42. Un esperado Reencuentro.
En el capitulo anterior: Después de una ardua batalla nuestro protagonista finalmente consiguió su tan anhelada Doctrina Egoísta Perfecta alcanzando el poder de Wiss y de los Ángeles en general, llamando la atención de Goku y Vegeta quienes de inmediato fueron al planeta de Bills para ver de qué se trataba y después de una pequeña charla Black devolvió a Goku a la Tierra y Vegeta se quedó a entrenar con Wiss.
Ya han pasado 3 meses desde el Torneo del Poder y 1 año desde que reencarné en Black (sin contar el tiempo que pasé en la Habitación del Tiempo), dichos 3 meses fueron de intenso entrenamiento en los que después de docenas de "combates a muerte" con Wiss finalmente conseguí controlar la Doctrina Egoísta a voluntad, por su parte Vegeta también pudo alcanzar la Doctrina Egoísta, aunque parcialmente, por otro lado además de los entrenamientos tuve algunas "salidas a terreno" con Wiss para familiarizarme con los quehaceres de un Dios de la Destrucción en las que solía cumplir con los encargos de Bills tales como destruir estrellas y planetas viejos, acabar con individuos que amenazaran con el balance universal y obviamente mantener vigilado a Freezer para que no causara problemas como de vez en cuando traer de vuelta a Goku a la Tierra cuando se escapaba a entrenar, por último aproveché esos 3 meses para entrenar la magia junto a Zamasu y desarrollar técnicas especiales. La verdad estaba bastante satisfecho con los resultados obtenidos, pero a la vez echaba de menos a Kale y Caulifla, fue entonces que le dije a Wiss:
- Señor Wiss.
- Si, señor Black – dijo el ángel.
- ¿Podría comunicarse con la señorita Vados? Por favor.
- Es por lo de la visita a Kale y Caulifla ¿Cierto?
- Eh, sí – respondí sonrojado.
- Bien, me pondré en contacto con ella de inmediato.
Wiss proyectó un holograma en el que apareció Vados, al verla le dije:
- Hola, señorita Vados.
- Hola, señor Black ¿Qué se le ofrece?
- Pues quería conversar con el señor Champa sobre mi visita al Universo 6, a Kale y Caulifla para ser más específico.
- Oh, ya era hora, ellas estuvieron entrenando conmigo desde hace un mes y no han parado de preguntar por usted.
- ¿Enserio? – pregunté sonrojado.
- Así es – respondió Vados – de hecho, el señor Champa estaba harto de escucharlas hablar de usted.
De inmediato reí por aquello y luego dije:
- Pues que se aguante, porque ahora va a tener que hablar conmigo directamente.
Vados rio para luego decir:
- Enseguida lo traigo, señor Champa, el señor Black quiere hablar con usted.
Por mientras a la distancia podía escuchar Champa reclamando:
- ¡Black! ¡Ya no quiera saber nada de él! ¡Esas mocosas me tienen vuelto loco de tanto que hablan de Black! ¡No quiero hablar con él!
Entonces yo dije:
- Oh que pena y justo tenía pensado traerle comida del Universo 7.
Al oír la palabra comida Champa dijo a la distancia:
- Aunque podría hacer una excepción.
Luego dije:
- Por cierto, señorita Vados ¿Las chicas están ahí?
- Sí, pero están descansando – dijo Vados.
- Oh, entiendo – dije algo ansioso.
En eso Champa irrumpe en escena:
- ¡Ya vine! Ok, dime que es lo que quieres.
- Quería preguntarle si me deja ir al Universo 6 – le dije en el tono más amable.
- Lo pensaré – dijo Champa haciéndose de rogar.
Luego agregué:
- Considere que, si me deja ir Kale y Caulifla dejarán de molestarlo conmigo, además de que le traeré algo delicioso para degustar.
- Bien, entonces sí, te dejo ir – dijo Champa convencido.
- Pero ¿Por cuánto tiempo? – pregunté.
- Lo que tú quieras, con tal de que las 2 me dejen en paz es más que suficiente para mí – contestó Champa.
Y yo rebosante de alegría por la respuesta de Champa dije:
- Muy bien, entonces está hecho, vamos señor Wiss.
- Enseguida vamos – dijo Wiss haciendo aparecer el cubo.
