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—¿Seguro que quieres hacerlo? —preguntó Leonard entrando al laboratorio, no pasaba mucho tiempo ahí debido a que se encontraba bajo las ruinas del castillo Este.

—No quiero, pero no tengo otra opción, aún soy sirviente de los Norte— habló William con pesadez—. Pero creo poder dar marcha atrás sin llegar a desobedecer las órdenes de mis amos— habló buscando en unos gabinetes, encontrando fácilmente extracto de dragón, para posteriormente agregarlo a la posición que se encontraba en su mesa de trabajo. Una vez la fórmula hizo reacción tornándose en un color verde, agregó un trozo del tallo de una planta que sólo nacía en los territorios de los vampiros Gitanos.

—¿Cómo lograste hacer una fórmula para revivir a las personas? —preguntó Leonard recostándose en el filo de la mesa en donde se encontraban diferentes sustancias y elementos mágicos de William—. Dime tu secreto William.

—Bueno, fue algo difícil en realidad— aceptó sin dejar de trabajar, para luego hacer una pausa y mirar a su pareja—. Solamente tuve que...

—¡Despierta William! —grité desesperada, mi amigo me miró y dejó caer al suelo la poción junto al ruido del cristal rompiéndose.

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                 Posteriormente un destello inundó el escenario y pudimos volver a despertar, ya era la tercera vez en el día en donde Near entraba a los recuerdos de William para tratar de robar la recetar para poder revivir a sus padres.

                   Mis ojos no tardaron en volver a acostumbrarse a la luz de la habitación en donde Near nos tenía encerrados. Will y yo estábamos en unas cápsulas, encadenados por enlaces de luz que no podíamos romper, la cancelación de hechizos de tenía efecto y William había sido despojado de todas sus armas.

—Ese poder de contactar las almas es muy interesante— habló Near tomando notas en un libro viejo lleno de sus experimentos —. Es sorprendente, la forma física de tu cuerpo se mantiene inerte mientras tu espíritu hace un viaje a algún paradero astral donde puedes interactuar con otras entidades—habló entusiasmado, sus ojos estaban despiertos y llenos de emoción.

—Tanta palabrería y no fuiste lo suficientemente inteligente como para usarlo— agregué con voz ronca. Mi cuerpo era más resistente a la hora de la comunicación con las almas, pero Near había logrado apoderarse de mi poder por un instante dejándome confundida y cansada, por suerte me recuperaba rápido.

—Jajaja— rió maliciosamente, con un tono profundo y frió—. Él te llama 'Will'— se dirigió a mi amigo, él se encontraba en otra cápsula a mi lado, solamente lograba ver su perfil, su ceño fruncido y su cabellera despeinada.

—¿No hablarás?, bien tarde o temprano lo harás— habló Near dejando en su mesa de trabajo—. Extracto de dragón— apuntó por último, esa pronunciación hizo que se ganara un gruñido de William—. Un extraño mineral que se consigue en los volcanes, mis fenómenos irán por un poco, gracias Will, falta poco para lograr mi propósito— sonrió satisfecho.

—¿Y después qué? —pregunté tan fisgona como siempre—. Todos sabemos que no acabarás ahí, ¿por qué no reclamaste el trono una vez rodó la cabeza de Justin del Norte?

—Por que necesitaba de William— contestó—. Además tranquila mi hermosa Jade, al tener el poder las cosas serán diferentes, eso tenlo por seguro—contestó con voz profunda—, una verdadera lástima, pues la historia será diferente, buena suerte tratando de cortar mi cuello, aún como Sangre Pura eres débil.

—Sinónimo de humanidad— argumenté a mi favor viendo por fin una sonrisa en el rostro de mi amigo el oxigenado. Near también sonrió y oprimió un botón de la cápsula, al instante sentía un dolor recorrer mi cuerpo, una descarga eléctrica goleó mi cuerpo de una manera brutal, el dolor no tardó en llegar, pegué un grito de agonía , pero poco a poco dejaba de doler, hasta que llegue a no sentir dolor, fue entonces que Near apagó la máquina.

—Ya no es divertido— susurró con desilusión saliendo de la habitación.

Solamente quedamos William y yo. Mi cuerpo se quedó con una extraña sensación una de insatisfacción, un nudo en la garganta y como si el aire fuera necesario de nuevo.

—Te acostumbras rápido— habló finalmente William.

—Jason me había contado que su transformación había sido muy dolorosa, que fue un momento— dije recordando las tardes en el sillón del castaño—. Admito que no coincido con esa versión, fue doloroso en un principio, pero ahora...—hice una pausa tratando de buscar las palabras correctas para describir el estado de mi nuevo cuerpo, pero me era difícil, seguía siendo la misma, pero me sentía más viva que nunca, imparable y me atrevería a decir que por primera vez estaba consciente de mi existencia.

—Jason nunca tomó la sangre de quien lo había mordido, por eso tu versión y la de él son completamente diferentes— agregó con una voz cansada—. La persona que fabricó trabajaba con Vincent Gravez, su sangre corre ahora en la de Near, no me sorprende que sepa tanto de la creación de Fenómenos, los fabrica como pan caliente—hizo una pausa para reflexionar sobre lo recién sucedido—. Es listo.

—¿Donde ha buscado? —pregunté dándome cuenta de que Near había hecho más daño del que recordaba.

—Ha indagado en todo lo que tiene que ver con un laboratorio o una fórmula, pero fui tonto, Leonard nunca preguntó sobre lo que hacía, de alguna forma siempre confiaba en lo que hacía, hasta el punto en donde no era necesario recurrir a él para saber si hacía lo correcto, o si tenía un buen propósito— suspiró con cansancio —. Él sabía que iba a pasar esto, pero ¿le hice caso?, no, y mira donde terminamos.

—Mila me dijo que hay muchas posibilidades en el mundo, tal vez la que tu tomaste era la que Leonard no quería que vivieras—hablé poco a poco tratando que el tono de mi voz volviera a la normalidad—. No te preocupes Will, tienes un príncipe de armadura dorada que vendrá a tu rescate— dije con sarcasmo ganándome un puchero lleno de molestia—.No me mires así— sonreí tratando de no reír a carcajadas por el rostro que mi amigo me mostraba—, no todos somos una rubia en aprietos.

—Solamente a ti se te ocurre hacer bromas en un momento como este—dijo con pesadez, pero era cierto, después de todo pudieron haber cambiado mi sangre, especie y hasta vida, pero seguía teniendo mi personalidad única.

—Bueno, en el interior sigo siendo humana— dicho esto último comencé a sentir un ligero dolor en la parte superior de mi hombro, dolor que extrañaba, había pasado mucho tiempo desde la última vez que lo sentí, debía admitir que creaba en mí un sentimiento de nostalgia y alegría.

