Capítulo 2.-Una persona inesperada.
Un joven de cabellos negros jadea en medio de la lluvia mientras un sujeto de piel morena y mirada psicópata le observa fijamente.
A su lado se encuentra su Blaziken agotado frente al poderoso pokemon legendario: Kyogre.
—¿Lo ves? ¡Este es el poder del magnífico aquiles! —exclama el imbécil que quiere inundar el mundo.
—D-Diablos —musita el chico.
El joven entrenador mete su mano en su bolsillo para lanzar a su último pokemon.
—¡Ve, Feebas! —exclama Jo.
—¡Jajajajajajaja! ¿Crees que puedes vencerme a mí y a el rey del mar? —cuestiona Aquiles.
—¡Aún no me rindo! —exclama Jo poniéndose de pie.
Se encuentran batallando en plena ciudad Arrecipolis, y tras haber vencido a los líderes (ambos) de gimnasio, continuo contra Jo.
Frente al legendario posan los seis pokemon integrantes del equipo de Jo: Blaziken, Feebas, Aggron, Crobat, Flygon y Gardevoir.
Todos totalmente agotados frente al intacto rey de los mares.
—Estúpido,¡Kyogre, hidrobomba! —ordena Aquiles.
El legendario atiende a las ordenes del líder del equipo aqua y lanza el potente chorro de agua contra aquel joven entrenador.
***
Abro los ojos mientras bostezo por tener que caminar por este largo pasillo.
—Aquí es —dice la señora Gianna mientras abre una puerta.
Tras la puerta hay un total de nueve pokemon pequeños, entre los cuales pude identificar a dos Ralts, un Zubat, un Shroomish, a un Gligar, una Cleffa, un Togepi y aun Elekid.
El otro era una especie de Vulpix de color negro con un mechón rojo en su cabeza.
—¡Señora Gianna! —exclaman todos los pequeños acercándose a la susodicha y a mí.
Tanto el Combusken como el Grovyle permanecen detrás nuestra observando y vigilando los alrededores.
—¡Señora! Enel no para de molestarme —dice el Shroomish.
—¡Eso no es cierto! El perdedor de Rem —Al darse cuenta de lo que dijo, el Elekid se tapa la boca.
La señora Gianna le mira con una sonrisa al pequeño pokemon amarillo.
"Si sólo está sonriendo ¿Por qué estoy temblando?"
—¿Y quién es él? —cuestiona el Zubat.
—Oh, cierto. Déjenme presentarlo, él es Steven y será su nuevo hermano a partir de hoy —dice la Blissey—. Vengan, presentense.
Tal y como la señora Gianna lo dice, es como todos se acercan mientras dicen sus nombres, a los que no pongo mucha atención ya que de repente siento como si las fuerzas abandonaran mi cuerpo.
*Pam*
Fue el sonido que inundó toda la habitación.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Abro los ojos y me encuentro en lo que identifico como la gran ciudad Colosalia, sede sede de la liga pokemon de Hoenn.
Al entrar en la calle victoria puedo ver a Jo frente a un chico de quizás su misma edad y cabello verde frente a él.
—Gracias a ti es que hoy estoy aquí, pero, ¡No por ello esperes que te tenga piedad! ¡Ve, Altaria! —exclama mientras el tipo dragón hace presencia.
—¡Flygon, yo te elijo! —dice Jo mientras lanza a su propio tipo dragón.
"¿Qué es esto?"
—Lo lamento, Blasco. Pero no puedo permitirme perder ahora, tengo una promesa que cumplir ¡Y es convertirme en el entrenador más fuerte del mundo! —exclama el pelinegro.
"Jo"
No lo sé, realmente no lo sé. No sé si lo que veo sea verdad o producto de mi imaginación, pero, si esto no hubiera ocurrido ¿Sería yo quién luchara contra Jo?
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Abro mis ojos y veo que me encuentro en cama, con la señora Gianna sentada en un sillón a mi lado, agotada.
"Mi cabeza, duele"
—Veo que has despertado —dice la Blissey notablemente cansada.
—¿Qué pasó? —cuestiona a mi mayor mientras me siento en el borde de la camilla.
Observo que estoy en la parte baja de una litera en una habitación con dos de estas.
Oigo pasos que se aproximan a la habitación y resulta ser un extraño pokemon perruno con un pincho en mitad del pecho.
—Es bueno que haya despertado —dice la pokemon con su suave voz.
—Gracias capitana —dice la Blissey.
—No se preocupe, me siento honrada de que mis servicios sean necesitados. Bien, ¿Cómo te sientes pequeñín? —Me pregunta mientras se seca las manos con una toalla.
—Bien.... —respondo sin dejar de observarla a lo que ella sonríe.
—Yo soy Castia, la capitana a cargo del octavo escuadrón. Mucho gusto —dice mientras me sonríe nuevamente.
—Disculpe...... pero, ¿Qué clase de pokemon es usted? —pregunto tratando de saciar mi curiosidad.
"Aunque quizás le parezca ofensivo, por lo que ¿Qué hago si es así? ¿Cómo le responderé?" Pienso al ver que se mantiene en silencio.
—¿Es él quién viene de fuera? —Pregunta la capitana.
La señora Gianna asiente mientras la pokemon desconocida para mí se acerca mostrando gran curiosidad.
