Tratando de encajar piezas

Mientras esperaban a Diana y Rosa, ambos se dedicaron a recordar todos los indicios con los que contaban hasta el momento.

-Tenemos claro que Hinojosa y Sandra mantienen una relación que Mario Cabañas conocía, y que toleraba en cierta manera. Sospechaba que alguien quería llevarse información del nuevo producto de la empresa, por eso me contrató a mi en un primer momento. Además tenemos que Kora mantiene una relación con Santiago Fernández, y que éste quería que Kora le dejase la dirección de la empresa. 

-Exacto Lina, con esta información creo que podemos descartar de la lista de sospechosos a Hinojosa, ya que no ganaba nada con la muerte de Cabañas, sin embargo en el caso de Santiago, sí que podía ganar mucho con su muerte.

-No podemos descartar que Sandra o Kora decidiesen deshacerse de Cabañas, ya que ellas si que podrían heredar la empresa tras su muerte. Y luego tenemos al señor X al que Cabañas estaba vigilando, no sabemos porqué, que trabaja en la empresa.

- El móvil del asesinato pudo ser económico.

-Creo que sí, pasional no parece que fuera el hombre si dejaba a su mujer tener una aventura con otro.

- El hombre que te atacó para disuadirte de que siguieras investigando, ¿Dónde encaja?

- Puede ser el asesino o incluso un cómplice, es zurdo así que la próxima vez que vayamos a la empresa Cabañas nos fijaremos bien en los hombres que sean zurdos, y de metro setenta y cinco.

-Lina, deberías tener más cuidado a partir de ahora, están siendo muy agresivos, deben tener miedo de que les descubramos.

- Lo tendré, no te preocupes.  

En esos momentos llegaron Rosa y Diana juntas. Se sentaron en su mesa y pidieron también cervezas para beber. 

-Di ¿Cómo ha ido con lo de los cristales?

-Hemos encontrado algo, no son los habituales de los coches, éstos tienen una composición diferente, por lo tanto no lo mataron en un coche. Tampoco es de una ventana climalit, de doble hoja, es más bien de un espejo o de un cristal espejado. de estos que no permiten ver al otro lado de la ventana.

- Se pone interesante. Hay que averiguar dónde tenemos un cristal o un espejo de esas características dentro de la empresa.

-¿Porqué dentro de la empresa Lina?

- Rosa, si tú matases a alguien en una localización externa, no lo trasladarías a una empresa que tiene cámaras de vídeo vigilancia, y servicio de vigilancia nocturna, lo dejarías en otro lugar, un descampado o un local abandonado.

-Es cierto, puedo ir mañana  a mirar en el edificio para localizar cristales espejados o espejos.

-No hace falta Diana, Lina ha hecho cientos de fotografías en la empresa, las podemos analizar desde aquí para no levantar sospechas. Hoy le han disparado en la pierna como aviso.

-¿A quién?- Preguntaron al unísono Rosa y Diana

_A Lina, suerte que ha podido desviar el disparo y sólo le ha hecho una herida superficial.

-¿No nos has dicho nada?- le reclamó Diana mirando directamente a Lina.

-No es nada chicas, sólo un rasguño, ya me han curado, estoy bien.

-¿Cuándo pensabas decírnoslo?- inquirió Rosa.

-Bueno, no lo sé, mañana, cuando nos viésemos en la oficina.

-¿Y tú Karlos, porqué no nos lo has dicho?

-Bueno, es que le tengo miedo... Les contestó, ganando unas risas por parte de Rosa y Diana mientras Lina le miraba con ojos de querer fulminarle.

-Bueno, volvamos al trabajo y dejaos de risas. ¿Qué has averiguado de Kora, Rosa?.

-Nada que no sepamos ya, mantiene una relación con Santiago Fernández, su padre no la aprobaba, pero ella continuaba con él a escondidas. Me ha explicado que él trabaja en la empresa y que quiere que le ascienda a director general para dirigirla.

-Ese es un muy buen motivo para matar a Cabañas.- Comentó Karlos.

