99. Una Incursión Complicada.

En el capítulo anterior:  Ante la posibilidad de ser encontrados por el Imperio Infinito, Mabus Herzog decide despertar a Apofis de su letargo con el objeto de tenerlo a su disposición en caso de un ataque de Black o de Hit, si bien Vesta aparentaba rechazar la idea de despertar a Apofis en el fondo esperaba que Mabus hiciera eso para que su ki sirviera de carnada para atraer a nuestro protagonista y sus amigos. Por su parte nuestros héroes no tardaron en sentir el horrible el ki de Apofis el cual terminó por despejar el 99% de sus dudas, no obstante Black quería una imagen referencial del planeta para salir de toda duda antes de lanzar su gran invasión por lo que decide enviar cientos de sondas espía a aquel sector. Finalmente mientras Mabus sostenía una charla con Vesta se enteran de la presencia de una sonda Imperial la cual es destruida por Vesta no sin antes enviar los datos recopilados a la nave insignia de la flota Imperial "El Imperator", con todo aparentemente perdido y sin poder escapar a ningún lado Vesta le propone a Mabus usar un cebo irresistible para atraer a nuestro protagonista y sus amigos a su "tumba" un viejo amigo de Mabus que decidió cambiarse de bando, Sir Heobat III. Con todo esto cabe preguntarse ¿Qué pasará con Black y sus amigos? ¿Podrán capturar a Mabus Herzog? ¿Qué tiene pensado hacer el malvado general Vesta? Y lo que es peor ¿Quién será el terrible Apofis y de qué es capaz?

Una estruendosa invasión interrumpe la calma en el planeta móvil de Mabus Herzog, nuestra poderosa flota se abre paso a través de la flota de defensa de Industrias Herzog que el general Vesta alcanzó a reunir, cuyas naves hacían todo lo posible para defender el planeta y mantenernos alejados del planeta, no obstante Mabus Herzog no contaba que la flota y la feroz batalla espacial que se estaba librando en el espacio era solo una distracción ya que mientras nuestras naves se batían a duelo en el espacio nosotros nos escabullíamos a través del escudo planetario hasta llegar a la superficie del planeta activando de inmediato el sistema de defensa superficial la cual nos recibió con una lluvia de láseres y misiles seguida de nubes de androides iniciando una brutal batalla que serviría de calentamiento para lo que pudiese seguir.

Por su parte Mabus Herzog se encontraba nervioso en su oficina viendo en las pantallas tanto la batalla en el espacio como la batalla que los 10 estábamos librando en superficie mientras las alarmas sonaban de fondo, ante la imponente y serena presencia del General Vesta quien se preparaba ante su inminente combate, de inmediato Mabus interpela al general del planeta Umi:

- Vesta ¿Está seguro de que esto resultará?

A lo cual el general del planeta Umi responde con toda serenidad mientras se ponía unas vendas en sus antebrazos:

- Por supuesto que resultará Lord Mabus, confíe en mi – chocando sus puños.

- Eso espero general, pero recuerde que si falla no dudaré ni un segundo el liberar a Apofis ¿Quedó claro?

- No tiene de qué preocuparse Lord Mabus, esta vez no fallaré – poniéndose sus guantes – además mis poderes se han incrementado desde mi último encuentro con esos simios y para su tranquilidad también he estudiado todas sus estrategias y sus técnicas a fondo, ellos no tienen nada con lo que puedan sorprenderme.

- Pues que así sea – dijo Mabus con inseguridad.

- Y así será – sonrió Vesta.

De vuelta con nosotros, nos habríamos paso entre las tuberías, torres y chimeneas del planeta esquivando el incesante fuego de las torretas e interceptando los misiles que aparecían de todos lados mientras las destruíamos, fue entonces que nos topamos con unas enormes esferas sobre torres presumiblemente llenas de gas así que sin dudarlo las atacamos provocando masivas explosiones en toda la superficie, también comenzamos destruir los oleoductos y gaseoductos del planeta junto con los pozos petrolíferos, las refinerías y las fábricas de androides devastando la mayor parte de la superficie de aquel mundo, pero a pesar de todo aún estábamos relativamente lejos de la base de Mabus para la cual usamos el ki de Vesta como referencia y como era de esperarse a medida que nos acercábamos las defensas se hacían cada vez más complicadas de traspasar, los androides ahora eran más avanzados, comenzaron a aparecer Mechabots, Nanomáquinas y una variable de los androides tradicionales mucho más fuertes y resistentes, todo ello acompañado con el brutal aumento en la cantidad de torretas por kilómetro cuadrado, entonces Vegeta me pregunta:

- Oye Black ¿Cuánto falta para llegar donde esa sabandija de Mabus?

