Capítulo 6.-Invencible

Capítulo 6.-Invencible.

A la distancia, se puede ver un gras rastro de destrucción generado por la batalla librada en lo que alguna vez fue el reino de hielo.

El mar se separa, permitiendo ver el fondo. Jo y el Hoopa se encuentran observando este espectáculo, mientras que un ejército de pokémon "poseídos" están a sus espaldas.

—Ah, bien ¿Nos vamos? —pregunta el tipo siniestro.

Rose les observa nerviosa, siendo incapaz de vencer al Zoroark no puede hacer nada más.

—Si te llevásemos serías una carga por lo que te dejaremos aquí, salúdame a Steven —dice comenzando a alejarse de la Lopunny.

Frustración, esa era emoción que nació dentro de la joven capitana, siendo incapaz de hacer algo frente a tamaño enemigo ¿Podría abanderarse de ello como en el pasado? Hasta ahora, no ha podido hacer ni una sola cosa destacable.

No pudo hacer nada durante la invasión a su hogar, ni la del festival o la de la ceremonia.

Deteniéndose a pensarlo un momento ¿No es el objetivo de Jo y el Hoopa extraño? Un deseo, eso suena realmente increíble y siendo así ¿Por qué tienen que hacer esto? De hecho ¿Qué condición les haría realizar tales atrocidades sin ningún miramiento.

—Rose —musita la Salamence con preocupación.

*Narra Steven*

Salgo disparada contra un árbol, mismo que se agrieta y hiera aún más mi espalda.

—¡Mueran, mueran, mueran! —exclama el Kyurem en un frenesí.

Lanzando hielo por doquier todos esquivamos como podemos, incluso los heridos —y al borde la inconsciencia— ya se han despertado, siguiendo esquivando cuanto puedan.

En un momento, el Kyurem se detiene y en ese momento aprovecho para atacarle con fuerza Lunar, Mew con onda certera y Diancie con Tormenta de Diamantes. Pese a recibir todos estos ataques, el tipo hielo permanece de pie.

—Es una broma ¿Verdad? —pregunta Lillie en pánico.

Con un estruendoso rugido vuelve a cargar contra nosotros.

Aunque para mí sorpresa, cierta pokémon aparece mientras utiliza puño meteoro para golpear al Kyurem, quien al recibir el ataque termina en el suelo.

—¿Castia? —pregunto sin poder creerlo.

Frente a nosotros, se encuentra la Lucario en su forma mega. Colocándose enfrente nuestro.

—No hay tiempo para explicar —declara la tipo lucha—. Por ahora sólo esperen.

Fuerte era quedarse corto, en el siguiente instante, usando combate cercano y con sólo eso fue capaz de finiquitar al Kyurem, quien cayó al suelo, inconsciente.

"Siento que olvido algo"

El Kyurem comienza a emitir un brillo.

Recordando al Hypno creí que el legendario estallaría, pero no fue así en absoluto.

De hecho, la luz volvió a sus amarillos ojos, aunque el pokémon lentamente comenzó a desvanecerse.

—G..Gracias —dijo el tipo hielo con dificultad.

Castia suspira.

—¿Y bien? —cuestiona Castia mirando en mi dirección.

Tras lo cual le contamos lo del secuestro de Rose, así como lo de Mew y el reino de la arena.

—Poketlantis ¿Huh? Eso no está muy lejos —musita la Lucario.

—Magearna se siente aburrida de ir de aquí para allá —declara la tipo Acero/Hada suspirando.

Asintiendo de acuerdo con el comentario de Magearna se encuentra Lillie.

Mew hace rato que se durmió en el suelo.

"Se va enfermar si duerme tan descuidadamente en el suelo"

Finalmente un momento de pausa, aunque........

Quizás no deberíamos estar descansando tan tranquilamente, sino persiguiendo a Jo. Lo cual me recuerda ¿Quién demonios es ese Hoopa? Definitivamente es otro "jugador" pero....

