Capítulo 10

Niall seguía sentado en la cama de la habitación, sus lágrimas ya habían parado, pero aún se le notaban en sus mejillas las marcas de estas, comenzó a pensar lo que la castaña le había dicho era cierto que había estado con otra chica, pero esto había sido un año anterior a conocer a Trice y desde entonces no había estado con otra chica, supuso que algo le había ocurrido a la menor ya que aunque llevaba relativamente poco con ella la conocía perfectamente y supuso que algo le había ocurrido, ¿pero el qué había sido exactamente?



No quería pensar en ello, apagaría su móvil y se metería en la cama esperando que al despertar fuera todo un sueño. Esa idea fue detenida por unos golpes en la puerta de la habitación del hotel.



—Ya voy —dijo en voz alta para que lo oyera la persona que estaba al otro lado de la puerta, justo para después ir al baño para limpiarse la cara, tras eso fue a abrir la puerta —ah, hola Deo, ¿Qué haces aquí?

—Te mande un mensaje diciéndote que vendría a por ti para ir a tomar algo, ¿no lo has visto?

—No lo siento, he llegado hace poco y no he visto tu mensaje.

—No pasa nada, he quedado con los chicos que se fueran para el lugar y ahora íbamos para el lugar, bueno, ¿te vienes?

—Si claro, voy a prepararme, pasa y siéntate mientras— dijo mientras se fue para el lado dejando la entrada libre, su primo entró y tras eso cerró la puerta.



El mayor, mientras su primo fue a vestirse, se sentó en uno de los cómodos sillones que había en aquella sala, la comodidad de este al igual que el gran tamaño de la habitación se debía a que era la suite del hotel de Miami donde Niall se había hospedado. Niall mientras fue a donde se encontraba la gran cama y el armario con la ropa que se había llevado al viaje, miró todos los conjuntos que tenía y se acabó poniendo esto:

Tras vestirse fue al baño para peinarse y echarse perfume, dirigió su mano a su cabello y con solo tocar uno de los mechones recordó las caricias de la castaña, como amó cada roce de los dedos de Trice, todo mientras recordaba la sonrisa de esta. Sacudió su cabeza fuertemente y terminó de prepararse porque sabía que si seguía recordándola volvería a llorar, al terminar apagó la luz del baño y fue junto a su primo.



—Ya estoy listo, ¿nos vamos?

—Claro —el mayor se levantó del sillón —¿has cogido la cartera? Porque yo no voy a pagarte tus bebidas.

—Si tranquilo, llevo todo lo necesario.

—Perfecto —le pasó el brazo por encima del cuello —, vamos allá.



Ambos salieron de la habitación y tras asegurarse de que la puerta estaba cerrada, se dirigieron a la salida del hotel y de ahí al coche de Deo que estaba justo en la salida.



Por otra parte Trice salía de la limusina ayudándose de la mano de Charlie, tras eso el chico cerró la puerta del auto y este se alejó de allí. La chica al mirar el lugar se quedó muy asombrada al ver el edificio que estaba antes sus ojos, sus pensamientos fueron interrumpidos por el tacto del mayor en su brazo.



—¿Entramos?

—Claro, pe... pero no conozco a nadie.

—Me conoces a mí —arqueó el brazo para que la chica se agarrarse, esta lo miró sorprendida y con una sonrisa aceptó dicho brazo.



Ambos entraron al gran edificio y fueron a pedir algo y después se fueron a una zona más reservada para poder estar más tranquilos, entre sonrisas, ambos comenzaron a bailar.



—Sabes, me gusta mucho haberte traído.

—Ah sí, ¿por qué?

—Porque te ves muy hermosa con esa ropa y todos me ven contigo.

—¿Me estás tratando como un objeto?

—No, lo que estoy diciendo es que todos me tendrán celos al estar junto a alguien como tú —la chica al escuchar eso lo miró sorprendida.



Niall ya iba por la cuarta cerveza, es cierto que se lo estaba pasando bien, pero en ese momento solo quería beber, tras acabarse el cuarto botellín, avisó a su primo y fue a la barra a pedir otra, justo cuando pagó para irse una chica le habló.



—Hola, mucho gusto por... —fue cortada por el castaño.

—Lo siento mucho, no estoy interesado en conocer a ninguna chica, seguro que encontrarás a otro chico que se fije en tí —se alejó de ella para volver junto a su primo y sus amigos pero fue parado por la chica que abrazó su cuello con los brazos acariciando los mechones que llegaban a su nuca con las puntas de sus dedos.

—El problema es que solo tú me llamas la atención —dijo la chica con una sonrisa —¿no te apetecería ni compartir un baile conmigo?

—Lo siento de verdad, no estoy... —fue interrumpido por la chica quien quitó el primer botón de la camisa y acarició el pecho que había quedado destapado.

—Solo será un pequeño baile y bueno... lo que surja después —lo último fue dicho con una sonrisa traviesa.

—Ni siquiera sé tu nombre.

—No necesitas saberlo para pasar una buena noche conmigo.

—¿Solo una noche?

—Eso solo depende de tí —cogió la botella de cerveza de la que todavía no se había dado ni un pequeño sorbo y bebió de ella.



Trice y Charlie bailaban alegremente al ritmo de la música estando cada vez más cerca uno del otro, tan cerca que en cualquier movimiento podrían hacer que sus labios se rozaran. El mayor abrazó a la chica por la cintura, al notar sus fuertes brazos en sus caderas, esta lo miró fijamente para después ver como el chico se acercaba a ella y acabó besándola, al principio la sorpresa la inmovilizó pero poco después reaccionó y aceptó gustosamente y lo siguió uniendo sus brazos detrás del cuello para no separarse de él. Tiempo después se separaron para poder tomar un poco de aire.



—Trice me gustaría que seas mía, mi novia —la chica lo miró sorprendida y aunque le costó negó la oferta —¿¡por qué!? te haré la mujer más feliz —dijo levantando su cara sosteniéndola suavemente por la barbilla.

—Acabo de salir de una relación y no estoy segura de empezar otra.

—Tranquila, te mostraré que eso no tiene nada de malo —con mucha duda acabó aceptando.



Sus miradas seguían fijas entre sí, Niall no sabía bien que decir, la chica ya sostenía en su mano el botellín de cerveza del cual había bebido varias veces, tomó un último gran sorbo y con este todavía en su boca besó al mayor haciendo que el líquido viajara entre ambas bocas, cuando ya la bebida se acabó en el interior del beso se separaron.



—¿Te vienes a mi casa? —preguntó la chica

—Mejor vente conmigo al hotel donde tengo una habitación.

—Perfecto.



Continuará...

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