- Muy poco ¡Miren! – exclamé.

Todos miraron hacia el frente para presenciar una enorme cúpula de energía azul cubriendo una basta área del horizonte y después de avanzar un poco notamos otra cúpula de energía dentro de la más grande y otra y otra y otra a medida que nos acercábamos, era una verdadera "matrioshka" de escudos de energía.

Mientras tanto Mabus Herzog observaba atento nuestra llegada a su vez que la computadora central le avisaba:

- Señor Mabus, Black y su grupo llegarán a nuestra posición dentro de 5 minutos.

- Muy bien, computadora, desvíen toda la energía para fortalecer los escudos, es hora de poner a prueba el sistema de escudos más poderoso que el dinero puede financiar, Vesta no querrás perdértelo.

- Como diga señor Mabus, aunque no creo que su sistema de escudos pueda detenerlos por mucho tiempo.

- Son escudos de nivel III o sea que pueden soportar un poder de escala galáctica – presumió Mabus – con ellos podré detenerlos el tiempo suficiente para que tu prepares la escena.

- Pero ¿No quería que los viera atravesar el escudo? – preguntó Vesta para irritar a Mabus un poco.

- Solo ve el primero, después prepara el montaje.

- Ok – dijo Vesta de manera cínica.

Finalmente, los muchachos y yo nos topamos frente a frente con el escudo y como era de esperarse Vegeta tomó la delantera alzando su puño para decir:

- ¡Esto no me detendrá sabandijas! ¡HAAAA!

El príncipe de los saiyajin lanzó un fuerte puñetazo contra el escudo el cual sorprendentemente aguantó el golpe sin problemas desconcertándonos a todos:

- ¡Imposible! – gritó el saiyajin.

- ¡Señor Vegeta! – dijo Kyabe.

- No puede ser – dijimos los demás.

Al mismo tiempo en el búnker:

- ¡Jajaja! ¡Ahí tienen simios! ¡Jamás podrán atravesar estos escudos! – celebró Mabus.

- Uhm... - manifestó Vesta atento a la escena.

Por nuestra parte Goku, Caulifla y Kyabe también se lanzaron contra el escudo dando varios golpes contra el mismo sin resultado alguno, entonces cargué un ataque de ki y les dije:

- ¡Atrás muchachos!

Los chicos se apartan y yo lancé una esfera de ki contra el escudo provocando una gran explosión que estremeció todo el lugar, pero cuando el polvo se disipó el escudo seguía intacto entonces todos nos transformamos en Super Saiyajin para volver a atacar:

- Muy bien chicos ¡A la carga! – grité.

Todos nos envolvimos en una esfera de ki y cargamos contra el escudo empujando con todas nuestras fuerzas:

- ¡AHHHHH...!

Por su parte el viejo Mabus observaba atento como el primer escudo reaccionaba frente al choque de los 3:

- Miserables, no importa que se tiñan el pelo cual delincuentes, mis escudos resistirán sin problemas – presumió el magnate.

- Yo no estaría tan seguro de eso – dudó Vesta.

- ¿A qué refieres con eso?

- Mire bien, mi Lord – dijo Vesta apuntando a una grieta.

Mabus puso atención a la grieta para luego exclamar de sorpresa:

- ¡No puede ser!

Luego de unos segundos empujando logramos presenciar una pequeña grieta en el escudo lo cual era un buen augurio para nosotros:

- ¡Oigan! ¡Miren! – les indiqué.

- Lo estamos logrando – celebraron Kale y Caulifla.

- No debemos darnos por vencidos – dijo el Virrey Sadala.

A lo cual yo, bastante entusiasmado por lo que estábamos haciendo les dije a los demás:

- Muy bien, a la cuenta de 3 todos empujen... Uno... Dos... ¡Tres!

Todos empujamos con fuerza agrietando aún más el primer escudo hasta que finalmente este se sobrecargó y explotó desapareciendo por completo para sorpresa de Mabus Herzog:

- Pero ¡Cómo! – reclamó el de la capucha azul.

