10.5
Cuando intentamos ir al café que conocíamos, estaba cerrado.
Soobin, recibió una llamada y de pronto todo rastro de sonrisa desapareció.
Colgó sin decir mucho.
Se despidió de mí vagamente, diciendo que debía irse y que la invitación quedaba pendiente.
Solo se fue. Aquella llamada había sido algo para él.
¿Qué podría ser?
El querer y querer saber tanto de un extraño, era preocupante.
Lo peor de todo era que Kai empezaba a tener razón.
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