                Fue justo en ese instante donde los controles comenzaron a lanzar notificaciones de un cambio, lograba ver en uno de los monitores el incremento de mi sensibilidad espiritual, los gráficos estaban por los cielos y el palpitar de la marca de Jason era tan insistente como siempre.

—Vaya vaya— habló Near entrando de nuevo a la habitación, esta vez con algo entre sus manos, no lograba apreciar el objeto entre sus manos, pero mi cuerpo se tensó preparándose para cualquier método de tortura que tuviera preparado, era sorprendente ver como mi cuerpo reaccionaba hasta a lo que mis ojos no podían ver—. Admito que me gusta ver la comunicación que tienen ambos, es muy entretenida, aunque falta una persona...— hizo una pausa para verme significativamente, no pude más que chasquear mi lengua y fruncir el ceño—. Violetta Toer, es claro que busca conocerme—sonrió coqueto llevándose una mano a su pecho, mostrando conmoción—. Dime linda, ¿se cree lo suficientemente fuerte como para derrotarme?—preguntó incrédulo.

—Ya mató a un Gravez— contesté.

—Cierto, pero la flecha que le atravesé no dice lo mismo— habló dejándome estática, había olvidado que Near fue el que mató a Violetta esa noche. El pelinegro no hizo más que deleitarse con mi mirada de sorpresa—. A vece lo mejor es no confiar.

                            Dicho eso último no tardó en caminar hasta donde William se encontraba, mi cuerpo se movió con brusquedad, las cadenas chasquearon y no tardé en sentir un dolor semejante a cuchillos machacando mis muñecas, me quejé, pero al instante el dolor desapareció, de igual forma, dejé de pelear y comencé a confiar en que nada malo le pasaría a mi amigo.

—Dime 'Will'— pronunció con un tono marcado su nombre—, ¿cómo fue que lograste obtener la fórmula perfecta? de seguro debiste de experimentar con muchos muertos.

                                    Y como era de esperar William no contestó y se limitó a fruncir el ceño, pude calmarme un poco gracias a esa reacción.

—¿Tienes alguna 'rata de laboratorio'?— preguntó Near apreciando como el rostro de William cambiaba de indiferencia a preocupación. Near se sintió satisfecho u sacó de sus manos una criatura pequeña y esponjosa.

Se trataba del hámster mascota de Leonard y William.

—Quiero pensar que es más fácil buscar en la mente de un pequeño hámster...— habló acariciando el suave pelaje del pequeño animalito con mejillas infladas—. Que la mente de un imbécil— acercó el pequeño hámster a la cápsula de William para que pudiera ver lo mejor. Mi amigo solo pudo mostrarse preocupado, ese hamster significaba mucho, no solamente era un hijo para la pareja, si no que de seguro tenía gran información en su sistema circulatorio, puesto que era obvio William había experimentado mucho con él—. Creo que es hora de despedirte 'Will'.

                 Dicho eso tomó al roedor y lo alzó para que el rubio lo pudiera admirar por última vez, de la mano de Near salió una estela color azul y amenazó con tocar al pequeño animalito, esa era la forma en la que Near podía entrar y manipular a su antojo los recuerdos de sus víctimas, sobre todo, de su mano destellante de un parecido fuego azul, salían garras que tendrían como finalidad atravesar al pequeño animalito para extraer una parte de su sangre.

—Perdona bebé—susurró cerrando sus ojos fuertemente para después abrirlos con un brillo dorado al instante Near cerró sus ojos y expresó una sonrisa, por mi parte, tuve que voltear la mirada para evitar quedar cegada por el brillo de los ojos de William (literalmente). Una vez el brillo desapareció se escuchó como algo caía al suelo, cuando volví a mirar, la mascota de William se encontraba en el suelo, sin vida, sin poder dar rastro de la fórmula a Near.

—Interesante— volvió a su escritorio y tomó su viejo libro—.Puedes borrar memorias, pero algo me dice que no puedes hacértelo a ti mismo— se quedó pensando un poco mientras escribía con rapidez, se acercó a la máquina donde se encontraba William, la abrió para poder tomar la mano de mía migo.

               William forcejeaba con fuerza,solamente de su boca salían quejidos, bufeos y gruñidos, trataba de defenderse ante el tacto de Near pero sin llegar a exclamar clemencia. Aún a pesar de la pelea de mi amigo, el encantamiento no lo dejó escapar.

—¡No le hagas nada Near! —grité en una amenaza.

—Hicimos un trato Jade— habló admirando el rostro lleno de furia de William, sin esperar más, Near logró tocar el pecho de mi amigo ganándose un grito de agonía— Prometí que no mataría a los seres queridos de mi hermano, esto solamente hará daño...

Al instante me paralicé al escuchar el grito de dolor de mi amigo, nunca había escuchado a William exclamar tanto dolor.

—¡AAGH! —gritó suplicando piedad ante el dolor que Near le hacía pasar.

—¡Déjalo Near! —ordené jalando las cadena en un intento de romperlas, pero solamente podía sentir como estas se apretaban e impregnaban un dolor en mis muñecas.

—¡AIDE, AIDE! —gritó mi amigo lo que parecía para mi un conjuro, pero sabía que era un grito de socorro que las personas enlazadas hacían a sus parejas, estaba desesperado, supuse que el dolor debía de ser insoportable debido a la pedida de ayuda tan desesperante que exclamaba.

—Suplica lo que quieras— sonrió Near sintiéndose satisfecho del poder que ahora recorría por su cuerpo, el poder que le estaba robando a William—. Él no vendrá.

—¡Near basta! —exigí en una búsqueda de detener al pelinegro, pude ver apenas el rostro agonizante de William, sus ojos verdes ahora estaban en blanco, ligeras gotas de sangre bajan por sus labios abiertos, su voz se quebraba y el gritar había dejado de ser ruidoso—¡Prometiste no hacer daño a nadie! —repetí al borde de las lágrimas, no soportaba ver como mi amigo era golpeado por el dolor y la falta de tacto.

—Tranquila Jade, no llegué a matarlo— habló dejando en paz a William, el cual pudo dejar de exclamar piedad a causa de dolor para tratar de recuperar su innecesaria respiración, su cuerpo cansado se dejó caer y fueron las mismas cadenas que lo aprisionaban las que no lo dejaron caer—. Solamente traté de quitarle su poder para borrar memorias, pero es tan terco que sólo pude obtener una parte— habló cerrando la cápsula de William, una de sus manos portaba un brillo dorado, una pequeña esfera de luz, semejante a una pelota de tenis que irradiaba luz.

—¿Qué ganas con eso? —pregunté molesta.

—Ganarle a mi hermano en su estúpida guerra—contestó mirando el resplandor que emanaba de su mano. Near no dudó en tomarlo con fuerza, como si en lugar de luz fuera algo tangible, con su mano oprimió la luz y esta entro a su cuerpo comenzando a correr por su sangre. Lentamente y sin llevar prisa se acerco a mi, logro abrir mi cápsula y se dedicó un par de segundos a observarme—Dime hermosa, ¿hay algo que quieras olvidar? —posó su mano frente a mi.