- Le dije que no sería suficiente, ahora si me disculpa iré a preparar todo para recibirlos.

- No tan rápido Vesta, aún le quedan atravesar otros 12 escudos.

- Excelente, me darán tiempo suficiente para que preparar mi trampa – dijo Vesta prosiguiendo su camino con indiferencia.

De vuelta con nosotros:

- Buen trabajo chicos, ahora que sabemos la resistencia aproximada de estos escudos podremos ir por los demás con toda confianza.

Y nuevamente nos lanzamos para atravesar el segundo escudo para el cual usamos más poder para destruirlo sin problemas no sin antes combatir con los androides que había en el interior del mismo y así pasar al tercero y después el cuarto, pero a medida que atravesábamos los escudos comenzamos a notar que estos cada vez ofrecían más resistencia a nuestros ataques lo que nos llevó a sospechar que al destruir un escudo la energía que lo alimentaba se redistribuía entre los escudos restantes fortaleciéndolos en el proceso, fue entonces que a Vegeta se le ocurrió una idea notable:

- Oye Black y si en lugar de perder el tiempo como tonto con estos escudos mejor te teletransportas al centro para desactivarlos y tener el paso libre.

- No lo había pensado, gracias Vegeta – dije con entusiasmo.

Entonces me puse los dedos en la frente para teletransportarme hacia el interior del escudo central para destruir su fuente de poder desactivando todos los escudos, pero cuando intenté teletransportarme sucedió algo extraño, cuando mi cuerpo estaba desapareciendo de donde estábamos y a la vez apareciendo al centro del escudo una potente descarga eléctrica me sacó de la dimensión intermedia a la que uno accede al teletransportarse haciéndome volver a mi posición original para sorpresa de todos de inmediato Vegeta me dijo:

- Pero ¿Qué diablos te pasó?

- Cuando intenté teletransportarme una fuerte corriente me sacó del plano intermedio.

- A ver déjame intentar – se ofreció Goku.

Goku intenta teletransportarse, pero sucede lo mismo:

- Ay ay ay ay ay, eso quema.

Luego Zamasu ofreció otra alternativa:

- Quizás con el Kai Kai resulte ¡Kai Kai!

Zamasu realiza el Kai Kai, pero el resultado es el mismo, entonces ya un poco frustrado dije:

- Intentemos con un portal.

Comencé a concentrarme para abrir el portal hacia el centro, pero justo cuando comenzó este a visualizarse desde el otro lado se produjo un chispazo y el portal de cerró:

- ¡Maldición!

Ante tanto fracaso Hit ofreció su método para entrar.

- Descuiden, usaré mi salto en el tiempo.

- Muy bien, es todo tuyo Hit.

Hit se puso en posición para realizar su salto en el tiempo y poder abrirse paso a través del escudo, pero cuando se disponía a atravesarlo usando su dimensión temporal nuevamente se produjo un chispazo y Hit salió de su salto en el tiempo:

- Tampoco resultó – reclamé.

- Ni aun con mi salto en el tiempo pude atravesarlo – dijo el asesino legendario.

Lo cual derivó en un gran suspiro de desaliento por parte de todo el grupo:

- ¡Maldición!

Mientras tanto en el búnker Mabus Herzog observaba con gran satisfacción nuestro fracaso mientras decía:

- ¡Ahí tienen miserables! No importa que trucos usen, mi Sistema de Detección y Corrección Warp (SDCW) detectará y corregirá cualquier anomalía espaciotemporal que ustedes provoquen, así que no tienen más alternativa que atravesar los escudos de la forma complicada jajaja.

Por nuestra parte al ver que nuestros intentos por acortar camino eran infructíferos les dije a los muchachos:

- Muy bien, no hay más alternativa que atravesar el escudo por las malas, pero esta vez incrementaremos nuestro poder para hacerlo más rápido ¿Les parece?

- ¡Si! – asintieron los demás.

- Entonces ¡Adelante!

Incrementamos nuestros poderes, yo forcé al Super Saiyajin 1 al máximo, los demás pasaron al Super Saiyajin 2, mientras Frost y Zamasu usaban sus máximos poderes y por otro lado Hit sacaba una fracción mayor de su poder real para abrirnos paso rápidamente entre los escudos, combatiendo a todos los androides que se nos cruzaran en nuestro camino hasta que finalmente llegamos al último escudo por romper, el número 13 el más fuerte de todos ya que contaba con toda la energía acumulada de los 12 anteriores, era momento de la verdad, por una parte Mabus estaba expectante frente a cómo reaccionaría el escudo:

- Ya llegaron al límite, la energía requerida para romper esta última barrera es la necesaria para eliminar más de una docena de galaxias y dudo mucho que alcancen esos niveles.

