Capítulo 2

"¿Sam?"

Miré a mi tutor, Jazz. Ella estaba en la universidad y la tutoría como un trabajo extraño, como ella había explicado de inmediato.

"¿Sí?"

Ya había estado en reposo durante cuatro días y me estaba volviendo loca. Sentí, no solo dolor, sino repugnante. No pude ducharme.

"¿Leíste el capítulo anoche?" Jazz preguntó, sus ojos enormes y azules mientras me estudiaba.

"Por supuesto." Toqué el libro, que no creía que fuera de grado doce, pero hizo mi vida muchísimo más fácil.

"Entonces, ¿por qué no pasaste esta prueba sorpresa?" Jazz agitó el papel que había marcado momentos antes.

"No sé. Supongo que no estaba pensando. Es difícil concentrarse". A través del dolor y los analgésicos mi mente se sentía como un pantano permanente.

"Está bien, pero vas a tener que concentrarte mucho más". Jazz me estaba estudiando y me sentía incómodo. Jazz quería ser un psicólogo infantil y siempre sentí que intentaba analizarme.

"La escuela acaba de comenzar". Puse los ojos en blanco. "¿Cuan dificil puede ser?"

"El último año es muy importante", dijo Jazz, "especialmente con las clases avanzadas que está tomando".

Ni siquiera tenía un horario completo este año. Solo tomé cuatro para completar los créditos que necesito para graduarme. Pero sí, estoy en cursos 'avanzados'. Primer semestre: matemáticas avanzadas e inglés avanzado. Segundo semestre: precálculo y cálculo.

"Todo esto es fácil para mí". Admití. Todo lo que realmente necesitaba era alguien que me trajera el trabajo; Normalmente podría resolverlo por mi cuenta.

"Si es tan fácil", dijo Jazz de una manera que me pareció sospechoso. "Realmente deberías pensar en convertirte en tutor".

"No sé sobre eso". Dije vacilante.

"Es dinero fácil", empujó Jazz. "¿Qué no es saber?"

Ella me tenía allí. Odiaba tomar dinero de mamá cuando yo tampoco tenía. Odiaba sentir que le debía más de lo que ya le debía. "Tal vez." Dije. "Una vez que haya sanado".

"¡Excelente!" Jazz sonrió. "Sé que mi hermano pequeño, por ejemplo, podría beneficiarse de tu cerebro matemático".

Solo asentí y recogí la novela que se suponía que debía leer.

(-.-)

Me deslicé hacia un lado de mi cama. Se suponía que no debía salir de la cama por nada más que ir al baño. Excepto que eran las tres de la madrugada, estaba aburrido y realmente empezaba a odiar mi cama. Envolviendo mi comodidad a mi alrededor, me dirigí al balcón adjunto a mi habitación. Me tomó tres veces más tiempo de lo que sería en buenas condiciones, pero al menos moverme no me hizo desmayar más.

Me acababa de establecer de modo que estaba rodeado por mi edredón y que estaba apoyado en la casa cuando lo vi, y, antes de que pudiera pensarlo, lo llamé por su nombre. "Fantasma."

El chico detuvo el vuelo y se mantuvo a unos metros de mi casa. "¿Sam?" Preguntó. "¿Qué estás haciendo afuera?"

"¿Alguna vez has escuchado que el aire fresco es bueno para ti?" Yo respondí. "¿Qué estás haciendo?"

"Patrullando". Él flotó hacia mí y levitó con las piernas cruzadas sobre mi balcón.

Bueno. Estaba de humor para una charla. Estaba acostumbrado a estar solo, sí, pero normalmente no me sentía solo. No como lo había estado últimamente. "¿Para otros fantasmas?" Aclaré

"Cualquier cosa que sea una amenaza". Él se encogió de hombros.

Me tomé el tiempo para estudiarlo en el pequeño silencio que siguió. Durante nuestra breve conversación, hace varios días, estuve demasiado fuera de ella como para mirarlo realmente. Mi observación inicial durante la primera vez que lo vi era cierta. Él tenía el aspecto de un adolescente. Sus músculos se mostraron a través del traje negro spandex que llevaba. Tenía guantes blancos y botas, así como cinturón blanco. Era difícil distinguir su altura de cómo estaba posicionado, pero no me daba la impresión de que era pequeño en estatura. Sus rasgos estaban definidos, aunque ocultos por su masa de espeso cabello blanco. Sus ojos verdes me miraron, dándome la impresión de que me estaba estudiando como yo.

