Narra Autor

10 años después, A las afueras del Reino de Liones, Britania

Montado en un corcel se puede ver a Bartra, quien dejo de ser príncipe hace ya siete años convirtiéndose en la máxima autoridad del reino de Liones, su apariencia como era de esperar de un humano cambio drásticamente a pesar de tratarse de tan solo una década, de un pequeño niño, ya se podría decir que se convirtió en todo un adulto joven, en apariencia, manteniendo una personalidad muy similar a la que tenía, pero un comportamiento a la hora de tomar decisiones muy firme, convirtiéndose en uno de los reyes más importantes de la historia de Liones, quien en poco años logro poner un alto al conflicto entre reinos, logrando una paz, que ha durado durante los últimos tres años. El actual monarca de Liones a pesar de ser alguien que tan poco tiempo logro grandes hazañas, y ganarse el cariño no solo de su reino sino tambien de otros vecinos, no quita que en momentos como estos pueda llegar a pecar de inmaduro al querer disfrutar de una vida que ya no puede permitirse, debido a que está cabalgando a toda velocidad, mientras a varios metros más atrás se encuentra su pequeña escolta de cinco hombres, intentando alcanzarlo, mientras le suplica que se detenga para que evite hacerse daño, pero Bartra hace oídos sordos ante la petición de su caballeros, ya que quiere divertirse un poco, al sentirse que aún tiene tiempo de disfrutar aunque sea un poco, aunque para sorpresa de los escoltas pueden ver a un caballo negro adelantarlos sin mucho problemas, sorprendiéndose un poco al ver al jinete. Tras un par de metros más galopando el corcel del rey de Liones tropezó con una pequeña piedra en el camino, provocando que salga disparado del lomo del caballo, viendo casi en cámara lenta lo que seguramente sea un impacto mortal para un humano normal y corriente, en especial teniendo en cuenta la velocidad que poseía el corcel, mientras que la escolta ve esto con temor, ya que su rey saldrá dañado, Bartra cerro los ojos esperando el golpe, pero al cabo de unos cuantos segundos abrió los ojos al no sentir nada, hasta que su cuerpo se relajó lo suficiente para que se percatase de que alguien lo sujeta de la cintura, el adulto joven levanto la mirada, para luego esbozar una sonrisa nerviosa al ver a su rescatista, tratándose de su mano derecha, su fiel consejero y amigo, nuestro querido protagonista, quien posee una sonrisa tranquila al ver que su rey no se encuentra dañado, teniendo un aura y una expresion muy diferentes a como era antes, a pesar de conservar la misma apariencia.

Sam: Ya se lo he repetido muchas veces señor... está bien que se divierta un poco de vez en cuando, pero debe ser bastante precavido –mencionó con un tono tranquilo, mientras deja que su majestad se pueda poner de pie en el suelo-

Bartra: Si, siempre me lo repites, tendré que empezar a escuchar este tipo de consejos, gracias por ayudarme Sam... y a ti tambien Arvakr... en verdad eres un chico muy rápido –expreso con un tono alegre y tranquilo, mientras acaricia con cuidado y calidez el lomo del corcel en el que se encuentra su amigo, para que luego de unos pocos segundos la custodia del rey se acercarse para asegurarse del estado de su majestad, ademas de agradecer la intervención del consejero real-

Líder de la escolta: Agradecemos honestamente su intervención Sam-sama, y lamentamos no poder haber hecho algo nosotros Bartra-sama... -dijo con un poco de arrepentimiento el caballero que encabeza la escolta del rey, tratándose de una voz bastante joven, aunque tanto Bartra como el primogénito de la Deidad Suprema saben de quien se trata-

Bartra: Tranquilo, no tienes que culparte de nada, al final estoy completamente ileso –expreso con un tono tranquilo, intentando lograr calmar a sus hombres, pero su intento no funciono ya que al ver el rostro serio del antiguo líder del ejercito del clan de las diosas, no podían permitirse relajarse, ya que saben que recibirán una reprimenda-