Mientras que por otro lado yo comenzaba a calcular el poder requerido para romper ese escudo de un solo golpe y finalmente llegué a la conclusión de que para romperlo el Super Saiyajin 1 no me serviría de nada, por lo tanto, de un grito pasé al Super Saiyajin 2 y me lancé con todas mis fuerzas contra el escudo el cual opuso mucha resistencia contra mi golpe:

- ¡Ahhh! – intentando romper el escudo.

En el bunker:

- ¡Es imposible que lo atravieses, maldito bárbaro del espacio! – gritó Mabus.

En el escudo:

- Vaya, es más resistente de lo creí, justo como lo esperaba, muy bien entonces tendré que ir con mi máximo poder.

- No tienes por qué hacerlo solo, Black – dijo Kale.

- Esta vez lo haremos todos juntos – agregó Caulifla.

- Como el equipo que somos – dijo Kyabe.

- Muy bien, qué dice es resto ¿Se unen? – les pregunté.

Y el resto de los interpelados asienten por lo que yo procedo a decirles:

- Excelente, entonces a mi señal lanzaremos todo lo que tenemos a este escudo ¿Preparados? – cargando un Triturador Cósmico.

Todos comienzan a cargar sus ataques mientras les indico:

- ¿Listos?

Apuntamos hacia el escudo y finalmente grité:

- ¡AHORA!

- ¡HAAAAAAAA!

Entonces un grupo de ráfagas de energía impacta con el escudo extendiendo aún más las grietas que había creado mi golpe.

Por su parte Mabus Herzog observaba nervioso mientras sonaban las alarmas de fondo advirtiendo el sobrecalentamiento de los generadores del escudo:

- Alerta, alerta, alerta, fusión del núcleo del generador inminente.

A lo cual Lord Mabus se pone de pie solo para gritar:

- ¡No puede ser!

Finalmente, los generadores del escudo se fundieron debido a la sobrecarga de energía y el domo 13 terminó desvaneciéndose consumido por la gran ráfaga de energía la cual también afectó la fachada del bunker de Mabus Herzog haciendo temblar todo el planeta por la gran cantidad de energía liberada:

- Pero ¿Qué diablos es este temblor? – dijo Mabus cayendo por el estruendo.

Mabus se sostiene de su mesa y activa el comunicador para decirle al general Vesta:

- Oye Vesta ya tienes todo listo.

- Si señor, todo preparado.

- Excelente, prepárese para ejecutar el plan B ¡De inmediato!

- Cómo lo ordene mi Lord.

Luego el magnate se puso de pie para decir:

- Por fin, el momento ha llegado, el momento de tu final Black – mirando las pantallas de las cámaras de seguridad – vamos malditos simios, entren cada paso que den será un segundo menos de vida para ustedes.

En ese momento aterrizamos frente a la maltrecha y gruesa puerta blindada del búnker de Mabus, entonces procedimos a entrar creando una barrera a nuestro alrededor para que ninguna trampa nos sorprendiera, de ese modo conseguimos pasar a través de los dardos, ácidos, radiación, gases venenosos, gravedad aumentada y todo lo que se pudiesen imaginar sin mayores complicaciones hasta llegar a una gran habitación octogonal con túneles hacia todas direcciones.

Por su parte Mabus observaba todo desde su oficina:

- Muy bien ahí están todos estos simios reunidos y listos para hacerlos tortillas con hoyuelos.

Mabus oprime un botón en su escritorio y de inmediato los pasillos se cierran con gruesas placas de acero, presumiblemente acero Kacchin ko y desde el techo aparecen afilados pinchos, aparentemente del mismo material, los cuales se precipitan violentamente sobre nosotros para aplastarnos, pero antes de alcanzarnos usamos nuestro ki para intentar detener el pesado techo.