"Entonces," pesqué para comenzar una conversación.

"Entonces", se hizo eco. "¿Por qué te mudaste a Amity?"

Hice una pausa y mi mente voló en los últimos meses. "Mi madre decidió que necesitaba un cambio". Respondí.

"¿De dónde vienes?" Phantom continuó.

"Me toca hacer una pregunta". Pensé por un momento. "Tu verdadero nombre, es Danny, ¿verdad?"

El asintió. "Fantasma Danny."

"Extraño."

"¿Qué es raro?"

Ahora tenía una expresión desafiante en su rostro.

"Pareces una persona". Me mordí el labio, preguntándome si debería continuar. "Quiero decir, obviamente eras una persona una vez, pero supongo", entrecerré los ojos para mirarlo, tratando de expresar mis pensamientos con palabras, "creo que es difícil recordar que estás muerto".

"El flotante no lo delató", hizo un gesto hacia el espacio entre él y el suelo.

"Olvídalo." Le dije enfadado. "Solo te estás burlando de mí ahora".

"No me burlo de ti", juró, pero parecía divertido. "Y no eres el único que me dice que soy más humano que fantasma".

"¿Ah sí? ¿Como quién?"

"Maddie y Jack Fenton".

"¿Los cazadores de fantasmas?"

Phantom se rió entre dientes. "Sí, ellos. Estamos en términos sorprendentemente buenos, considerando que quieren cazarme y diseccionarme".

"Eso es realmente horrible". Hice una cara. Como regla y es lo que condujo a mi vegetarianismo, estaba en contra de cazar, diseccionar, usar animales como experimentos y matar o comer cualquier cosa con una cara.

"Te acostumbras."

Me sorprendió lo poco preparado que parecía con todo, hasta que me di cuenta. Él estaba muerto. Probablemente tenía un montón de poderes de fantasmas. Los humanos no podían asustarlo en lo más mínimo.

"Yo tampoco podría". Admití. "¿Cuánto tiempo has estado muerto?" Solté, antes de darme cuenta de lo completamente insensible que era.

Parecía triste cuando respondió, pero respondió. "Alrededor de tres años ahora".

"Lo siento", susurré.

"No te preocupes. He llegado a un acuerdo con eso".

Todavía estaba fascinado por el fantasma. Quiero decir, ¿quién no sería? Después de superar el hecho de que mi nuevo conocido estaba muerto, era increíblemente curioso. "¿Te importa que haga preguntas?"

"No." Phantom negó con la cabeza. "Adelante."

"¿Recuerdas tu vida humana?" Solté. Este era el concepto de muerte que nunca podría entender, el hecho de que dejaría de existir, o que dejaría de recordar mi existencia.

Phantom sonrió. "Muy bien. Aunque la mayoría de los fantasmas no pueden".

"Entonces, ¿por qué puedes?"

"¿Qué pasó con turnarse para hacer preguntas?"

Reconocí un desvío cuando se produjo. "Bien, tu turno".

"¿Cuantos años tienes?" Preguntó.

"Diecisiete. ¿Cuántos años tienes?" Yo respondí.

"De diecisiete." Él respondió.

"¿Tenías esa edad cuando moriste o lo que deberías ser ahora?"

Phantom entrecerró sus ojos hacia mí. Oops. Me golpearía un nervio. Él desenrolló sus piernas. "Quizás debería irme. Es tarde".

"Espera." Extendí una mano, como si fuera a agarrarlo, pero hice una mueca al tirar de mis músculos. Él se apartó de mi contacto de todos modos. "Lamento haberte ofendido".

"No estoy ofendido". Phantom inquieto. "Simplemente no me gustan preguntas como esa".

"Lo siento. Yo solo ... pensé que podríamos ser amigos". Me mordí el labio antes de confesar. "Yo....no tengo amigos".

Phantom me miró. Sus pies tocaron el suelo y se sentó frente a mí. Sus labios se curvaron en una sonrisa. "Tampoco tengo muchos amigos ..." Él admitió. "Pero ... ¿estás seguro de que quieres ser amigo de una persona muerta?"

Asenti. "No he tenido suerte con los vivos".

