49

(Narra Jade)

—Bueno, supongo que esta será la última noche— hablé viendo a todos alrededor mío. Nos encontrábamos en el camión, el cual gracias a las habilidades de Sky y Mila era prácticamente inexistente—. Mañana al anochecer estaré en el castillo de Near...

—¿Estás segura de querer esto? —preguntó mi padre tomándome de la mano—. Sé que podrás cumplir la misión, pero la opción de sacrificarte me parece innecesario.

—Es solo una opción— habló Wesh—. El plan es que Jade se infiltre y mate a Near, todo este tiempo solo la he preparado para que no le tenga miedo a la muerte, un Cazador debe saber que en cada misión está propenso a morir, Jade estará bien, ella sobrevivirá.

—Pensé que estaba escrito que moriría— dije con humor ácido—. No sé nada de Near, pero si mi vida acaba con el ciclo entonces no dudaré en darla, yo reencarnaré, en mi próxima vida no habrá guerra y llevaré una vida normal.

—Si Jade, es claro que así será— habló mi padre con sarcasmo—. Pero me sentiría más seguro si solamente el plan fuera matar a ese niño Gravez— su voz falló un segundo, si bien, mi padre sabía que yo tenía la posibilidad de morir, después de todo había tenido un entrenamiento básico que había perfeccionado con lo que sabía de mi vida pasada, pero nunca llegaría a ser un Cazador como mi padre o Wesh, todos los que me rodeaban se encontraban en un nivel diferente. Y por mi lado, era una novata—. Soy tu padre, estaré de acuerdo con cualquier decisión que tomes, pero ya perdí a tu madre, perderte a ti será doloroso, por más preparada que estés, y por más asegurada que estés en tu próxima vida, dejarás a tu viejo solo de nuevo.

            Todo se tornó en silencio, supuse que era incómodo para los demás estar escuchando una conversación íntima de un padre y su hija.

—¿Qué dices Sky? —preguntó Mila a su pareja mientras esta se recostaba en el hombro de la otra—. ¿Dices que tienes sueño?, es verdad, deberíamos dormir, hace años que no lo hacemos.

—Yo no dig... auch— exclamó la pelirroja al sentir un codazo de su azabache—. Cierto cariño, deberíamos dormir, ¿qué dices Wesh? —preguntó la pelirroja al peliplata. No estaban siento tan disimulados.

—Bueno, si todos van a dormir será mejor que papá y yo salgamos— propuse para que el trío de tontos dejará de dar vueltas al asunto—. Vamos viejo, será mejor continuar afuera— dije entre una pequeña risa, mi padre siempre se auto llamaba así, por eso llamarlo de esa manera me hizo reír un poco. Me propuse a salir del camión, no sin antes tomar una pistola cargada, mi padre solo tomó una cobija y salimos a la intemperie.

         La noche era fría, así que agradecí que mi padre e cubriera con la cobija. A diferencia de las otras noches, esa era fría, las estrellas no se notaban, la luna no brillaba y las luciérnagas eran las que nos proporcionaban luz.

—Estás equivocada si piensas que no me importas— comenzó a hablar mi padre. Era verdad, desde que me dejó en casa de Jason, supuse que el cariño que él me tenía era falso e hipócrita—. Eres mi hija, claro que me preocupas, pero desde que tengo memoria siempre quise que crearas tus propios límites, temiendo que llegaras a casa embarazada o con un tatuaje de alguna secta, pero nunca pensé que sería tan grave— se cruzó de brazos mientras se recostaba en el camión, parecía que estaba contra el aire, pero a causa de la invisibilidad no se apreciaba el camión—. Pero no pensé que sería yo quien te entregaría a un loco con ganas de matarte y jugar con tu vida para beneficio propio.

—Papá, sé que no es fácil, pero Wesh me ha estado preparando para todo, puedo asegurarte que estaré bien— sonreí para darle más valor a mis palabras vacías. Si,estaba preparada, pero no sabía con certeza el futuro, no sabía qué era lo que me preparaba, sí, sabía que había gran probabilidad de morir, pero también había gran probabilidad de que viviera manchada con la sangre de Near en signo de victoria. Pero era humana, no iba a hablar por el futuro.

