Capítulo 6 *alianza fortalecida *
Capítulo 6 *alianza fortalecida *
Undertaker estaba sentado en el sofá bebiendo té mientras me escuchaba.
- Déjame ver si entendí bien lo que me dijiste – dejó la taza de té encima de la mesa y cruzó sus manos – los reinos de categoría inferior adquirieron algún poder, y no hay explicación para ello – Undertaker tenía un gesto serio plasmado en su rostro. Asentí – el reino de Dunell ya ha enviado a magos, militares y doctores para analizar de qué tipo de poder se trata – asentí nuevamente – no han dado con ninguna información al respecto
- Es correcto, mamá ha estado encargada de las investigaciones y todo el personal médico a estado analizando las pruebas de sangre de los habitantes de los reinos a los que se les ha notado ese nuevo poder – Sebastian dejó un plato con galletas y otra taza de té – muchas gracias Sebastian
- Mi entero placer – dijo mientras se alejaba de la mesa y se sentaba a mi lado
- Por ello, necesito la ayuda del reino de Montblanc, tengo entendido que ustedes han avanzado bastante en cuanto a investigación se refiere – Undertaker sonrió orgulloso y tomó un sorbo de su té
- Me halaga que sepas eso ________. Es cierto, en cuanto a investigaciones se refiere, tenemos los mejores equipos y el mejor personal a disposición – fue como una luz en el camino.
- Aparte de la posible rebelión que se vaya a desencadenar en algún momento, mis subordinados han interceptado varios mensajeros o más bien espías, que han intentado entrar a los tres reinos superiores, al tuyo, al mío y a Saint Lee. al momento de requisarlos tenían bombas y armas de fuego de largo alcance – Undertaker volvió a adquirir su gesto serio. – temo que esta rebelión llegue a oídos de los reinos de categoría media. Muchos de ellos...
- Por los archivos que hay en la biblioteca del reino de Montblanc, esta clase de rebelión se ha presentado antes – Undertaker sacó de su bolsillo una clase de tableta – justamente los reinos de categoría Media, fueron los que iniciaron la rebelión y debido a esto... los reinos fueron categorizados – Sebastian miraba con cierta curiosidad
- Entonces eso podría indicar que los que han iniciado la rebelión son los reinos de categoría Media – dijo Sebastian poniéndose de pie y sacando su tableta – según la historia que me contó mi padre y lo que hay escrito en los archivos de mi reino, los de categoría media , manipularon a los de categoría baja para que pareciera que ellos habían iniciado la rebelión – miré con atención los dedos de Sebastian como señalaban una parte del mapa- debido a que los reinos de categoría baja no tienen los recursos suficientes para mantenerse, no iban a tener recursos militares suficientes para iniciar una rebelión. Además, ¿por qué morderían ellos la mano que les da de comer? – Undertaker analizó la palabras de Sebastian. El tenía razón. Los reinos de categoría baja eran muy agradecidos con los reinos de categoría alta y superior
- Eso es un buen punto, sin embargo – Undertaker hizo una breve pausa - ¿cómo vamos a cerciorarnos de eso? – me mordí el labio inferior.
- Haremos una lista de los aliados seguros, y debemos verificar si siguen con nosotros o simplemente van a seguir su propio camino – aunque debo hacer eso sin exponerme – no debo exponerme demasiado. Ya tuve suficiente con que tú te dieras cuenta del reino al que pertenezco – Undertaker sonrió – espero que solamente los sepas tu y Sebastian. No quiero que nadie se dé por enterado- Undertaker sonrió y Sebastian me miraba fijamente-lo que podemos decir ahora es que, de palabra, que el reino de Dunell cuenta con la alianza de el reino de Montblanc ¿de acuerdo?
- Completamente de acuerdo – Undertaker extendió su mano y yo la besé, el repitió mi acción pero con mi mano. Era la forma en la que los tres reinos cerrábamos tratos y alianzas. Sebastian miraba de forma inexpresiva a Undertaker.
