Capítulo 3.- ¿Tres son mejor que uno?
—Entonces, luego te veo —dice Castia saludándome mientras se retira y pasa de la puerta.
Al salir suelto un suspiro mientras veo como todos mis demás "hermanos" se acercan a mí, algo sorprendido por la cercanía me alejo levemente mientras el Elekid de antes me mira con una sonrisa pícara.
—Parece ser que eres todo un rompe corazones ¿Verdad? —Me dice el pokémon de tipo eléctrico.
—Y sobre lo que hablaron ¿Es cierto que vienes del exterior? —Me pregunta la pokémon zorro ansiosa.
—Estoy cansado —digo mientras me enrollo entre mis sabanas, para evitar más preguntas y lo consigo pues poco después se marchan de mi habitación.
En cuanto oigo que cierran la puerta, me destapo y suelto un suspiro.
—Veo que eres tímido —dice la voz de un chico.
Al final resultó ser uno de los otros dos Ralts quién me habló, para luego tenderme la mano en señal amistosa.
—Soy Drake, mucho gusto —dice el Ralts.
Detrás de él observo que se encuentra el otro Ralts, aunque de ése percibo una apariencia más delicada que la de Drake.
—¡Y yo soy Abbey! —declara la otra Ralts mientras golpea repetidamente mi espalda con sus "manos".
"¿Es normal que un Ralts tenga tanta fuerzo?" Pienso mientras me encojo ligeramente cada vez que recibo un golpe de Abbey.
—En fin, ¿Por qué no te gusta hablar de dónde vienes? —Me pregunta el Ralts.
—Castia me dijo que evitara hablar de ello —respondo.
—Vaya, ¿Ya se llaman por sus nombres? —Me pregunta Abbey con mirada picara.
—Cierto, la capitana viene del exterior igual que él, por lo que quizás son del mismo lugar —comenta Drake.
Aunque no creo que seamos del mismo lugar, es cierto que puede ser así, pero estamos hablando de todo el mundo por lo que la posibilidad es en realidad muy y sobre todo ya que ella es un pokémon del cual jamás supe su existencia.
—.......
La Ralts se me queda viendo fijamente y suspira mientras camina hacia la puerta.
—Bueno si no nos lo quieres contar no lo hagas, pero espero que nos lo digas algún día de estos, después de todo somos familia —dice la Ralts saliendo de la habitación.
—Bueno, te esperamos afuera —dice Drake saliendo detrás de la Ralts y cerrando la puerta.
Me quedé solo, otra vez.
"¿Me quedaré como un Pokémon para siempre?"
Esa duda, no me la podía quitar de la mente, aunque ¿Realmente importa que me quede así? Mis padres están mejor sin mí ¿Cierto? No tengo nada que perder.
Con eso dicho, salgo a paso inseguro fuera de la habitación, donde los otros dos Ralts esperan por mí con una sonrisa y me arrastran hasta una sala donde el resto de los pokémon de antes están jugando.
Un enorme parque de juegos al menos para nosotros está frente a mí y al percatarse de mi presencia ellos dejan lo que hacen y se acercan con cierta cautela. Primero viene el Zubat.
—Hola, yo soy Viena mucho gusto —Me saluda el pokémon tipo veneno/volador.
—Jejeje, creo que ya lo sabes pero soy Rem —Se presenta el pokémon seta.
—¡Hello, yo soy Bruno! —dice el Gligar.
—¡Aquí Enel! —exclama el tipo eléctrico.
—M-Mucho gusto s-soy Fania —tartamudea la Cleffa.
—¡Son todos muy ruidoso! —Se queja el Togepi.
—Tú nombre —pide Abbey.
—Zack —responde para luego chasquear la lengua.
"Parece ser que todos se han presentado" Al girarme para ver a los otros dos Ralts me encuentro con que hay otro más y el parece divertirse ya que se mantiene sonriendo.
—¿Un Ditto? —pregunto acusatoriamente.
—¡Error! —responde cruzándose de brazos.
Tras hacerlo, se hace una nube de polvo. De la cual sale el extraño Vulpix negro de antes.
—¿Acaso nunca habías visto a una Zorua? —pregunta con su tierna voz.
—No —respondo inmediatamente—. De donde yo vengo no hay ni un sólo Zorua.
—¡¿Eh?! ¡¿Enserio?! ¡Qué aburrido!.... Oh, cierto, mi nombre es Sora —dice la pokémon zorro.