En tanto Mabus observaba entusiasmado el monitor presumiendo lo que su riqueza era capaz de hacer:

- ¡Ja! No importa cuánto se esfuercen, tanto el techo como los pinchos están creados con el material más duro y tenaz que el dinero puede financiar y a la vez todo ello es empujado por la prensa hidráulica más poderosa que el dinero pueda comprar capaz de ejercer hasta 1 sextillón de toneladas, el peso de un planeta ¡Jajaja!

Pero nosotros comenzamos a ejercer cada vez más presión deteniendo el techo, entonces Mabus desde su oficina dijo:

- Ah no, eso sí que no ¡Más potencia!

Mabus comienza a empujar lentamente la palanca de control de la prensa ejerciendo más presión sobre nosotros a lo cual Goku dijo:

- ¡Vaya esta prensa sí que es poderosa!

- No molestes Kakarotto, solo empuja ¡Ahhh!

- ¡Chicos concéntrese o terminaremos hechos tortillas! – les dije.

- Tiene razón ¡Vamos con todo Kale! – dijo Caulifla.

- ¡Si, hermana!

Ambas hermanas se emplearon a fondo para contrarrestar el empuje de la prensa a lo que yo dije:

- Así se hace chicas, ahora es nuestro turno.

Los demás asienten y también empujamos levantando aquél pesado techo, entonces Mabus furioso dijo:

- Muy bien, en ese caso ¡Pondré la prensa al máximo! ¡Cargarán con el peso de un planeta sobre sus cabezas!

Mabus empuja la palanca hasta el fondo haciendo que la prensa comenzara a aplastarnos con un peso equivalente al de un planeta sobrepasando nuestros todos esfuerzos por empujar, pronto los 10 caímos de rodillas mientras incluso el aparentemente indestructible acero Kacchin ko comenzaba a ceder bajo nuestro pies debido el insano peso de aquella prensa, el peso con el que estaba cargando en ese momento no se parecía en nada al peso que sostuve cuando intenté mantener íntegro aquel planeta que Vesta había destruido de una pisada, pero no podíamos darnos por vencidos, sería absurdo haber viajado tan lejos y haber peleado tanto para dejarnos aplastar por aquella prensa así que ni corto ni perezoso comencé a emplear a fondo mi poder en Super Saiyajin 2 consiguiendo detener la prensa, por su parte Goku pasó al Super Saiyajin 3, pero fue en ese momento que recordé al Super Saiyajin de tercer grado aquel que te hacía extremadamente fuerte, pero a la vez lento, entonces le dije a Goku:

- ¡Oye Son Goku!

- ¿Qué ocurre, Black?

- Aghh... ¿Recuerdas el Super Saiyajin de tercer grado? Ese que te había musculoso pero lento.

- Sí, lo recuerdo bien, incrementa mucho tu fuerza, pero sacrifica tu velocidad en combate.

- Exacto – concordé – si bien esa transformación es ineficiente en una pelea es perfecta para una situación como esta ¿No crees?

- Es cierto, ahora lo que más necesitamos es fuerza bruta – dijo Goku.

- Muy bien, entonces supongo que ya saben lo que tenemos que hacer ¿Verdad?

Todos asienten y yo les dijo:

- Bien a la cuenta de 3 quiero que todos usen su Super Saiyajin de tercer grado y en el caso Frost trata de usar el 100% de tu poder como te lo enseñó Freezer.

- No me lo recuerdes – se quejó el demonio del frío con gran esfuerzo.

- Ok, a las una...

Los saiyajin comenzamos a prepararnos para sacar el Super Saiyajin de tercer grado:

- A las dos...

Mabus por su parte cuestiona:

- ¡Jamás lo lograrán!

Y finalmente digo:

- ¡A la tres! ¡AHHHHH!

Todos los saiyajin y Frost comenzamos a incrementar excesivamente nuestra masa muscular mientras Zamasu sacaba todo su poder y Hit se ponía serio consiguiendo levantar el techo para sorpresa de Mabus el cual atónito observaba horrorizado como levantábamos el peso de un planeta sobre nuestras cabezas como si nada, finalmente una alarma de sobrecalentamiento y fuga de líquidos alertó a Mabus Herzog quien nervioso y a la vez frustrado no tuvo más alternativa que apagar la prensa hidráulica para evitar mayores desperfectos librándonos a todos de ese calvario aplastante:

- Uff... Que alivio – dijimos entre todos.