- Creo que tenemos que investigar en el pasado de Hinojosa y Santiago, ver qué esconden ambos y descartarlos o dejarlos en la lista de sospechosos. - Comentó Lina.

-Kora cree que su padre discutía con alguien más a causa de algún producto que iba a salir al mercado pronto, pero no está segura de quién era, sólo sabe que no era su pareja.

-¿ Quién nos falta en el rompecabezas?

-El señor X.- Contestaron a la vez Karlos y Lina.

-Yo creo que deberíamos dejarlo por hoy, es tarde y mañana nos podemos poner con las fotos que ha hecho Lina y buscar espejos y cristales espejados, va a ser divertido.- Dijo Diana 

Todos estuvieron de acuerdo, pero antes de irse se tomaron otra cerveza más.

A la hora de salir del bar, Diana dijo

-Lina no se puede quedar sola esta noche, puede ser peligroso, está claro que van a por ella.

-Se puede venir a mi casa- propuso Rosa.

-Yo le diría que se viniese a la mía, pero esta noche tengo compañía, la chica de la cristalería se viene a mi casa, lo siento.-

-Yo no me voy a ninguna casa, de nadie, no me van a atacar de nuevo hoy, estaré bien.

-Está bien, entonces te quedas en tu casa y yo me quedo contigo.- Dijo Karlos.

Diana y Rosa se miraron la una a la otra, y después vieron cómo se transformaba Lina, una cara tranquila aunque cansada, se transformó en un rostro interrogante y enfadado.

-¿Y por qué te iba a dejar quedarte en mi casa a ti?

-Porque soy policía. Y tengo que protegerte. Es mi trabajo.

-No quiero que me protejas.

-No es opcional, estoy cumpliendo órdenes y si no te vas con Rosa o conmigo, me quedaré yo contigo.

Lina, mirando a sus amigas desesperada, buscaba un poco de ayuda para escapar de esa encerrona de Karlos, pero éstas no parecían dispuestas a ayudarla.

-Es una buena idea Lina.- le dijo Rosa .

No tuvo más remedio que aceptarlo. Así que cada una se fue por su lado y Karlos y Lina fueron juntos a su casa.

Lina estaba nerviosa, no le gustaba que nadie le robara su intimidad e invadiera su espacio. El incidente tonto del restaurante estaba todavía muy fresco en su memoria, y no se quería quedar a solas con él.

Nada más entrar en su casa se dirigió a su habitación, con la intención de cerrar la puerta enseguida, pero Karlos que la seguía de cerca entró antes de que pudiera hacerlo.

-Primero tengo que ver que no haya nadie dentro.

-Está bien, pero no tardes, estoy cansada.

No tardó casi nada, fue rápido y meticuloso y después salió dejándola sola.

Cuando estaba a punto de acostarse, con su pijama de gatitos ya puesto, recordó que Karlos tendría que dormir en el sofá, y que no tenía ropa de cama. Abrió el armario y sacó sábanas y una manta, y salió de nuevo de la habitación.

En el comedor, sentado en su sofá, estaba Karlos sin su camiseta, mirando tranquilamente la televisión. No pudo evitar mirar los musculosos brazos y la espalda amplia y fuerte. Estaba en forma. se acercó por detrás y le dijo:

-Buenas noches Karlos, aquí tienes ropa de cama, que descanses-

Enseguida se fue a la habitación y se metió en la cama.

A pesar de lo cansada que estaba, las emociones del día, y el caso que traían entre manos, le costó dormirse un poco, y su mente vagó entre todos los protagonistas de esa terrible tragedia que era la muerte de Cabañas. 

Por la mañana le sonó el despertador como siempre a las 6:30, y se levantó. Se metió en la ducha enseguida, y a las siete estaba lista para salir de casa.

Por su parte Karlos no había dormido muy bien, aquel sofá era endemoniado para dormir, y se despertó con la alarma de Lina. Mientras ella se duchaba él preparó algo de desayunar. Sabía que eso era muy íntimo y estaba un poco fuera de lo estrictamente profesional, pero después de todo, casi se habían besado en el restaurante, estaban trabajando juntos y lo más importante, si Lina no desayunaba tenía un humor de mil demonios.