- Espero tener también el apoyo de tu reino Michaelis – Sebastian asintió y acompañó a Undertaker hasta la puerta.
SEBASTIAN POV
- ___________, es mía – le advertí – si llegas a pensar en _______ de otra forma, que no sea de aliada, tendrás un gran problema conmigo Undertaker
- Por el simple hecho de que te halla recordado, no significa que vaya a estar contigo, Sebastian - con una sonrisa burlona me miró – además, yo soy el verdadero pretendiente de la heredera de Dunell
- A menos que ella me escoja a mi – era cierto, _____ estaba comprometida con Undertaker desde el inicio. Sus padres, más bien su madre, se encargó de que fuera así. Aunque debo admitir que su terquedad ayudó para que la voluntad de su madre no se hiciera realidad.
Una última mirada y salió de la casa.
__________ y yo tenemos un vinculo muy fuerte. Cuando _______ tenía cinco años, ella nos encontró a mi y a mi familia en el camino a su reino. Fuimos asaltados, y mi madre estuvo cerca de morir. Pero gracias a ________ logró salvarla, aunque fue de forma inconsciente.
Ella era custodiada por los guardias reales, los cuales nos ayudaron a llegar al hospital del reino y sanar nuestras heridas. Nuestros padres formaron una amistad muy fuerte y prometieron unir fuerzas. Pero, al parecer su padre nunca logró encontrar nuestro reino.
Desde el primer momento en que la vi, supe que debía casarme con ella. Fue la única chica que logró mover algo en mi, algo emocional.
No me importaría mover cielo o el mismísimo infierno para estar con ella.
__________ POV
Traté de aclarar mi mente. El sueño que tuve acerca de Sebastian y yo, me dejó algo agitada, y para rematar la tensión entre Undertaker y Sebastian, era muy grande.
- Llegó el correo, my lady – alcé la mirada y Sebastian extendió el pedazo de papel, lo abrí y leí su contenido.
- Tenemos un baile de mascaras- arrugué la carta, pero al parecer era una carta mágica y se volvió a arreglar.- maldita sea
- ¿Cómo mayordomo y amo? – negué
- Es una clase de baile de apertura y eso, debemos ir con traje de gala y eso – me senté en el sofá
- No piensas asistir ¿cierto? – asentí
- Estás en lo correcto heredero al trono. No pienso asistir a ese tipo de eventos en toda mi vida – Sebastian sonrió
No sé cómo, ni quisiera saber cómo Sebastian logró convencerme.
- Eres de lo peor Michaelis – dije acomodando la mascara
- Debes admitir que va a ser muy divertido – gruñí
- No lo va a ser, mi espalda, desgraciadamente está descubierta – acomodé mi cabello para que cubriera mi tatuaje.
- Yo considero que te ves muy sexy – sus dedos recorrieron la línea de mi columna vertebral. En cuestión de segundos mi piel se erizó.
- N-No hagas eso – murmuré. Volví a arreglar mi cabello.
- ¿desde cuándo no cortas tu cabello?- miré a Sebastian y este estaba asomado desde la pared, se veía... demasiado atractivo
- D-d-desde que entré al reformatorio – mierda ¿qué sucede? Cada vez que veo a Sebastian, el sueño se hace más vivido.- ¿s-se ve mal? – el negó
- Solo me da más ideas de lo que te voy a hacer la próxima semana – me tensé. – ya podemos ir a la pista de baile – se quitó la máscara y extendió su mano - ¿Shall we dance?
Mis mejillas se encendieron y tomé su mano.
Bailamos al ritmo del vals, nuestros movimientos eran armoniosos. Sentía como si ya hubiese bailado con Sebastian antes.
Esto me trae tan buenos recuerdos.
- Espero que puedas recordar pronto, mi ángel - Sebastian hizo que me inclinara hacia atrás y estuvo a pocos centímetros de mi cuello.
