La Primera emperatriz de los Otomanos y Haseki Hurrem Sultan
Ibrahim y Ferhat se posicionaron en el bosque, aún Suleiman no aparecía, lo cuál era mejor.
Obviamente no estaban solos, sabían que Suleiman era un hombre fuerte y los acabaria a los dos de un solo golpee, iban con un ejército de aproximadamente 15 personas, por si la situación se ponía caótica.
Al cabo de media hora aparecio el Sultán.
──¡Ibrahim!──Grito Suleiman.──¿¡Que le paso a mi madre?!
──Lamentable la Sultana Ayse Hafsa fue asesinada.──Informo Ibrahim.
──¡Maldita sea!──Grito con enojó.──¡Vamos al palacio!
──Me temo que eso no sera posible.──Ibrahim sonrio.──Tenemos ordenes de solo llevar su cuerpo al palacio.
──¡Maldito!──Grito Suleiman.
Evidentemente al superarlo en números fue fácil apresar al Sultán y a sus cuatro guardias, decapitaron a los guardias y a Suleiman comenzaron a asfixiarlo.
──¡Deseo que todo tu poder se vaya a la ruina!, ¿¡Acaso crees que mi hermana te amara al saber lo que me hiciste?!──Grito Suleiman furioso.
──La Sultana Hatice esta muy de acuerdo, afortunadamente.──Ibrahim se acerco con espada en mano.──Vaya a reunirse junto a su esposa al más allá.
Dicho esto, le corto la cabeza y tal, y como se lo había pedido, corrio a llevársela.
──Esta todo listo para la ascensión al trono del Sehzade.──Ferhat me miro colocarme los artes de oro y diamantes.──Cuando guste.
──El Sehzade no asumira el trono.──Lo miro, viendo la confusión de Ibrahim y Ferhat.
Me acerque a ellos a explicarles mi plan, ambos al principio me miraron como si estuviera loca, luego me aceptaron la idea y sonrieron.
──Bueno, eso definitivamente será algo nuevo para la historia del mundo y de los otomanos.──Dijo Ibrahim con una sonrisa.
──Siempre hay una primera vez para todo.
Y tras decir esto, los tres salimos de la habitación, yo caminaba adelante y ellos detras mío, definitivamente este era mi momento, algo que siempre me había merecido.
Llegue a la ceremonia de sucesión y me senté en el trono Otomano, sorprendiendo a Los jenizaros y al pueblo, al principio también me miraron confundidos y luego entendieron.
Tanto mi amado pueblo como los jenizaros sonrieron.
──Sé que esperaban a un Sehzade que se sentase en el trono.──Sonreí.──Lamento desilusionarlos, pero seré yo su gobernante.──Hice una pausa.──Yo les prometo que bajo mi mantado, no dejare que pase alguna injusticia, me ocupare personalmente de hacerlos felices, dedicare mi vida a velar por ustedes, nunca permitire que algo les pase a ustedes.
──¡LARGA VIDA AL SULTÁN MAHIDEVRAN, QUE ALLAH GUÍE SU ESPADA!──Grito Ferhat.
──¿"Sultán"?──Interrumpí antes de que los demás gritasen.──No soy un Sultán, yo soy la emperatriz de los otomanos, por favor, no se refieran a mi con ese título.
──Bien.──Ferhat sonrio.──¡LARGA VIDA A LA EMPERATRIZ MAHIDEVRAN, QUE ALLAH GUÍE SU CORONA!
──¡LARGA VIDA A LA EMPERATRIZ MAHIDEVRAN, QUE ALLAH GUIE SU CORONA!──Gritaron los Jenizaros.
──¡LARGA VIDA A LA EMPERATRIZ MAHIDEVRAN, QUE ALLAH GUÍE SU CORONA!──Grito el pueblo.
──¡LARGA VIDA A LA EMPERATRIZ MAHIDEVRAN, QUE ALLAH GUÍE SU CORONA!
──¿A donde vas?──Pregunte al ver las maletas de Hürrem.
──A hacerle compañía a Gulfem.──Bromeo la pelirroja.──Ya no tengo nada que hacer aquí.
──Puedes quedarte, tus hijos están aquí, no tienes por que irte.
──Deseo irme.
──No lo permitiré.──Dije y la tome de la mano.
──Mahidevran, no seas infantil.
──Mirá.──Empece a arrastrarla hasta mi ahora habitación, una vez estuvimos delante del escritorio.──Mande hacer esto para ti, lo intente hacer yo, pero se veia bien deforme.
Hürrem miro el anillo de esmeralda que ahora estaba en su dedo.
──Es muy amable Emperatriz.──Reverencio.──Lo guardaré muy bien.
──¿Eres o te haces?
──¿Ah?
──Te estoy pidiendo matrimonio, bruta, en ninguna de tus dos vidas se te quito esa cualidad.
Los ojos de Hürrem se iluminaron al escuchar estas palabras y me observo atenta unos segundos.
──Mira, no se nada de lo que nos depare el futuro, pero sería genial que tu estuvieras a mi lado.──Inicie nerviosa.──Quiero decir, sería genial que compartiremos los sin sabores de gobernar, me harías mucha falta sin tenerte aquí.
──...¿Yo te gusto?──Pregunto Hürrem con los ojos brillantes.──¿Desde cuando te gusto?
──Todo quieres saber tu, simplemente me gustas, te quiero y ya.
──Tu declaracion iba tan bien.──Rio la pelirroja.──Acepto casarme contigo.
──Bien, desde ahora serás: Haseki Hürrem Sultan.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top