Cuando de pronto Bills dijo:
- ¡Alto ahí los 2!
- ¡Bills! – dijo Champa aún en la proyección.
- ¡Champa! – contestó Bills.
- ¡¿Qué quieres ahora?! – inquirió Champa.
Entonces Bills dijo:
- Nadie irá a ningún lado hasta que cumplan con mi encargo.
Desconcertado dije:
- ¿Enserio, un encargo? Justo ahora.
- Así es – dijo Bills desenrollando una lista de varios metros – necesito que destruyas estas estrellas viejas, también quiero que destruyas estos otros planetas, extingas estas especies y acabes con este demonio que lleva destruyendo planetas durante unos días en el Cuadrante Sur del Universo.
- Ok – dije con seriedad - ¿Algo más?
- O sí – dijo Bills – también quiero que le hagas una visita a Freezer para que te informe de sus actos, para evaluar si amerita destruirlo.
Algo molesto por la actitud de Bills dije:
- Como jode – suspiré - pero qué más da, mientras más pronto mejor, además que lo paso bien en mis salidas a terreno.
Por su parte Champa le recriminó a su hermano:
- ¡AAAHH! ¡No es justo Bills! ¡Siempre te sales con la tuya!
- Vas a tener que aguantar a las chicas por un rato – dijo Bills mostrándole su lengua a champa.
- Como te odio hermando – gruñó Champa.
De inmediato intervine para calmar los ánimos de ambos dioses:
- Bueno no se preocupen, lo haré lo más rápido posible.
- Y no olvides la comida – dijo Champa.
- Por supuesto que no – contesté para luego dirigirme a Vados - por cierto, señorita Vados, apenas termine con el encargo iremos al Universo 6.
- Muy bien señor Black, lo estaremos esperando.
Champa por su parte pensó "¡DATE PRISA!", finalmente me despedí de ambos y acto seguido Wiss desvaneció el holograma mientras yo le decía:
- Muy bien señor Wiss hagamos ese encargo, usaremos el Kai Kai, de ese modo llegaremos más rápido a nuestros objetivos.
- Lo acompaño señor Black – dijo Wiss para luego decirle a Bills - lo ve señor Bills, así es como debería trabajar un Dios de la Destrucción, debería aprender de Black.
- Solo vayan – dijo Bills con envidia.
- Kai Kai – dije yo.
Y de inmediato nos teletransportamos frente a la estrella que debíamos destruir y Wiss me dijo:
- Este es nuestro primer objetivo una gigante roja que ya está a punto de morir, la idea es destruirla para que la nebulosa resultante de origen a nuevas estrellas.
- Bueno eso será fácil – contesté.
Extendí mi dedo índice y lancé un poderoso rayo de ki que hizo explotar la estrella dando origen a una bella nebulosa planetaria, entonces dije:
- Espero que surjan nuevas estrellas y planetas de aquí. Muy bien, primer objetivo listo - tachándolo de la lista - vamos por el siguiente, Kai Kai.
Nos teletransportamos a la siguiente estrella para repetir el proceso y así seguimos durante casi 1 hora hasta que finalmente ya habíamos destruido todas las estrellas que aparecían en la lista, luego Wiss me dijo:
- Excelente trabajo, ahora vamos con los planetas.
- Ok, señor Wiss, Kai Kai.
Nos transportamos frente a un mundo moribundo y Wiss me comentó:
- Este planeta está prácticamente muerto, su núcleo se enfrió, la actividad tectónica cesó y su campo magnético ha desaparecido provocando que su atmosfera se escapara al espacio junto con sus océanos, no obstante, hay muchos mundos nuevos aptos para albergar vida, pero ese proceso tomaría millones de años.
Entonces deduje:
- Por lo tanto, hay que destruir este planeta para que sus componentes orgánicos rieguen a los mundos vecinos acelerando el proceso.
- Ohohoho, me ha sacado las palabras de la boca – contestó Wiss entre risas.
- Muy bien, debo ajustar la fuerza y el ángulo de disparo... ¡Toma!
Lancé una onda de ki que impactó en el planeta reduciéndolo a escombros los cuales no tardaron en bombardear los planetas vecinos, luego dije:
- Ahora, vamos al siguiente planeta, Kai Kai.
