21. Estoy en Madrid
—Parece mi pequeño cielo, que esta vez seremos sólo los dos. —La pequeña niña de grandes ojos amielados, rebate las pestañas mientras observa entretenida, desde su silla especial para bebés, como su hermano New, prepara su desayuno—. Nuestro querido hermano, no da señales de vida. Quién sabe dónde está metido, me preocupa ¿sabes?
Los padres de New, se encuentran de viaje nuevamente y se suponía que Off y él cuidarían de Sky, su pequeña hermana, hasta que ellos regresaran. Pero Off, sin avisar y sin pérdida de tiempo, había tomado un vuelo directo a encontrarse con su felicidad. Claro, New está sumamente preocupado —aunque han pasado muchos meses desde que Off, se vio recuperado— él cree que en cualquier momento puede volver a recaer.
Tener que cuidar a Sky se había vuelto una interesante manera de ayudar a que Off se mantuviera entretenido, aunque él inicialmente, muy interesado en la bebé no estaba. New, que trataba por todos los medios y Sky con su adorable ternura, lograron más que solo arrancarle sonrisas. La nube gris que envolvía a Off, fue desapareciendo con cada sonrisa, con cada gesto y ocurrencia de la pequeña. Y New estaba convencido de que lo peor estaba pasando.
Poco a poco Off fue interesándose, en otras cosas como, por ejemplo, concluir con el proyecto final y presentar su tesis en la universidad, contactar con algunos de sus amigos y poner un pequeño estudio de arquitectos, y también sorprendió a todos, un día, cuando un camión llegó a puertas de casa de sus padres con el material que utilizaría para hacer un regalo a su pequeña hermana.
En el enorme patio trasero de la casa de sus padres, construyó una hermosa casa de juegos para Sky, él mismo hizo el diseño, no era una simple casita de muñecas, era una casa digna de una princesa, tenía dos habitaciones una pequeña sala, cocina y baño, incluso le hizo balcones y la amobló con todas las comodidades, para que la pequeña, conforme fuera creciendo pudiera utilizarla. Una cama, muebles, estantes con muñecas, vajilla, televisor, etc. todo lo que una pequeña princesa pudiera imaginar se encontraba ahí.
Era una pequeña casa, dentro de la enorme casa de sus padres, pero era adorable y los fines de semana tanto New como él, disfrutaban de la compañía de su pequeña hermana, jugando en la hermosa casita.
Los meses, así, fueron pasando y Off había logrado recuperarse notablemente, pero New lo había sorprendido, con la mirada perdida, derramar unas cuantas lágrimas, algunas veces en las que pensaba que se encontraba solo.
—¿Dónde estará nuestro hermano mi pequeño cielo? ¿Él está bien cierto?
La niña mira fijamente a su hermano, con la carita sorprendida, estira las manitas esperando que New, coloque el plato con avena frente a ella y le dé de comer, cuando el sonido de un nuevo mensaje recibido sale del celular que se encuentra sobre la encimera y ambos desvían la mirada.
De desconocido: "Sé que querrás matarme, pero no te imaginas todo lo que ha pasado en esta semana. Estoy en Madrid, perdóname por no avisar, apenas he conseguido este nuevo número.
Te llamaré en unas horas hermanito, tengo una reunión importante. Off."
—¡Llevo muchos días tratando de contactarte grandísimo tonto y solo envías un mensaje! —New le grita al celular, al tiempo que sus labios esbozan una pequeña sonrisa de alivio—. Off está bien princesa, al menos eso me deja más tranquilo.
¿Madrid? ¿Qué rayos haces en Madrid Off Jumpol?
«—Joss... ¿Q-qué me sucede?
Joss, me miraba, sin decir nada, solo pude ver que preparaba algo en la mesita de noche, yo estaba sentado en la cama, con muchas almohadas en mi espalda.
—Gun —sollozó Tay—. Dios te ha otorgado a ti el poder de concebir hermanito, lo sabes, dentro de poco podrás dar a luz a tu bebé... —mi hermano tomó mis manos y con lágrimas en los ojos dijo esas palabras que me quemaban el interior.
—¿C-concebir? —me pregunté asustado.
