14. La primera vez

Ha pasado mucho tiempo y quiero saber cómo está Gun, pero los recuerdos del pasado, de nuestra vida juntos, siguen acaparando mi mente... Dejo a Chimon en su cuna y lo observo dormir por unos minutos, es tan bello, se parece tanto a Gun. No puedo creer que tenga un hijo, debería estar molesto con Gun, por no decírmelo, por ocultármelo tanto tiempo, pero veo a mi hijo y pienso en que nada es más importante que tenerlo ahora, así, tan cerca y poder disfrutarlo. Juntos Gun y yo podremos criarlo y ser una familia feliz, no permitiré que nada, ni nadie, nos vuelva a separar.

Lo veo y sé que Chimon fue concebido con el más puro amor.

Habré sido un idiota, el más grande del universo, al no saber cómo demostrar mis sentimientos por Gun en público, por no haber podido gritar a los cuatro vientos que lo amaba; pero sé que ese día, el día que concebimos a Chimon, fue el más bello de nuestras vidas. Sin necesidad de pedir explicaciones absurdas, entiendo porque la abuela Ann me pidió que cuidara siempre a Gun, que esperara hasta después de disfrutarnos mutuamente, para tener hijos, claro siempre creí que se refería a que debíamos adoptarlos. Lo sé ahora y lo comprendo, ella sabía que Gun traería una nueva vida a mi vida. A nuestras vidas, porque estoy seguro de que Gun lo ignoraba... La abuela, se llevó el secreto con ella. Pero no es momento para detenerse a pensar en esos detalles, no ahora, ahora lo único importante es comprender y aceptar que Chimon es producto del amor, el más puro y verdadero... Eso es definitivo...

«Lamo mis labios y sonrío para él, sacudiendo la cabeza.

Gunnie no tengo condones.

Él se incorpora sobre sus codos para observarme y me dice.

¿Acaso importa en este momento Off? Se muerde el labio mientras me guiña un ojo— No creo necesitarlos.

¡Esto me gusta!Le grito y casi en automático me abalanzo sobre él y beso sus labios.

Su boca sigue el movimiento de la mía. ¡Lo haremos! ¡Vamos a hacerlo! —Pienso— y parece increíble, pero sé muy bien que no debo apresurarme, necesito cuidarlo.

Estoy listo. Quiero esto. Es el momento. —dice eufórico mi precioso Gun.

No quiero lastimarte... tú lo harás Gunnie.

Entonces, me acomodo sobre el colchón, boca arriba, lo atraigo para que suba sobre mí y se siente sobre mis caderas —aunque deseara tanto empujarme sobre él sin demoras— Gun me observa sorprendido.

Tú-

Yo, sé que será incómodo para ti, quizá te duela, mi amor, por eso quiero que lo manejes a tu ritmo.

Gun me mira y se inclina sobre mi pecho, besa mis labios, mordisquea un poco el inferior y frota su nariz con la mía, para finalmente dejar un beso en la punta.

Te amo Off. —Me sonríe, tocando mis labios con su dedo—. Estos labios ya me han regalado un orgasmo. Quieres que éstos —se toca los suyos— ¿lo hagan para ti? —introduce el dedo en su boca, lo chupa y yo siento la sensación inmediatamente en mi pene.

Definitivamente —susurro fascinado por éste chico, que me enloquece.

El rubor viaja por sus mejillas y lo veo lucir tan hermoso —ahora soy yo quien está ansioso.

Estoy nervioso y emocionado. —Me dice mirándome a los ojos— Te amo mucho, muchísimo.

Yo también te amo mucho.

Apenas esas palabras salen de mis labios Gun recorre mi cuerpo dejando besos por todos lados, lame mis pezones y los chupa a su antojo —me retuerzo en la cama— es tan excitante. El dibuja un camino con su lengua desde mis pezones hasta llegar a mi pelvis, yo empujo suavemente con mis manos —su cabeza— indicándole que se apresure, no quiero seguir esperando. Su lengua se encuentra con la punta de mi pene que está húmedo, segregando líquido pre seminal, lame el contorno y va abriendo la boca mientras se acomoda de manera que le quepa todo.