—¿Puedes hacerlo Jade? —me miró serio, usaba ese tono falso que le dama más seriedad a la conversación—.¿Puedes asegurarme que estarás bien? —preguntó fijando su mirada azabache en mi. Era ahora o nunca para demostrarle a mi padre que había hecho bien en dejarme en la puerta de Jason.

—Dame un arma y te lo demostraré— afirmé mirándolo a los ojos sin vacilar. Mi padre, el cazador más poderoso de su generación, mi padre, el hombre más sobre protector, el cazador que había vencido a un Sangre Pura, incontables Fenómenos, numerosos guerreros, se iba a enfrentar a su inexperta hija.

—Bien, ven conmigo Chaparrita—se incorporo y comenzó a caminar camino al bosque.

           En gran parte no me gustaba la idea de estar en el territorio de Near y que la luna no se encontrara iluminando el cielo. Pero debía demostrarle a mi padre que estaba preparada para afrontar todo lo que se me pusiera en el camino. Caminamos una gran distancia hasta llegar al corazón del bosque, una parte en donde los árboles se abrían paso formando un óvalo, dando vista a las estrellas. Mi padre se colocó a un extremo y yo me quede en el otro, nos miramos seriamente a los ojos.

            Mi padre respiraba lentamente, su mirada estaba seria y sus ojos mostraban un brillo. Rápidamente sacó de su traje una daga pequeña, yo la tome rápidamente antes de que la hoja filosa tocara mi rostro. Esa acción sorpendió a mi padre.

—Pon las reglas— exclame para que pudiera escuchar a la gran distancia que nos separaba.

—Fácil, el que mate a la persona que tiene al frente gana— respondió tomando su propia daga, una más grande que la mi, su forma parecía la de un rayo, puede observar que en la hoja había un símbolo de águila.

—¡Estás usando un arma de nueva generación! —exclame dándome cuenta de los disparejo que se encontraba el combate.

—Cariño, en la batalla todo es inesperado, si no puedes con esto entonces no estás preparada para la misión, si no puedes con esto entonces fue un error poner en tus manos el destino de la humanidad y de los Sangres Puras— su voz sonó confiada, segura, como si supiera que esa ventaja me haría perder. Pero si algo me habían enseñado los años era que la confianza en un arma de doble filo.

—Bien, jugaremos con tus reglas—acepte poniendo mi cuerpo en guardia. Sabía que mi nivel de fuerza era alto, pero no estaba segura de poder contra mi padre. Fue ese mismo pensamiento el que me hizo darme cuenta que si derrotaba a mi padre entonces mi combate con Near sería en vano—. ¡Ataca!— lo incité a atacar primero. Algo que todo Cazador sabe es que se debe esperar y resistir al ataque del ponente, es así cómo se aprenden los movimiento.

            Mi padre corrió en mi dirección con su daga de frente, era rápido. Mi cuerpo dio pasos atrás, usando de escudo la daga para prevenir los ataques de mi padre. Su filosa arma atacaba de todos mis ángulos, solamente podía defenderme con mi pequeña daga. El insistente sonido de nuestros filos era lo único que se escuchaba en el oscuro bosque, comencé a responder los ataque de mi padre, usaba parte de mi fuerza para empujarlo y poder tomar espacio, pero él actuaba tan rápido que apenas podía pesar el siguiente movimiento.

—¡Un arma no piensa! —exclamó resistiendo uno de mis ataques directos con su propia daga. Nuestros rostros quedaron frente a frente, mi cuerpo saltó para atrás, en un intento de guardar distancia, de lo contrario, mi padre había usado eso como ventaja—. Tus reflejos son buenos, pero solo sirven cuando te atacan— comenzó a caminar en mi dirección, como un león acechando a su presa—. ¡Ataca o muere! —gritó agitando su daga de forma horizontal, y ante ese movimiento una luz salió. Mi cuerpo se tiró al piso. El rayo se extendió en el horizonte cortando los árboles que se encontraban a mis espaldas. Sentí miedo.

—No creo que sean las únicas opciones— dije poniéndome rápidamente de pie. Mi padre había dando un fuerte salto, su intención había sido clavar su daga en mi espalda al estar en el suelo, pero él tenía razón, yo tenía buenos reflejos, fueron esos mismos reflejos los que impidieron que me atacara.