Cuando Lina salió de la ducha y se encontró a Karlos esperándola para desayunar, una especie de vacío en su interior le impedía hablar, no recordaba la última vez que alguien le había preparado el desayuno. Le dio las gracias y se sentó a desayunar. Karlos había hecho tortitas y en algún lugar de su cocina había encontrado mermelada. Había hecho café y sólo el olor ya le estaba dando hambre. 

Desayunaron en silencio, y después Lina dejó todos los platos y tazas en el fregadero y salieron para el despacho.

Por el camino ya fue volviendo a ser ella misma. Cuando llegaron, Diana y Rosa ya habían llegado y como la conocían tenían galletas de mantequilla para ella. 

-Vamos a trabajar, ayer vimos las fotos de varios pisos, pero hoy las vamos a volver a mirar para asegurarnos de que no se nos ha escapado ningún espejo por pequeño que sea.

Fueron a la sala de reuniones, allí tenían un proyector y se sentaron los cuatro. Lina fue proyectando las fotos a la pantalla y todos intentaban encontrar algún indicio en ellas. Era un trabajo agotador, que requería mucha concentración, si alguien encontraba algo fuera de lo corriente,se apuntaba el número de foto y se apartaba para estudiarla más a fondo.

Lina había hecho más de 250 fotos, de todas ellas sólo 50 habían resultado tener algo interesante.

Habían pasado toda la mañana, y estaban donde empezaron. Con menos fotos para revisar pero aún así mucho trabajo.

-Estoy agotada, creo que ya ni veo lo que hay en la pantalla, necesito un descanso.-Dijo Diana.

-Está bien Di, lo dejamos para esta tarde, ¿Qué tal te fue anoche?- Preguntó Rosa

-Muy bien, Cris es una persona muy especial, cenamos juntas y después estuvimos hablando mucho tiempo. Casi no he dormido, pero ha valido la pena. Es muy cariñosa y sabe cómo hacerme reir. 

-Me alegro mucho, espero que esta vez tengas suerte y os vaya muy bien juntas.- Les deseó Lina.

- Ya llevamos saliendo dos semanas, ayer fue la primera noche que se quedó conmigo. Espero repetir pronto.

Dejaron el proyector preparado para la maratón de fotos de la tarde, salieron de la sala de reuniones y bajaron al bar a tomar algo. Unas bebidas y unas tapas compartidas les reanimaron.

-Yo con esto ya he comido.- Dijo Lina

-Pues yo tengo más hambre ahora que antes.- contestó Karlos.

Discutieron (cómo no) sobre si irían a comer o ya subirían a la oficina a seguir trabajando, y al final dos querían comer algo más , y dos querían subir a trabajar.

Como Lina y Diana no querían ir a comer, se subieron a mirar las fotografías. Mientras los otros dos iban a comer algo más.

-Lina, quiero preguntarte algo, ahora que estamos solas, dime la verdad.

-¿Qué pasa?.

- ¿Te has sentido atraída por Karlos? Creo que por eso no quieres trabajar con él.

-No te voy a negar que es atractivo, y tiene buen cuerpo, pero no es por eso por lo que no quiero trabajar con él, es que no aguanto sus aires de superioridad. Sabes que la policía en sí misma me desagrada, nos trataron muy mal la última vez que trabajamos juntos, si a eso añades que no estamos de acuerdo nunca en nada, tienes una bomba de relojería.

-Trabajáis muy bien juntos, no lo hubiera imaginado al principio.

-Por eso no lo he echado ya, por eso lo aguanto, porque me hace de contrapunto y aunque me saque de quicio, su punto de vista está ayudándome a plantearme las cosas de formas totalmente dispares.

-Vamos a ver las fotos, ya sólo nos queda repasar estas 50 que hemos seleccionado.

Miraron las fotos, hasta que de pronto Diana le dijo a Lina que ampliara una zona concreta en la que se veía un cristal espejado. observaron todo el perímetro de aquel espejo, y entonces lo vieron.

En un lateral, había un pequeño orificio que apenas se veía. Alguien había tratado de ocultarlo con masilla pero eso hacía que destacase aún más.