Entonces llegamos al otro planeta para destruirlo y para luego pasar al siguiente, fue así como pasó otra extenuante hora en la que destruí cientos de planetas moribundos a lo largo de todo el Universo 7, hasta terminar ese ítem de la lista, luego de eso le dije a Wiss:
- Muy bien ya tenemos 2 de 5 ítems listos, nos hemos desecho de todas las estrellas y planetas que aparecían en la lista, ahora nos queda extinguir estas especies que son unas 15, oh vaya que poco, luego matar a ese demonio que apareció hace unos días y supervisar a Freezer.
- Bien, entonces vamos por ello – dijo Wiss.
- ¡Si señor! – contesté motivado - Kai Kai.
Llegamos al planeta donde estaba la especie que debía extinguir, de inmediato Wiss me comentó:
- Muy bien, como podemos apreciar este planeta se encuentra dominado por una especie bastante fuerte, pero carente de inteligencia, dicha especie ya alcanzó su límite evolutivo y su actividad está poniendo en riesgo el desarrollo de otras especies con más potencial evolutivo como también la disponibilidad de los recursos.
- Entonces debo eliminar esta especie para que el resto pueda seguir desarrollando y no se agoten los recursos – supuse.
- Correcto – dijo Wiss.
- Muy bien, aquí voy – dije mientras cargaba una Supernova en la punta del dedo.
- ¡Espere! – exclamó Wiss.
- ¿Qué sucede? – pregunté al ángel.
- Use menos energía, o sino destruirá el planeta – sugirió Wiss.
- Oh cierto – contesté entrando en razón - es que la costumbre, usted sabe.
- Ohohoho, lo sé – rio Wiss.
- Muy bien – dije mientras apuntaba - menos potencia.
Cargué una Supernova, pero con menos potencia, la suficiente para provocar una explosión como el meteorito (ataque de Bills) que extinguió a los Dinosaurios y luego dije:
- ¡Toma!
Lancé el ataque el cual impactó en el planeta provocando una gigantesca explosión cuya bola de fuego cubrió buena parte de un continente mientras que la nube de polvo resultante poco a poco se iría esparciendo por el planeta sumiéndolo en un invierto nuclear, luego nos teletransportamos para extinguir las otras 14 especies que nos quedaban.
Una vez terminadas las extinciones solo nos quedaba acabar con el demonio y supervisar a Freezer, por lo que me concentré en todos los ki presentes en el universo hasta que encontré una presencia desagradable por lo que de inmediato nos teletransportamos hacia donde estaba el demonio, una vez ahí Wiss me dijo:
- Ese es el demonio que ha estado causando problemas.
- Pues se parece al Pequeño Buu – dije con algo de nostalgia.
- Oh, es verdad.
- Aunque no es tan fuerte, con suerte tiene la fuerza de un Super Saiyajin 2 primerizo.
- Bueno, ya sabe lo que tiene que hacer, señor Black.
- Por supuesto señor Wiss – aclarándome la garganta - ¡Oye tú demonio!
De inmediato el demonio volteó para ver se que se trataba contestando con algunos gruñidos:
- ¿Mmm? – gruñendo - ¡AAAAAAHHH!
Rápidamente el demonio se abalanzó sobre nosotros apenas nos vio, pero inmediatamente lo detuve con una sola mano para después dejarlo inmóvil con mi telequinesis, entonces le dije:
- El único que puede destruir aquí – haciendo una pausa dramática - soy yo - extendiendo mi mano sobre el demonio - Hakai.
- ¿Eh? ¡AAAAAAAHHH!
De inmediato aquel demonio comenzó a desintegrarse hasta desparecer por completo, luego le dije a Wiss:
- Tanto le costaba a Bills haber hecho esto con Majin Buu hace 5 millones de años atrás.
- Para nada – contestó Wiss - pero como usted debe suponerlo, estaba durmiendo para cuando eso ocurrió.
Ante lo cual dije:
- Mientras los Kaioshin eran asesinados por Buu, que irresponsable - metiéndome el dedo meñique en el oído - pero bueno, no se le pueden pedir peras al olmo, ahora solo nos queda supervisar a Freezer.
- Ya lo encontré – dijo Wiss mirando su báculo.
- Muy bien, vamos para allá, Kai Kai.
