A partir de ahora no prometo nada hasta que vuelva al internet. Entre la escuela, servicio y tareas están consumiendo mucho tiempo.

Nota: El servicio es una forma de devolver lo que nos ha "dado" el gobierno.

Lamento los inconvenientes pero cuando tenga Internet prometo publicar al menos un cap semanal.

Gracias por la atención.

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—Steven —Llama Lillie jadeando mientras se le oye cansada—. ¿Ya casi llegamos?

Steven se encuentra con los ojos entrecerrados, cubierta por una extraña manta verde. Todos tienen esa extraña prenda que mantiene bastante fresco el interior.

Alice camina al frente, detrás están Lillie y Magearna, seguidas por Steven y Rose.

—No hemos ni caminado la mitad Lillie —responde Rose por decimotercera vez con una voz cansada.

Ni siquiera se puede ver un sólo cactus a la distancia, además de estar atardeciendo.

—No se les olvide mantenerme en contacto, iré al reino de hielo —dijo cierta capitana dragona (Krystal).

Ellos se encargan de esta zona, pero a pesar de llevar tres días, no sólo no han llegado sino que sus raciones se acaban rápidamente. Eso es a causa del calor abrazador.

—¡Estoy harta! —exclama Lillie pataleando el suelo, o eso hace hasta que el suelo se abre y cae dentro de un agujero.

Todos se asoman dentro, mientras ven a la tipo planta —que tiene ojos llorosos—, encima de un pokémon bastante grande.

—¿Estás bien pequeña? —Pregunta un Hippowdon.

***

El enorme pokémon de tipo tierra observa a la asustada Lillie.

Al vernos, todos nos sentimos levemente intimidados con excepción de Rose, que ve intrigada al pokémon y Magearna, que mantiene una expresión neutral.

Tras un rato de conversación... un rato muy largo, finalmente nos convencimos de que no era un mal tipo.

—Entonces, ¿Por qué vienen al reino de la arena?

Recientemente lo escuche, está el reno del bosque (donde habitamos), el reino de hielo, el reino de las sombras (ubicado en lo que nosotros llamamos "exterior") y el reino de la arena, aunque también se sabe de un reino ubicado debajo del mar, pero es imposible acceder a dicho lugar por medios normales.

—Recientemente hemos sido atacados por un par de terroristas bastante particulares —responde Rose.

Lillie se acerca a mi oído.

—Dime, Steven ¿Qué está pasando? ¿Acaso nuestra Rose fue raptada? —Me pregunta la tipo planta con una expresión bastante seria—. Quiero decir, ¿Ella siempre fue tan serena? ¿Puede actuar tan madura? Es raro, ¿No se golpeó la cabeza? ¿La afecto el calor?

Mientras decían todas estas preguntas, Magearna sostiene un cántaro con agua mientras Alice toma asiento.

—Ya veo —Asiente el Hippowdon con un movimiento de cabeza a la vez que cierra los ojos—. Y ustedes ¿Creen que podríamos ser su siguiente objetivo?

—Más que eso, ellos simplemente desean causar caos, por lo cual es bastante complicado saber su siguiente movimiento —dice Alice.

El tipo tierra observa a la persona que habita mi cuerpo.

—¿Y que hace un humano aquí? —Por primera vez, el Hippowdon mostró abiertamente hostilidad en contra de alguien.

—Digamos que estoy detrás de esos terroristas, además de que hasta que no les venzamos permaneceré con esta forma.

—En cualquier caso, le garantizamos no agredir a ningún habitante —dijo Magearna.

Entonces, tras pensarlo un momento me di cuenta de algo, no he participado en la conversación hasta ahora, eso es malo, como protagonista isekai que soy debo mostrar de vez en cuando alguna buena cualidad.

—Se les permitirá la entrada, pero espero y entiendan de que no podemos permitir que un humano vague por las calles —dijo el tipo tierra.

Tras asentir, un agujero se abrió debajo de nosotros.

—Que tengan una buena estancia, no se preocupen, mis pensamientos ya han sido transmitidos así como toda nuestra conversación por lo que no tendrán ningún problema para ingresar.

—¡Wh-

Tras varios giros, vueltas y diversas sacudidas, finalmente nos detuvimos y llegamos a un lugar donde las casas están hechas en su totalidad con lo que parece ser barro.

Una tormenta de arena rodea la ciudad como método de defensa, además de su ubicación, le hacen parecer una fortaleza natural.

Al llegar, somos recibidos por un extraño pokémon volador.

—Mucho gusto, yo soy Landorus, protector del reino de la arena, aunque más que un reino es una ciudad —dice el pokémon gato-perro-genio—. Les guiaré con la reina.

Mientras caminamos por las calles, parece que atrajimos la atención, principalmente porque no somos pokémon que habiten en un lugar como este o puede simplemente ser porque Alice tiene mi cuerpo humano.

Por cierto, en cuanto dijeron reina, tanto Lillie como Rose se pegaron a mí, Magearna detrás de nosotros tenía una expresión de burla hacia mí.

—Tal parece que el Harén del maestro todavía puede crecer más —dijo Magearna.

Con esas palabras, continuamos nuestro recorrida hacia el gran palacio que resalta de entre todo el lugar dado su tamaño.

—Su majestad, tiene invitados —dijo un pokémon con dos grandes garras y un taladro en su cabeza.

Alice se quedó en una posada cercana, mientras es vigilado por Landorus.