Alejaron la foto para tener una vista más amplia de la zona donde se encontraba ese cristal.

Era un cristal divisorio de la zona de investigación y desarrollo de nuevos productos, con un despacho.

Observaron atentamente la fotografía, pero no fueron capaces de ver el nombre de la persona que trabajaba en esa oficina.

-Lina, tenemos que ir a verlo in situ, hay que intentar averiguar si han disparado de dentro de la oficina hacia fuera, o bien al revés. La foto está tomada con la luz de dentro encendida, lo que no nos permite saber si se puede ver el despacho desde fuera o bien la zona de investigación desde el despacho.

-Hay que saber a quién pertenece ese despacho, y como dices tú, la dirección del disparo.

-¿Vamos ahora?, A esta hora casi no habrá nadie trabajando, es la hora de la comida, aprovechemos y creo que podremos encontrar a nuestro míster X.

-Vamos Di, antes de que Karlos vuelva, si no intentará por todos los medios venir con nosotras o incluso intentará dejarme atrás. Con suerte cuando ellos terminen de comer, ya estaremos de vuelta.

Salieron Diana y Lina de las oficinas, dejando una escueta nota que decía:  "ahora volvemos".

Subieron en el coche de Lina y se fueron a la empresa Estétic Cabañas. el tráfico a esa hora estaba fluido y llegaron en diez minutos.

Entraron las dos juntas, seguras de sí mismas, caminando con paso firme y decidido. se dirigieron a la persona de recepción, que les miraba con desconfianza.

-Buenas tardes, estamos investigando para la señora Cabañas, necesitamos entrar en la sala de innovación y desarrollo. Si quiere puede llamarla usted misma.

-La señora Cabañas no está ahora mismo...

-No importa, contactaré con ella por el móvil.

Logró contactar con ella y le pasó el teléfono a la chica. Hablaron unos minutos y enseguida vieron cómo cambiaba su actitud hacia ellas. Las dejó pasar y les indicó por dónde debían ir para llegar hasta el departamento de innovación y desarrollo.

Lina no recordaba dónde había hecho cada foto, así que estuvieron dando vueltas por la zona hasta que descubrieron dónde estaba el lugar exacto.

Observaron el pequeño agujero de bala. miraron por el suelo, tanto dentro como fuera de la oficina, para descubrir si habían restos de cristal. Lina desde dentro apagó la luz de la oficina y entonces descubrieron que desde dentro se podía ver perfectamente toda la zona de investigación. 

Buscaron por los alrededores cualquier cosa que pudiera ser una pequeña pista, Y encontraron unas pequeñas gotas de sangre, que casi no se veían pero que estaban en la pared.

-Ya tenemos el lugar desde donde dispararon a Cabañas. Ahora averiguaremos de quién es el despacho.

En la mesa del despacho una placa indicaba que aquella oficina pertenecía a Pablo Ternero, Coordinador de innovación, desarrollo y ensayos clínicos.

-Salgamos ya, antes de que vuelvan a trabajar todos. Con suerte llegamos antes que Rosa y Karlos a la oficina.

-Se van a cabrear, sobretodo Karlos. Déjame hacer unas fotos de las manchas de sangre y del orificio de la bala.

Lina hizo las fotos, y a las tres y media salían del edificio con muchos interrogantes y mucha más información de la que tenían antes.

Pero no, no llegaron antes que Karlos. Y tuvieron que aguantar la bronca suya y de Rosa. 

-¿Dónde coño habéis ido?

-Di y yo hemos descubierto dónde se cometió el asesinato.- Dijo Lina sin inmutarse ante el cabreo de Karlos.

-¿Y habéis sido capaces de ir solas?

-Si, las oficinas de Cabañas están vacías a la hora en la que hemos ido, todos están comiendo, hemos ido y he hecho unas fotos para que vosotros lo veáis.¿ Os suena Pablo  Ternero?

Ni a Rosa ni a Karlos les sonaba el nombre, así que Lina le pidió a Karlos y a Diana que investigasen cada uno por su lado a Pablo, Hinojosa y Santiago. Seguro que algo podrían encontrar.

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