—Un placer —respondo asintiendo.
Con eso dicho, aparentemente hemos terminado de presentarnos todos. Con excepción del Combusken y Grovyle de antes. Bueno, por ahora está bien ya tendré oportunidad de conocerlos.
—Niños —dice la señora Gianna—. ¿No les había dicho que ya era la hora de dormir?
—¡Sí!~ —responden
todos con excepción de mí al unísono.
"¿Existía esa regla?"
Sólo miro hacia todos lados y me limito a seguir la corriente, diciendo lo que toca. Todos regresamos a un pasillo con varias habitaciones, una por cada tres de nosotros y al final quedamos juntos los tres Ralts.
Yo me acosté en la parte baja de la litera, Drake en la superior y Abbey en la parte baja de la otra. Una vez apagamos las luces, cerré los ojos para ir junto a Cresselia.
—¡Oye, Steven! —Llama Abbey en un susurro.
Abro un ojo para observarla y a su lado también está Drake con una sonrisa astuta.
—¿Sí? —contesto sin darle mucha importancia.
"Algo dentro de mí me dice que los debo de ignorar"
—Vamos levántate —Se une Drake mientras me sacuden entre los dos.
—¿Qué? —respondo algo irritado.
Ellos se ven y ríen levemente.
—Cuéntanos sobre el exterior —dicen ambos con ojos brillosos.
Me les quedo viendo fijamente, como si estuviera en una competición de miradas.
—No —digo mientras me vuelvo a cubrir con las sábanas.
—¡Steven! —Ambos vuelven a jalarme las sábanas.
Dándome por vencido me siento en el borde de la cama y me pongo los dedos en la cien para tratar de soportarlos.
—¿Y bien? —digo viéndolos.
—¿Cómo es? —Me preguntan ambos.
—Pues bueno... ¿Cómo lo explico? —musito rascándome la nuca—. Es una gran región con diferentes bosques, ríos y agua, mucha agua.... Lo siento, no sé cómo explicarlo.
—Ah, que inútil —suspira Abbey.
—SI Jo estuviera aquí, quizás pudiera explicarlo mejor....
—¿Quién es Jo? —Me pregunta Drake.
Lo miro, dándome cuenta que dije mi último pensamiento en voz alta, aunque creo que no será muy difícil salir de esto.
—Oh, es mi mejor amigo —respondo sin darle muchos rodeos.
—¿Hm? ¿Y dónde está él? —Me cuestiona Abbey.
"Piensa en una manera de salir de esta sin revelar nada"
—Sigue en el exterior —respondo.
—Ya veo, pero aún no lo entiendo ¿Cómo llegaste aquí? —Pregunta Drake.
—¡Suficiente por hoy! —exclamo saltando a la cama y enrollándome entre las sábanas.
Ambos parecen hacer un puchero y se recuestan a dormir, o al menos eso pienso por lo que me relajo, cierro mis ojos para tratar de entrar en el mundo de los sueños junto a Cresselia.
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Al día siguiente despierto y observo que todos aún continúan durmiendo por lo que decido pararme, para salir de la habitación, por un momento me quedo mirando fijamente el picaporte y un recuerdo pasa por mi mente.
"Cierto, ¿No se supone que los Ralts tienen poderes psíquicos?"
Al pensar en eso, se me ocurrió la grandiosa idea de probar si los poseía, ¿Cuál fue el resultado? Un vergonzoso espectáculo que afortunadamente nadie alcanzó a ver pues lastimosamente no sucedió nada.
Suspirando decidí abrir el picaporte pero entonces me di cuenta de algo de lo que no me había percatado hasta entonces.
"¿Cómo voy a llegar al picaporte?"
Observo la diferencia notable de estatura que hay entre mi cabeza y aquel picaporte, siendo al menos desde mi punto de vista bastante alto.
"¿Y si salto?"
Con ese pensamiento traté de alcanzarlo saltando, pero lo único que conseguí fue lastimarme una pierna.
"Era verdad que los Ralts tienen un cuerpo débil"
Finalmente me rendí e iba a regresar a la cama, pero, cuando me di la vuelta observé a Abbey apenas pudiendo contener su risa, hasta el punto que su cara está totalmente roja.
"Diablos"
To be continued.....
Perdón por publicar hasta ahora, pero, tuve mi momento de retraso :v
(Se me olvidó guardar el capítulo, que ya había terminado y tuve que reescribirlo)
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