un pequeño incidente parte 2 vegeta y lyra vs Hatchiyack

Hatchiyack, potenciado y furioso, desató su furia contra Vegeta y Nishi. Sus ataques eran veloces y destructivos, desafiando incluso a Vegeta en su forma de Super Saiyan.

Vegeta: ¡Prepárate, Hatchiyack!

Vegeta, con su cabello dorado ondeando al viento, se lanzó hacia el titán mecánico. Sin embargo, la velocidad y ferocidad de los ataques de Hatchiyack demostraron ser un desafío incluso para el Príncipe de los Saiyajin.

Nishi: (esquivando) ¡Ten cuidado, Vegeta!

Nishi, con agilidad divina, evadía los golpes de Hatchiyack, pero la amenaza persistía. La maquinaria imparable no mostraba signos de fatiga, y sus embates continuaban con una intensidad creciente.

Hatchiyack desató una ráfaga de energía hacia Vegeta, quien respondió con un veloz movimiento para esquivarla. Sin embargo, la atención de Hatchiyack cambió repentinamente hacia Nishi.

Hatchiyack: (rugiendo)

Hatchiyack lanzó un ataque brutal contra Nishi, quien apenas logró esquivar el golpe. La maquinaria malévola no daba tregua, persiguiendo implacablemente a los guerreros que osaban desafiarla.

Vegeta: ¡Maldición! (carga energía) ¡Final Flash!

Vegeta concentró una energía deslumbrante en sus manos y la liberó en un potente rayo hacia Hatchiyack. Sin embargo, la maquinaria infernal absorbía con su mano y reflejaba el ataque, volviéndolo contra Vegeta.

Nishi: ¡Vegeta, cuidado!

Nishi intervino, desviando el ataque reflejado lejos de Vegeta. Aunque lograron esquivar ese ataque en particular, Hatchiyack continuaba su asedio con una determinación inquebrantable.

La batalla era un baile caótico de energía y destreza, con Hatchiyack como un torbellino imparable. Vegeta y Nishi se esforzaban por coordinar sus ataques, pero la maquinaria tenía respuestas para cada movimiento.

Vegeta: (gruñendo) ¡Necesitamos un plan!

Nishi: (analizando) No podemos atacar de frente. Debemos buscar una debilidad.

Hatchiyack, percibiendo la charla estratégica de sus oponentes, intensificó su embate. Golpe tras golpe, los guerreros luchaban por mantenerse en pie ante la amenaza mecánica.

En medio del caos, un destello de energía indicó que la batalla estaba lejos de concluir. Hatchiyack, con su potencia aumentada, era un adversario formidable, y Vegeta y Nishi enfrentaban una prueba que pondría a prueba todos sus límites.

Vegeta, con su aura de Super Saiyan resplandeciendo, se lanzó valientemente contra Hatchiyack. El impacto de sus puños colisionando creó ondas de choque que resonaron en el espacio.

Vegeta: ¡Toma esto, maldita máquina!

Sin embargo, Hatchiyack, potenciado y renovado, respondió con una serie de golpes precisos y rápidos. Cada movimiento de Vegeta era contrarrestado por la maquinaria furiosa, que demostraba una agilidad impresionante.

Vegeta intentó lanzar un puñetazo cargado de energía, pero Hatchiyack lo esquivó hábilmente y respondió con un contraataque feroz. Golpes y patadas se intercambiaban en un duelo despiadado.

Nishi: (observando) Vegeta, ten cuidado.

Nishi presenció la batalla desde la distancia, preocupada por la situación de Vegeta. Hatchiyack, con su nueva potencia, estaba demostrando ser un rival formidable, superando las expectativas incluso del orgulloso príncipe Saiyan.

Hatchiyack liberó una ráfaga de energía hacia Vegeta, quien logró esquivarla con agilidad. Sin embargo, la maquinaria no se detuvo y continuó su asalto, desencadenando una serie de explosiones de ki que llenaron el espacio.

Vegeta: ¡No subestimes a un Saiyan!

Vegeta contraatacó, desatando una ráfaga de ataques de ki y combinaciones de golpes. Aunque su determinación era feroz, Hatchiyack parecía imparable, esquivando y bloqueando cada intento de Vegeta de tomar la delantera.

La intensidad de la batalla alcanzó su punto álgido cuando Hatchiyack canalizó su energía en un ataque concentrado. Un rayo de energía deslumbrante se disparó hacia Vegeta, quien intentó bloquearlo con sus manos.

Vegeta: ¡Galick Gun!

Vegeta respondió con su propio ataque poderoso, pero la explosión resultante apenas hizo retroceder a Hatchiyack. La maquinaria respondió con una furia renovada, lanzando una serie de ráfagas de energía y embates físicos.

A pesar de la resistencia de Vegeta, Hatchiyack estaba demostrando ser superior. La velocidad y la fuerza del titán mecánico superaban las habilidades del Príncipe Saiyan, quien comenzaba a sentir la presión de la batalla.

