libres con el otro.

──¿Te parece si comemos a las diez y media o a las once? ── pregunta JungKook cuando la tercera película que miraban ya estaba finalizando.

──A las once.

El azabache asiente ante la respuesta y se acerca a su esposo depositando un suave beso en su mejilla antes de tomar el control y elegir una nueva película.

Todas las navidades desde que se habían casado eran iguales.

Ducharse juntos en agua tibia - algunas veces hacían algo más que bañarse -, ponerse pijamas y gorros navideños, ver películas o series, cenar juntos mientras charlan sobre sus deseos y aspiraciones para el próximo año y luego abrir los regalos justos a las doce de la noche.

Por suerte ambos habían tenido tiempo par envolver en secretos los regalos que se darían.

Luego de envolverlos los dejaban tranquilamente bajo el árbol de navidad hasta que llegara la hora de abrirlos.

Después de abrir los regalos solían ver televisión un par de horas más antes de dormir o hacer el amor.

Pasaban unas navidades bastante tranquilas, disfrutaban mucho entre ellos dos.

Para año nuevo preferían reunirse con sus familias, a veces en Seúl con la familia de JungKook en el restaurante o en Daegu con la familia de TaeHyung en una linda y cálida casa.

Cuando se hicieron las once recogieron las mantas y almohadas del suelo colocándolas sobre el sofa.

Mientras TaeHyung servía un poco de arroz y arreglaba la mesa, JungKook sacaba la comida que había mantenido tibia en el horno.

Ninguno de los dos disfrutaba comer la comida muy caliente, asi que preferían dejarla en el horno un par de minutos u horas para que no se enfriara pero tampoco se mantuviera tan caliente.

Sobre la mesa JungKook depositó un montón de comida coreana.

Fideos de Jajangmyeon, japchae, dumplings, varios tipos de kimchi, bibimbap, también se tomó el tiempo de hacer carne a la parrilla, sopa de algas, salchicas picantes, entre otras cosas.

Muchísima comida.

──Siéntate, yo busco el jugo. ── pide el azabache con una sonrisa.

Mientras cenaban comenzaron a hablar de sus aspiraciones en el próximo año, JungKook le contó muy entusiasmado que la noche anterior un estadounidense había ido a restaurante que tenían en la sede de Seúl y quiso hablar personalmente con el azabache para comentarle lo increíble que era la comida y lo mucho que le gustaba en restaurante.

Al parecer era un inversionista que le había llamado la atención el restaurante y quería ayudar a JungKook a montar una sede en las vegas.

Obviamente JungKook antes de aceptar tenía que evaluar la situación con su familia - quienes eran parte del negocio - y observar si económicamente les convenía aceptar el trato.

TaeHyung por su parte realmente no tenía muchas aspiraciones para el próximo año, le había mencionado meses atrás a su esposo que deseaba mudarse del local donde se encontraba actualmente por uno más grande.

Con la fama de sus postres y la gran aceptación que tenían sus galletas de jengibre necesitaba un espacio más grande y más equipo para ayudar.

Además quería que JiMin tuviera un espacio más grande para poder realizar los delicioso cafés que hacía.

También decidieron viajar a la isla Jeju en la vacaciones de verano y dar un paseo por Japón en el cumpleaños de JungKook.

En los quince minutos que quedaban para la hora de abrir los regalos comenzaron a recoger toda la mesa y limpiarla, las sobras que quedaron las guardaron en toppers para futuros recalentados y dejaron toda la vajilla sucia en el fregadero, al día siguiente los lavarian.

TaeHyung calentó dos vasos de leche y los colocó en el suelo cerca del árbol.

──¿Por cuál te gustaría empezar, mi amor? ── pregunta JungKook sentándose en el suelo.

──Dame un segundo, ire a buscar algo. ── dice TaeHyung antes de correr a la habitación y buscar la caja del pastel.

Cuando regresa a la sala se sienta en el suelo al lado de JungKook, este lo mira emocionado.

──¿Por fin comeremos el pastel? ── cuestiona con un tono gracioso.

──Al final.

JungKook resolpa aburrido antes de volver a hablar ──¿Cuál te gustaría abrir primero?

El azabache sostenía dos regalos, una bolsa color azul y una caja envuelta en un papel de navidad.

TaeHyung pensó un poco y decidió tomar la caja azul.

En ella había un bonito delantal color beige con el nombre de sus pastelería pero en un logo distinto, frunció el ceño sin entender ──Pero... Koo, este no es logo de la pastelería.

