La puerta de la habitación se abría torpemente debido a que fue abierta por dos jóvenes que no querían romper el apasionado beso, al cerrar la puerta el castaño apoyó su espalda en ella mientras las manos de la chica se dirigían a la camisa del mayor y comenzaba a desabotonar, al terminar pasó sus manos por el pecho del mayor.

—Vamos para la cama, quiero tenerte en mi interior —dijo la rubia poco después de separar sus bocas todavía con un rastro de saliva entre ambos.

—Te vuelvo a preguntar tu nombre, no me lo has dicho.

—¿Por qué tanta necesidad de saber mi nombre?

—Porque creo que si vas a querer hacerlo sería bueno que me dijeras tu nombre.

—Jajaja, de acuerdo Nialler, mi nombre es Sirene, aunque tú puedes llamarme como quieras cariño —lo abrazo por detrás del cuello y volvió a unir sus bocas para comenzar de nuevo un beso apasionado —perfecto —dijo separándose durante unos segundos para después seguir besándose.

Niall pasó las manos por la cintura de la chica y poco después esas manos fueron hasta el trasero de la rubia haciendo que ella se subiera a él abrazando la cintura del mayor con sus piernas. En esa postura fueron hacia la cama, Niall empujó el cuerpo de la chica contra la cama y bajó sus besos hasta su cuello y prosiguió hasta su clavícula, ayudó a la chica a deshacerse del corto vestido y prosiguió el camino de besos hasta su pecho mientras sus manos hasta los muslos de la chica y los acariciaba suavemente, todos esos besos y caricias iban acompañados por los gemidos de la chica, llegando a cubrir cada centímetro de esa habitación con ellos.

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Trice bajaba de la limusina con ayuda del mayor quien le había ofrecido la mano, así fueron hasta la puerta de la casa de la chica, al llegar a la entrada ambos se miraron a los ojos y poco después se dieron un dulce beso.

—Me lo he pasado genial contigo.

—Lo mismo digo hermosa.

—Bueno, ya nos vemos otro día —dijo con una sonrisa.

—Claro, tienes mi número, llámame cuando quieras.

—Claro, claro, hasta otra Charlie.

Se volvieron a besar y tras eso el mayor se dirigió al auto y tras ver como arrancaba y se iba Trice abrió la puerta de su casa y tras entrar lentamente cerró la puerta, dejó su bolso en un perchero que había en la entrada y tras quitarse los pendientes y el collar fue al baño para limpiarse el maquillaje, al terminar se fue al sofá del salón con el móvil en la mano, se sentó en el sillón para quitarse los zapatos dejó su celular al lado mientras lo hacía, justo cuando iba a subir a su habitación para quitarse el vestido y acostarse su móvil sonó, extrañada por la hora que era lo cogió para mirar quién era, aunque a decir verdad supuso que era Charlie, se sorprendió al ver quien era.

Soltó su celular en el sofá y subió rápidamente a su habitación para cambiarse por algo más cómodo para ir al lugar, esta es esta:

Tras terminar fue al baño para limpiarse el maquillaje y peinarse más cómodamente con una cola baja. Mientras iba haciendo todo eso agradeció mentalmente que esa noche había preferido no beber alcohol. Tras terminar, volvió al salón, cogió su celular, la llave de su coche y tras salir de su casa se montó en su auto para dirigirse al estudio.

Cogió por camino que sabría que no pasaría la policía para así poder llegar más rápido al lugar, al llegar aparcó en la puerta y al salir del vehículo se encontró a Louis sentado en un escalón que había ante la puerta fumándose un cigarro.

—Louis, ¿qué te ha ocurrido? —le dijo preocupada mientras se acercaba a él.

Desde el día que tuvieron la sección fotográfica ambos se habían convertido en buenos amigos y se apoyaba el uno en el otro, pero era la primera vez que uno de los dos pedía hablar cara a cara. Todo eso más la hora que era y el ver como estaba el mayor, hizo que la chica se preocupara.

—Es algo largo de explicar —después de hablar le dió una calada al cigarro.

—Pues para esto estoy aquí —se sentó al lado suya y pasó su brazo por la espalda del chico.

—Jeje, ¿no dijiste que me ibas a llamar idiota?

—Si... pero prefiero escucharte antes y después ya te llamaré idiota —acarició su espalda.

—He tenido problemas con Sirene.

—¿Qué te ha hecho esa zorra? —dijo enfadada mirando al chico, quién al verla sonrió levemente.

—No es solamente lo que me ha dicho, sino también lo que ha hecho

—Venga cuéntamelo todo.

—Voy a decirte una cosa y por favor no se lo digas a nadie, confío en tí pero lo que te voy a decir ahora es algo muy fuerte —dijo mirándola a los ojos.