"¡No pienses en ello!"

Por ahora céntrate en lo que tienes en frente.

—En todo caso, ¿Qué haces aquí, capitana Castia? —cuestiona Lillie.

—Vine para apoyar, después de todo perdimos el rastro con Kristal —declara la capitana—. Aunque, por lo que puedo ver, tu harén no para de crecer.

Dijo eso último en voz baja por lo que sólo yo que estoy cerca de ella pude oírla.

—C-Castia —respondo con un ligero sonrojo—. ¿Q-Que estás diciendo?

—Veo que aún eres inocente —declara la Lucario con una expresión de sorpresa.

Iba a responder cuando recuerdo aquella noche y mi rostro se sonroja aún más.

—....

—¿Hm? ¿Por qué te quedaste tan callada repentinamente? —Me pregunta Castia con inocencia.

"Su inocencia me lastima"

Lillie, avergonzada, se oculta detrás de Magearna que tiene una risa burlona en su rostro.

Tras un rato más de charla relajada, observó que cerca del mar —Donde curiosamente no hay nieve o algún rastro de hielo, sino que termina unos cuantos centímetros antes.

En la orilla, encontramos a Rose y Kristal, ambas atadas.

"¿Eh?"

Pensando que era una trampa, todos observamos en todas direcciones mientras Rose mantiene una mirad vacía.

—Ya se han ido, no tienen por qué estar alertas —declara la Salamence.

Tras desatarlas, nos contaron todo lo que vieron, sobre todo la habilidad del Hoopa.

"Entonces, ¿Hace cuánto tiempo que comenzó esto?"

Rose observa su mano mientras la abre y cierra.

—¿Estás bien? —pregunta Castia acercándose.

—¿Eh? ¡Ah! Sí, sólo estoy pensando —comenta Rose con un tono melancólico.

Si mal no recuerdo, ¿No son los ojos de esos pokémon igual a los de ese Hypno? Si eso es cierto ¿No es aquel Hoopa indirectamente el culpable de lo de su pueblo?

—Yo, no pude hacer nada, pese a incluso tener ventaja de tipos.......... —susurra la Lopunny.

—No es que se-

—¡Incluso tú fuiste vencida! —exclama la tipo normal—. Es imposible que logremos ganar contra alguien como él.

Todos observamos a Rose.

—Jajajaja, bueno. Él siempre ha sido un genio, súmale a eso el talento como luchador así como que jamás luchará de buenas a primeras con alguien —declaro—. Pero, incluso alguien asì no es invencible ¿Sabes?

Ella me observa desconcertada.

—Incluso si lo dices ¿Cómo vas a lograr vencerlo? A diferencia de ti, él tiene talento innato para la lucha, así que como —Me pregunta agarrándome de los brazos.

—Explotando su único punto débil —expongo.

—¿Y cuál es? —Me pregunta.

—Es un secreto —respondo guiñando el ojo.

—A veces pienso que Steven es mucho más femenina que nosotras —declara Lillie.

Todas asienten.

—¡¿Eh?! —reclamo sintiéndome deprimida.

*Narra G (El Hoopa)*

Antes de su llegada, tan sólo me limité a probar mis habilidades y hacer conexiones mientras esperaba que llegara ese valioso compañero que Giratina me prometió.

Cuando finalmente lo hizo, apareció un Zoroark, que a diferencia mía, jamás titubeó a la hora de realizar cualquier acción, lo cual me aterrorizó hasta que lo descubrí llorando mientras observaba la luna.

"Es sólo un niño ¿eh?"

Al menos ese fue el pensamiento que cruzó por mi cabeza. Reconociendo que se asemeja mucho a mi propio hijo.

—¿Cuál es tu deseo? —Me pregunta Jonathan, el Zoroark—. Tú ya sabes el mío. Así que me gustaría conocer el tuyo.

Asiento, supongo que es justo.

—Mi deseo es......

To be continued.....

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