──Me apena, es tan tonta que piensa que va a ganar.──Fatma miro la carta que había intercedido.

──Es tan tonta que caerá por su misma trampa.──Mihrimah tomo un sorbo de su te.──Me preocupa que crea que es capaz de entronar a uno de sus hermanos.

──Lo se, admito que es astuta como su madre, pero si queremos hacer algo contra ella, seria la mejor opción dejar que piense que lo tiene todo, mientras que nosotras acorralamos a los Safavidas y a los polacos.

 ──¿A quienes acorralaran ustedes?──Pregunto Fatma.

──Iván tiene una seriedad rivalidad con El rey Alexis, supongo que  querrá a los polacos bajo su mando.

──Bueno, supongo que me repartire el imperio Safavida con los Otomanos.

──China es Bastante grande de igual manera.

──Rusia es literalmente todo un continente, no entiendo por que Iván quiere más.

──Por que es ambicioso y dijo que quiere darle un reino a su futuro hijo.

──Claro, regalemosle un reino a un recien na...──Fatma abrazo a Mihrimah.──¡Felicidades!

──Gracias, queria darles un poco de alegría en estos momentos.

──Realmente me haces muy feliz.──Fatma sonrió.──Pero eso significa que te quedarás aquí, es decir, en Rusia.

──Lo sé, no te preocupes, vigilaré todo desde aquí.

──Bien.──Fatma dejo su carta.──La caída de Raziye viene dentro de poco.

──Cuidate mucho Ilhan.──Pidió Adelaida mirando al jenizaro.

Unos tres meses habían pasado desde que empezamos a planear la caída de esos reinos y estabamos casi listos para ir a la guerra.

Y en esos tres meses, Adelaida e Ilhan habían iniciado una especie de relación amorosa, claro que Ilhan sabía que Adelaida era un princesa.

──Lo haré princesa, viviré muchos años.

──Lo tengo en cuenta.──Rio ella.──Por favor, cuidalos a todos.

──Tengalo por seguro.──Ilhan beso la mano de Adelaida, antes de entrar al palacio, donde nos reunimos todos.

──Ya estamos todos.──Dije.──Raziye ya mando la carta declarandonos la guerra.

──Ha llegado el momento para lo que nos preparabamos.──Sah sonrió.──Lamentablemente Hatice no logró convencer a Gulfem, por lo que será nuestra enemiga.

──Realmente deseaba no tener que pelear con ella, pero no puedo hacer nada contra su decisión, ella lo decidió asi.──Hice una guerra.──Y si quieren una guerra, guerra tendrán.

──¡Iniciara la batalla a las 4!──Ferhat grito.──¡Lo libraremos en la frontera de ambos imperios!

──Emperatriz tengo noticias.──Un Agha entro.──Los Safavidas y polacos empezaron a Armar sus carpas.

──Bien, eso era lo que estaba esperando.──Miré a Ibrahim.──¿Hay algo más?

──Los emperadores Iván y Jiajing ya vienen aquí.

──Bien, entonces podemos comenzar, Ivan y Jiajing llegaran cuando empezará la diversión.──Me voltee.

──¿No ibamos a iniciar a las 4?──Pregunto el Agha con confusión.

──Si queremos ganar la guerra, tenemos que atacar cuando están desprevenidos, si lo hacemos cuando estan preparados, evidentemente no ganaremos.──Hice una pausa y mire a Ilhan.──Confio en ti.

Sin esperar respuesta y tras decir esta palabras, termine de colocarme el casco y salí de la habitación, con Ibrahim y Ferhat a mis lados, el primero iba a mi lado derecho y el segundo al izquierdo.

Sah se quedaría junto a Ilhan en la sala del trono, Mehmed y Selim pelearían a mi lado en las batallas.

Ganaría esta guerra y haría que este momento pasará a los libros de historia, una batalla en la que se unieron Rusia, China y Turquía.

──¿Estamos listos?──Pregunto sobre mi caballo blanco mirando a mi ejercito.

──¡Lo estamos!──Gritaron ellos al unísono.

──¡No los escuchos!

──¡LO ESTAMOS EMPERATRIZ!

──¡EN MARCHA ENTONCES!──Grite y comence a cabalgar junto a mi ejército.

Y comenzamos a ir en busca de esas ratas que querían quitarme mi trono que me costo obtener, si algo Raziye no sabía, es que se iba a enfrentar con la mujer que hizo el desastre de aquella noche.

Yo estaba preparada para todo, ella no, ella no sabía como podía ponerme cuando alguien queria quitarme lo que me pertenecía.

Ella definitivamente se arrepentiria de esta decisión.

Mientras que nos acercamos a la frontera recibí un mensaje de China, informando que ya había mandado parte de su ejercito a la frontera y estaba camuflado.

Cuando yo diese la orden, ellos atacarían sin dudarlo.

Sonreí levemente, esto iba a ser legendario.