Capítulo 3
21/09/2019
Los ojos de la chica se abrían lentamente para mirar el despertador sobre su mesilla y éste marcaba las 10:30 AM., le costó ya que ella era una persona que adoraba dormir pero sabía perfectamente que debía de levantarse, porque sin sus padres podría perfectamente estar dormida hasta las ocho de la tarde, se sentó en el filo de la cama y sin saber porque se quedó como unos 10 minutos mirando sus pantuflas de color gris con detalles de color turquesa, aunque su cuerpo ya estaba despierto su mente todavía no sabía ni dónde estaba, se levantó lentamente y bajó a la cocina arrancándose la nuca. Al llegar se preparó un batido de frutas y un tazón de cereales y se preparó para desayunar, poco antes de terminar la pantalla de móvil se iluminó debido a la llegada de un mensaje al WhatsApp, lo miró y ahí se asustó al ver que este había sido de su amiga Malia, entró en el chat y comenzó a hablar con ella.
Se alegró al ver que esta aceptó la excusa, ella era su mejor amiga a la cual le contaba todo, pero este caso era muy diferente, aunque confiaba en ella nadie le aseguraba que alguien escuchara a su amiga y esta persona si dijera la noticia. Terminó el desayuno y fregó el bol y la cuchara que había usado, cuando terminó y vio que quedaba poco para que fueran las doce del mediodía se dirigió a la ducha para que esta tarde no le cogiera el toro. Al terminar se puso algo cómodo para vestir y decidió comenzar a ver la tele para no ponerse más nerviosa de lo que estaba, es cierto que ya había tenido citas antes pero nunca había sido con alguien como Niall, pero a decir verdad se alegraba de saber que la cita fuera en un pub, ella nunca había sido la típica chica dulce y sensible y aunque sabía que debería de comportarse más femenina que en otras ocasiones, sería más cómodo.
Por otra parte Niall debía admitir que estaba nervioso, no sabía si había hecho bien al invitarla al pub, no era el sitio correcto para una primera cita pero algo en la voz de la chica le hacía pensar que no se había equivocado se vistió con la ropa para esa noche y salió de su casa hacia San Francisco, el viaje sería de seis horas en su coche y prefería irse pronto y esperar allí, en vez de hacer esperar a la chica. Pasada las seis y media, el moreno aparcaba en la puerta de la casa de un amigo suyo de allí. Ya a las ocho Niall salió de la casa y tras meter su otra ropa en el maletero, se dirigió al pub, quince minutos después Trice salía de su casa y se dirigió al Pub. Al llegar al lugar, aunque faltaban cinco minutos para la hora que habían quedado Trice vio a Niall esperando en la puerta.
—Lo siento, ¿te he hecho esperar mucho?
—No tranquila, he sido yo quien ha llegado antes —Niall se quedó mirando a la chica, le había parecido muy mona aquella noche, pero ahora que la veía claramente no podía negar que la chica era muy guapa, esta iba vestida así.
—Jajaja, vale —se acercó al chico y ambos se dieron dos besos, porque a decir verdad ambos estaban nerviosos y no sabían bien que hacer, Niall le abrió la puerta para dejarla pasar y después fue él, tras saludar al dueño, ambos fueron a la mesa donde se solía sentar el irlandés cuando iba a ese lugar.
—Bienvenidos al pub Phoenix —dijo el camarero dándole una carta a cada uno — ¿Qué vais a querer de beber?
—A mi me pones una cerveza y Trice... —señaló a la chica para que ella pudiera decir lo que quería.
—A mi me pones otra —sonrió alegremente y el ojo azul no sabía porque pero esa sonrisa le encantó.
—De acuerdo, ahora os la traigo —mencionó el camarero antes de alejarse de la mesa.
—¿Quieres comer algo en especial?
—Si te digo verdad no te sé decir, porque quiero ser femenina, pero no puedo decirle que no a la hamburguesa de la casa.
—¿La has probado? —preguntó con una sonrisa divertida.
—Sí, no es la primera que vengo, perdón por no habértelo dicho.
—No te preocupes, incluso me alegra que seas así.
—Jajaja, muchas gracias —en ese momento llegó el camarero con las cervezas.
—¿Sabéis ya que pedir?
— Dos hamburguesas de la casa —dijo el chico.
—Perfecto —el camarero recogió las cartas y se alejó de la mesa.