              Su arma tocó en suelo, su cuerpo se mantuvo hincado por la incrustración de la daga en la tierra. Salí del humo que había causado la caída de los árboles, fue como atacar a mi padre de la nada. Mis piernas dieron una patada al cuerpo de mi padre, haciéndolo rodar por el suelo. Su cuerpo no tardó en ponerse de pie. Su mano aún sostenía su arma, de nuevo estábamos frente a frente.

—Muéstrame que eres capaz de matar— me retó mi padre. La tensión entre nuestras miradas hacía que mi miedo se fuera, la derrota o la muerte eran las opciones que tendría al estar con Near, así que corrí en dirección a mi padre. Él atacó primero, yo resistí el ataque, su otro brazo tomó el mio, el cual sujetaba mi arma, me miró con triunfo, pero supe que lo tenía en donde lo quería. Puse fuerza en mis delgados brazos, mis piernas patearon su abdomen, justo en el diafragma, dejándolo sin aire, a causa de eso, su fuerza se debilitó un poco, con fuerza, coloque el brazo que me sujetaba encima de mi hombre, lo cargué débilmente y le di vuelta para que cayera al suelo fuertemente. Una vez en el suelo tuve la oportunidad de clavar mi daga en su cuerpo, pero hubo algo que me desconcentró, un ruido, diferente, un escalofrío recorrió mi espina dorsal, supe que algo estaba mal.

Fue cuando mi padre se puso de pie y atacó mi pierna.

—¡Aaaght! —exclamé al sentir la daga de mi padre atravesar mi pantorrilla. Mi pierna izquierda cayó al suelo, mi padre seguía atacando, jugando conmigo, cada ataque cortaba mi piel, mi rostro, mis brazos, todo, haciendo que sangrara ligeramente, pero el dolor no lo era todo.

                  Me defendía fallidamente con mi daga, fue cuando vi un resplandor color carmesí provenir en lo profundo del bosque.

—Es un... —susurré tomando con fuerza el brazo de mi padre, tomando a la fuerza su arma. Mi pierna me sostuvo y logré ponerme de pie difícilmente—¡Abajo! —exclamé sacudiendo el arma de forma horizontal, creado el rayo que me había atacado con anterioridad. Fueron segundos para que hiciera impacto y destruyera a los árboles frente a mi, sacando por los aires a un Fenómeno, el cual agonizaba de dolor por el impacto.

        El monstruo cayó al suelo frente a mi, entonces fue mi oportunidad para atacar. Tomé fuertemente la daga de mi padre y corrí en su dirección, sin llegar a recibir un golpe de sus poderosas garras, fui capaz de cortar le la cabeza. fue cuestión de pasar a un metro de distancia de él.

           Cuando el cuerpo perdió vitalidad ya se había convertido el polvo, algo que me dejó sorprendida, pues la mayoría de los vampiros que morían debían pasar su sangre a la siguiente generación, era entonces cuando sus cuerpos se volvían cenizas, pero este había sido un caso diferente.

No cabía duda que Near lo había usado para espiarme, por eso mismo lo había destruido

—Gané— hablé sentándome en el suelo. Las heridas no eran del todo profundas, pero me habían dejado exhausta, había sido un combate algo fuerte para una novata como yo.

—No, apenas y me hiciste daño— mi padre se sentó a mi lado, se dedicó a sanar la herida con un hilo dorado, sin duda no dejaban de sorprenderme las habilidades de mi padre.

—Dijiste que ganaba el que matara a la persona que tenía al frente— respondí extendiendo un poco más mi pierna para que se lograra sanar bien—. Yo lo maté, tu solo me lastimaste

—Es cierto— rió mientras el brillo se ocupaba de sanarme. No eran igual que ser sanada por Will, pero algo es algo—. Debí lastimarte más severamente— suspiró mi padre—. En serio no quiero que vayas, si algo te pasa me lamentaré el resto de mi vida, y no podré quitarme esa culpa, pues yo fui el que te puso en esa situación, después de que te dejé en casa de Jason, me di cuenta de lo solitaria que era la vida sin mi hija, a pesar de que sabía que era necesario para que supieras tus raíces, pero nunca cruzó por mi cabeza el hecho de que sería yo el que te entregaría a los problemas de los Sangres Puras.

