Atando cabos

Tras soltar la noticia todos se pusieron a hablar a la vez, hasta que Diana exclamó:

-Uno a uno nos entenderemos mejor.

-Tienes razón Diana, nos hemos emocionado. Esta noticia puede cambiar muchas cosas.

-Cierto Lina, si Sandra no es la verdadera madre de Kora, puede creer que le han arrebatado la empresa porque Mario Cabañas se la ha dejado a su hija. Pero eso no implica que lo matase ella, a no ser que no supiera que él quería dejárselo todo a Kora.

-Quizás Cabañas la apartó  y ella quería seguir siendo parte de la empresa.- Dijo Karlos.

-Vamos a repasarlo todo de nuevo, Mataron a Cabañas cuando empezó a investigar el Topo de la empresa mediante nuestra agencia. Después atentaron contra Kora y contra mi. Luego mataron a Alberto Moral y nos secuestraron a Karlos y a mi. Eso son los hechos. Sabemos que quien disparó a Cabañas era zurdo, por tanto no puede ser ni Hinojosa ni Ternero y tampoco Santiago Fernández, no sabemos si Alberto Moral era zurdo, tampoco podemos saber si quién lo mató fue la misma persona que asesinó a Cabañas. Ahora tenemos a una mujer que estaba en la casa donde se reunían Ternero y Santiago. Y tampoco podemos olvidar que Hinojosa mantiene una relación con Sandra, y que Santiago Fernández la mantenía con Kora.

-Buen resumen Lina, ahora que tenemos todas las piezas debemos encajarlo todo para encontrar a quien mató a Cabañas y a Alberto Moral.

-¿Cómo podemos averiguarlo ?- Preguntó Rosa.

-Vamos a hablar con Sandra de nuevo y con Hinojosa, le preguntaremos por la empresa y por separado les preguntamos dónde estaban cuando mataron a Cabañas y a Alberto Moral. Según lo que digan así actuamos. 

-Creo que Sandra puede ser sospechosa del crimen, quizás deberíamos ir Rosa y yo a hablar con ella y veremos la cara que pone cuando le digamos que vosotros habéis desaparecido. Si vosotros vais a ver a Hinojosa al mismo tiempo, si se asusta y escapa corriendo quiere decir que sabe de vuestro secuestro, y que le hemos descubierto.

-Y de paso mirad si Sandra es zurda. Sobre todo tenemos que saber dónde estaban estos días, incluido el día que nos secuestraron. Tengo la impresión de que ella es la mujer fantasma.

-Entonces vamos por faena.

Salieron del despacho y Diana y Rosa fueron a casa de Sandra. Mientras Lina y Karlos se dirigían a la de Hinojosa.

Llegaron primero a casa de Sandra, y tuvieron la suerte de que se encontraba dentro, sola.

Llamaron al timbre.

-Buenas Tardes,¿ Podríamos hablar con usted Sandra?, nos sería de mucha utilidad.

-Enseguida les abro, evidentemente que si está en mis manos estoy dispuesta a ayudarles en lo que haga falta.

Les abrió la puerta y les hizo pasar a un salón grande iluminado con una lámpara de techo enorme, con una librería que ocupaba toda una pared, y en el lado opuesto un sofá y dos sillones a juego, Delante del sofá había una mesa baja de salón.

-Siéntanse como en su casa, ¿quieren beber algo?

-Si, gracias, un vaso de agua estaría bien.-Dijo Diana, y Rosa declinó la invitación.

-Enseguida vuelvo.

Regresó a la sala con un vaso de agua, que al dejar sobre la mesa derramó un poco sin querer.

-Perdón, se me ha caído.

-No se preocupe, está bien.

-Bien, ¿en qué puedo ayudarles?

-Primero de todo gracias por recibirnos sin avisar, queremos pedirle que nos responda a unas dudas que tenemos, pero antes le queríamos preguntar si ha recibido noticias de nuestra compañera Lina y Karlos, de la policía. Ellos han desaparecido desde ayer por la mañana no sabemos nada de ellos. ¿Se han comunicado con usted por casualidad?

Sandra se quedó pensativa un momento y después contestó.

-Me llamaron ayer noche, creí que les habrían llamado a ustedes también, me comentaron que seguían a un sospechoso y que no sabían lo que iban a tardar.

-¿De verdad? Bueno, eso nos deja más tranquilas a las dos ¿Verdad Diana?

-Si, supongo que se pondrán pronto en contacto con nosotras.