—Bueno, cuéntame algo sobre ti, porque yo creo que ya sabes muchas cosas de mí.
—Jajaja, ¿qué quieres saber exactamente?
—¿A qué te dedicas?
—Soy fotógrafa semi-profesional pero no por ello tengo malos clientes, todo lo contrario, la mayoría son cantantes.
—¿Entonces porque eres semi-profesional?
—Porque mi otra afición es el diseño gráfico y también es la escritura pero amateur.
—Guau, eres toda una chica creativa.
—Jajaja, pero mis ganancias son todas de la fotografía, aunque si te digo la verdad mi sueño es trabajar en un gran estudio de diseñadora gráfica.
—Seguro que lo conseguirás.
—Muchísimas gracias Niall, ¿quieres saber algo más?
—Bueno pues... —fue interrumpido por el camarero que dejaba las hamburguesas y les dijo buen provecho antes de irse.
—Dios, adoro la buena pinta que tiene, cada vez la hacen mejor —Niall sonrió internamente, era la primera vez que se encontraba con alguien como ella, pero no se sentía incómodo todo lo contrario, le hacía sentir mucho más cómodo —, perdón —dice la castaña mientras se sonrojaba y miraba para abajo de la vergüenza.
—No tienes que disculparte, lo último que quiero es que cambies tu forma de ser por mí, además si te digo la verdad me siento más cómodo así, que si fueras alguien más seca y que no hablase como tú —la chica se sonrojó al escucharle decir eso mientras sonreía y ocasionó que ella también sonriera.
—Gracias, bueno...
—Vamos a comer antes de que se enfríen.
—Sí.
Ambos comenzaron a comer y al chico le hacía mucha gracia ver a la chica intentando comer delicadamente siguieron hablando un poco de los dos, informando Niall que dentro de dos semanas empezaba una segunda gira por Norteamérica por su disco solista teniendo un concierto el miércoles y ella miraba hipnotizada a esas orbes azules que le encantaba, ya terminado de comer ambos se quedaron mirando durante unos segundos, comenzaron a acercarse preparados para darse un beso pero fueron cortados por el camarero que llegó con la cuenta de la cena, Trice abrió su cartera con la idea de pagar su parte de la comida pero cuando se dio cuenta Niall ya había pagado y dejado la propina.
—Bueno, ¿quieres ir a tomar algo?
—Sí, pero no quiero que me vuelvas a invitar.
—¿Nunca lo han hecho? —dijo mientras que ambos salían del restaurante y paraban en la puerta de este.
—Sí, pero siempre lo odio, prefiero que cada uno se pague lo suyo.
—Jajaja, ¿bueno a donde quieres ir?
—Te parece bien si vamos a aquella heladería de allí, me encantan los helados que preparan.
—Perfecto —comenzó a caminar y al poco tiempo la chica caminó a su lado.
—Pero me lo pago yo.
—Jajajaja, bien —le cogió suavemente la mano, y al sentir el tacto de esta la chica se sonrojó levemente.
Llegaron a la heladería, Trice pidió cucurucho con helado de vainilla y Niall se pidió lo mismo pero de chocolate, cuando la chica fue a pagar Niall había vuelto a hacer lo mismo a lo que la chica se enfadó sentándose en una de las mesas, y comenzó a comerse su helado con el ceño fruncido lo cual hizo mucha gracia al mayor.
—¿Quieres probar de mi helado? —la chica lo miró unos segundos y después de limpiar la boca le dio una pequeña chupada al helado de color marrón.
—¿Quieres del mío?
—Bien — el chico se limpió la boca y se acercó para probar un poco, antes de separarse después de haberlo la castaña se lo acercó manchándole la nariz.
—Eso por pagar cuando te dije que no lo hicieras.
—Jajaja —se limpió —, eres una chica mala.
—Lo sé —dijo con una sonrisa mostrando sus dientes, eso hizo que una corriente recorriera la columna del irlandés, esa chica tenía algo que por cada momento que seguían hablando le encantaba más.
Se siguieron riendo y hablando, la risa del chico hacía que la piel de ella se erizara, siempre había amado esa risa que por primera vez eran causadas por una conversación con ella, tras acabarse el helado ambos salieron del lugar, Niall se ofreció a llevar a la chica a su casa, esta aceptó, tras subirse al coche del castaño y siguiendo las indicaciones de la chica llegaron a la casa de esta.
Continuará...
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