—Puedes contarme lo que quieras, no diré nada de lo que me digas, sea lo que sea.

—Jeje, aunque estoy trabajando para ellos, y entre las cosas que firme fue estar con una chica para proteger a quien verdaderamente amo, y lo acepté pero Sirene no solo no lo acepta sino que también quiere arruinarlo todo.

—No te entiendo Lou.

—Sirene me ha amenazado con decirle a su tío con que estoy con la persona que verdaderamente amo y si se entera de ello le hará daño a esa persona.

—Vale, entonces, ¿es cierto que Eleanor es una "barba"? —hizo comillas con sus dedos en la última palabra.

—Si, incluso ahora mismo está en Londres y ella nos esta apoyando mucho a mi y a mi pareja.

—¿Y quién es tu verdadera pareja? —el chico la miró de nuevo a los ojos.

—¿Prometes no juzgarme?

—Claro, jamás te juzgaría LouLou.

—... Soy gay y mi pareja es Harry —el nombre lo dijo con la cabeza gacha, al no escuchar nada miró a la chica y se sorprendió al ver a la chica con una gran sonrisa, con sus ojos brillantes y con las manos juntas delante de sus labios —, Trice, ¿estás bien?

—Me has pedido que no te juzgue pero verdaderamente me encanta lo que me has dicho ya que si te digo la verdad llevo esperando muchos años esperando con que eso era verdad.

—Jajaja, ¿tú eres Larry Shipper?

—Sí, pero temía que si te lo decía te enfadarías conmigo.

—No podría enfadarme contigo enana —la abrazó fuertemente y le acarició la cabeza.

—Jajaja, bueno, me has dicho que Sirene ha hecho algo, ¿qué es lo que ha hecho?

—Primero de eso quiero que me seas sincera sobre lo que te dijo Sirene aquel día.

—Esta bien... es algo largo y complicado de explicar.

—Tengo toda la noche —dijo sonriendo mientras lo miraba.

—Bien... —lentamente y parando para respirar, Trice le contó a Louis todo lo que había ocurrido con Niall desde la noche en la discoteca hasta lo que le dijo Sirene —, y eso es todo, siento no habértelo dicho antes pero... —fue cortada por el mayor.

—Sirene te mintió.

—¿Qué... ? —la castaña lo miró shockeada con lágrimas a punto de escapar de sus ojos.

—Sirene nunca ha estado con Niall —dijo mientras se encendía un segundo cigarro.

—Pero entonces, ¿por qué me dijo eso? Ella no ganaba nada, yo no tenía nada que ver conmigo.

—No lo sé, pero dime, ¿has peleado con Niall?

—Si... creí que Sirene me había dicho la verdad y rompimos, bueno... yo corté con él.

—Hija de la gran puta —dijo el inglés muy enfadado.

—¿Qué? —preguntó Trice comenzando a llorar.

—Tú no peque... —sosteniendo el cigarro con su boca y usó sus pulgares para secar las lágrimas de la chica —me refiero a Sirene —aunque hacía poco que se había encendido el segundo cigarro decidió apagarlo y abrazó más fuertemente a la menor.

—¿Y por qué dices eso?

—Hable con ella e hicimos un trato de que no saldría con ninguno de los chicos, por el echo de que ellos ya no están en Syco, y sé que esta noche saldría y un amigo me dijo que la vió con Niall —al escucharlo las lágrimas de la chica aumentaron.

—¿Tú has salido esta noche? —la chica afirmó con la cabeza.

—Charlie Puth me invitó y lo acepté para olvidar a Niall.

—¿Hubo algo más? —la chica volvió a afirmar.

—Solo unos besos, él ha sido muy amable conmigo y creo que quiere algo más.

—Está bien —le acarició la espalda —tú preocúpate por tu felicidad y yo me ocuparé de Sirene.

—Gracias Lou.

—No tienes que agradecerme nada enana.

—Bueno... ahora que lo pienso, ¿cómo has llegado aquí?

—En mi coche, ahora me iré a buscar un hotel.

—Ni de coña, cierra tu coche y vente conmigo a mí casa, puedes dormir en el cuarto de mis padres, yo estoy sola.

—Jajaja, está bien —se levantó y le alargó la mano a la chica para ayudar a levantarse, la chica con una sonrisa aceptó su mano y se levantó —solo una cosa.

—¿El qué?

—Necesito una hamburguesa.

—Claro, jajaja.

—Y una cosa más —dijo mientras se dirigían al coche de la chica.

—¿El qué? —esta miró al mayor.

—Me encanta tu sudadera —pellizcó la punta de la capucha y se la puso en la cabeza a la chica quedando muy bien las orejas y el cuerno.

—Jajaja, que gracioso —tras entrar al coche fueron a por una hamburguesa para cada uno, se fueron a la casa de la chica.

Continuará...