—Tu grotesca cara— contesté entre dientes mientras era cegadas por un resplandor dorado.




 —Es hora señor— dijo Wesh refiriéndose a Leonard, el cual estaba a su lado, el pelinegro soltó un suspiro y tomó confianza, caminó hasta el balcón y fue recibido por el grito de batalla de todos los ejércitos de los hemisferios.

                  El horizonte fue inundado por tropas de todos delo Cazadores a disposición de los líderes de los hemisferios. El frío viento no tardó en golpear a Leonard, pudo ver el panorama repleto por miles de cazadores, desde humanos, vampiros, clases mixtas y hasta híbridos de las diferentes especies, todos y cada uno de ellos portando un arma, extrañados por ver el heredero del hemisferio Este sobre aquel balcón, puesto que sabían que Dimitri del Norte había perdido a su primogénito.

—Yo soy Leonard Gravez, heredero legítimo de los hemisferios, líder y comandante—.Estoy aquí para pedirles que combaten a mi lado— hizo una pausa para poder mirar los rostros de los Cazadores—. No soy un ser que planea quedarse sentado, viendo como personas nobles dan la vida por un propósito propio, todos hemos perdido algo, a causa de los planes de mi padre, mi hermano, y los líderes egoístas, por mano de Near perdimos a nuestras familias, hogares y seres queridos— hizo una pausa recordando la noche en la que dejó caer a William en las garras de Near—. Parte de nuestras vidas— completó—, pero es nuestro momento de dar frente—exclamó recibiendo un grito de batalla por parte de su ejército—. Les pido que den sus armas a favor de lo que han perdido, pues seré el responsable de hacer justicia a todo lo que hemos perdido, pues seré responsable de hacer justicia a todo lo que hemos perdido— alzó la voz acompañado del exclamó de las tropas llenas de emoción y esperanza, conmovió a Leonard con una sonrisa—. Hoy seremos diferentes, hoy dejamos de lado nuestra sangre y nos unimos para derrocar al responsable de nuestras perdidas— hizo una pausa y inclinó su cuerpo, su mano derecha tocó su pecho, el silencio y los exclamos de sorpresa no se hicieron esperar. Leonard, el líder de los hemisferios, se estaba inclinando ante su pueblo—. Daré mi vida si es necesario para traer justicia a todo lo que hemos perdido— se puso firme y desenvainó la espada de Violetta, la que en inicio fue suya, al menos durante un tiempo lejano—. ¡Juro ante ustedes que con esta espada cortaré la cabeza de Near Gravez! —gritó con furia en su pecho, siendo aclamado por la multitud.

                   Cuando el discurso terminó los comandantes de los escuadrones dieron las órdenes de que los vampiros con habilidades de teletransportación abrieran diferentes portales a las fronteras de Near.

                Leonard observó un par de minutos para luego dar la espalda y volver al interior del castillo.

—¿Cómo estuvo? —preguntó el pelinegro caminando a las afueras un poco más relajado.

—Vi a algunos llorar— contestó Wesh entregando le su respectivo arco y flechas—. Es hora.

—Wesh, quiero que me prometas que si algo me pasa protejas a Will y a Jade— habló mirando a Wesh a los ojos, con la seriedad que se merecía—, necesito que los cuides a todos en caso de que pierda la vida.

—Vamos Leo— dijo Wesh con un tono de voz más despreocupado e infantil—. Nada te pasara, créeme, esta vez será diferente— contestó a su petición final.

         Una vez afuera del castillo los soldados en forma de respeto agacharon su cabeza y ponían sus armas frente a ellos, en un símbolo de lealtad. Una vez pasaron entre la multitud y llegaron a los portales, se sorprendieron al encontrar a un amigo muy peculiar.

—¿Qué haces aquí? —preguntó Wesh con voz alta debido a la multitud que entraba por los portales.

—Bueno, prefiero estar aquí como en los viejos tiempos que llenar documentos aburridos, además, mi hija va a pelear, y como su padre me encargaré de apoyarla en todo— contestó Armando colocándose la capucha de su traje de Cazador, un diseño diferente al que portaba originalmente—. Ya era hora de reunir de nuevo al Equipo A.

—Pero faltan dos—mencionó Leonard con una sonrisa nostálgica, después de todo Armando no se equivocaba e iban a necesitar a toda la ayuda posible, lo más correcto era tener a personas ya experimentadas con Near.

—¡Uy nosotras nos unimos! —gritó una emocionada pelirroja apareciendo de la nada, asustando al pelinegro.

—¡Sky! —exclamó Wesh, el cual no tardó en abrazar a su entrañable amiga, se dedicó a sostenerla en el aire y dar un par de vueltas, Sky como siempre rió con alegría de volver a ver al peliplata.

—Jijiji—rió una vez de vuelta en el suelo, tomó un segundo arreglar su coleta desatada por la rapidez de las vueltas—. Mila y yo escuchamos que le van a dar una patada en el culo a Near—habló sintiendo como su pareja se colocaba al lado de ella.

—Hola chicos— saludó la azabache siendo abrazada dulcemente por Sky—. Leonard— nombró al de mirada azul—, déjame informarte que echaste todo a perder el plan de William, tuviste la oportunidad de matar a Near y poder salvar tanto a William como a Jade, ese era el plan y destino que se debía de cumplir.

—¿A qué te refieres? —preguntó Leonard incrédulo.

—Ya escuchaste idiota—respondió Mila con su característico tono de voz fuerte—. En caso de que Jade no matara a Near era obvio que irían por una presa, una con el conocimiento necesario para revivir a los padres de Near—explicó de brazos cruzados, atenta a las reacciones que tenía Gravez ante sus palabras—. William pensó que iría por ti y así poder derrotado, pero nos equivocamos, Near mató a Justin del Norte—explicó mejor lo que había sucedido la noche en donde se encontraron al rubio y a Jason en su regreso al territorio Norte.

—Lamento no haber visto la oportunidad— se disculpó Leonard ante la explicación que le habían dado, aún con sus poderes de ver el futuro nunca había pensado que esa oportunidad llegaría a presentarse.

—No es momento de lamentarse, idiotas— se escuchó la voz de Jason entrar al círculo de amigos. Todos se quedaron impactados al ver al recién llegado, Jason vestía un traje de cazador, su pecho era decorado por una guerrillera llena de balas, todos se quedaron con la boca abierta al ver que el castaño ya no portaba su cabello largo.

—¡Jason! —exclamó la pelirroja a punto de saltar para abrazarlo, pero su novia no la dejó apartarse ni un solo centímetro.

—¿Qué te sucedió amigo? —preguntó Armando dándose cuenta de lo cambiante que estaba Jason sin su característica cabellera larga.