El sueño que tuve sobre Sebastian y yo, se hizo aún más lucido, como si fuera un recuerdo.
- Sebastian, te necesito – sus ojos viajaron hasta los míos y un gesto de sorpresa se plasmó en su rostro.
Entramos a una habitación en donde había un piano de cola negro. Sebastian juntó nuestros labios y me cargó hasta dejarme en el piano. Aún no despegaba sus labios cuando sus dedos acariciaron la parte interna de mi muslo. Traté de reprimir un gemido. Sebastian se quitó la máscara, la dejó en el suelo, quitó la mía y me miró fijamente. Con una sonrisa, bajó hasta mi ropa interior y con sus dedos comenzó a acariciar mi vagina sobre mi ropa interior. Esta sensación ya la conocía, una sensación que solo Sebastian podía provocarme.
Sentí mi ropa interior bastante húmeda y Sebastian pareció notarlo igual.
- Perfecto – murmuró, para luego acercar su rostro y comenzar a lamer. Traté de ahogar mis gemidos mordiéndome el labio inferior, pero solo hice que sangrara un poco. Sebastian seguía lamiendo lentamente, sus dedos masajeaban mi clítoris de forma tortuosa.
- S-Sebastian –gemí, para luego sentir una clase de ola de calor salir por mi zona intima. Sebastian alzó su rostro y el liquido que había salido de mi goteaba de su lengua.
- Sigue la mejor parte – Sebastian comenzó a desvestirse y cuando terminó me quitó el vestido a mí.
Suavemente alzó una de mis piernas y me penetró de forma lenta. Sentí un ligero dolor, pero solo fue un segundo y después todo fue indescriptible.
Sebastian entraba y salía suavemente, sus caderas se movían en círculos y sus embestidas eran profundas. Se acercó a mi rostro y juntó nuestros labios, para luego aumentar la velocidad de las penetraciones. Enrollé mis piernas alrededor de sus caderas, para luego besarlo con desespero, con el fin de ahogar mis gemidos.
- Te extrañé – murmuró sobre mis labios. Sebastian sacó su pene y me cargó hasta el sofá que había en esa habitación. Para luego sentarse y hacer que yo me sentara en el. Sus manos se posaron en mi cintura y guiada por sus movimientos comencé a hacer círculos con mi cadera. Sebastian tembló por un momento y aumentó la velocidad de las penetraciones y la fuerza igual. Ya no nos podíamos contener, era demasiado lo que estaba sintiendo en esos momentos. Mis piernas temblaron, todo mi cuerpo tembló a decir verdad, y sentí como algo caliente salía de mi. Sebastian sonrió encima de mi cuello y me hundió por completo en su pene, para luego soltar un suspiro de satisfacción.
Nos miramos fijamente, estábamos dispuestos a seguir una segunda vez, pero...
- Maldita sea – era una de las pocas veces que había escuchado a Sebastian maldecir. – debemos abrir.- nos dispusimos a vestirnos. Sebastian tenía una cara de decepción- yo quería una segunda ronda – sonreí.
- Puede que tengamos una cuando lleguemos a la casa – el sonrió y plantó un casto beso en mi frente.
Después de vestirnos lo más rápido que pudimos, Sebastian fue a abrir la puerta.
- Vaya – una cabellera larga y rojo intenso se hizo presente – Grell Sutcliff, del reino de Saint Lee.
- Te conozco muy bien, Grell – el chico de cabello rojo sonrió ante las palabras de Sebastian
- Pero olvídate de mi, Sebastian. – su mirada se posó en mi y se acercó con paso firme – me interesa esta pequeña chica – se dio la vuelta y se colocó a mi espalda, para luego alzar mi cabello
- ¡o-oye! – traté de alejarme, pero me tomó por la cintura
- Como lo sospeché – alzó mi barbilla, para luego mirarme a los ojos – la heredera al trono del reino de Dunell – organizó mi cabello – mucho gusto, princesa...
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