Vegeta: (pensando) Esto no puede ser... ¡Tengo que encontrar una manera de vencerlo!

Vegeta, consciente de que la situación se volvía cada vez más crítica, buscó desesperadamente una estrategia para superar a su formidable oponente. Sin embargo, Hatchiyack continuaba su implacable avance, decidido a demostrar su superioridad sobre el orgulloso guerrero Saiyan.

Ante la feroz ofensiva de Hatchiyack, Vegeta decidió utilizar su técnica de teletransportación para evadir el ataque concentrado que se dirigía hacia él. En un destello de luz, Vegeta desapareció y reapareció en otro punto del espacio, evitando por poco el impacto devastador.

Vegeta: ¡Eso estuvo cerca!

Sin embargo, Hatchiyack no mostró signos de detenerse. Continuó su asalto con una velocidad y ferocidad inigualables. Nishi, preocupada por la situación, decidió intervenir y ayudar a Vegeta en la batalla.

Nishi: ¡Vegeta, necesitas ayuda!

Nishi se unió al combate, lanzando ráfagas de energía hacia Hatchiyack. A pesar de su valentía, los dos guerreros estaban siendo superados por la potencia abrumadora de la máquina.

Hatchiyack, con una velocidad increíble, esquivaba y bloqueaba los ataques combinados de Vegeta y Nishi. Sus contraataques eran precisos y contundentes, llevando la batalla a un terreno cada vez más desfavorable para los Saiyans.

Vegeta: ¡Maldición, este tipo es demasiado fuerte!

Hatchiyack asestó un golpe contundente a Vegeta, enviándolo hacia atrás. Nishi intentó intervenir, pero fue recibida con un golpe rápido y preciso que la dejó tambaleándose.

Nishi: (gritando) ¡Vegeta, no podemos seguir así!

Vegeta, aunque herido, se puso de pie con determinación. Sabía que necesitaban una estrategia diferente si querían tener alguna posibilidad contra el imparable Hatchiyack.

Vegeta: ¡Nishi, debemos coordinarnos mejor!

Los dos guerreros se prepararon para un nuevo asalto, pero Hatchiyack se abalanzó sobre ellos con un impulso renovado. La batalla continuó, con los Saiyans luchando valientemente contra el titán mecánico que amenazaba con aplastarlos.

A pesar de sus esfuerzos, Vegeta y Nishi estaban siendo superados por la potencia y habilidades mejoradas de Hatchiyack. La situación se volvía cada vez más desesperada mientras luchaban para encontrar una debilidad en su formidable adversario.

La batalla alcanzó un punto crítico cuando Hatchiyack, con su imponente presencia, comenzó a abrumar aún más a Vegeta y Nishi. Cada golpe de Hatchiyack resonaba como un trueno, y los dos guerreros luchaban por mantenerse en pie. La máquina, decidida a derrotar a los Saiyans, desplegó su arma secreta: el Cañón de Venganza.

Hatchiyack apuntó el cañón hacia Vegeta y Nishi, cargando una energía oscura y destructiva. Los Saiyans, malheridos y agotados, se dieron cuenta de la inminente amenaza que se cernía sobre ellos.

Vegeta: ¡Maldición, no podemos permitir que ese ataque nos alcance!

Vegeta y Nishi intentaron reagruparse, pero la ferocidad de Hatchiyack no les daba tregua. Con un rápido movimiento, Hatchiyack disparó el Cañón de Venganza, liberando una onda de energía desgarradora que los envolvió.

Ambos Saiyans sintieron el impacto devastador del ataque. La energía oscura los envolvió, causando estragos en sus cuerpos y debilitándolos aún más. A pesar de sus mejores esfuerzos, la situación se volvía cada vez más desesperada.

Nishi: (gritando) ¡Vegeta, tenemos que resistir!

A pesar del dolor y la desesperación, Vegeta y Nishi hicieron un esfuerzo sobrehumano para mantenerse en pie. La energía corrupta del Cañón de Venganza los afectaba profundamente, pero su determinación ardía más fuerte.

Hatchiyack, satisfecho con el daño infligido, se acercó lentamente a los Saiyans heridos. Parecía disfrutar de su victoria inminente mientras los observaba luchar contra las secuelas del devastador ataque.

Aunque maltrechos, Vegeta y Nishi se negaron a rendirse. Con una mirada de determinación, se apoyaron mutuamente, listos para enfrentar el próximo asalto de Hatchiyack.

La escena era desoladora. Vegeta, malherido y casi sin fuerzas, intentaba levantarse una y otra vez, pero la gravedad de sus heridas le impedía mantenerse en pie. Hatchiyack, imperturbable, se acercaba lentamente, listo para asestar el golpe final.

Vegeta: (con esfuerzo) ¡No... me... rendiré!