—Aún no muero— se abrió camino entre sus amigos—. Pero creo que ya es hora de dejar de ser humano— dicho esto abrió un portal con la vista a un bosque nublado. Todos se quedaron maravillados al ver el gran poder que tenía Jason, aún cuando su cuerpo no resistiría su última evolución.

       En los últimos días, Wesh había sido el responsable de cuidarlo y tratar de retrasar más su evolución, Jason necesitaba de todo el reposo necesario y sobre todo estar aislado de todo rastro de sangre.

—¿Van a entrar para matar al maldito y así curarse o van a quedarse ahí parados como idiotas? —cuestionó Jason haciéndose a un lado para que pudieran pasar al igual que los demás Cazadores.

—¿Faltaste a mi discurso motivacional por cortarte esa greña? —preguntó Leonard en un delirio de hacer un chiste, abriéndose paso hacia el portal, quedando frente a él admirando el escenario que daría pie a una batalla memorable, una que sería contada a las futuras generaciones y que sobre todo haría justicia a todos los errores cometidos en el pasado.

—Callate y entra si no quieres ver morir a tu estúpida novia— dijo Jason pateando a Leonard dentro del portal.

—Si, es nuestro Jason— habló Wesh caminando hacia el portal—. Bienvenido— le sonrió a Jason en símbolo de respeto, no todos podían levantar una espada en un lecho de muerte.



¿Cómo describes el limbo?

         Ponte a pensarlo un poco, pues así fue como se sentí una vez la luz de Near me cegó, estaba asustada y al mismo tiempo era el miedo el que me hacía sentir tranquila, un sentimiento extraño, pero real.

          Estaba flotando en la oscuridad del vacío, vestía el típico vestido blanco que usaba al entrar en un estado en la que mi alma se transportaba a otra alma, pero la sensación era diferente, no sentía la presencia de otra alma, no sentía el cambio que tenía al entrar en ese estado.

'Muéstrame tu secreto Jade'

             Se escuchó la voz de Near en mi cabeza y al instante la oscuridad es iluminada por luces blancas en forma de estelas, tanta es la luz que me ciega, pero al instante vuelvo a recuperar la vista. Me quedo quieta, no por decisión, si no por miedo.

                   De la nada ya vestía otra ropa, mi cabello era largo de nuevo, estaba en el asiento del copiloto, el cinturón de seguridad rosaba con mi cuello volviendo incomodo portarlo, solamente miraba por el vidrio transparente, no quería voltear, no podía voltear al ver al piloto del auto. La música sonaba por el estéreo a todo lo que podía, él cantaba tan terrible como recordaba, besó mi mejilla con amor y fue ese beso el que me hizo mirarlo.

             Ahí estaba él, fue como volver en el tiempo, estaba de nuevo con Arti, estaba frente a él, estaba volviendo a vivir la noche en donde lo perdí. Sentí un agujero en el estómago, pude volver a escuchar el golpeteo de mi corazón en mi pecho, el aire volvió a ser necesario y el viento que golpeaba mi cabello me hizo entrar en razón, estábamos entrando de nuevo a la carretera, la velocidad aumentó en un segundo, sabía que iba a pasar de nuevo.

—Arti detén el auto—hablé con una voz frágil, estaba a punto de entrar en pánico, trataba de mantener la calma, pero no podía, estaba a punto de volver a presenciar la muerte de Arturo, pero tenía la posibilidad de salvarlo, podía salvarlo—. Detén el auto por favor—supliqué sujetando su mano, igual que esa vez, aún recordaba a la perfección esa dolorosa noche.

—Amor tu padre dijo que... — dejé de escuchar, un agudo sonido me mantuvo sorda, solamente podía ver como sus labios se movían con una sonrisa, sentir como su mano se entrelaza con la mía, el movimiento de brusco que el aire hacía con mi cabello me hizo conocedora de que iba a volver a pasar.

Tenía miedo, mucho miedo.

—¡Detén al maldito auto! —grité desesperada— ¡Baja la velocidad por favor! — supliqué de nuevo, él me miró preocupado, tomó mi brazo con fuerza y me miró por un segundo y miró de nuevo a la carretera, una vez me calmé me volvió a mirar por un segundo.

—Cálmate Jade, te prometí que iríamos a ese concierto, ¿por qué estás tan alterada? —preguntó mirándome preocupado.

—No lo entiendes amor —dije al borde de las lágrimas—. Por favor por favor baja la velocidad—supliqué nuevamente—. Por favor.

                      Y ahí estaba de nuevo, esa sonrisa, su mano bajando de mi brazo a mi mano y esta le llevó a su boca.

'No lo digas por favor, por favor no lo digas'

—Te amo— me sonrió mirándome a los ojos.

—¡NO! —grité tomando con fuerza el volante, al instante el carro se sacudió por la carretera, el sonido el camión inundó a mis oídos. No tuve tiempo, me quité con rapidez el cinturón de seguridad y me estiré hasta lograr tomar el acelerador, con maestría tomé el volante y di una vuelta, un golpe fue recibido por la parte trasera del auto, fue tan fuerte que pensé que atravesaría el cristal, pero Artí me sujetó con fuerza. Más sin embargo, fue tan brusca la vuelta que el carro se volteó, giró y giró, el vidrio de las ventanas y el parabrisas se rompieron, el estéreo dejó de escucharse, la mano de Arti dejó de sostenerme y yo salí volando por el parabrisas.

              No supe cuanto tiempo estuve inconsciente, pero cuando desperté estaba en medio de la carretera, sentía dolor en mi cabeza, la sangre bajaba por mi cabeza, sentía una punzada en mi pierna derecha, sentí el concreto cortando mi piel. Como pude me levanté pero mis piernas flaquearon al ver el panorama, mis rodillas golpearon el pavimento, pero el dolor no se comparaba con lo que sentía.

                 Frente a mi, en el pasto, el auto de mi padre volteado, en llamas, destrozado por completo. El temor y el dolor de volver a vivirlo me invadió.

—No por favor—susurré con miedo, mis piernas se volvieron fuertes, tanto que me levanté y corría al auto, el sonido de la ambulancia y el sonido de las masas acercándose se hicieron presentes—. No de nuevo por favor—dije con voz frágil, corrí tan rápido como mi pierna aparentemente rota me lo permitía.

                    Una vez llegué al auto miré por debajo de las ventanilla del copiloto, ahí estaba ahí, de cabeza atado por el cinturón de seguridad, los asientos de atrás en llamas.

—¡Arti, Arti! —grité con desespero, llamándolo, buscando un signo de vida. Me levanté con rapidez hasta llegar al otro lado del auto, traté de levantar el vehículo o el romper la estructura metálica, pero en ese entonces era humana, ni siquiera era una Cazadora, mi cuerpo era tan débil como recordaba—¡Arturo! —grité introduciendo mi brazo por la ventanilla, pero antes de lograr tocarlo, un hombre de uniforme naranja con líneas amarillas me tomó a la fuerza y me cargó para alejarme del auto—¡Suéltame, suéltame maldita sea! —exclamé golpeando su espalda, cuando volví a regresar la vista el auto ya habían personas apagando el fuego y con una cierra dispuestos a abrir la puerta.