- Bueno, ¿ qué necesitan saber de mi?

-Nos gustaría saber si ha estado viendo a Hinojosa estos días, si lo vio ayer por la tarde o por la mañana, y qué hicieron. Tenemos ciertas sospechas sobre él.

Mintiendo y centrando las sospechas en Hinojosa podrían hacer que hablase más despreocupadamente de las cosas. 

-Pues ayer estuvimos juntos en mi casa, no salimos a ningún sitio, Bernardo se fue a eso de las seis de la tarde.

-Muy bien,¿ y estuvo con usted todo el rato?

-Pues no recuerdo exactamente, lo siento tengo poca memoria, pero creo que salió a comprar algo, si, salió a comprar bebidas creo.

-Gracias, una última cosa, el día que murió su marido ¿ Estaban juntos Hinojosa y usted?

-Ahora mismo no lo recuerdo, pero creo que no, yo debía estar en casa.

-¿Es cierto que usted tiene una cuarta parte de las acciones de la empresa de su marido?

-Si, es cierto, y el 75% restante es de mi hija Kora.

-Muchas gracias por atendernos le mantendremos informada de las investigaciones.

-Gracias a ustedes. Si necesitan saber algo más no duden en acudir a preguntarme.

-Descuide, hasta la próxima.

Mientras tanto, Lina y Karlos llegaban a hablar con Hinojosa. Picaron al timbre de su casa y les abrió la puerta enseguida.

-Buenas tardes, ¿en qué les puedo ayudar?

-Hola, como sabe estamos investigando sobre la muerte de Mario Cabañas y Alberto Moral.

-Si, pasen, si puedo ayudarles en algo lo haré con gusto.

-¿ Qué relación mantenía con Cabañas? Es decir, sabemos que mantiene una relación sentimental con Sandra, que era su mujer, pero no sabemos si se llevaba bien con él, o se mantenía a distancia. Sabemos que trabajaba para él.

-Si les soy sincero, yo trabajaba para Cabañas, y conocí a Sandra en la empresa. Me enamoré de ella y empezamos una relación. Yo no sabía que era la mujer de mi jefe. Ella iba y venía de la empresa cuando quería, hasta que me lo dijo un día. Quise romper la relación porque este trabajo me interesa, pero ella insistió que siguiéramos y me arriesgué. Su marido se enteró hace algunos meses, pero parecía que no le importaba, estaba buscando algo, creo que alguien que robaba información sobre los productos nuevos y los filtraba a la competencia. Me preguntó por su mujer en alguna ocasión. 

-Sabemos que su hermana murió hace unos años, y después denunció a Mario Cabañas por ser el causante de su muerte. Perdió la demanda y estaría resentido ¿no?

-No crean que lo mataría yo, no quería mancharme las manos, sólo estaba intentando encontrar pruebas de que sus productos no son tan beneficiosos para la salud como dicen, y que manipulan los resultados de las pruebas de calidad.

-Entonces tenía motivos para matarle...-Dijo Karlos.

-Si, pero no lo hice.

-¿Dónde estaba cuando mataron a Mario Cabañas?

-Estaba de viaje esos días. Lo pueden comprobar, me fui para ver a mis padres por unos días y volví aquella tarde en avión.

-¿Y cuando mataron a Alberto Moral?

-Ese día estuve trabajando hasta las 3, después me fui a comer a un restaurante cerca de la oficina y luego quedé con Sandra.

-Bueno, creo que eso es todo. 

-Una última pregunta, ¿Sandra es zurda verdad?

- No sé a qué viene eso pero sí. Ella es zurda.

-Gracias, y si no le importa no le diga a ella que hemos venido a verle porfavor.

-Descuide, pero ¿es que sospechan de ella?

-No, de momento no tenemos nada.

Se despidieron y volvieron a la agencia.

Al llegar Diana y Rosa ya habían vuelto, era tarde, casi las 9 de la noche.
-Hola, ya estamos aquí, a ver qué hemos averiguado esta tarde.
-Hola, tengo la impresión de que Sandra es zurda, quizás sea nuestra mujer fantasma.- dijo Rosa.
-Según Hinojosa lo es, y creo que ha estado trabajando en la empresa sin que lo supiera su marido. Allí es donde la conoció él. Por eso deberíamos de vigilarla.
-Lina, tenemos que andarnos con ojo porque seguro que pronto se darán cuenta de que os escapásteis.
-Supongo que si. Quizás debamos seguir a Sandra esta noche y ver si se acerca al lugar donde nos tenían encerrados.
-No creo que vaya sola, si Hinojosa está involucrado la acompañará y hablará con ella de la entrevista que hemos mantenido.- Dijo Karlos. 