Sin embargo, cada intento de Vegeta era en vano. La energía corrupta del Cañón de Venganza había debilitado profundamente al príncipe Saiyan, y sus piernas apenas respondían a sus comandos. La situación parecía cada vez más sombría.

Hatchiyack, viendo la desesperación de Vegeta, decidió dar el golpe final. Con un gesto de su mano, lanzó una rafaga de ki cargada de oscura energía hacia el Saiyan herido. Pero en ese momento crítico, Nishi intervino.

Nishi: ¡Vegeta, aguanta!

Nishi se interpuso entre Vegeta y el ataque, usando su propio cuerpo como escudo. La onda de energía la golpeó con fuerza, lanzándola unos metros hacia atrás. Aunque herida, Nishi se puso de pie, dispuesta a proteger a Vegeta a cualquier costo.

Vegeta, testigo de la valentía de Nishi, sintió una furia intensa arder en su interior. La visión de Nishi sacrificándose por él encendió una chispa en su ser, desencadenando una transformación asombrosa.

El cabello dorado de Vegeta, que había caracterizado su forma de Super Saiyan, comenzó a cambiar. La intensidad de su furia provocó una transformación única: su cabello se volvió blanco como la nieve, y sus ojos resplandecieron con una luz deslumbrante.

(imagen de referencia del cabello blanco nada mas)

Vegeta: ¡No... toleraré más...!

La nueva forma de Vegeta desprendía una energía abrumadora. Con una velocidad impresionante, se puso de pie, desafiando la gravedad de sus heridas. El aura blanca que lo rodeaba revelaba un poder completamente renovado.

Incluso Hatchiyack, la imparable máquina de destrucción, mostraba signos de inquietud ante la transformación de Vegeta. La intensidad de la furia del príncipe Saiyan desbordaba cualquier límite conocido.

Vegeta, ahora en su forma única y poderosa, miró a Hatchiyack con ojos decididos. La furia y determinación ardían en su mirada, y el aire se cargaba con la energía imparable del Saiyan blanco.

Vegeta: Esto no ha terminado... ¡Hatchiyack, pagarás por todo lo que has hecho!

Con esas palabras, Vegeta se lanzó hacia Hatchiyack con una velocidad y fuerza impresionantes. La batalla había dado un giro inesperado, y el destino de los Saiyans y la máquina de venganza se jugaba en el enfrentamiento entre el imparable Saiyan blanco y la creación del Dr. Lychee.

La ferocidad del Saiyan blanco era palpable en cada uno de sus movimientos. Hatchiyack, a pesar de su imponente figura y poder devastador, se encontraba sorprendido por la rapidez y agilidad de Vegeta en su nueva forma. Los ataques del autómata no surtían efecto, ya que Vegeta los esquivaba con una facilidad impresionante.

Vegeta: (con determinación) Has subestimado el poder de un Saiyan, máquina. ¡Prepárate!

Vegeta contraatacó con una serie de rápidos y certeros golpes que dejaron aturdido a Hatchiyack. La velocidad y fuerza del Saiyan blanco superaban cualquier expectativa, y el autómata se vio obligado a retroceder ante la avalancha de ataques.

Vegeta, con una expresión feroz, respondió al autómata con un golpe directo al torso, seguido de una ráfaga de ki que envió a Hatchiyack volando por los aires. El impacto fue tan contundente que el autómata quedó incrustado en el suelo.

Vegeta: Soy el príncipe de los Saiyan, y esta es la furia que has liberado.

Hatchiyack se puso de pie con dificultad, mostrando signos de daño por primera vez. La batalla se intensificaba, y ambos contendientes se prepararon para el siguiente asalto. Vegeta, en su forma blanca, irradiaba poder y determinación, mientras que Hatchiyack, a pesar de su resistencia, comenzaba a mostrar grietas en su armadura.

Ambos guerreros se lanzaron al ataque simultáneamente, desencadenando una tormenta de golpes, ki y explosiones que sacudieron el planeta oscuro. La confrontación entre el Saiyan blanco y la creación del Dr. Lychee era una lucha épica que decidiría el destino de aquel lugar.

El aura blanca de Vegeta se mezclaba con la oscura energía que emitía Hatchiyack, creando un espectáculo visual impresionante. La intensidad de la batalla era tal que incluso en la distancia, los guerreros fantasmas de Dr. Lychee observaban con asombro el enfrentamiento entre dos fuerzas imparables.

La lucha se prolongó, cada uno probando la resistencia y habilidades del otro. Cada movimiento, cada choque de poder, resonaba en el planeta oscuro. La transformación de Vegeta había elevado su poder a niveles insospechados, y Hatchiyack, a pesar de su resistencia, se encontraba en desventaja.

La batalla entre el Saiyan blanco y la máquina de venganza estaba en su punto álgido, y el resultado final estaba por definirse en cada puñetazo y cada ráfaga de ki que iluminaba la oscuridad del planeta.

espero que les haya gustado

opiniones

preguntas

voten compartan y hasta la proxima

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top