Al ingresar, observamos a una "princesa" mirando a través de la venta, lo que parecen ser cristales surgen de su cabeza.

—¿Extranjeros? —pregunta con una voz sorpresivamente tierna.

Por alguna razón mi corazón comenzó a latir con fuerza.

—Te emocionaste ¿Cierto? —Me pregunta Magearna en un susurro con una sonrisa burlona.

—No, claro que no.

Desvío la mirada antes de responder.

La princesa se aproxima a nosotras, por lo que puedo ver tiene una mega piedra a forma de cadena alrededor de su ¿Cuello?

De cualquier forma, ella analiza a nuestro grupo, mostrándose particularmente interesada en Magearna, lo cual es de esperar.

—Entonces, ¿Por qué vinieron aquí? —pregunta inclinando la cabeza.

Todos nos volteamos a ver y asentimos, mientras Rose da un paso adelante para comenzar a explicar la situación.

—Ya veo, aunque déjenme informarles que es bastante complicado dar con este lugar a menos que los habitantes te guíen, y los guardianes son los que juzgan a los que solicitan entrar —Mencionó una voz suave, al notar mi mirada sonríe y luego continúa explicando.

Definitivamente no hay un instinto asesino detrás de mí, definitivamente no lo hay.

—Yo misma me he presentado por el simple hecho de que Landorus los ha aceptado. En circunstancias normales y de no ser por otra razón no podría verme fácilmente —dijo mientras un escalofrió recorre mi espalda.

"Ignóralas, ignóralas"

Tras eso. Ella nos regaló una sonrisa sorprendentemente tranquilizadora.

—Dicho eso ¿Qué planean hacer ahora? —Fue su pregunta.

—Planeamos rentar una posada y partir mañana cerca del reino de las sombras —Quien respondió fue nuevamente Rose.

Lillie volvió a acercarse a mí.

—Steven, Steven —La tipo planta mueve mis hombros—. Esto comienza a darme miedo ¿Por qué Rose se ve tan madura? ¿Siempre fue así?

Una vena surgió en la sien de la Lopunny, al ver eso, tanto Lillie como yo suspiramos.

—¡¿En qué concepto me tienen?! —reclama con lágrimas asomándose por el borde de sus ojos.

Magearna se acerca a ella, coloca su "mano" en su hombro mientras le da una sonrisa.

—Te tenemos bajo el concepto de la idiota de mecha corta —declara mientras aun sonríe.

Rose recibió un golpe crítico, cayendo sobre sus rodillas mientras tiene una expresión abatida. Murmurando "idiota" en numerosas ocasiones.

—Realmente se llevan bien —dijo con brillante sonrisa.

Pero, en aquel momento pude ver cierto dolor detrás de aquella brillante sonrisa.

No sé si fue por experiencia propia, o porqué, pero, parezco ser el único capaz de notarlo.

—Entonces, nos retiramos —dijo Rose mientras todos hacemos una reverencia.

Al final nos hospedamos en una posada cercana a la salida del reino. Pero aquella sonrisa, me recordó por alguna razón a mí mismo. Y no pude dejar de pensar en ello mientras observo el techo.

"Tengo que dormir"

Cierro mis ojos y caigo dormida, como si estuviese realmente cansada.

—Steven, oye....

A mitad de noche escucho un par de voces llamándome.

—¿Qué ocurre? —pregunto somnolienta mientras me tallo los ojos.

La luz de la luna se cuela por la ventana e ilumina a quienes me estuvieron llamando, Rose y Lillie, ambas con las mejillas coloradas.

Ambas se abalanzaron sobre mí con una expresión ¿Lujuriosa?

—E-Esperen ¿Q-Que planean hacer? —pregunto mientras me alejo de ellas hasta toparme con la pared.

—No te preocupes, las paredes son gruesas —dijo Rose en un tono apenas audible.

"Debo haber escuchado mal, y de seguro la situación es otra ¿No?"

—..Es tu culpa, pese a que te confesamos lo que sentimos jamás nos respondiste ¡Eres cruel! —Me reclama la tipo planta haciendo un puchero.

—Nos obligaste a ser más agresivas.... Por eso....

—No te dejaremos dormir esta noche.

Con esas palabras se abalanzaron sobre mí y... el resto se los dejo a su imaginación.

A la mañana siguiente, me encuentra agotada tanto física como mentalmente, mientras que en contraste, Lillie y Rose se encuentran llenas de energía además de irradiar un aura de felicidad y satisfacción anormalmente alta.

—Entonces, espero y tengan un buen viaje —dijo la reina.

—Gracias por recibirnos —Nuevamente Rose nos representó como nuestra voz.

—Espero y tengan suerte en su viaj-

Un terremoto repentinamente nos sacudió a todos haciendo que perdiéramos el equilibrio.

La arena alrededor del reino desaparece y es reemplazado por un intenso sol. En frente del reino un colosal pokémon aparece, siendo rodeado por un extraño pokémon bicho lleno de músculos, lo que aparenta ser un cohete y en medio de ellos se encuentra el Hoopa, flotando.

"¡¿Me estás jodiendo?!"

To be continued.....

Bueno y con eso da comienzo este III arco, asi como la saga del reino de la arena, que si bien no sera muy largo, pasara algo de gran relevancia. 

Con eso me despido, si tienen alguna pregunta, duda, sugerencia, etc. No duden en hacerla.