En un instante aparecimos frente a Freezer quien se hallaba en su nave, el cual sorprendido me dijo:
- ¿Black? ¿Pero qué haces aquí? ¿Acaso Bills te ordenó matarme? - poniéndose en guardia.
- Nada de eso Freezer – contesté.
- Entonces ¿Qué quieres? – inquirió el tirano.
- Solo vine para supervisarte, el control de rutina, ya sabes – contesté despreocupado.
- Uf... que bueno que solo sea eso, pensé que Bills ya quería deshacerse de mí.
A lo cual contesté:
- Si no haces una estupidez no habría motivo, por cierto ¿Cómo va el Imperio?
Freezer un poco extrañado por la pregunta respondió:
- Todo bien, supongo.
Entonces procedí a preguntarle al tirano:
- No ha habido genocidios ¿Cierto?
- Ninguno – respondió Freezer.
- ¿Ni represiones violentas? – continué.
- Unas cuantas – dijo Freezer.
Finalmente, la pregunta más importante:
- ¿Ni abusos de poder o restricciones a las libertades civiles, económicas y políticas?
- ¡¿QUEEÉ?! – inquirió Freezer desconcertado.
- Solo bromeo – le dije dándole una palmada en la espalda - pero en general no hay nada fuera de lo común y todo está en orden lo cual me parece bien, además tampoco veo que se esté afectando el equilibrio del universo, así que doy esta inspección por aprobada, lo que significa que puedes seguir con tus actividades.
- Oh, pero que alivio – dijo el Demonio del Frío un tanto irritado por mi intromisión.
Luego de la inspección le dije a Freezer:
- Bien ya no te quito más de tu tiempo, aunque solo quería hacerte una sugerencia.
- ¿Y cuál sería esa sugerencia? – inquirió Freezer con una vena marcada en la frente.
Y yo le propuse:
- Trata de contribuir con el desarrollo de la calidad de vida de tus súbditos, entrena bien a tus soldados, fomenta el desarrollo tecnológico y trata de enfocarte en el bienestar de los más débiles.
Incrédulo Freezer me cuestionó:
- No digas tonterías, como voy a estar preocupándome por eso, es simplemente ridículo.
Entonces le dije:
- Entiendo a la perfección tu desprecio por las razas débiles, como también el poco aprecio que les tienes a las personas, pero créeme si sigues mis sugerencias la gente te lo agradecerá y te apoyará lo cual te permitirá prevenir una posible eliminación por parte de Bills y de mí, como también facilitar la administración de tu Imperio y ni hablar de los millones de voluntarios que estarán dispuestos a engrosar las filas de tu ejército.
Pensativo Freezer dijo:
- Mmm... eso se oye interesante.
Y ya para terminar dije:
- Bien, creo que es todo, vámonos Wiss.
- Cómo usted diga, señor Black.
- Kai Kai.
Nos teletransportamos de vuelta al palacio de Bills, entonces al vernos Bills se sorprendió y nos dijo:
- Tan rápido.
- ¿Cómo que tan rápido? – le cuestioné - Me tomó 3 horas cumplir con los deberes que a usted le corresponden.
A lo cual Bills responde:
- Es que hacer esas tareas a mi toman por lo menos una semana o más.
Entremedio Wiss susurra:
- Es que el señor Bills solo se dedica dormir – riendo.
- ¡Cállate Wiss! – dijo Bills.
Wiss solo rio ante el enfado de Bills mientras yo agregaba:
- Lo que pasa es que usé el Kai Kai, por eso pudimos movernos tan rápido por todo el universo, de lo contrario nos hubiera tomado un par de días o más.
- Maldición – se quejó Bills.
- ¿Qué le molesta señor Bills? – pregunté desconcertado.
- Ese Champa tuvo suerte – dijo el Hakaishin.
- ¿Suerte? ¿A qué se refiere con...?
En ese momento comencé a hilar cabos para luego decir un poco molesto:
- ¡Ah! Entonces de eso se trataba.
- ¿Qué? – dijo Bills haciéndose el tonto.
Entonces procedí a recriminarle:
- Lo sospeché desde un principio, usted apenas escuchó mi idea de ir a visitar a Kale y Caulifla y considerando que eso aliviaría a Champa de sus molestias con ellas usted quiso retardar premeditadamente mi salida para que este siguiera sufriendo y así salirse con la suya.