Gun me hace una excelente mamada, pero estoy lejos de terminar y mis ganas locas de poseerlo ya no las puedo aguantar, así que, con mis manos en su cabeza, lo atraigo nuevamente a mí. Nos besamos un rato y termino acomodándolo sobre mis caderas. El entiende. Sabe que es lo que deseo.

Se levanta un poco

¿Me ayudas? mira hacia mi miembro.

Tomo mi erecto pene, lo coloco justo en su entrada, humedeciéndola, con el transparente líquido que envuelve mi miembro, mientras voy frotando suavemente...

Gun se remueve sobre mí, el roce de mi pene en su entrada lo ha estimulado suficiente, lo sé porque el suyo también ha despertado.

Ohh, Dios bendito. —vuelve a decir, como hace minutos atrás, cuando era yo quien le daba atención a su pene, mientras mis dedos, tanteaban la entrada entre sus nalgas, tan caliente y necesitada de atención...

Le cedo el control y él decide darme acceso a su interior. Gun respira hondo y yo aprieto mis labios fuertemente, cuando comienza a descender. Mi mirada, se ha quedado plantada en la suya, sus ojos se abren, grandes y brillantes, pero también puedo notar algunas lágrimas. Se muerde los labios y cierra los ojos. Yo estoy inmóvil, temo moverme. Quizá no dilaté como debía, quizá hacer que entraran solo dos dedos, no fue suficiente, quizá, no me enfoqué bien en hacerlo porque tenía su delicioso pene en mi boca. Mi pene es mucho más grande, mucho más grueso, pero siento como la punta está vibrando mientras va entrando en él. Gun apoya sus manos en mi abdomen mientras poco a poco va bajando, retiro mi mano, él se detiene un instante y respira hondo, mi pene vibra y siento que crece un poco más. ¿Querrá detenerse? Me pregunto, me veo tentado a preguntarle, cuando de repente, siento como deja caer todo su peso y mi pene se introduce de golpe, entero, en su interior. Una lágrima corre por su mejilla, y un gemido ahogado se pierde en sus labios. Siento como quema su interior. Gimo al mismo tiempo y siento como sus uñas se clavan en mi pecho.

—¡Joder! —grita, mientras deja caer su cabeza inclinándola un poco hacia adelante y respira profundamente.

¿Te sientes bien? —pregunto.

Estoy asustado, pero él me sonríe.

Punza y es raro, arde un poco, pero estoy bien, solo- ... Necesito un minuto vuelve a sonríe—. Creo que estoy asustado...

Lo siento ¿qué puedo hacer?

No te muevas, por favor.

Mi mano sujeta su mejilla y él se frota en ella como un cachorro.

Contengo la respiración cuando pasados unos segundos, siento como se remueve sobre mí y frunce el ceño. Sé que le duele, pero él no está dispuesto a detenerse. Hace un movimiento y no puedo contener un gemido. Él sonríe.

Poco a poco Gun empieza a mover sus caderas y parece ser que se ha propuesto enloquecerme, porque, aunque inicialmente sus movimientos fueron descoordinados, al final dominó el ritmo de sus movimientos y se mueve según su antojo, arriba y abajo, adelante y atrás, haciendo círculos... y yo sólo sujeto su cintura, preguntándome si ya es el momento de empezar a ayudarlo. Pero me gusta el nivel de tortura que está empleando, lo dejo experimentar conmigo, porque sé que eso lo está satisfaciendo, él está disfrutando y se ha olvidado del dolor.

Es la primera vez también para mí, pero entiendo que no es lo mismo, es su cuerpo el que está sintiendo una invasión, no el mío.

