Después de la tormenta viene la calma parte 2
Algunos días pasaron desde el incidente, los jovenes trataron de buscar una solución pero llegaron a la conclusión que quienes debían resolverlo eran los mayores.
No obstante se les hacía difícil no preocuparse por ellos y por el momento lo único que les tocaba era hacerse cargo de los entrenamientos.
Mientras los muchachos se esmeraban vieron pasar al de libra, cabizbajo y sin ánimos lo que era extraño.
— Maestro es bueno verlo por aqui —
Tan ensimismado iba que ignoró por completo ese saludo, después de lo acontecido tenía intención de arreglar las cosas con su borrego, mas la incertidumbre y la angustia de volver a cometer un error que lo hiriera se lo impedía.
Mientras tanto en la camara del patriarca Shion hacía un esfuerzo por concentrarse y asi terminar sus deberes, por lo menos de esa manera mantenía su mente ocupada.
☆☆☆
El cielo se tornaba anaranjado con el paso de las horas, parecía una tarde tranquila y el pequeño Mu iba a ver a su maestro. Lo que no se esperaba al pasar por libra fue que el templo estaba completamente vacío, tanta fue su impresión que se quedó pasmado. Como aún era aprendiz no lograba dominar por completo el comunicarse a través del cosmos mas hizo un esfuerzo por hacerlo con su maestro.
Via cosmos
Maestro.. en el templo de libra no hay nadie
— Esto ya es el colmo... —
Salió de su estudio emcaminandose hacia donde se sentía su presencia.
☆☆☆
Fuera del santuario un hombre caminaba hacia el horizonte con intención de alejarse por un buen tiempo.
— En serio me decepcionas, si al menos te hubieras dignado a verme a la cara antes de irte —
Sentía como sus musculos dejaban de moverse, ya que se había quedado petrificado.
— Yo pensé que lo mejor sería irme por lo que pasó —
— Ten la descencia de hablarme de frente, el hombre de quien estoy perdidamente enamorado no huye de los problemas. Él siempre da lo mejor de sí mismo. Es valiente, pelea por lo que es justo. No se rinde y aunque esté en un callejón sin salida logra encontrar una solución. — Sus ojos reflejaban firmeza y su voz era autoritaria, le dolía en el alma tener que hacerlo así pero ya había tenido suficiente. —
Ahora quien tenía un nudo en la garganta era él, a pesar de ello levantó la mirada enfrentandolo por fin. — Entiendeme por favor.. me partió el corazón verte de esa manera y solamente quería evitar que volviera a ocurrir —
— Si serás idiota, no es el primer conflicto que resolvemos. Además ambos no actuamos como era debido — Su tono de voz era más suave, sus latidos se comenzaban a regular y su respiración a tranquilizarse.
— No cabe duda que nosotros también podemos comportarnos como unos chiquillos — Se le hizo difícil contener su risa nerviosa, en un instante ya se encontraban carcajeandose hasta que les dolieron sus vientres.
— Y bien espero que estés listo para regresar y concluir nuestro asunto pendiente.. — Tomandolo del brazo y cerrando los ojos se concentró para teletransportarse de vuelta al templo patriarcal.
Al llegar Aioros, Saga y Mu los esperaban preocupados, fue un alivio cuando escucharon como se reconciliaron. Por último debían retomar la propuesta.
— Volveré a preguntartelo y confío en que esta vez no me jugarás ninguna broma o tendré que golpearte.. — Sonriendo de lado se acomodó con la cajita en su mano mirando hacia arriba.
— Ya que arreglamos este malentendido, ¿aceptarías pasar el resto de nuestras vidas juntos y cada mañana despertar abrazados?—
— Claro que si, no lo desearía de otra forma — El lemuriano colocó el anillo en su dedo anular, levantandose acarició el rostro del tigre y luego depositó un beso en sus labios.
Para los presentes fue un lindo momento ya que sabían que se mantendrían tranquilos por un tiempo. Quién diría que todo este lío fue a causa de un Regalo de Cumpleaños.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top