—No se mueva señorita—dijo el hombre, pero su voz se me hacía familiar. Al instante estaba amarrada a una camilla, mi respiración era irregular, mi cuerpo se movía contra las cintas que me sujetaban, gritaba con dolor el nombre de Arturo, pedía a todas las deidades que estuviera con vida, ya lo había perdido una vez, no iba a volver a perder lo.

—No te muevas linda— volvió a hablar el sujeto que me cargó hasta la camilla, el tipo movió una palanca de la camilla, haciendo que se pusiera de forma vertical la parte superior de mi cuerpo recostado—. No quiero que te pierdas esta versión— reconocí la voz, era Near, lo confirmé al ver como se quitaba el casco característico de los bomberos.

—No—apenas pude pronunciar esas dos letras juntas, me estaba volviendo loca, la cordura no me dejaba formular lo que había pasado.

—Tal vez no sea como lo que pasó en realidad es noche— se acercó a mí y tomó mi rostro con fuerza para que pudiera ver el escenario de las personas tratando de apagar el fuego—. Pero estoy seguro que el dolor debe de ser el mismo.

—¡Arturo! —grité con desespero y fue justo en ese instante en el que el auto explotó debido a la reacción del fuego con el tanque de la gasolina, el sonido de dicha explosión fue silencioso para mi, solamente podía ver como el fuego consumía lo que quedaba del auto, como partes de este salían por los aires—. ¡NO! —grité con fuerza, llorando con dolor—¡No me hagas esto Dios! —grité en un llanto, mi voz pegó un grito lleno de sufrimiento, me ahogaba, no podía respirar, el llanto no me dejaba hacerlo— ¡No mi Artuno, no él por favor! —exclamé con agonía. Mi cuerpo se movió con brusquedad, el dolor de mi pierna y cráneo roto no se comparaba con lo que sentía—¡AAAH MÁTAME, SOLO MÁTAME! —supliqué mirando a Near.

—Todo a su tiempo nena—habló limpiando una de mis lágrimas, su dedo contuvo una gota y él la admiró con belleza—. Gracias— sonrió.

                 Nuevamente, un resplandor de color blanco inundó el panorama y cuando mi vista volvió a la normalidad, estaba nuevamente en la cápsula, Near frente a mi sosteniendo un tubo de ensayo bajo mi barbilla.

                  Un sollozo amargo salió de mi garganta, cerré mis ojos con temor, lloré en un modo de desahogo por lo que había sucedido. No había podido salvarlo, yo le había causado la muerte, yo lo había matado, la razón de su fallecimiento fue por mi culpa, aún cuando no habíamos chocado contra el camión yo había tomado el volante causando un accidente peor.

—Pobre Jade—habló Near ante mi desgracia. Su voz me hizo derramar más lágrimas, esta vez por enojo, por ira y dolor—. Tranquila preciosa, cuando esto termine me encargaré de revivir a ese Arturo que tanto amas—dijo con una voz tranquila para acercarse más a mi y susurrarme al oído—. Yo me encargo de que vuelvas a estar con él. 

—¡Maldito hijo de perra! —exclamé moviendo mi cuerpo con rudeza en un intento de romper las cadenas y poder matar al infeliz—¡Tu dejaste que muriera, tu eres el causante de su muerte, estabas ahí en el accidente! —grité con una voz agonizante y llena de dolor, no dejaba de derramar lágrimas, lo que volvía mi hablar desesperado y poco coordinada.

—Te equivocas, yo solo te hice recordar eso que deseabas olvidar, lo que hiciste, la explosión y mi presencia no fue real, fue una simple ilusión—contestó caminando hasta su escritorio con el frasco que había acercado hasta mi—. Pero ninguna lágrima se derrama en vano.

—¡No lo hagas Near, no sabes los que causarás con eso! —gritó William desde su cápsula—. Las lágrimas de una reencarnación podrían tener una reacción catastrófica en la pócima.

—Siete gotas William, no soy estúpido, te recuerdo que tuve espías por una temporada—tomó el frasco donde tenía parte de la posición y fue dejando caer gota por gota hasta que esta se volvió de un color verde—. Por fin—dijo con un exclamó de felicidad, sus ojos mantuvieron un brillo lleno de alegría y mostraba un semblante de éxito—¡Al fin lo tengo!

—No sabes con lo que te metes—habló William desde su cápsula, yo seguía llorando por lo que había pasado, el dolor era tanto que las lágrimas me cegaban a tan grado que no podía ver lo que me rodeaba—. ¿Qué harás cuando tus padres revivan?, Vincent Gravez no quería el trono, y aunque tu lo obtengas dudo que vaya a ser de un color de rosa, como tu piensas.

—Lo único que me importa es recuperar a mis padres— contestó acercándose a la cápsula de William con una jeringa llena de la aparente poción para revivir a los fallecidos—. Claro, si mi hermano renunció a su lugar como líder yo tomaré su lugar en caso de que mi padre tampoco acceda, pero mi mayor prioridad siempre fue recuperara a la familia que me quitaron.

—Leonard mencionó algo sobre exterminar a los humanos—agregó William llamando mi atención.

—Tu más que nadie sabe lo difícil que es la convivencia entre humanos y vampiros, no es algo del todo natural y por más que tratemos de controlarlo no podremos mantenerlo por siempre—contestó tomando del piso el inerte cuerpo del hámster de William—. Yo no voy a lastimar a ningún humano, se te olvida que soy una persona que cumple promesas, simplemente les haré el favor de unirse a nosotros, que dejemos de estar en las sombras, ahorrarnos borrar memorias, eso es lo que realmente busco, el perfecto equilibrio entre las especies.

—Estas loco, no puedes hacer eso—habló William con un tono de voz preocupado, por su parte, Near tomó al roedor entre sus manos y con cuidado inyectó parte de la poción—¡Near detente! —exclamó William con desespero.

—Te estoy haciendo un favor—contestó Near dejando de lado la jeringa y colocando al roedor en una jaula que estaba junto a él, en la jaula salía una pantalla que se encendió al estar dentro el roedor, mostrando unas líneas horizontales de color verde azulado—. Estoy impaciente—se cruzó de brazos y esperó con dificultad que las líneas mostraran algún movimiento.

                 Cuando finalmente logré controlar las lágrimas ya era demasiado tarde, al parecer mis lágrimas eran parte de la fórmula, si no mal recordaba William las habría obtenido durante una visita al cine, habíamos visto una película triste y debió de aprovechar el momento para tomarlas. Por otro lado, Near me había hecho recordar el momento más triste de mi vida.