Al mismo tiempo las compuertas que bloqueaban los túneles se abrieron, entonces volvimos a nuestra forma base y Vegeta con la impulsividad que el caracteriza me dijo:

- Oye Black ¿Por qué no volamos este lugar de una buena vez en lugar de seguir perdiendo el tiempo?

- ¿Y darle a Mabus el placer de una muerte instantánea? No gracias, él debe pagar por todos sus crímenes contra el universo, además Heobat todavía está con vida todavía puedo salvarlo – aseguré.

- Pero ¿No fue él quien nos llevó a este conflicto? – cuestionó Caulifla.

- La verdad no – aclaré – yo fui quien inició la guerra y Heobat me dio toda la información necesaria para continuar con el conflicto sin mayores dificultades y así fue durante la primera semana.

- Pero Black, él dijo que ya no importaba su vida que lo importante era detener a Mabus a cualquier costo – me recordó Kale.

- Eso me queda claro, pero si se presenta la oportunidad de salvarlo no dudes que la aprovecharé, llámenme ambicioso, pero yo no me iré de aquí hasta capturar a Mabus Herzog, también al General Vesta y salvar a Sir Heobat, si quieren irse antes háganlo, pero yo tengo mis objetivos bien claros. Ahora andando.

- Ok, pero ¿Por dónde? – preguntó Zamasu.

- Así es, esta habitación es un octágono con 1 por cara totalizando 8 incluyendo el túnel por el que entramos – dijo el Virrey Sadala.

A lo cual dije:

- Bueno hay 8 túneles, de los cuales 7 están sin explorar y nosotros somos 10, lo más lógico sería dividirnos, pero me temo que eso es lo que Mabus querría, que nos dividamos para cazarnos uno por uno, mientras que si por otro lado decidimos irnos todos por un túnel al azar quizás nos topemos con un laberinto eterno y Mabus aprovecharía eso para escabullirse.

Luego Vegeta volvió a proponer:

- Y ¿Qué te parece si volamos todo este lugar?

- Eso dejémoslo para el final – sonreí - ¿Qué decisión tomar? – mirando los túneles – Aghh... saben qué hagamos lo que Mabus quiere, separémonos, así cubriremos más terreno y si alguien encuentra a Mabus o al general Vesta que avise telepáticamente o con su ki y yo de inmediato me teletransportaré a ese lugar junto al resto.

Los demás asienten y, para terminar, designé algunas parejas ya que sobraban 3 de nosotros, por cuestiones de seguridad emparejé a Hit con Frost, Caulifla fue con Kyabe y obviamente Kale fue conmigo, Goku, Vegeta, el Virrey Sadala y Zamasu irían solos en sus respectivos túneles, fue así como nos separamos para saber hacia dónde llevaban esos túneles.

Nuevamente en Mabus Herzog vio como nos adentrábamos en los túneles y el viejo magnate con la astucia que el caracterizaba dijo:

- Vaya, vaya se han separado, una movida realmente inesperada del gran Black, pues en ese caso pondré en marcha mi laberinto infernal para aislarlos y en cuanto a Black y su novia los guiaré hacia la trampa del general Vesta.

Mabus comienza a teclear unos botones y accionar algunas palancas desde su escritorio para activar su trampa laberinto mientras reía de manera confiada, aunque a la vez ocultando su incipiente nerviosismo.

Por mientras Kale y yo nos adentramos en el oscuro túnel caminando casi a ciegas, entonces decidí crear una pequeña esfera de ki frente a nosotros para iluminar un poco el túnel y de ese modo continuar con nuestro camino sin mayores problemas, pero a medida que caminábamos comenzaba a sentirme un tanto extraño ya que pese a todo lo que habíamos caminado no nos habíamos topado con ninguna trampa o algo que se le pareciera lo cual se lo hice saber a la saiyajin legendaria del Universo 6:

- Oye amor ¿No sientes que el camino está muy tranquilo?

- Tienes razón, Blacky, ninguna trampa, ni androides, ni rastros del general Vesta.

- Esto es realmente extraño.

Por su parte Kyabe y Caulifla continuaban caminando por el túnel haciéndose la misma pregunta que nosotros:

- Tsk... ¿Hasta cuándo tendremos que caminar? Es túnel es eterno – se quejó la pelipunta.

- Ten paciencia Caulifla, además recuerda que debemos ir con cuidado ya que podríamos activar una tram... - chocando con algo sólido al frente.

- ¿Qué pasó?

- Choqué con un muro – tocándolo.