—Nadie es consciente de lo que depara el destino, aún cuando Leonard tuvo la oportunidad de advertirme, mantuvo silencio y me dejó sumergida en la ignorancia— las palabras de mi padre me hicieron olvidar el peligro que habíamos pasado al estar expuestos ante ese Fenómeno, pero siempre era buena una simple plática padre e hija—. Ya te lo dije papá, no siento rencor por lo que hiciste, me permitiste conocer sobre tu pasado, mi lazo con Jason y a lo que estaba destinada, sin ti, de seguro yo había fallecido ante el deseo de Violetta de ver a Jason— las últimas palabras fueron acompañadas con la acción de mi mano acariciando mi hombro—. Claro, hubo problemas de por medio, la marca que ese maldito me hizo es una gran herida, pero si el plan funciona, entonces todo habrá valido la pena, pero necesito que confíes en mí, por favor.

—Confío en ti Jade, lo hice cuando ibas a la casa de Arturo a 'ver películas', cuando en realidad sabía que hacían otras cosas— lo dijo tan seguro que solamente me pude sonrojar. Solo había usado una vez esa excusa—. Te amo, eres la única familia que me queda, te veo y no veo a Violetta, veo a tu madre, veo a mi única hija, ¿cómo podré volver a mi vida después de perderte?

—No vas a perderme papá— me apresure a hablar—. Cuando reencarnas, lo haces para estar al lado de tus seres queridos, si yo muero, ten por seguro que no será en vano, si muero te veré de nuevo, porque eres la persona más importante en mi vida, el que siempre, siempre ha estado ahí, soportando mis berrinches, limpiando mis lágrimas y siendo incondicional.

—Porque soy tu padre chaparrita— sonrió terminando su labor, poniéndose de pie junto conmigo—. Si es que tu lo deseas, entonces se volverá realidad, pero, no confíes, no en el destino, si puedes cambiarlo hazlo, si vas a salvarte hazlo, si vas a morir, entonces te esperaré.

—Hasta volver a estar juntos— complete su frase. Supe que todo iba a estar bien. Sin más envolvía a mi padre en brazos, él me apretó y logró abrazarme de forma que mis pies no tocarán en suelo—. Te amo papá.

—Yo también Jade.

(A la mañana siguiente)

—¿Estás seguro que esta es la forma correcta?— pregunté mientras nos adentramos al campo lleno de Fenómenos. Wesh y yo nos habíamos despedido de las chicas y mi padre, el cual se había despedido de forma tranquila con pocas lágrimas y muchos besos en mis mejillas. Después de eso y una corta caminata llegamos al territorio de Near, un lugar frío donde el sol no destellaba gracias a las densas nubes que cubrían el cielo. El frío era lo peor, Wesh tuvo que prestarme un brazalete especial, el cual cubría a mi cuerpo con una capa mágica dando calor a mi cuerpo, no era incómodo, pero la opción cliché de compartir la chamarra había quedado obsoleta ante esa acción.

       Después de eso nos encontrábamos caminando en un campo lleno de Fenómenos, todo el camino al castillo de Near, era custodiado por un trillón de bestias, las cuales curiosamente no atacaban, solo gruñían y daban rasguños fallidos, aún así, la sensación de que todos atacarían en cualquier segundo no me dejaba en paz.

—Créeme, no hay mejor manera que salir de un problema, que por una puerta— contestó a mi pregunta tomando mi mano, él sabía que estaba temblando, y no por el frío.

—Pero, nosotros vamos a entrar— hablé algo dudosa de su respuesta, al igual que sentía como mis manos sudaban. Que pena.

—Si, pero para salir de un problema, por lógica debes de entrar— me hizo reír un poco con ese comentario. Había sido la frase filosófica más "única y detergente".

—Que asco— reí siguiendo caminando. No estábamos tan lejos del castillo, pero los pasos que dábamos eran curiosamente lentos, la razón, aún era pronto para mí despedirme de todo mi mundo.

        El insistente ruido de gruñidos y gritos de dolor, originado por los Fenómenos, me hizo temblar. Near había creado todo ese enjambre de bestias, bestias que algunas vez habían sido humanos.