-Por lo que hemos hablado con él no me parece que esté involucrado en el asesinato, pero no podemos descartarlo del todo porque tenía motivos para hacerlo. Cuando nos ha visto a los dos no ha parecido sorprenderse, ¿verdad Karlos?

-Cierto, nos ha abierto la puerta y no ha puesto la cara de sorpresa que pondría si supiese de nuestro secuestro.

-Debemos aprovechar ahora que no saben todavía que nos escapemos, tenemos que seguir a Sandra y ver si nos lleva a la casa donde nos encerraron.

Quedaron en que Karlos y Lina se irían tras Sandra, Rosa seguiría a Hinojosa y Diana corroboraría datos en el ordenador sobre la propiedad de la empresa. Además Diana se ocuparía de mantener contacto con todos y mantenernos informados de todos los avances individuales.

Rosa fue a buscar su coche, Lina por su lado pidió a Diana que le dejase el suyo, ya que el de Karlos no sabían donde estaba y el suyo era conocido por Sandra.

-Yo conduzco, Ya casi no me duele el brazo.

-Está bien Lina. Vamos rápido antes de que se nos escape.

Salieron con el coche, y se dirigieron a casa de Sandra. Esta vez aparcaron un poco más lejos de su puerta, pero con la suficiente visibilidad como para ver si salía de ella.

La luz del comedor estaba encendida, dedujeron que primero cenaría y después se marcharía.

Esperaron dentro del coche. Se había instalado entre ellos un silencio cómodo. Llevaban algo de comer, algunos frutos secos y agua. La noche prometía ser larga.

Hasta las once Sandra no salió de su casa. Conducía un todoterreno de gama alta. Se dirigió hacia las afueras de la ciudad, hasta que salió por la autopista.

-Esto cada vez va viéndose más claro- Dijo Karlos.

-Quizás sea ella, pero hasta que no sepamos dónde va, no podemos estar seguros. A veces las apariencias engañan.

-Pero aquí está todo muy claro, ella mató a su marido para que no la apartara de la empresa y con la esperanza de quedarse toda la empresa. 

-¿Y por qué mató a Alberto Moral?

-Eso no lo sé, pero tal vez el tema es que la vió o encontró pruebas que la incriminaban y por eso se deshizo de él.

-Hasta que no encontremos pruebas de que ha sido ella no podremos acusarla de nada. También podría ser Santiago, o Ternero, en principio no son zurdos, pero podrían ser ambidiestros. De esa manera podría haber matado a Mario Cabañas y a Alberto Moral.

-Pero ninguno de los dos tiene motivo para matar a Mario Cabañas.

-Te olvidas de que estaban falsificando los resultados de las pruebas de control clínico. Si se enteró Cabañas y no estaba de acuerdo, pudieron  haberlo matado para evitar ir a la cárcel por falsificar los resultados. Recuerda que Cabañas tenía papeles en la mano que demostraban la falsificación de datos.

-Puede ser una combinación de ambas teorías. 

La noche cada vez hacía más difícil el seguimiento del coche de Sandra, además éste era oscuro y la autopista estaba muy mal iluminada. Lina estaba muy concentrada en la carretera, tratando de no perderlo de vista. Karlos, por el contrario, estaba observando a Lina con atención, la escuchaba, analizaba sus deducciones y se sorprendía de su capacidad de análisis y memoria para resolver este caso. Él había trabajado con varios compañeros de la policía, pero no recordaba a ninguno de ellos tan metódico y perspicaz. 

Por su lado Rosa se acercó a la vivienda de Hionojosa, estacionó cerca y esperó pacientemente a que saliese de su casa. Las luces  de su casa se veían desde fuera. Se fueron apagando poco a poco, hasta quedar sólo una de ellas encendida.

Sobre las doce de la noche se apagó la última, y cuando Rosa iba a dar por terminada su vigilancia, ya que parecía que se había ido a dormir, observó que salía de su edificio y se dirigía al aparcamiento. 

Rosa se preparó para realizar el seguimiento  del vehículo, y cuando lo vió salir se situó detrás de él sin perderlo ni un momento de vista.

Mientras tanto Diana iba informando de la situación a todos a través del teléfono.




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