- Uhmm... - Caulifla palpó el muro – entonces hasta aquí llega este túnel.

- Eso parece – concluyó Kyabe.

De pronto se oye un ruido mecánico y ambos saiyajin se ponen en guardia:

- ¿Qué fue eso? – preguntó Caulifla en pose defensiva.

- Es el muro, mira – dijo Kyabe.

- ¿Eh?

La joven saiyajin observa como la muralla se abre a su derecha revelando otro túnel, entonces ella se asoma por la entrada y Kyabe le dice:

- ¿Crees que sea seguro?

- No lo sé, pero si no entramos jamás lo sabremos.

Ambos saiyajin entran por el túnel recién aparecido.

Al mismo tiempo Hit y Frost caminaban por su túnel mientras el Demonio del Frío conversaba con el Asesino Legendario:

- Parece que nuestro querido amigo Black es un poco desconfiado al emparejarnos ¿No lo crees?

- Tal vez, pero creo que él hace las cosas por algo además si bien nuestra relación a mejorado bastante desde el torneo del poder nunca está de más mantener cierto grado cuidado – dijo el asesino legendario.

- ¿Es lo que crees?

- Así es, en lugar de desconfianza yo preferiría llamarlo precaución.

- Buen punto ¿Eh?

- ¿Qué raro? – dijo Hit.

- Parece que hasta aquí llega este túnel.

- Bueno, tendremos que devolvernos y avisar a Black del hallazgo.

De pronto el piso donde se encontraban comenzó a moverse y Frost se preguntó:

- Pero ¿Qué está pasando?

- Nos estamos elevando, atento Frost, no vaya a tratarse de una trampa.

Pero cuando el bloque de suelo termina por elevarse nada malo sucede, sino por el contrario se topan con un par de túneles y ambos un tanto confundidos deciden entrar a cada túnel nuevo.

De vuelta con Kale y conmigo, continuamos nuestra larga caminata por un túnel que parecía infinito, no obstante, tarde o temprano y al igual que con los demás chicos terminamos por encontrar el abrupto final del túnel en una pared sólida, entonces al mirarla le dije a Kale:

- Bueno, creo que hasta aquí llegamos.

- Qué decepción yo pensé que el túnel nos llevaría con Mabus Herzog.

- Yo también, Kale, pero ya vimos que no así que tendremos que devolvernos.

Pero de pronto un sonido rocoso y metálico captó nuestra atención y al observar a nuestra izquierda vimos como un segmento de la pared comenzaba a descender lentamente seguida de otros bloques más atrás revelando una escalera muy profunda, entonces ambos bajamos con cautela temiendo una emboscada, pero nuevamente nada pasó, al parecer no acostumbrábamos a estar en un ambiente tan "tranquilo" aunque tratándose de Mabus Herzog cualquier cosa podía pasar.

Al final ese patrón de los túneles finitos con puertas secretas, suelos y techos móviles se repitió de manera constante con todos nosotros manteniéndonos en una eterna caminada dentro en un laberinto de túneles interminables. Luego de unos extenuantes minutos algo interesante pasó con Vegeta quien parecía haber encontrado una luz al final del túnel de lo que presumiblemente sería una habitación:

- ¿Qué esa luz? ¿Será la habitación donde se oculta Mabus? Pues espero que así sea para ponerle fin de una vez por todas.

El príncipe de los saiyajin ni corto ni perezoso corrió a toda velocidad hasta el final del túnel, pero su sorpresa fue mayúscula al entrar a aquella habitación la cual tenía una apariencia muy familiar:

- Pero qué diablos es esto.

De pronto se oye a la distancia:

- ¿Vegeta?

- Kakarotto ¿Tú también estás aquí?

- Oye ¿Este no era el mismo cuarto de dónde partimos?

- Me temo que sí.

Luego aparecen Kyabe y Caulifla corriendo desde un túnel:

- Oigan viejos ¿Qué hacen aquí?

- Lo mismo me pregunto – preguntó Vegeta.

Poco a poco aparecen el Virrey Sadala, Zamasu, Hit y Frost:

- ¿Ustedes también aquí? – dijo Goku.

- Esta es la misma habitación de donde partimos – dijo Zamasu.

Por su parte Hit opinó:

- Volvimos al inicio, ahora entiendo por qué aparecieron todos esos túneles.

