Esos dos días que no tuvimos física, aproveché para tomar un descanso de todo el drama de las notas.

En primer lugar, porque no tenía que hablar con Soobin y en segundo, porque no había recibido más notas.

Todo el día estuve paranoico, viendo a todas partes a ver si encontraba una nota o algo. Pero nada.

No tenía el control del asunto y estaba volviéndome loco.

Cuando llegó el final del día, me sentí más tranquilo porque no me había llegado nada.

Hasta que una chica de grados menores me tocó la espalda y me dijo:
"Oppa, tiraste eso" y me extendió un maldito papel.

Ya sabía que era una nota cuando la recibí y lo confirme cuando leí.

Le agradecí y mordí mi labio inferior con nerviosismo.

"Ve con Doyeon".

Estaba por jalarme los cabellos. ¿Ir a donde? ¿Como que tiré el papel? ¿Se me cayó? ¿Alguien lo puso en mi bolsillo sin darme cuenta?

Siempre eran miles de preguntas sin respuesta.

Tenía que decírselo a alguien, pero Kai ya se había ido en el auto de sus padres.

Estaba en la zona de casilleros, viendo a todas partes a ver si Doyeon aparecía. Tal vez ella era la dueña de las notas...

Como no había nadie y el lugar empezaba a vaciarse, me levanté hacia la salida.

Normalmente me iba caminando. Pero cuando salí, me di cuenta de que estaba lloviendo. No había visto los informes meteorológicos de la semana por estar tan metido en el asunto de las notas misteriosas, por lo que no tenía un paraguas conmigo.

Resoplé estresado, pensando en una solución. Tal vez debí tomar el bus y ya.

Cuando me decidí a correr hasta el paradero para no mojarme, sentí un jalón ligero en la camisa y me giré confundido.

Doyeon.

Una compañera mía. No estábamos en el mismo salón este año, pero de todas las chicas, era ella quien más me agradaba. Incluso llegué a considerarla una amiga durante los inicios de la secundaria.

"Jun, espera" me dijo "No piensas irte a pie como siempre así ¿verdad?"

"No, de hecho, iba a tomar el autobús"

"Está un poco lejos de aquí y si vas incluso corriendo, con esta lluvia vas a empaparte" me fijé que en su mano izquierda había un paraguas pequeño "¿Vamos?".

"Oh, no te preocupes. Puedo ir solo. Tu paraguas no es muy grande como para cubrirnos a los dos".

Ella soltó una risita encantadora.

"Jun, mi casa queda pasando la tuya. No seas modesto. ¿Vamos?".

Por más de que alguna vez fuimos amigos cercanos, ya no era así. Mis instintos me dijeron que me negara porque no estaría del todo cómodo caminado solos. Sin embargo, no sé si fue por influencia de la nota, pero terminé aceptando.

De todas formas, no me convenía mojarme.

Asentí y le agradecí, luego nos dirigimos a casa.

♠

Yeonjun moría de frío. A pesar de ello, no se arrepintió de negarse ante la oferta de Doyeon.

Las personas cambian, y al él no le interesaba volver a forjar lazos con la esbelta y alta pelinegra.

Corrió lo más rápido que pudo hasta el paradero, refugiándose en el pequeño cubresol. De todas formas, su ropa se había mojado por completo, al igual que su cabello.

Se sentó en una esquina del paradero intentando secar su cabello inútilmente. No se percató de que había otra persona al otro lado del paradero.

——¿Yeonjun? ——El mencionado se giró hacia el alto castaño.

——Oh, Soobin ——Sus cejas se alzaron pues no se esperaba encontrarse a nadie allí.

——Tú también te olvidaste de checar lo del clima, ¿no? ——Yeonjun asintió cabizbajo ——. ¿Te molesta mucho? ——Se refirió al clima.

——No...

——A mí tampoco ——Volvió a sonreír cono si fuera lo único que supiera hacer ——. De hecho, creo que los días lluviosos son lindos... Me relajan.

Yeonjun asintió con una sonrisa ladina porque pensaba igual.

——¿Por dónde vives? ——continuó

——Cerca de la plaza Hangyeol.

——Oh, entonces vivimos cerca. Eso es bueno...

Se formó un pequeño silencio donde solo se oían las pesadas y gruesas gotas de lluvia reventar contra el cubresol que los protegía, contra la acera y la pista; observando a los autos pasar.

——¿Tienes frío? ——preguntó el más alto al ver al contrario empapado.

——No mucho ——mintió cínicamente, estaba temblando.

Soobin sonrió con un poco de gracia y se levantó para acercase a él y luego quitarse el abrigo para depositarlo en sus hombros, sorprendiéndolo por completo.

——Yo no estoy mojado ——Se excusó y sentó junto a él ——. Además, te lo debo por ayudarme en matemática ——Sonrió ladino ——. El profesor me felicitó gracias a ti

——Oye, esto no es necesario ——Intentó quitarse el saco de Soobin, que en verdad necesitaba, pero era demasiado orgulloso para aceptarlo ——. Voy a mojar tu ropa

Las manos de Soobin presionaron por encima de la tela en sus hombros, para asegurarse de que no la quitara.

——Te estoy devolviendo el favor nada más, Choi.

——Pero-

——Me lo devolverás mañana. Tranquilo ——rió provocando algo en el peliazul ——. No quiero que te resfríes...

Los ojos de Yeonjun, lo miraron con atención y brillaron un poco más.

Soobin estaba admirándolos tan fijamente que pudo darse cuenta de aquello y de que sus pupilas se habían dilatado.

¿Los suyos se verían igual?

No se dieron cuenta de que estuvieron observándose en silencio por dos minutos enteros. Tan solo fueron segundos para ellos.

Yeonjun, ya cayendo en cuenta de lo que pasaba, carraspeó rompiendo el contacto visual.

——G- Gracias ——murmuró colorado viendo al frente

——De nada ——respondió con una sonrisa que Yeonjun se negó a ver.

En ese momento, el bus llegó.