24

          William salió caminando con caso fuerte y dejando huellas de sus pies en el piso, sus ojos verdes irradiaban odio, sus dientes eran colmillos y la marca de su mano se tornó roja. Al salir encendió su auto e hizo rugir el motor acelerando fuertemente y apretando el volante.

      El recorrido sería largo y si continuaba con la misma velocidad llegaría al amanecer. Aunque estaba el rubio echando humo por las orejas no sentía tristeza por el acto de su pareja y su única amiga, mas bien era coraje por lo irresponsables que podían ser ese par como para que se drogaran.

—Si no haz muerto por la droga yo personalmente te mataré—gruñó pisando a fondo el acelerador y cambiando la velocidad con la palanca.

                   ~4 horas después~

     William había estacionado el auto y al salir azotó la puerta al grado de casi romperla, al intentas abrir la puerta recordó que había dejado las llaves hace unas 2 semanas atrás, así que la arrancó del marco de la madera y entró encontrándose con un terrible desorden.

     En la sala, la televisión estaba rota, había botes de cerveza votados por todas partes, pizza en el techo y en una de las paredes estaba escrito es graffiti la palabra “livertad”. William no se sintió frustrado por el desorden en la sala, sino por la falta de ortografía en un intento de independencia fallida.

      Siguió caminando por la casa hasta llegar a la cocina que estaba llena de manchas de quemaduras y cubierta de cenizas, como si alguien hubiera prendido fuego. En la pequeña isla había un sandwich que parecía muy normal a simple vista, pero al ver el contenido William se encontró con su pequeña mascota dormida entre ambas barras de pan.

—Lamento todo lo sucedido pequeño—habló con tristeza tomando al pequeño animalito y llevándolo a su jaula—. Te prometo que mataré a tu estúpido padre.

      William tomó todas la botellas y escombros que había en la casa y salio con ellas al patio trasero. Ahí, se encontró a Leonard y a Jade dormidos en el césped. Tomó los escombros y los dejó caer sobre la cabeza de su pareja haciéndolo levantarse por el golpe.

—¡Pikachu yo te elijo—gritó al despertar y encontrándose con su novio—. Hola Will, ¿qué sucede?—preguntó frotándose los párpados y bostezando. William se inclinó un poco para tomarlo de su camisa y darle un golpe a puño cerrado en el rostro, Leonard que quejó del dolor y sobo con cuidado el lugar donde había sido golpeado—. ¿¡Y eso porqué!?.

—Por ser un idiota—contestó William señalando la mano derecha de Leonard—me sorprende que no te hayas dado cuenta.

      Leonard confundido miró su mano para quedarse sin aire al ver como la marca de William aparecía en su mano. El no recordaba lo que había hecho para que la marca de William apareciera en su cuerpo, pero debía de hacer algo para que la marca no desapareciera.

—No recuerdo mucho de anoche—murmuró Leonard destrozado al ver la marca en su mano—. Perdon, perdoname por cualquier cosa que haya hecho.

      Leonard no pudo darle la cara a William,había cometido el peor de los errores sin darse cuenta. Aquellos que compartan una marca se vuelven un solo cuerpo, una sola alma, una sola pareja, por eso mismo tu cuerpo le pertenece a tu otra mitad y al mancillar tu cuerpo con otra persona, le estas siendo infiel a tu pareja y la marca desaparece poco a poco y regresando a la persona que otorgó la marca.

      Las personas que habían perdido sus marcas por ser víctimas del engaño de sus parejas son tachadas y son vistas ante la sociedad  como personas prostitutas. Y sin darse cuenta, Leonard había cometido ese acto.

—Solo estoy enojado por tu falta de responsabilidad, ayer pudiste cometer un error y fallaste al prometerme que solo serian mis labios los que besarian a los tuyo—dijo William apartándose de Leo y caminando hasta el cuerpo de Jade que aún dormía en el pasto—, y ayer besaste a Jade, también pensé que por la droga pasaria algo más, pero aparentemente quedaron noqueados.

—¿¡Besé a Jade!?— gritó Leonard exaltado por lo sucedido—.¿Cómo lo sabes?—preguntó asustado por saber la respuesta.

—Revisa tu teléfono idiota—sugirió indiferente William tomando a Jade entre sus brazos y posando su mano en su frente. Un rayo dorado salió de la mano de William y pudo observar lo sucedido en la noche anterior, incluso ver después de lo que paso con el beso.

(Flashback).