JungKook soltó una risita traviesa ──Revisa los bolsillos.

El doncel mete la mano en el bolsillo delantero del delantal y sus dedos tocar un par de lleves, con curiosidad las saca del bolsillo y las mira detenidamente.

De nuevo vuelve a observar el nombre de su pastelería en un logotipo diferente.

──Hace meses me dijiste que querías un nuevo local y hace un par de minutos volviste a decir que era tu aspiración para el próximo año, y como soy tu esposo y deseo verte alcanzar tus sueños y ser tan feliz que quise hacerte un regalo especial y mandé a construir una pastelería tal cual como querías que fuera. ── comenzó a explicar el azabache con un tono dulce ──No creí que estaría lista para hoy así que tuve que pagar dinero extra para que fueran más veloces.

Los ojos de TaeHyung brillaban con lágrimas de emoción acumulándose, y sin pensarlo dos veces se cernió sobre su esposo comenzando a besar su rostro de felicidad.

──Te amo tanto, TaeHyung. ── susurra el azabache.

──Yo también te amo, JungKook, gracias. ── respondió entre hipidos.

──No llores debes ver tu otro regalo.

TaeHyung se apartó de JungKook dando un último beso y se limpió las lágrimas con la manga de su pijama navideña.

Al desenvolver la caja encontró la colección de libros de repostería de un chef que tanto admiraba, los cinco libros cada uno con su firma y una pequeña nota diciendo que visitaría su pastelería algún día.

Estaba muy feliz, cuando entró a la carrera de respetaría su profesor había invitado al chef Kim SeokJin a dar una clase especial y le había regalado a cada alumno una revista de repostería hecha por él.

Desde ahí admiraba a Kim SeokJin había visto todos sus videos en las redes sociales y había recreado todos sus postres, sin duda era su ejemplo a seguir, y por más que lo intentó nunca pudo conseguir alguno de sus libros. Siempre estaban agotados.

Y JungKook lo había hecho.

──¡No te creo! ¡¿Todos los libros de Kim SeokJin firmados?! ── pregunta totalmente emocionado.

JungKook se ríe y siente ternura de la emoción de su esposo ──Mi madre y yo lo conocimos hace unos días y pedí que diera algunos.

──¡Que emoción! ¡Gracias! ¡Gracias, amor! ── nuevamente el doncel se abalanzó sobre su esposo comenzando a besarlo. ──Mis regalos no serán tan buenos como los tuyos.

──Sabes que incluso si me das una roca lo voy a apreciar para siempre. ── dice JungKook besando sus labios.

Luego de la sesión de besitos y mimos, era turno de JungKook de abrir sus regalos.

Antes de que el azabache tomara la caja del pastel TaeHyung le entregó la caja envuelta, rodó los ojos en broma y comenzó a quitar el papel navideño.

En el rostro de JungKook se formó una sonrisa como un niño pequeño al recibir el regalo que le había pedido a santa, su ojos brillaron el emoción y comenzó a leer todas las instrucciones de la caja.

──¡Los controles se ven geniales! ¡La consola se ve tan increíble! ¡Ya lo quiero usar! ¡¿Como sabías que lo quería?! ── el azabache parecía un niño emocionado.

──Intuición... ── responde un poco divertido. ──Ahora sí... puedes ver el pastel...

Con un suspiro un tanto nervioso por la intriga JungKook dejo la casa de la PlayStation 5 en el suelo antes de acercar sus manos al pastel y tomarlo.

Lo colocó en medio de los dos y le dio una mirada a TaeHyung antes de quitar la tapa.

El azabache se quedó congelado unos segundos, mirando y leyendo las letras del pastel una y otra, y otra vez.

──"Vas a ser papá" ── leyó en un susurro.

Cuando levantó la mirada sus ojos estaban llenos de lágrimas y tenía una sonrisa, su sueño, su mayor deseo y su más grande anhelo se estaba cumpliendo.

Iba a ser papá.

TaeHyung los miraba con una sonrisa enorme.

──¿Es en serio, amor? ── pregunta con tono suave, como si tuviera miedo de estar soñando.

El doncel saca de su bolsillo una tira de ecografias y se las entrega.

Allí solo podía observar un punto blanco en medio de la oscuridad.

──Tengo tres semanas y media. ── comenta el rubio. ──Vamos a ser papás, tendremos un bebé.

Y el corazón de JungKook... explotó de amor...

El mejor regalo que podría recibir en navidad.





Fin


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