—¡Near! —se escuchó la voz ajena de alguien entrando a la habitación, se trataba de una castaña de vestido blanco entrando con desespero hasta llegar a Near, el cual la abrazó con furor, al instante acarició su cabello hasta llegar a su espalda, dio unos suaves roces y luego la miró a la cara—. Es terrible, hay muchos Cazadores en las fronteras, son demasiados.

—¿Han atacado los Fenómenos? —preguntó acariciando el rostro constipado de Naila.

—No, aún no doy la orden, pero hay varios que tienen el poder de invisibilidad espiando, si tú lo ordenas haré que hagan una emboscada—contestó mirando con anhelo los ojos de Near. No podía existir una relación más tóxica que la que estaba presenciando.

—No, aquí lo que debemos de hacer es esperar a que ellos ataquen, si alguien va a empezar una batalla será ellos, no quiero que se se escriba en los libros que yo fui el estúpido que empezó esto— contestó—. Que se armen cuadrillas, que defienden el castillo, refuercen el castillo y que las que tengan el poder de desvanecer las presencias para que oculten este lugar—ordenó con voz neutra sin soltar a Naila de sus brazos—. Naila, por cada uno que derroten que se levanten otros dos— con cuidado le entregó una llave dorada—. No importa la estética, que sólo tengan integrado proteger y servir para un bien mayor.

—¿Qué pasará con Leonard?, ¿vas a matarlo? —preguntó cabizbaja.

—No tiene porque preocuparte por un idiota como mi hermano, si él te preocupa entonces me aseguraré de no matarlo, a menos no físicamente—contestó a su pregunta, su respuesta me erizó la piel, me fue inevitable voltear la mirada a William el cual tenía el ceño fruncido—. Cuídate ma belle, pongo mi eterna vida en tu corazón— y como ya lo había visto anteriormente, como si se tratara de el ritual más importante, Near tomó a Naila de la cintura y le dió un tierno beso.

—Nuestro—completó acariciando el rostro de Near, la única diferencia fue que su otra mano fue que una de sus manos se posó en su vientre.

—Me harán vomitar—susurré ganándome una mirada de odio de Naila.

                   Sin más que agregar Naila se retiró con prisa y cerró la puerta del laboratorio. Por su parte Near regresó a esperar que el roedor despertara de su profundo sueño, mientras que yo trataba de buscar nuevamente una forma de escape.

             Mientras que a las afueras del castillo, junto en las fronteras se encontraban marchando a un paso firme y uniforme en enorme ejército que estaba bajo el mando de Leonard.

—¿Cuantos son? —preguntó Leonard a la pareja particular de la pelirroja y azabache. Mila y Sky habían regresado de un ligero espionaje para ver al ejército de Near, Jason había ayudado en transportarlas rápidamente para volver con información.

—Tantos como nosotros—contestó Sky—, pero realmente no importa, Near hará más.

—¿A qué te refieres? —preguntó Wesh tratando de entender la última parte, en su imaginación se proyectaba a los Fenómenos como si fueran partes para ensamblar, pero esperaba una mejor respuesta por parte de la pelirroja que estaba devorando una goma de mascar.

—Tu sabes, Near hace sus propios Fenómenos, no puede pasar toda su eterna vida mordiendo a humanos—contestó tomándose el tiempo de hacer una burbuja con la goma de mascar para después continuar una vez esta explotó—. Por eso robó la sangre del creador principal de Plastic Buttlers y se dedicó a usar el conocimiento para crear a su propio ejército, tiene la facilidad de crear tantos como se le antoje, por eso debemos de infiltrarnos al castillo y detener de antemano la máquina o cualquier método que use para crearlos.

—Jason—lo nombró el pelinegro dando a entender que esa sería su función en el plan.

—Necesitaré ayuda—contestó—. Propongo que nosotros nos adentramos en el castillo o al menos una parte de nosotros para poder apagar la máquina en donde son creados.

—Near lo notaría—agregó Wesh mirando el mapa que Mila había dibujado con gran detallismo—. Ese castillo sólo tiene la fachada de ser viejo pero debe de contener una gran seguridad—agregó mirando nuevamente a la pareja—¿Cómo escaparon?

—Sky fue capturada por ustedes y yo usé las catacumbas—contestó haciendo una mueca, recordando lo asqueroso que había sido la noche en la que huyó de las manos de Near.

—¿Hay forma de entrar? —preguntó Jason con un tono de voz más ronco, difícilmente se recargó en la mesa. De la nada comenzó a toser sin control llamando la atención de todos, Wesh se acercó rápidamente, pero las filosas garras de Jason desgarraron con facilidad el brazo el peliplata, el cual, retrocedió lentamente. Ante la muestra de sangre, el cuerpo de Jason comenzó a desesperarse por probar sangre, sus ojos se tornaron de un color rojizo y sus colmillos amenazaron con salir.

            Ante esto Mila se acercó con calma y tomó la cabeza de Jason sin miedo, ante esta acción, la cabeza de Jason se posó el en cuello de la pelinegra y como un reflejo, el castaño clavó sus filosos caninos en la piel pálida de Mila, sintiendo al instante la sangre de Near la cual corría en la de Mila.

—¡Oye! —exclamó Sky sin evitar sentir un millón de celos en todo su pequeño cuerpo.

—Lo calmará por un momento, pero me temo que no podré darle la cura—agregó Mila al sentir un poco más calmada la respiración de Jason—. Near tiene la sangre del que lo mordió, si él bebe la sangre de Near podrá sanarse, pero debemos de hacerlo esta noche.

—¿Esta noche? —preguntó Armando dándose a conocer finalmente en la conversación—. No creo que una guerra dure solamente una noche y por mucho que quiera que Jason se recupere al igual que los demás Cazadores de nuestro ejercito, dudo que sea realista esa opción.

—Ya hemos atrasado mucho esto, creo que es momento de darle fin—contestó Leonard—. Tenemos algo a nuestro favor...

—¿Él viene a nosotros? —preguntó Wesh con miedo a que esa fuera la verdadera frase motivacional que Leonard tenía preparado.

—No Wesh—contestó el pelinegro—. Sé que me gusta hacer referencias pero este no es el momento—llevando una mano a su rostro se sobo tratando de calmar la jaqueca que amenazaba con invadir su cabeza.

—Además no tiene sentido—habló Jason jaleando aire, estaba muy cansado por el fuerte espasmo que le había dado hace unos segundos—. Nosotros vamos por él— completó alejándose finalmente del cuello de Mila, podía sentir el ojos de Sky perforar su podrida alma.

—Me refería a que tenemos experiencia, todas nuestras vidas hemos luchado, Near está cegado y ocupado tratando de recuperar a sus padres, además ya tenemos a dos personas dentro del castillo—habló Leonard tratando de volver a la conversación principal.

—Ahh— expresó Wesh dándose cuenta de que Leonard tenía razón, no estaban tan perdidos como pensaba.

'Ahh'—repitió Jason con un tono de voz más estúpido—Tarado.