Sorprendido Bills simplemente niega diciendo:
- No, pero que cosas dices, yo jamás haría eso – cínico.
Por su parte Wiss dijo:
- El señor Bills es malo mintiendo.
- ¡SHHHH! Cállate Wiss – dijo Bills con evidente nerviosismo.
Luego yo dije:
- A mí no me engaña señor Bills, pero no importa, de todos modos, disfruté haciendo su trabajo.
- Y vaya que lo hace bien – agregó Wiss para molestar a Bills.
En eso Bills un poco molesto tuvo otra ocurrencia:
- Tsk... lo disfrutaste ¿Eh? Entonces - con malicia - ¿No te gustaría asumir como Dios de la Destrucción en este preciso instante?
- No me joda – contesté rojo como tomate - yo seré quien decida cuando asumiré como Dios de la Destrucción, ahora si me disculpa tengo un Universo que visitar, vámonos Wiss.
- Como usted ordene señor Black - mirando de forma burlona a Bills.
Ante esto Bills solo suspiró bajando una oreja para luego decir:
- Ay, ya nadie respeta al Dios de la Destrucción.
Después precedí a despedirme de Vegeta y Zamasu, para dejar a Bills al final:
- Oh, por poco lo olvidaba, adiós señor Bills.
- ¡Solo váyanse! – dijo el gato morado irritado.
En eso Wiss hizo aparecer el cubo de transporte y nos fuimos hacia el Universo 6, pasaron unos cuantos minutos en los cuales estuvimos observando las estrellas y galaxias pasando a nuestro lado hasta que luego de un rato viajando Wiss me dijo:
- Ahora estamos entrando al Universo 6.
- Maravilloso – contesté pensativo.
- ¿Qué piensa señor Black?
- Estaba pensando en que acabo de olvidar la comida que le iba a traer al señor Champa.
- No se preocupe, enseguida me encargo de eso - con su báculo hace aparecer varias cajas con arroz, sushi y demás platillos de oriente.
- Gracias, señor Wiss, de verdad me salvó el pellejo – suspiré.
- De nada – agradeció Wiss.
Luego de eso procedí a preguntarle a mi mentor:
- Por cierto, considerando el hecho de que voy a estar un tiempo en otro universo, que sugerencias me da al respecto, me refiero a las reglas básicamente.
- A ver – dijo Wiss dándose un tiempo para pensar - Bueno, en primer lugar le sugiero evitar destruir los planetas, estrellas o galaxias de ese universo, también evite intervenir en los asuntos o problemas propios del universo, salvo si lo halla estrictamente necesario, aunque para ello le sugiero pedir permiso a Champa y tercero, bueno déjeme ver – pensando - o ya lo tengo, obviamente nos está demás decirle que respete las culturas y tradiciones locales, aunque por si acaso aquí le entrego - haciendo aparecer un folleto - un folleto turístico del Universo 6 con un mapa estelar incluido, como también zonas de interés y una breve reseña histórica de las culturas y civilizaciones existentes.
Yo fascinado tomé el folleto y dije:
- Excelente, me lo guardaré para leerlo más tarde, ya me dieron ganas de aprender todo sobre el Universo 6 y de todos los Universos en general, apenas llegue buscaré una biblioteca para informarme
- Se nota que le gusta leer, supongo que en su vida pasada también era así de curioso – dijo Wiss intrigado.
- Así es, no se imagina todas las cosas que leía y las reflexiones que de vez en cuando tenía, aunque la mayoría de la gente pasaba por alto esas cosas por lo que se me hacía muy difícil sostener una conversación con ellos, eran tan... cómo decirlo para que suene ofensivo, mmm... imbéciles, inferiores ¡Jajaja! Es broma, eran muy básicos, planos, superficiales, por fortuna mi familia no era así.
- Por lo visto era una persona muy especial.
- Sí, tal vez lo fui – contesté recordando el pasado - pero dejemos a un lado el pasado que me distrae del presente.
- Bueno en ese caso ya estamos por llegar al palacio del señor Champa – dijo Wiss.
- ¿En cuánto tiempo más o menos? – le pregunté ansioso.
- 5 minutos.
- Muy bien -sobándome las manos.