        "¿Qué es lo que me hará?". Era la pregunta que resonaba en mi mente. Justo cuando el miedo comenzaba a invadirme, Wesh ya había tocado la puerta del castillo.

         Los gruñidos y los gritos de agonía terminaron, todos se postraron en forma de respeto como si el rey de reyes mostrara su presencia. Wesh soltó mi mano y se mantuvo firme, yo me mostré asustada, ese debía ser mi papel, a pesar de que en realidad me sentía con nervios de acero. Quería terminar por una vez con todo eso.

—El amo los espera adentro— una chica de piel pálida y ojos rojos nos abrió las puertas.

         Wesh y yo entramos al oscuro palacio, caminamos por un oscuro y sombrío pasillo, el cual era iluminado solamente por velas, como si Near nunca hubiera escuchado de la electricidad, pero eso no importaba, en las extensas paredes se mostraban retratos familiares, lúgubres y sombríos. Solo habían tres personas, Gravez, Nora y Near como bebé. El rostro de Vincent solamente se mostraba estoico y soberbio, mientras que Nora con falta de vida, no dejó de sorprenderme como un simple retrato de siglo seguía expresando tantos sentimientos oscuros.

       Pude sumergirme más en los retratos, pero debía de seguir adelante. La chica nos llevó a Wesh y a mi a una habitación, donde se encontraba una mesa extensa llena de comida, muchas sillas vacías, y en la cabeza de la mesa, una silla semejante a un trono, donde Near nos esperaba con una sonrisa.

—Se nota que eres más inteligente que mi estúpido hermano— su voz, la primera vez que escuché su voz, todo mi cuerpo se estremeció, no era nada inusual pero no me daba buena espina.

       Era fuerte, masculina, fría y lúgubre, como alguien sin sentimientos, una voz poderosa y estremecedora.

—Tu hermano es cegado por lo que no tiene, al igual que tú— habló Wesh con odio en su voz. El peliplata tomó mi antebrazo con fuerza y me lanzó al suelo frente a Near. Quedé en el piso sorprendida por cómo le había tratado Wesh, como basura, me hizo recordar el cómo debía de actuar, así que me queje por el impacto y me quedé unos segundos en el suelo, temblando, como si el miedo me consumiera, cuando en realidad, me sentía más valiente que nunca—. He cumplido, ahora detén tus ataques y elimina a esta...— hizo una pausa para mirarme como si fuera una asquerosidad—. Humana—se resistió a decir con asco. Wesh era un buen actor.

—Bien, se nota que eres congruente— se puso de pie y me miró. Near era alto, su vestimenta marcaba su cuerpo bien formado, su mirada, azul cual zafiros era penetrante, su melena oscura como su esencia, todo, causaba en mí un mal presentimiento. Near me miró desde arriba, era alto, pudiendo darme cuenta de lo pequeña que era al estar en el suelo. Mi cuerpo se hizo diminuto, abracé disimuladamente mis piernas y temblé un poco, la sola presencia de Near me provocó emoción, pero debía aparentar estar asustada—. Di tu nombre— ordenó con voz fuerte, yo solo temblé, gemí de miedo y cerré los ojos—. Vamos pequeña, di tu nombre—suplicó poniéndose frente a mi, solo pude mirar al suelo, claro, moría de ansias por ver sus ojos azules, pero era mejor mostrar me sumisa.

—Jade...—musite rápido, como si mi voz temblara por solo estar frente a él—. Jade Persson.

—¿Sabes quién soy, Jade Persson?—preguntó inclinándose frente a mi, doblando una sola de sus rodillas. Tomó mi rostro y pude verlo, sus ojos llenos de poder, un alma poderosa, pero al mismo tiempo rota.

         Como Reencarnación, era capaz de ver el alma de las personas, algo que no todas las reencarnaciones podían hacer, pero tampoco era algo que necesitaría entender del todo.

          El alma de Near, un alma que era inocente y al mismo tiempo malévola, era como ver a un lobo lleno de sed de sangre y ver a una mariposa volar con un ala frágil. Near había sido lastimado, y fue ese dolor el que lo cegó de ira, pude ver que Near solo quería hacer daño, pero porque las personas le habían hecho daño.

Demasiado predecible para mi. Sabía su debilidad.