- ¿Qué? ¿A ustedes también les aparecieron esos túneles raros? – preguntó Goku.

- Así es – afirmó Frost.

- Vaya, ese Mabus Herzog nos tuvo caminando en círculos – agregó el Virrey Sadala.

En eso Caulifla preguntó:

- Oigan ¿Dónde están Kale y Black?

- Es cierto, no están aquí – concordó Zamasu.

Pero Vegeta no le tomó mayor importancia:

- Pues será cuestión de tiempo para que aparezcan, así que solo tendremos que esperarlos.

Dicho y hecho los muchachos se quedan esperando nuestra llegada, pero eso sería imposible ya que por alguna extraña razón Kale y yo seguíamos caminando por los diversos túneles que iban apareciendo a medida que íbamos avanzando, por mientras Kale decidió romper la monotonía del ambiente:

- Oye Black.

- Dime.

- ¿Qué harás con Mabus cuando lo encuentres?

- Buena pregunta amor, aunque siendo sincero no lo había pensado con detenimiento, pero siento que torturarlo hasta matarlo no sería suficiente como para hacerle pagar por todo el mal que ha causado, ya pensaré en el castigo perfecto para ese viejo de pacotilla.

Las paredes y techos siguieron moviéndose frente a nosotros creando más pasillos y pasadizos. Por su parte los chicos comenzaron a preocuparse por nosotros al ver que no aparecíamos por ningún lado:

- Oigan ya me estoy empezando a preocupar, han pasado casi 20 minutos y no aparecen por ningún lado – dijo Caulifla.

- Tienes razón – dijo Goku con seriedad.

A lo cual Vegeta meditando con los ojos cerrados suspiró para luego decir a los presentes:

- Esperémoslos 5 minutos más, si no aparecen iremos por ellos.

Los demás asienten, mientras nosotros continuamos caminando por los interminables pasadizos hasta que finalmente vemos una luz al final de este:

- Mira Kale, por allá al frente.

- ¿Será la luz de una habitación? – preguntó Kale.

- Eso parece, vamos allá.

- Sí

Ambos nos acercamos lentamente hacia esa tenue luz al final del túnel esperando una trampa o algo peor, pero cuando llegamos al final solo vimos una habitación oscura iluminada únicamente por una lámpara al centro bajo la cual se encontraba un sujeto arrodillado dándonos la espalda el cual susurraba de manera inquietante, entonces Kale y yo comenzamos a acercarnos lentamente al misterioso sujeto para oír con mayor claridad sus susurros, fue ahí que distinguí una voz familiar:

- Te dije que no me rescataras... Ahora Mabus huirá y se saldrá con las suyas...

Y yo completamente extrañado pregunté:

- ¿Sir... Heobat? ¿Eres tú?

Pero el tipo no contestó y continuó con su perturbador monólogo:

- Yo había confiado en ti... Pero me fallaste... Le fallaste al universo... Tu dejaste morir a mi gente sin piedad...

A lo cual contesté:

- No, no, espera un momento, admito que cometí algunos...

Sorpresivamente Heobat voltea su cabeza desnucándose como la niña del exorcista y termina la frase:

- ¡ERRORES! Sí, errores – sonrió de forma perturbadora.

Y el cuerpo comienza a levitar a la vez que lentamente sus brazos y piernas comienzan a torcerse al punto de dislocarse y romperse mientras comienza a decirme:

- Los errores son inaceptables Black...

- Pero ¿Qué diablos? – pregunté desconcertado.

- ¡Yo confié en ti y tú! ¡ME FALLASTE! ¡ME FALLASTE! ¡ME FALLASTE!

El maltrecho cuerpo continúo repitiendo "¡me fallaste!" deformándose y torciéndose cada más a medida que repetía dichas palabras hasta que finalmente Heobat comenzó a reír de manera maniaca para que después su cuerpo estallara en una masa putrefacta de huesos astillados y sangre coagulada salpicándonos a Kale y a mí:

- ¡Ah que asco! – dijimos Kale y yo.

Mientras los ecos de la risa de Heobat seguían resonando en el ambiente la cual lentamente comenzó a mutar en otra voz familiar la cual reconocí al instante, seguida de unos ojos verdes fosforescente situados a un rincón de la habitación, de inmediato grité:

- ¡Vesta! ¿Qué hiciste bastardo?

- Jugar un poco con ustedes jajaja.

Continuará...

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