—Basta chicos, hay que concentrarnos en el plan—pidió Sky algo cansada de las conversaciones triviales—. Podemos vencer esta noche, nos hemos estado preparando todo este tiempo, he visto del desempeño de los cadetes y les aseguro que sabrán dar batalla.

—Sky tiene razón—afirmó Wesh—. Debemos de mover bien a nuestros peones.

—Haremos un ataque de frente, nuestras tropas harán una formación de V, así aseguraremos adentrarnos entre el ejercito de Near, nosotros iremos al frente guiando a todos, seremos los primero en atacar—habló Leonard sacando un mapa un poco más grande y colocándolo sobre la mesa en donde todos estaban reunidos—. Armando ¿aún sabes hacer clones?

—Por supuesto, solo necesitaré un poco de cabello de cada uno—respondió con una sonrisa picara.

—Bien, usamos eso para desaparecer en medio del campo de batalla, nuestros clones se quedarán para hacer pensar a Near que estamos ocupados, pero en realidad Jason nos teletransportará a las catacumbas, así lograremos entrar al castillo—dijo Leonard marcando los puntos claves—. Wesh, antes de partir necesito que des estrategias a los generales al mando de los escuadrones, que tengan listos a los Plastics Buttlers en caso de que algunos humanos sufran heridas.

—De acuerdo—aceptó Wesh las órdenes que le había dado ahora su superior.

—Mila, Sky—nombró a las chicas del grupo— Ustedes nos ayudarán a encontrar a William.

—Y a Jade—completó Jason con una voz gruesa y frívola.

—Cierto, también necesitaremos de Jade— volvió a hablar Leonard sin dejar de observar el mapa con suma atención—. De seguro los tres deben de estar juntos, así que necesitaremos toda la caballería.

—¿Y si Near ya revivió a sus padres? —preguntó Jason una vez más calmado, pero esta vez había tomado una silla para estar más cómodo alrededor de la mesa—. ¿Recuerdan alguna recámara donde Near mantiene los cuerpos?

—No nos dejaba entrar ahí—respondió Sky—, sólo entré una vez para limpiar y terminé ganando me una paliza, pero es la más grande de todo el castillo, ni siquiera el salón principal se le compara— con delicadeza volvió a poner el mapa del castillo, señalando el lugar en donde se encontraban los cuerpos de los padres de Near.

—¿Cuál es la probabilidad de que se encuentren ahí?, podríamos ir a buscarlos, pero de cualquier forma podría estar con Jade y William, o tal vez ni siquiera en ninguna de esas opciones, ¿quien nos dice que no está usando estos puntos para una trampa?—preguntó Armando observando detenidamente el mapa.

—Near no es un cobarde, solamente toma el papel para hacer pensar que lo están acorralando—respondió Mila— Garantizo que él sabe que la prioridad son Jade y William, por los usará de carnada, donde estén ellos estará él, después de todo siempre llega a hacer tratos, lo más probable es que negocie con nosotros a cambio de regresarnos a ese par.

—¿Ya lo viste? —preguntó Leonard, haciendo referencia al poder de Mila de ver el futuro por medio de estefanias.

—Vi a una mujer—respondió llamando la atención de todos, más de Jason y Armando—. Una mujer muy hermosa, portar una espada de belleza inigualable.

—Violetta—susurró Jason— ¿Creen que signifique algo?

—Nos estamos desviando del tema—volvió a hablar Wesh—. De antemano sabemos que Violetta y Jade están juntas, la visión podría significar muchas cosas, pero no podemos detenernos a averiguar el significado, lo mejor es empezar el ataque, movernos con agilidad por el castillo y asegurar los puntos fuertes, lo mejor sería dividirnos en grupos.

—Opino que sería una estrategia muy poco acertada—dijo Armando haciéndose presente finalmente—. Necesitaremos de todos para derrotar a Near, sobre todo si llega a revivir a sus padres, dudo que un pequeño grupo pueda contra Vincent Gravez, Nora y Near.

—Entonces la orden es clara— habló Leonard con voz autoritaria—.Entramos juntos al castillo, si hay cámaras o algún sistema de seguridad lo más coherente sería infiltrarnos en él y poder ver en donde se encuentra Near, una vez demos con su paradero debemos atacar juntos, en caso de que Jade y William no se encuentren ahí Sky los buscará—explicó dirigiendo la mirada a la pelirroja la cual solamente asintió con la cabeza—. Si Vincent y Nora han revivido nos encargaremos de volver a asesinarlos.

—¿Quien se encargará de los cuerpos? —preguntó Jason—. Yo me encargaré de volver cenizas el cuerpo de Near, ¿pero qué pasará con los Gravez?

               Al instante todos voltearon a ver a Leonard, el cual trató de no hacer ningún gesto que hiciera notar lo molesto que se sentía. Se había negado en beber de la sangre del hombre que llevó a su madre a la soledad, pero no tenía otra opción, y con un gastado suspiro no hizo más que aceptar en silencio.

—Entonces tenemos un plan—habló Wesh cerrando el mapa y por concluida la sesión—. Salgamos y esperemos sus ordenes—se dirigió a Leonard.

—Andando—ordenó Leonard siendo el primero en salir de la tienda que habían improvisados gracias a un hechizo de Wesh, después de todo, tener a un viejo Gitano no era tan inútil como algunos pensaban.

             Al terminar la charla el grupo de amigos bajó hasta donde se encontraba el ejército, todos se abrieron paso a través del grupo, al llegar al frente Leonard alzó su espada dando señal para avanzar con paso firme hasta llegar frente al palacio de Near.

            El sonido del andar de las tropas hacía temblar la tierra,todos los Cazadores, de todas las especies iban a la par, de vez en cuando alguno se miraban entre sí, veían a sus amigos, parejas y comandantes con una expresión que daba a entender la duda, la intriga de lo que iba a pasar, mientras en respuesta recibían las mismas palabras de calma: 'todo va a estar bien'.

             Leonard sabía que debía de vencer, no iba a poner sus sentimientos frente a todo, iba a dar su vida si era necesario, pues detrás de su espalda se habían muchas personas que dependían de él.

         El pelinegro nunca se había sentido como un líder hasta esa noche, la noche que iba a poner justicia sobre su pueblo.




—Funcionó— susurró Near sorprendido al ver la pantalla holográfica frente a él, no se había movido de la jaula del roedor, permaneció inmóvil y atento hasta que el monitor volvió a mostrar señales de vida por parte de Perseo.

William y yo hicimos una interjección llena de sorpresa, volteamos y vimos que en efecto, el roedor volvía a recuperar el color de su pelaje, alcancé a ver ahora con mi mejorada visión que sus bigotes se movían con miedo y su chillido se hizo presente.

—¡Funcionó! —exclamó Near con alegría dando una carcajada al aire, su rostro estaba lleno de sorpresa y alivio, pero sabía que lo que para Near era felicidad, para el resto del mundo iba a ser caos y destrucción—Gracias chicos—habló tomando el frasco en donde había guardado la poción— A cambio de todo lo que me han ayudado les haré el favor de volver con sus amigos.