—Me dijeron que puedes conceder deseos—susurre con inocencia—. Sólo sé que eres hermano de un vampiro llamado Leo, pudiste ponerle una marca a la prometida de un líder de los Sangres Puras— confesé intentando no sonar tan obvia—. Yo, recibí la marca de uno de ellos, tu hermano, él me entregó a ellos y ahora ya no puedo...—hice una pausa para tomar fuerza, amenace con llorar, aún dolía, aún no lo aceptaba, me había concentrado tanto en Near que había olvidado—. No puedo tener hijos gracias a esta marca— mi voz tembló, el sufrimiento era real, mis ojos iban a derramar una lágrima, pero el suspiro falso de Wesh me hizo volver a la realidad, limpiando la lagrima que apenas bajaba por mi mejilla.

—¿Deseas aquello que te arrebataron?—preguntó con una inusual voz dulce.

—Si— mi voz tembló. Mi cabeza tocó el suelo y Near se puso de pie—. Haré lo que sea—lloré falsamente—. Por favor.

—Dime, Jade Persson, ¿te suena familiar el apellido Gravez?— preguntó con voz fría y áspera. Me di cuenta al instante de lo que intentó decir, claro, Near y yo compartíamos lazos de sangre, pero debía de mantenerme en el papel, de lo contrario, Near se volvería impredecible, eramos la nueva generación de la familia Persson, claramente iba a hacer un escándalo si se daba cuenta que era su prima.

—¿Gravez?—pregunté con una voz temblorosa, como si tuviera miedo—. No recuerdo, ese apellido...— fingí demencia, temblé y llevé mis manos a mi cabeza, tomando ni cabellera con desespero—. La familia del Este, su líder era un Gravez— musite agachando la cabeza.

—No es tan estúpida como parece, es curiosa como un gato, algún día, esa misma curiosidad la va a matar— habló Wesh, ayudándome. La verdad es que no sabía que decir, Near me había tomado por sorpresa.

—Veo que aún no lo sabes—la voz de Near se hizo presente una vez más—. Dudo que alguien tan atormentada tenga otras intenciones, en ese caso, cumpliré tu petición, a cambio, me servirás y te convertirás en alguien poderosa, así te olvidarás de tu sufrimiento.

—Muchas gracias señor— agradecí con alivio, mi voz sonó reconfortante, como si hubiera encontrado la paz, cuando en realidad, estaba aliviada porque Near había mordido el anzuelo.

—Por otro lado—se dirigió a Wesh—. Mis bestias no atacarán, tus Sangres Puras vivirán al igual que tus seres queridos, pero te advierto, si yo me veo atacado, entonces el trono caerá y cuando emerja, yo seré el líder de los Sangres Puras, ¿quedó claro?

—Que seas líder de los Sangres Puras no fue parte del trato— frunció el ceño.

—Correcto, nunca lo mencioné, por lo tanto, lo que haga o no haga fuera del trato es mi problema, si empezáramos a detallar a profundidad cada acuerdo que se hace, entonces las personas dejarían de ser personas— habló relajadamente, confiado, sabiendo usar cada palabra a su favor—. Deja y refresco tu mente— sonrió confiado—. Estas cuatro paredes han sido testigos de nuestro trato— juntó si dedo anular con su pulgar, haciendo chascar ambos por la fricción de los dedos. Al escuchar el chasquido de dedos, un brillo salió de las paredes, brillo que se concentró en el candelabro que iluminaba la habitación, disparando una imagen en una de las paredes, como si se tratara de un protector.

        Se vio una clase de vídeo, eran Jason, Wesh y Leonard, él último con flechas en su espalda y a Near frente a él. Jason y Wesh inmóviles, con temor y furia en sus miradas.

"Ahora, te dejaré vivir, con la condición de que me traigas a esa reencarnación, de lo contrario comenzaré a atacar humanos de forma masiva..."— se escuchó a Near hablar. Mi vista se concentró en la imagen, los chicos se veían desarmados, el rostro de Leonard mostraba dolor, pero al mismo tiempo miedo, no por Near, al contrario, en su mirada no había miedo hacia Near, si no a lo que haría si no cumplía lo prometido.