—En estos momentos hay una vida en tu interior —me susurró Mild abrazándome— todo está bien Gun, no tienes que estar asustado. Todos estamos contigo.
Yo, no solo estaba muy asustado, me quedé petrificado. Estaba embarazado, mi vientre estaba muy abultado. ¿Pero una vida en mi interior?¡Era una locura!
—Cómo es que daré a luz, yo... ¡No quiero hacerlo! ¡Están locos! ¡Yo no estoy embarazado! ¡Yo no lo quiero! ¡Joss sácalo de aquí, no quiero sentirlo! ¡Sácalo Joss!»
—Lloré. Lloré mucho, con todas mis fuerzas, sentía que algo se movía dentro de mí y estaba aterrado, temblando del miedo, no lo entendía, no podía creer lo que estaba sucediendo.
Off, yo no estaba feliz por saber que-
—Gunnie...
—¿Entiendes Off? Yo había rechazado a mi hijo, cómo iba a tener una vida dentro de mí, si lo que yo más quería en ese momento era mo...rir.
Sabía que era tu bebé, era nuestro hijo, pero nunca más nos volveríamos a ver y no se-
—Off, Gun atravesó un cuadro complicado de depresión, suele ocurrir mucho, después del parto, pero también hay casos que se dan durante el embarazo, a Gun le sucedió. Él estaba triste por todo lo que había sucedido entre ustedes y aunque los primeros meses lo sobrellevó de la mejor manera, llegó un momento en que ya no pudo hacerlo más.
Sabiendo que eras la única persona con la que había tenido relaciones, Gun empezó a rechazar al bebé inconscientemente porque quería dejar de sentir amor por ti, él se engañaba a sí mismo, creyendo que, si dejaba crecer ese sentimiento de odio, te sacaría de su corazón, pero estaba equivocado y su cuerpo no resistió más.
Ha sido un largo camino, Gun ha sufrido mucho, han pasado muchas cosas y paso a paso, ha logrado superar todo, por eso cuando Tay llegó —la navidad pasada— trayendo consigo aquellas cartas, me tomé la libertad de leerlas, antes de entregárselas a Gun. Debía asegurarme que no corría ningún riesgo. Que saber de ti, después de tantos meses y después de haber empezado a superar su enfermedad, no lo haría retroceder y tirar por la borda todo lo que ya había logrado.
—Te juro Off, que yo amo a Chimon, yo nunca le haría daño. No sé qué me sucedió, no logro entenderlo...
Gun y Mild, tratan de explicarme todo lo que Gun vivió a partir de nuestra separación y cada cosa, cada palabra que escucho, me rompe el corazón. Pensé muchas veces que Gun estaba feliz, que quizá estaba con alguien más, mientras yo sufría por no saber en dónde se encontraba, yo lloraba por él y me sumía en la tristeza, en la cobardía y él tenía que lidiar, no solo con sus sentimientos, sino también por mantener viva la vida que crecía en su vientre.
Esto es tan complicado que no sé de qué manera tomarlo, no puedo culpar a Gun, porque en todo caso el único culpable sería yo, por haber sido un completo idiota.
No me atrevo a verle el rostro, siento tanta vergüenza de mí en este momento. Gun siempre fue tan puro, no existió maldad en él, jamás, pero saber que casi causó la muerte de nuestro hijo. ¡Dios, estoy tan confundido!
"Querido Gun: Puedo cerrar los ojos a la realidad, pero no a los recuerdos y lo peor de mantenerlos vivos es que me hunden en dolor y en soledad..."
Sé que habían pasado siete meses, desde que empecé a escribir las cartas para Gun, y yo me sentía cada vez más triste, pero ahora pienso en ¿Cómo pude escribirlas? Como pude pensar que él era feliz con alguien más, que me había olvidado, cuando en realidad, era él quien más sufría.
—Off —Mild, me saca de mis pensamientos, por un momento olvidé dónde estamos— se lo que puedes estar pensando en este momento, pero no es culpa de nadie que las cosas sucedieran de ese modo.
Hay mucho por saber, hay mucho que aún se tienen que decir, pero eso será poco a poco. Lo dejaremos al tiempo ¿está bien?