Phantom echó la cabeza hacia atrás y se rió.

(-.-)

Era extraño regresar a la escuela. Terminé completamente postrado en cama durante dos semanas, pero ahora estaba de nuevo en movimiento. Mi amistad con Phantom era cada vez más fuerte. Él venía todas las noches a hablar conmigo y nunca me había sentido más conectado con una persona en toda mi vida. Él fue ingenioso y extraordinario y él me entendió. Incluso la noche en que me mataron porque había tomado demasiados medicamentos para el dolor y, esto es lo que más recuerdo de esa noche, seguí llamándolo 'ardilla' y tratando de comerme la manta, él todavía se sentaba a mi lado. De acuerdo, se estaba riendo de mí, pero lo que sea.

Encontré mi camino a la oficina, como debería haberlo hecho en mi infame primer día. Fue como una bofetada en la cara darse cuenta de que la oficina estaba en la dirección opuesta a la que me dirigía esa mañana.

"Primero tienes la clase de inglés avanzada del Sr. Lancer". La secretaria me dijo mientras me entregaba mi combinación de casillero y mi calendario oficial, que había recibido por correo incluso antes de que empezara la escuela. "Está en este pasillo querido, última puerta a la izquierda".

"Gracias." Le sonreí, antes de volver a unirme a la ola de estudiantes.

Encontré mi camino a mi casillero, que no estaba demasiado lejos de la oficina. Descargué la mayor cantidad posible de mi pequeña carga en mi casillero. El Dr. Higgins me había dado órdenes estrictas; de mis pies tanto como sea posible y llevar lo menos posible. Estaba feliz de vivir. Simplemente no quería estar atrapado en la cama más.

Cuando me alejé de mi casillero, alguien se estrelló contra mí. Hice una mueca de dolor y me agarré a la capa de vendajes que todavía estaba envuelta sobre mi pecho y las costillas debajo de mi camisa.

"¡Mira hacia donde vas!" Yo chillé.

"Goth perdedor". El chico se burló.

Miré hacia arriba. Dirigirte. La mayoría de las chicas me consideran bajito, así que estar al lado de este chico afroamericano de 6'6 años fue un poco desconcertante.

Pero ¿qué diablos acaba de llamarme?

"¿ Perdón ? ¡Te encontraste conmigo!" Puse mis manos en mis caderas y miré hacia arriba.

Sus ojos verde oscuro miraron hacia atrás. "Por favor." Él se limpió la camisa. "No quiero que Goth esté conmigo". Él explicó.

En un gesto burlón, limpié mi propia ropa. "No quiero idiota en mí". Yo respondí.

"No quieres ensuciarme, princesa". El chico amenazó.

"Créeme cuando digo que no soy la princesa de nadie".

Abrió la boca para responder cuando - "¿Qué está pasando aquí?"

Busqué, por instinto, un maestro. En cambio, era un niño. Y sí, el modo femenino comenzó cuando vi lo absolutamente adorable que era. Más corto que el niño afroamericano, pero no corto, larguirucho, musculoso con el cabello negro desordenado y tristeza del bebé para morirse. Podría haberme derretido. Y lo hubiera hecho si él no hubiera continuado hablando.

"Alguna chica te está molestando, Tuck". Bromeó, dando un codazo al chico que se topó conmigo, Tuck.

"Solo un poco de nadie". Tuck se lo dijo.

El chico me miró como si estuviera mirando un insecto muerto. Me molestaba la sensación.

"Si parece un don nadie y actúa como un don nadie, simplemente ignóralo". El chico aconsejó. Él rodó sus ojos hacia mí. "No te metas con nosotros, cariño. Confía en mí en esto".

Yo quería golpearlo. Pero se alejaron.

Entonces, está bien, no fue un encuentro horrible. No me habían metido en un casillero ni me habían burlado delante de mucha gente, pero todavía me ponía de mal humor en mi primera clase de inglés. La palabra "perdedor" y "nadie" seguía girando en mi cabeza. No era increíblemente popular, no, ¡pero no me conocían y pensaban que ya me habían vinculado! Simplemente no fue justo. Y ese chico, Tuck, podría haberse disculpado por golpearme y todo podría haber terminado.

Ugh.

Chicos.

Gracias por leer,no olvides leer mis otros fics que no tienen nada que ver con este de Dani Phantom la chica fantasma