—Has cumplido esa parte del trato, ahora tus seres queridos y el tal Will del que hablaba mi hermano no sufrirán— habló cuando se dejó de proyectar la imagen—. Has salvado muchas vidas esta noche, Jade Persson— me miró, volviendo a ponerse a mi altura para ofrecerme la mano.

       En un instante dudé, que el nombre de Will saliera de su boca de daba mala espina. Si yo lo traicionaba sería igual que romper el trato, y entonces todo habría sido para nada, si yo rompía el trato entonces no solo Will cargaría con las consecuencias, si no también todo ser vivo con sangre corriendo por sus venas.

        Tomé su mano, sabiendo que habría un ligero cambio de planes, mi cabeza se inclinó y mis labios besaron su mano, en señal de respeto.

 —Haré lo que sea si logro que nadie sufra— mi voz volvió a la normalidad, dejando de ser miedosa y sumisa—. No necesitan meter a más personas, estoy aquí por una sola razón— alcé la mirada para ver a Near confiada—. Quiero que me quiten esta marca, quiero tener un hijo humano y quiero que dejen de morir humanos a manos de esas bestias— mi voz son'tan confiada como lo estaba al hacer esa promesa, no tenía miedo, el papel de la chica gentil llena de miedo había muerto—. Por favor, si es necesario entregaré mi vida para complacerlo...— miré hacia el suelo nuevamente, lentamente mis rodillas volvieron a tocar el suelo, lastimando sutilmente mis rodillas—. Señor— musité entre dientes. No era un buen sentimiento, pero si alguien iba a sufrir en las manos de Near, iba a ser solamente yo, no Will, no Wesh, no mi padre y los otros humanos que solamente vivían su día a día, solamente yo.

—Veo que tienes valor— su voz sonó intensa, lo último que quería era que Near no confiara del todo en mi, ya que me había presentado con una actitud diferente a la que había actuado pasados dos segundos—. Bien, necesitarás de ese valor si quieres proteger a esos humanos— dirigió la vista a Near al terminar la oración—. Pues si el trato se ve violado, entonces no tendré piedad.

Las miradas que se lanzaban Near y Wesh eran de amenazas, nunca vi a Wesh tan concentrado en la mirada de otra persona, pude ver a través de sus ventanales como su alma se mostraba insegura, pero al mismo tiempo furiosa, Wesh no confiaba en Near, pero debía de hacer su parte del trato, por más inestable que fuera, de lo contrario, solamente habría sentenciado a todos, cosa que Leonard había querido evitar desde un principio.

—Puedes retirarte— ordenó Near. Wesh solamente pudo asentir, resignado a que saliera otra palabra de su boca.

          Wesh le dio la vuelta a Near, tomándose un segundo para verme a los ojos, como si con ellos me hiciera prometer que iba a estar bien, que todo saldría bien, yo solamente le dediqué una sonrisa temblorosa, él respondió con una sonrisa triste, ya sabes, de esas en donde tus labios reflejan felicidad pero tus ojos tristeza.

Wesh abandonó el castillo, haciéndome sentir sola, por primera vez en mucho tiempo.

—Muy linda— Near volvió a su asiento respectivo y volvió a chascar sus dedos, poniéndome de pie sin ser consciente de la acción para sentarme por impulso en una silla. Me sorprendió su poder, ni siquiera había sido capaz de reaccionar ante su manipulación—. Nosotros tenemos que llegar a un acuerdo, uno que nos beneficie a ambos.

—Si señor— sentí con voz segura. Debía jugar bien mis cartas, el destino de todo ser humano estaba en mis manos.

—Bien, soy todo oídos...


4835 palabrotas!!

HOLAAA ¿ME EXTRAÑARON?

Yo si jejeje ok no :u

Graciias por la espera chicos y chicas que leen esta extraña historia xd

Graciias por acompañarme otro año más, este año acabará esta historia, tengo pensado acabar la historia en el capitulo 55 o 59 para hacer un epílogo. El final es algo que he estado pensando desde que inicio esta historia, así que espero no desilusionaros.

Habrán muchas ilustraciones y extras próximamente en un apartado dedicado a los personajes fuera de la trama de la historia, ya saben, conocerlos mejor cuando no están en escena :3 tengoo muchos proyectos llenos de amor, espero y les gusten.

Gracias
Gracias
Graciias

Por leer uwu

Los amo!!!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top