Quiero que sepas que siempre contarán conmigo para ayudarlos, quiero mucho a Gun y estoy muy contenta de saber que tu presencia ha sido de mucha ayuda, no crearemos dependencia, ¡no! pero eso es un tema aparte, que ya tendremos tiempo de conversar.
—Mmm... Está bien.
—Quiero saber cómo te sientes Off, ¿puedes compartir conmigo y con Gun tus pensamientos?
—Yo-
—Off... perdóname, por favor... perdóname.
Gun está llorando, lo veo llevar las palmas de sus manos, para cubrirse el rostro y no puedo soportarlo, Gun no tiene la culpa de nada de lo que ha pasado.
—Gunnie, no tienes que pedir perdón. Comprendo que las cosas no sucedieron de la mejor manera, para ninguno, pero no creo que debamos señalar un culpable. Todo está bien Gun, ahora estoy aquí contigo, estamos juntos y... Chimon está sano, creciendo muy hermoso y saludable, Chimon está contigo, conmigo, tiene a sus tíos que lo quieren y yo, yo nunca voy a dejarlos Gun, yo te amo, yo amo a Chimon.
Perdóname tú, por estar lejos, te prometo que remediaremos cada error, curaremos las heridas que aún estén abiertas y sanaremos juntos, completamente, por el bien de nuestra pequeña familia. —Gun deja caer sus manos y me permite ver su rostro, al parecer mis palabras están surtiendo efecto—. Te amo Gun, terminaremos de sanar juntos, estaré junto a ti, por siempre. ¿Está bien?
Gun me mira y una tímida sonrisa se está dibujando en sus labios. Mild observa, siempre minuciosamente, cada gesto y escucha atentamente cada palabra, sé que ella será de mucha ayuda, para ambos.
—Te amo Off... gracias... por no odiarme. —Gun solloza—. Gracias por venir hoy conmigo y gracias por ser tú y estar de regreso.
—Te amo Gun, te amo con toda mi alma.
Un beso sincero, un cálido abrazo, mil pensamientos y un inmenso amor son la recompensa para los dos.
Mild los observa y sabe que, estando juntos, podrán superar cualquier obstáculo, un amor tan grande como el de ellos, no puede simplemente acabar. Un amor sincero, lucha y sobrevive, a pesar del tiempo, a pesar de los obstáculos, a pesar de los miedos y amenazas que se puedan presentar.
Gun ha mejorado mucho y aunque nunca se sabe que podría pasar en el futuro, ella estará ahí, para él, para guiarlo y apoyarlo como la hermana mayor que se considera.
—Bien, tortolitos, tengo algo más que decir —Gun y yo nos giramos a verla— no, no se asusten —nos dice ella, con una leve sonrisa—. Gun, desde hoy no volverás a tomar la medicación, continuaremos con el tratamiento al aire libre ¿te parece? —dice ella, mientras cierra su libreta de apuntes.
—Me encanta esa idea Mild, no veía la hora de dejar de parecer un zombie.
—Exagerado.
—¿Y cuál es el tratamiento al aire libre? —pregunto curioso.
—Haré paracaidismo y tú vendrás conmigo. —Gun sonríe ampliamente.
—¡¿QUE?! ¿Estás loco Gun, quieres que muera?
Los dos se echan a reír y yo los sigo, odio las alturas y Gun lo sabe, jamás haría paracaidismo y menos me subiría a un globo aerostático. Después de todo, la conversación con Mild no salió tan mal, aunque aún me debo una conversación a solas con ella.
Fue una muy buena idea, decirle a Irina que programara mi vuelo para dentro de tres semanas, me da el tiempo suficiente para poder tranquilizar las cosas y convivir más con Chimon y Gun. Y, además, tengo que tomar una decisión muy importante y definitiva.
Debo estar con mi familia.
𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ
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Hola, les traigo un nuevo capítulo, espero sea de su agrado y pues les pido me sepan comprender, en temas clínicos no puedo ahondar, no soy psicóloga y hago lo que puedo al escribir para que todo les quede claro sip.
Un fuerte abrazo para todas, disfruten la lectura.
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