Sam: Ustedes son la custodia del Rey, deben estarlistos para lo que sea, sino hubiera intervenido las cosas serían diferentes yustedes recibirían un gran castigo por negligencia... espero que esto haga que setomen su posición más enserio... en especial tu Zaratras, tal vez seas muy jovenaun, pero tienes un gran poder el cual amerita que lo utilices sabiamente... loentiendes ¿verdad? –mencionó con seriedad, viendo al joven líder de la escoltareal, aunque su intención no es intimidarlo ni nada por el estilo, en cambioquiere que este se motive al ser posiblemente de los caballeros sacros más jóvenesy habilidosos del reino

Zaratras: Lo entiendo Sam-sama... no dejare que algo como esto se vuelva a repetir, nos esforzaremos para que nada ocurra en el futuro –expresó con determinación, mientras él al igual que sus subordinados se paran con firmeza en señal de determinación y lealtad-

Sam: Aclarado esto, lo mejor será que volvamos, lleven el caballo de su majestad a que lo atiendan, el pobre animal tambien necesita ayuda... yo llevare al Rey al castillo, después de todo tiene bastante trabajo –dijo con un tono tranquilo, para acto seguido ayudar a Bartra a que se suba a su corcel, para luego retirarse en dirección al reino, mientras que los caballeros se encargan de cumplir con la orden del consejero, después de todo se trata de la mano derecha del rey, un puesto que creo al momento de asumir, y que cuyo poder es similar o incluso algo superior al de un príncipe dentro de la monarquía-

Aprovechando el corto viaje el rey de Liones le comunico a su mano derecha que no era necesario ser tan duro con los escoltas, pero este le respondió que no fue duro, solo utilizando su sabiduria quiso darles a entender de forma directa que toda accion o inacción posee consecuencias a futuro ya sean pequeñas o grabes, su intención era ayudarlos a que se dieran cuenta de eso antes de que tuvieran que enfrentarse a consecuencias graves por su cuenta en el futuro, aunque no sigue siendo del agrado de Bartra esta clases de métodos, no puede negar que su consejero en verdad es una persona extremadamente sabia. Tras varios minutos por fin llegaron al castillo, y como menciono anteriormente Samael guio directamente a Bartra a que continuo que sus obligaciones de monarca, ya que la paz que consiguió con los otros reinos debe renovarse y afianzarse mediante lazos políticos y de confianza día a día, algo bastante difícil, ademas de ser algo que sumerge al joven Bartra profundamente en una intensa presión, por lo que nuestro querido protagonista de corta cabellera grisácea intentan levantarle el ánimo haciendo comentarios humorísticos a que se volverá un anciano a muy corta edad. Las cartas y documentos no parecían tener fin, por lo que Samael estaba por retirarse para no desconcentrar a su alteza, hasta que este leyó una carta en voz alta, siendo esta una señal clara para que la mano derecha del rey le brinde un poco de sabiduria y lo aconseje a tomar una decisión, el antiguo príncipe del clan de las Diosas se acercó a Bartra hasta estar de pie de su lado derecho, esperando a que su majestad comparta su duda, ante el para que pueda brindarle un poco de luz a su incertidumbre.

Sam: ¿Qué lo tiene confundido su majestad? –Cuestionó con un tono tranquilo, para luego esperar pacientemente a su lado-

Bartra: Tanto el Rey de Edinburgh como el Rey de Danafor me enviaron una invitación para dentro de cuatro dias, con la intención de inicial relaciones comerciales por fin... pero a cual debería asistir, o incluso cuál de las dos debería cancelar de forma cortes... ¿Qué me aconsejas? –expresó con un tono tranquilo a la par que pensativo intentando idear una forma de que estas posibilidades no se pierdan, o que no sea tomada su decisión como un acto de priorización a con el otro, pero a pesar de que esta incertidumbre en el rey pueda tratarse de un problema bastante complicado, Samael se ve bastante tranquilo como si ya tuviera una respuesta-