—Maldito bastardo—expresé con asco— Si ya no te hacemos falta liberarnos de una buena vez.

—Lo haré hermosa, pero aquí no, lo haré frente a mi hermano para que sea justo— expresó quedando frente a nosotros con una sonrisa vencedora— En cuanto a ti William—se dirigió a mi amigo—Tengo algo muy especial para ti, por mucho que me hayas ayudado me temo que mi hermano ha tomado decisiones que han logrado a perjudicarnos— habló con lentitud oprimiendo el botón que abría la cápsula—. Él no sabe lo que es perder a su familia.

—No lo conoces—respondió.

—Apuesto a que tu puedes ayudarme—susurró con voz grave y una sonrisa de lado, pero su rostro se mostraba muy sereno, calmado y podía decir que hasta sin maldad

—Near ya es suficiente— expresé con voz grave, hasta yo me había sorprendido de hablar con ese tono—. Tienes lo que querías, deberías de ir a revivir a tus estúpidos padres y dejarnos en paz, créeme, en cuanto logre liberarme de estar estúpidas cadenas te mataré si te atreves a hacerle algo—amenacé moviendo mi cuerpo con la misma fuerza de mis palabras al salir por mi boca.

—Tranquila Jade—hablo dirigiéndome la mirada esta vez— Esto no te incumbe, mi hermano sufrirá lo que yo sentí— estiró su brazo frente a William, el cual mantuvo un rostro fruncido y respiración fuerte—. Me encargué de su madre así como él lo hizo con la mía, pero al igual que él yo acabaré con todo lo que le queda, haré que vea lo que es estar sólo, que sin haber hecho nada malo el mundo te trate como mierda, que sin haber lastimado a alguien las personas te quiten lo que amas y que por el simple hecho de existir la vida te demuestra que eres escoria—habló rápidamente haciendo un puño su mano extendida.

              Al instante el rubio se retorció de dolor, pude ver como su cuerpo se torcía en forma de espasmos, sus brazos se alzaban, su espalda se curvabeaba y su cabeza se movía de lado a lado. El sonido de sus huesos tronando, los quejidos que salían de su boca y los repentinos gritos de dolor que profanaba.

—¿¡Y hacer que las personas sientan que son escoria te hará feliz!? —exclamé mientras trataba de desatarme de las cadenas encantadas. Había sentido algo, una fuerza en mis muñecas retenidas, si bien podía crear campos de fuerza, tal vez podía romper otros como las cadenas que parecían ser creadas con mi mismo poder.

—¡Ellos me quitaron lo único que no me hacía sentir una escoria!— gritó con fuerza mirándome con odio, todo los objetos a su alrededor comenzaron a levitar de la nada, William se quejaba y cerraba los ojos con fuerza, solamente podía escuchar su quejidos de dolor, las lágrimas bajar por sus mejillas debido a la fuerza que Near ponía sobre él. Toda la electricidad se vio afectada por la fuerza e ira que irradiaba de Near, chispas salieron de las lámparas.

            Me llevé una sorpresa al ver cómo Near también derramaba lágrimas, más sin embargo, su rostro permanecía enojado y lleno de ira. Le tomó un segundo calmarse, lo supe por su expresión más serena, poco a poco su respiración volvió a ser calmada, su rostro se llenó de sorpresa y los objetos flotantes cayeron al suelo.

                Cuando la habitación se tornó en silencio fue cuando Near se puso firme, peinó con delicadeza su cabello alborotado por el repentino grito de frustración, limpió sus lágrimas y tosió un poco para aclarar su voz. Por otro lado, William pudo descansar de su agonía.

—No lo entenderías—susurró sin llegar a verme—En cuanto ellos lleguen les haré sentir lo que es perder a lo que amas— volvió a acercarse a William y tocó su pecho, pero esta vez, no miró a nadie, su cabeza se mostraba agachada, perdido en su mente, guiándose solamente por el sentimiento de dolor que lo inundaba.

—¡AAGH! —gritó William sin miedo a crear un escándalo, sus gritos de dolor perforaron mis oídos de pena y sufrimiento, no podía hacer nada, trataba con desespero romper las cadenas, movía mis muñecas y dedos tratando de liberarme y terminar con el sufrimiento de mi amigo—¡AIDE! —exclamó como último grito de sufrimiento, un rayo salió del pecho de William y se vió como este corría a través del brazo de Near, su cabello negro se erizó al igual que el de William, pero mientras la espalda de William se curveaba expulsando el rayo hasta Near.

Un resplandor dorado me cegó y una onda explosiva hizo temblar la habitación.

              Cuando todo se calmó y el destello desapareció pude ver a William con una cabellera blanca cubriendo su rostro, el cual estaba igual de pálido, más de lo acostumbrado, rendido ante la fuerza que había salido de él, mientras que Near seguía en su posición, su cabello cayó con delicadeza sobre su rostro y cuando levantó la mirada pude ver una mirada de tono dorado.

—¿¡Qué hiciste Near!? —pregunté con miedo, casi llorando, apenas podía sentir algo, me había quedado asustada por el gran poder que Near había usado sobre mi amigo.

—Robé su poder de borrar la memoria—respondió— Será necesario en esta batalla.

Y sin más que decir tomó nuevamente la poción y se dedicó a salir por la habitación.

—¡Regresa maldito! —exclamé con dolor, ya había causado mucho daño, no iba a permitir que siguiera lastimando a las demás personas que me importaba, no iba a permitir que se saliera con la suya—¡Haré rodar tu cabeza!




HASTA AQUÍ EL CAPITULO!!!

Espero que les haya gustado, sé que está largo pero la verdad es que estamos a un capitulo de ponerle fin a esta historia.

De ante mano quiero agradecer que hayas llegado hasta aquí y que le hayas dado mucho amor a esta historia, la cual escribo con mucho esperoo y dedicación, estoy emocionada de cerrar este ciclo y dar inició a nuevos proyectos.

Recuerden que tengo mi pagina de Facebook en donde subo contenido de esta historia y de muchas más. Dentro de poco estaré subiendo un nuevo bloque de 50 COSAS SOBRE LOS PERSONAJES DE REENCARNADA!! 

Ustedes deciden quien será el próximo personaje en ser homenajeado, también que se vienen un par de One-shots sobre los personajes secundarios favoritos, entre ellos destacamos a Wesh, Jason, Mila y Sky.

Espero que les haya gustado este capitulo, se viene el gran final y el epilogo con el que se cerrará la historia.

Quiero agradecerte por leer y a la Editorial Arrowy que ha hecho mucho por esta historia que ha sido mi debut como escritora, gracias por el amor que le han dado a esta historia.

NOS VEMOS EN EL PRÓXIMO CAPITULO!!!

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