Los 5 minutos por fortuna pasaron en un abrir y cerrar de ojos, el cubo aterrizó en el palacio de Champa y como era de esperarse ahí estaban Vados y Champa, no obstante, también venían acompañados de Kale, Caulifla y Kyabe quienes nos esperaban ansiosos, de inmediato bajamos y nos saludamos:
- Hola, hermana – dijo Wiss.
- Hola, hermano – contestó Vados.
Por mi parte dije:
- Buen día señorita Vados y también para usted señor Champa.
- Buen día señor Black – dijo Vados.
- ¡Tardaste mucho, por poco elimino a esas mocosas! – se quejó Champa.
De inmediato se acercó Caulifla dándome un golpe en el brazo mientras me decía:
- Hola Black.
- Hola Caulifla, cuanto tiempo sin...
Pero antes de terminar mi frase Caulifla miró a Champa diciéndole bastante molesta:
- ¡¿A quién le dices mocosa gato gordo?!
- ¡No me hables de esa manera mocosa, soy un Dios! – dijo Champa bastante ofendido.
Frente a esa escena simplemente reí para luego decir:
- Ay Caulifla tan peleadora como siempre, por cierto ¿Kale?
- Hola Black – dijo Kale abrazándome con fuerza.
- Hola Kale – correspondiendo al abrazo - ¿Cómo has estado?
- Bien, ha pasado tanto tiempo desde el torneo, pensé que no te iba a volver a ver – dijo la saiyajin con algo de lágrimas en su rostro.
De inmediato la acaricié en el cabello para consolarla:
- Ay, pero como ibas a creer eso, yo trato siempre de cumplir mis promesas ¿Me ves? Aquí estoy.
- Qué bueno hayas venido Black, te extrañé - dándome un beso en la mejilla.
- Yo también te extrañé Kale - dándole un beso en la frente.
Luego nos abrazamos juntando nuestros rostros, pero sin llegar a besarnos, solo nos limitamos a mirarnos a los ojos, hasta que de pronto Champa interrumpió:
- Y hablando de cumplir promesas ¿Me trajiste esa comida deliciosa que me prometiste?
- Claro que la traje, aquí está - teletransportando las cajas que me dio Wiss.
Champa tomó las cajas y dijo:
- Oh, pero que bien se ve.
Luego de eso Wiss me dijo:
- Muy bien señor Black es hora de irme, cuando quiera volver me avisa.
- Por supuesto, adiós señor Wiss.
- Adiós a todos – dijo Wiss.
- ¡Adiós! – respondieron todos al unísono.
Apenas Wiss abandonó el lugar me fijé en Kyabe y le dije:
- Oh por poco lo olvido, hola Kyabe ¿Cómo has estado?
- Hola, señor Black – haciendo una reverencia - he estado muy bien y ¿Usted?
- Mejor que nunca – le dije.
En eso irrumpe Caulifla y me dice:
- ¡Oye cuéntanos sobre eso de que alcanzaste la Doctrina Egoísta y que superaste a los Ángeles!
- Claro, claro ¿Por dónde empiezo? – comencé a pensar.
Pero antes de responder Champa nos interrumpió:
- Chicos no quiero se aguafiestas con ustedes, pero ¡¿SE PODRÍAN MARCHAR?!
A lo cual Caulifla respondió:
- No te tenemos miedo, ya que ahora tenemos Black quien podría borrarte en un instante ¿Cierto?
- ¿Qué? – pregunté sonrojado – Por favor no vale la pena pelear por algo tan nimio, mejor vamos al Planeta Sadala para conversar más a gusto.
Los 3 saiyajin asintieron, mientras Vados por su parte nos dijo:
- Si quieren puedo llevarlos.
Y yo respondí:
- No hay necesidad de que se moleste señorita Vados, los puedo llevar a todos a Sadala con un Kai Kai.
- ¿La teletransportación de los Supremos Kaiosama? – preguntó intrigada.
- Si, esa misma – respondí.
- ¿Cómo la dominaste? Se supone que solo los Supremos pueden usar esa técnica.
Entonces le expliqué:
- Lo que pasó fue que mientras estuve fusionado con Zamasu usamos la técnica varias veces y logré entender su naturaleza y asimilarla, nada más necesito tener un conocimiento amplio de la zona y me puedo teletransportar a donde se me antoje.
