Lo único que veía era oscuridad.
Era como si el tiempo se hubiera detenido, como si el mundo entero hubiera desaparecido en una inmensa negrura que no podía escapar. Sentía que estaba suspendida en el vacío, sin cuerpo, sin forma, solo una presencia flotante. Mi mente trataba de comprender lo que pasaba, pero todo parecía tan lejano, como si mi propia existencia se desvaneciera.

De repente, una voz suave y cálida rompió el silencio absoluto que me rodeaba.

—¿Estás lista?

Mi mente intentó reaccionar, pero las palabras apenas alcanzaban a formar sentido.

—¿Lista? ¿Para qué? —pregunté, aunque ni siquiera estaba segura de que pudiera hablar en este lugar.

—Para tomar una decisión —respondió la voz, que ahora me sonaba casi familiar, aunque no podía identificar de dónde.

Intenté moverme, pero seguía suspendida, sin poder controlar nada.

—¿Qué decisión? —mi voz sonaba apagada, distante, como si mis palabras fueran absorbidas por la misma oscuridad.

—Una decisión que cambiará todo —la voz respondió con calma. Algo en su tono hizo que mi pecho se apretara. Estaba pasando algo importante, pero no entendía qué.

—No... no sé si quiero decidir nada. No sé ni siquiera qué está pasando —respondí, sintiendo cómo la ansiedad me invadía.

La voz suspiró suavemente, como si hubiera estado esperando esta respuesta.

—Entiendo tu miedo, pero todos debemos tomar decisiones en algún momento. Este es el tuyo.

Mi cabeza daba vueltas, tratando de encontrar alguna lógica, algo que me diera pistas de lo que estaba sucediendo. Pero no podía. Solo había oscuridad, y esa voz.

Entonces, un nuevo destello de luz apareció, muy tenue, como una estrella distante en el firmamento. A medida que se acercaba, pude distinguir una figura, una sombra que se iba haciendo más nítida con cada segundo.

—¿Quién eres? —pregunté, sintiéndome vulnerable, como si la oscuridad me estuviera presionando cada vez más fuerte.

La figura se acercó hasta que pude ver un rostro, algo vagamente familiar, pero que no podía reconocer. La figura sonrió suavemente y me habló de nuevo, esta vez con un tono que me reconfortaba, pero al mismo tiempo me llenaba de dudas.

—Soy Maze. Y estoy aquí para ayudarte.

—¿Ayudarme? ¿Con qué? —pregunté, aún desconcertada, pero un pequeño hilo de esperanza surgió en mí al escuchar esas palabras.

Maze se acercó aún más y me miró fijamente.

—Te encuentras en el cruce de dos mundos. Un lugar intermedio, donde las decisiones de tu alma determinarán tu próximo destino. Pero antes de que puedas avanzar, necesitas comprender algo crucial: lo que has sido, lo que eres, y lo que deseas ser.

Me sentí confusa, pero algo en su mirada me hizo saber que estaba aquí por una razón.

—¿Un cruce de mundos? —repetí, sin comprender del todo.

—Así es. Estás entre dos realidades, y ahora tienes la oportunidad de elegir cuál será la tuya. Pero para hacerlo, debes recordar tu vida anterior.

—Mi vida anterior... ¿a qué te refieres? —pregunté, sintiendo una extraña punzada en el pecho.

Maze asintió lentamente.

—Tu vida, tus recuerdos, tus deseos. Todo lo que has sido hasta ahora puede ser la clave para lo que está por venir. Y aquí, en este lugar, puedes tomar lo que desees. Pero debes elegir sabiamente.

Me quedé en silencio, procesando sus palabras. Un millón de pensamientos pasaban por mi mente. ¿Qué quería ser? ¿Quién quería ser? ¿Lo que había sido hasta ahora no era suficiente?

Una idea comenzó a formarse lentamente en mi cabeza. Un nombre, una imagen, un deseo. Algo que me llenaba de emoción y miedo a la vez.

—Quiero... quiero ser alguien más. Alguien con fuerza, alguien que haya superado todo. Quiero... quiero ser alguien que siempre luchó por lo que amaba.

Maze observó en silencio, como si estuviera esperando mi decisión.

—¿Estás segura de lo que pides? —preguntó, su tono suave pero firme.

No vacilé.

—Sí, estoy segura. Quiero reencarnar como Sakura Haruno de Naruto.

Maze la miró fijamente, como si estuviera analizando cada palabra.

—¿Estás completamente segura de esa elección? Sakura no es solo una guerrera, también tiene una vida llena de sacrificios y dolor.

Sin dudar, respondí.

—Sí, estoy segura. Siempre he admirado a Sakura. Quiero ser como ella, alguien que lucha por sus sueños, que no se rinde.

Maze sonrió levemente.

—Entonces, es tuyo. Tu nuevo destino está por comenzar. Pero recuerda, siempre tendrás que elegir. Las decisiones te seguirán, incluso en el otro lado.

Antes de que pudiera responder, la figura se desvaneció lentamente, y una nueva luz me envolvió, llenándome de una sensación cálida y reconfortante. Sabía que estaba lista para lo que viniera. Mi destino estaba por cambiar, y por fin, tenía el control.

La oscuridad desapareció, y con ella, la incertidumbre.

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Publicado: 11/10/2020
Editado: 30/11/2024