—Por cierto, ¿Cuántos años tienes? —Me cuestiona aquella pokemon de tonalidad azul.
—Creo que once.... —respondo.
No sé cuánto tiempo estuve inconsciente por que, aún que no lo parezca he olvidado como era cuando era un humano incluso mi edad se me ha olvidado pero sé perfectamente que Jo tiene once años y que mi edad creo que era la misma.
—¡¿Qué?! Eso quiere decir que eres mucho mayor de lo que pensaba —Al parecer lo que dije les tomó por sorpresa inclusive a la señora Gianna.
—Jajaja, eso significa que son de la misma edad —dice la Blissey.
—¡¿Eh?! —exclamo al oír eso.
Una pokemon que me saca tantos centímetros, ¿Es de mi misma edad?
—Y respondiendo a tu pregunta de antes, soy "una" Lucario —responde la pokemon suspirando.
"Lucario. No he estado más de un día aquí y ya conozco a varios pokemon de los que no sabía si quiera su existencia".
—Oh, cierto —dice la Lucario chocando su puño contra su palma como si se hubiese percatado de algo—. ¿Podría hacerte unas preguntas?
—Claro.... —digo algo inseguro.
—Entonces, yo me iré a descansar, me encuentro realmente cansada —Nos dice la señora Gianna mientras sale de la habitación a paso calmado.
Castia mantiene su mirada en la Blissey hasta que esta sale y luego me observa notablemente emocionada.
—Entonces, ¿Cómo es el exterior? —Me pregunta para luego mirarme expectante hasta esperar mi respuesta.
—¿Exterior? Bueno, no sabría que decirte exactamente —respondo rascandome la cabeza.
—Um... Bien, en todo caso ¿Tenías amigos? ¿Cómo eran? —Vuelve a preguntar al tiempo que parece hechar humo de la nariz.
—Tenía.... uno —respondo algo incómodo.
—¡¿Y?! ¿Cómo era? —Me cuestiona acercándose un poco a mí.
—Un humano.... —digo nuevamente sin pensar.
En cuanto dije eso, ella pareció quedarse en shock por unos momentos para luego por fin abrir la boca tras unos segundos de silencio.
—¿Puedo asumir que tu también eres un humano? —dice, o más bien, cuestiona sólo que esta vez lo hace con una mirada seria.
"Diablos, ¿Cómo salgo de esto? ¿Acaso me descubrió?" Pienso mientras comienzo a sudar un poco por los nervios.
—Y-Yo...
—Hahaha —ríe mientras se rasca la cabeza—. Tranquilo, sólo fue una broma. Aunque sería genial que fuera así.
"Eso último, ¿Fueron sus pensamientos?"
Incluso, tras esa risa, pude sentir un poco su inquietud e incluso podría decir que su desesperación.
—Lo soy.... —digo en voz baja.
—¿Eh? —En cuanto digo eso, parece quedarse callada mientras se voltea para observarme.
En su rostro puedo ver una mezcla de sorpresa combinada con ¿Esperanza?
—Soy un humano, o más bien fui uno —digo aún en tono bajo.
—¿Enserio? —Me pregunta a lo que yo asiento—. Entonces, ¿Tú también?
"¿Qué? ¿Escuché bien?"
—¿Usted también fue una humana? —pregunto incrédulo.
Ella sólo asiente mientras se sienta a mi lado.
—Pensar que algún día encontraría a alguien como yo —dice en tono melancólico.
—Señor-
—Sólo dime Castia, otro día hablaremos —dice mientras que con los ojos me hace señas hacia la puerta.
Yo sólo asiento y ella me sonríe.
—Muy bien, Castia —digo para luego sonreirle.
***
Jo se encuentra en una habitación, subiendo escaleras hasta llegar frente a un hombre algo joven.
—Así que pudiste llegar. Bueno, aunque ya me lo esperaba —dice el campeón de Hoenn—. Yo, Máximo. Como campeón, acepto tu desafío.
Jo sonríe mientras toma la primer pokeball de su cintura. "Este es el momento, ojala estuvieras aquí conmigo" Fue el pensamiento de Jo mientras manda su primer pokemon al campo de batalla.
—¡Ve, Skarmory! —exclama Máximo convocando al pokemon tipo acero/volador.
Jo sonríe mientras lanza a la batalla a aquél pokemon que lo ha acompañado desde el inicio de su aventura.
—¡Emi, necesito tu ayuda! —dice el aspirante a campeón mientras lanza a a su inicial.
Una gran e imponente Blaziken hace acto de presencia en el campo de batalla.
—¿Estás listo? —pregunta Máximo.
—¡Sí! —responde Jo firmemente.
"Steven, sólo observame desde dónde quiera que estés. ¡Seré el mejor entrenador del mundo!"
—Blaziken, ¡Envite ígneo!
—Skarmory, usa pájaro osado.
Con ambos pokemon siguiente la orden de sus respectivos entrenadores. Chocan con todo lo que tienen, con tal de conseguir la victoria.
Al final del intercambio, Skarmory termina por caer debilitado, no sin antes provocar daño de retroceso a Emi, quién regresa a su pokeball dañada.
—Entonces, ¿Continuamos? —pregunta Jo.
—Muy bien, ¡Sino esto no sería divertido!
To be continued.....
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top