De inmediato los chicos opinan.
- Eres increíble – dijo Kale.
- Estoy de acuerdo – agregó Caulifla.
- Lo mismo opino – sentenció Kyabe.
- Muchachos no es para tanto – dije con modestia - Muy bien, ahora nos vamos, pero antes debo revisar el mapa estelar que me dio Wiss para ubicarme bien.
Comencé a observar el mapa hasta hallar nuestra ubicación y la del planeta Sadala, entonces dije:
- ¡Lo tengo!
Entonces Vados nos dijo:
- Bien, entonces nos estaríamos viendo pronto, adiós.
- Adiós, señorita Vados – dijimos los 4 al unísono.
Luego le dije a los muchachos que se sujetaran de mi e hice el Kai Kai apareciendo en el planeta Sadala al instante, entonces al ver aquel planeta dije:
- Así que este es el planeta Sadala, mmm... es muy parecido al planeta Vegeta.
Mientras Caulifla suspiraba:
- ¡Uff! Al fin en casa.
Por su parte Kale me preguntó un poco tímida:
- Y dime Black... ¿Te gusta?
A lo cual contesté:
- Sí, aunque es un poco desolado y seco, le hace falta vegetación y agua.
- Es cierto, no es como la Tierra – agregó Kyabe.
De inmediato Caulifla me pregunta:
- ¿Y cómo es la Tierra?
- Bueno, es más o menos bonita, cielos azules, grandes océanos, ciudades y mucha vegetación.
- No sería mala idea ir para allá algún día – dijo la peli punta.
- Cuando quieran las puedo llevar para que conozcan mi planeta – les ofrecí.
- Sí sería interesante ir allá – dijo Caulifla - aunque ya me está dando hambre, vamos a nuestra guarida, ven Black.
- Ok – contesté.
Los 4 emprendimos vuelo hacia la guarida de Kale y Caulifla, durante el camino les pregunté a las chicas:
- Y díganme ¿Qué tal han sido las cosas, todavía se dedican a la delincuencia?
- Bueno... – dijo Kale - Nosotras... Eh...
- Si y no – respondió Caulifla - pero este último tiempo nos hemos enfocado más en el entrenamiento.
- Ya veo – dije un tanto intrigado.
Luego Kale pregunta:
- Y ¿Qué ha sido de tu vida Black?
- Lo de siempre, entrenar con Wiss, hacer el trabajo del señor Bills, nada fuera de lo común.
- Entonces – agregó Caulifla - ¿Es cierto que superaste a Wiss y a los Ángeles?
- Bueno, tal vez sí, pero mejor hablemos de eso cuando lleguemos.
- Se ve que te gusta el suspenso – dijo Caulifla.
Entonces yo miro al lector:
- Así es, de hecho, cuando escribía novelas en mi otra vida me aseguraba de cortar las historias antes de la mejor parte para alimentar la curiosidad de mis lectores - guiñándole el ojo al lector.
- ¿A quién miras? – inquirió Caulifla,
- No lo sé – le dije – tal vez a otra realidad o algo por el estilo ¿No les pasa que a veces piensan que son parte de una historia y que hay seres que nos observan desde un plano existencial superior, más allá incluso de los Zeno Sama?
- No nunca – respondieron los 3.
- Pues a mí a veces me pasa.
- Bien, ya estamos por llegar – avisó Caulifla.
- Excelente – dije entusiasmado.
Después de 5 minutos volando llegamos a la guarida de Kale y Caulifla, luego Caulifla abrió la puerta mostrando el interior en el cual se hallaban los miembros de la pandilla de Caulifla, al vernos de inmediato los compañeros de Caulifla dijeron:
- Bienvenida de vuelta señoritas Kale y Caulifla.
- ¡Ahórrense los saludos para más tarde tontos! – respondió Caulifla - Les ordeno que preparen un gran banquete para la noche porque tenemos a un invitado importante – señalándome - ahora... ¡Muévanse!
- Como usted diga señorita Caulifla – dijeron los pandilleros con miedo.
De inmediato los compañeros de Caulifla se movieron para organizar el gran banquete de bienvenida mientras los 4 observábamos como ellos organizaban todo.
Continuará...
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