Sam: Lo primero que debe hacer su majestad es analizar la situación bajo el punto de vista, de ver la principalmente el estado en que se encuentra ambos reinos con nosotros... un ejemplo aunque es un hecho de que con ambos estamos en paz, no son en las mismas condiciones... para empezar Edinburgh antiguamente era uno de los reinos con los que más conflicto se encontraba Liones, por lo que el gesto de ir es primordial que asista, ya que sería una señal muy clara de que la paz para usted no está en juego... en cambio nunca hemos tenido conflictos como tal con el Reino de Danafor, pero sería una descortesía muy grande rechazar la invitación, por lo que en mi opinión es mejor enviar un representante cercano he importante, que transmita sinceramente la razon de la ausencia del su majestad, ademas de llevar obsequios importantes en forma de arrepentimiento sincero por no poder asistir –explico con un tono tranquilo, mientras se sujeta el mentón, demostrando los conocimientos diplomáticos que adquirió en estos diez años desde que llego a este lugar y conoció al Rey Bartra, en verdad tratándose de una persona muy diferente a como era cuando era parte del Clan de las Diosas-

Bartra: Como lo dije anteriormente, en verdad eres muy sabio, en verdad no me equivoque en pedirte que seas mi consejero... ademas que pienso frecuentemente en lo mucho que cambiaste desde el día que te conocí por primera vez –mencionó con un tono alegre y sincero, a la par que sonríe tras escuchar el consejo de su mano derecha, aunque este parece un poco anonadado por las palabras del monarca de Liones, ya que nunca se puso a pensar en eso, pero en verdad cambio drásticamente, pero es algo que no le desagrada, sino que todo lo contrario, aprendió a valorarlo-

Sam: Y bien... ¿Qué planea hacer su majestad? –preguntó con un tono respetuoso mientras ve de reojo a su joven amigo de hace diez años, con algo de curiosidad al ver que decidirá finalmente-

Bartra: Pues claramente seguiré tu consejo y aceptare para ir personalmente a la invitación del Reino de Edinburgh... mientras que serás tu quien ira a Danafor como mi máximo representante –respondió con un tono tranquilo y seguro de sí mismo al pensar que tomo una gran decisión-

El rey no obtuvo una respuesta inmediata de su consejero, ya que este se mantuvo en silencio con una sonrisa tranquila por unos cuantos segundos, para acto seguido solicitar de forma respetuosa y casi cómica que Bartra volviera a repetir sus palabras al pensar que escucho mal, pero como era de esperarse no fue así, por lo que prosiguió a quejarse de forma cortes y educada, aunque la respuesta de su majestad lo dejo bastantes pensativo, ya que este le revelo directamente que es la persona en la que más confía en este mundo, debido a que no solo es alguien muy leal y su mano derecha, sino que tambien es un gran amigo. Samael se mantuvo en silencio al escuchar esas palabras, para luego solicitar permiso para retirarse ya que Bartra aún tiene trabajo, recibiendo un asentimiento por parte de este, por lo que se retiró del lugar y se dispuso a dirigirse a su habitación la cual se encuentra dentro del castillo, teniendo varios lujos, pero por petición del mismo no quiso nada llamativo, por lo que no se compara al cuarto de un noble, una vez en su alcoba nuestro querido protagonista se dirigió acostó en su cama de dos plazas mientras mira el techo con una expresion bastante pensativa por culpa de las palabras de Bartra.

Samael: ¿En el que más confía?... es normal lograr eso en tan solo diez años... es acaso normal que haya cambiado tanto a como era antes en tan poco tiempo, no envejecí ningún poco, pero Bartra si en tan poco... la vida de los humanos es muy corta, ¿es esa la razon por la que pueden decir esa clase de cosas con tanta naturalidad? –Expresó para sí mismo mientras mira el techo, para luego pensar que deberá corresponder esa confianza cuando vaya a ese reino-

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Espero que les este gustando la historia hasta ahora, los invito a que si les gusta voten y comenten.

Como es común en mis historias al avanzar tanto, respondere las preguntas que me hagan aqui en el proximo cap.

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Nos vemos en el siguiente capítulo y gracias por el apoyo.

Se despide vuestro Dios Demonio.