Gun parece demasiado concentrado en mis reacciones, creo que está intentando percibir cuál de todos sus movimientos logra enloquecerme más. Y debo decir que todo lo que él haga, me encanta.

G-u-n, me vas a matar... deja de torturarme, por favor mi voz sale ronca y le sigue un gruñido cuando él se levanta un poco y se deja caer de golpe mientras aprieta mi pezón.

Travieso, se nota que ya no hay dolor, cuando se atreve a jugar así.

Ya puedes estar arriba —me dice y deja libre mi pene.

No es necesario que lo repita. Lo hago girar y paso sus piernas alrededor de mi cintura, mi pene entra en su cavidad, sin ninguna dificultad, él gime fuerte y yo comienzo a embestir con profundidad muy dentro de él, al principio voy lento, para no lastimarlo, pero luego, después de ver sus reacciones, voy aumentando la velocidad.

Siento sus uñas en mis hombros y sus suaves gemidos, que trata de esconder ladeando la cabeza y mordiendo la almohada.

Ahhhh...dice y yo embisto— Ahhhh —tomo su cintura y jalo más duro contra mí su cuerpo— Ohhh Dios —empujo fuerte mi pelvis haciéndola chocar contra sus nalgas.

Nuestros cuerpos sudorosos, brillan y las mejillas de Gun, han tomado un exquisito color escarlata que me vuelve loco.

Ohhh Gun, eres tan hermoso.

O-ff... tócame por... Ahhh...

Tomo su pene y empiezo a masturbarlo, Gun grita y gime como si estuviera poseído, nunca lo había escuchado ser tan ruidoso. Su cabeza va de un lado a otro y eso me excita.

No necesito mucho tiempo, él ha estimulado lo suficiente.

—Gu-n Su pene crece en mi mano, y se tensa.

—Ahhh

Gun se abandona al placer y termina embarrando con su semen, mi mano y su abdomen, luego de soltar un gemido grueso.

G-u-n —me estremezco— G-u-n —me corro con fuerza dentro de él susurrando su nombre una y otra vez.

Me dejo caer sobre su cuerpo y él me llena la cara de besos, sonrío aun con los ojos cerrados —estoy muy cansado— abro mis ojos y me pregunto en que momento los cerré. Gun sonríe de manera resplandeciente, aun agitado, después de correrse por segunda vez.

Fue perfecto —susurra.

Fue especial —le digo yo.

Fue mejor de lo que esperé.

Salgo de él y se sobresalta, me incorporo y noto que mi pubis está ligeramente roja, quizá Gun se lastimó, cuando se dejó caer de golpe —pienso— y lo miro mientras el enarca una ceja.

—¿Sucede algo?

—¿Te sientes bien?

Sí, muy bien —mi mirada viaja entre su parte baja y sus ojos—. Él entiende lo que trato de decir.

—Solo arde un poco, pero estoy bien.

—¿Quieres tomar un baño?

—Después —ahora quiero descansar entre tus brazos.

Tomo unas toallitas húmedas, del cajón de su mesa de noche, nos limpio a ambos y él se pone tímido cuando separo sus piernas para limpiarlo atrás. Termino de hacerlo y me acuesto a su lado. Nos miramos enamorados, parecemos dos tontos sonrojándonos como adolescentes.

No dejamos de sonreír.

Feliz cumpleaños mi amor. Que siempre seas muy feliz, mi amado Gun. Gracias por amarme, por aguantarme y gracias por esta maravillosa noche.

Gun sonríe y apoya su cabeza sobre mí pecho, lo rodeo con mi brazo y tomo su hombro con mi mano, él sube la pierna sobre las mías —hace un gesto de molestia, le duele estoy seguro— se acurruca más contra mí y me dice:

Quiero hacer el amor contigo cada día y decirte que te amo, hasta que se acabe mi vida.

Gracias mi amor, por hacerme el hombre más feliz.

𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ

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Corazones, se supone que es su primera vez, así que... 

Espero sepan apreciar el capítulo

Gracias por leer! 

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