Leonard había besado a Jade en un pequeño desliz al imaginar a William a su lado y Jade correspondió al recordar los besos tan intensos y únicos que Jason le daba, y fue esa misma razón por la cual Jade se alejó de Leonard, porque aún después de lo sucedido no podía olvidar al idiota de Jason.

—Leonard—nombró la joven separándose del ojiazul para acomodarse a su lado.

—Tengo que ser siempre el mejor, mejor que nadie más— susurró cantando Leonard mirando las estrellas perdidamente.

—Leonard, quiero matar a Jason, quiero convertirme en cazadora y poder matarlo—susurro de igual modo viendo las estrellas—. Tengo que atacar el problema de raíz y deshacerme de él, ¿tengo que salir adelante no?, cuando logre sacarlo de mi vida las cosas estarán mejor porque ya no lloraré por él, porque no me desvelaré mandandole mensajes, porque no estaré esperando como un perro una caricia fría, ya no mal interpretaré esas sonrisas vacías, tampoco podré esperar ansiosa esas promesas falsas y yo podré descansar de tantas mentiras, mi mundo será mejor y dejaré de llorar—sonrió dejando escapar unas lágrimas por lo hermoso que sonaba la vida después del sufrimiento de una ruptura así de grande—; ¿podrías dejarme ser una cazadora?.

—Atraparlos mi prueba es, entrenarlos mi ideal~—continuó cantando Leonard.

—Yo viajare de aquí allá,buscando hasta el fin—continuó cantando Jade.

—Oh Pokémon, yo entenderé, tu poder interior—continuo Leonard.

—¡Pokemon!, tengo que atraparlos—cantaron ambos al mismo tiempo entre risas—, ¡Nuestro destino así es!, ¡Pokémon!, gran~ amigo es, en un mundo por cambiar—cantaron a coro hasta que sintieron como el aire se escapaba de sus pulmones y sus ojos se cerraron poco a poco hasta quedarse dormidos.

(Fin del flashback).

      Cuando William terminó de ver los recuerdos solo pudo mirar a Leonard con un ceño fruncido. Podía perdonar al idiota de su novio y a la despistada de su amiga, pero al ver las intenciones de Jade al querer convertirse en una cazadora las cosas se complicaron.

—Will~, lo lamento—lloriqueo Leo abrazando al rubio por atrás— te prometo que no fue mi intención.

—Aún más importante Leo— habló enojado soltando el agarre de su pareja—, ¿que hacía Perseo en un sándwich?.

      Leonard ocultó su rostro entre sus manos y suspiró pesadamente. Al parecer realmente no recordaba nada se lo que había pasado anoche, así que miró con una sonrisa nerviosa al rubio.

—Lo siento—dijo Leo con algo de pena, pues realmente no recordaba nada.

        William interpretó la sonrisa de idiota del ojiazul, así que solo suspiro y tomo a Jade en sus brazos y comenzó a caminar de regreso a la casa ignorando el cataclismo que había pasado por todo su hogar. Al llegar a la habitación de Jade la recortó en su respectiva cama y esperó a que despertara.

—La marca aún sigue aquí—señaló Leonard su mano con tristeza.

—Debe de haber otra forma—susurró ignorando la petición de Leonard. En casos como ese, si se cometía un acto de infidelidad, el que había sido engañado debía reclamar el cuerpo de su pareja bebiendo su sangre. No parecía un acto muy difícil para alguien que de vez en cuando acostumbraba beber sangre en fiestas importantes, pero al ser William un Plastic Butler no tenía derecho a relacionarse con la sangre de un Sangre Pura y era algo que para ellos no era digno.

—Existe otra forma—sonrio tomando al rubio entre sus brazos—, pero tenemos visitas—susurro besando la frente de su novio.

—¡Esta bien, lo haré pero ninguna palabra de esto a nadie!—hablo alterado el rubio tomando la mano de su pareja, observó la marca que aparecía lentamente y encajó sus colmillos en ella. Leonard río suavemente sacándole un bufido al rubio. Cuando la sangre comenzó a salir de la piel de Leonard, Will comenzó a beber sintiendo el sabor a culpa y tristeza que esta emanaba, reclamando lo que era suyo y borrando poco a poco el error de Leonard.

          Aunque solo se trataba de un pequeño error por parte de los tontos de Jade y Leonard, era mucho más que eso. Desde pequeño, Leonard había visto el sufrimiento que su padre le había causado a su madre, él vio como su mamá le suplicaba a su padre que siguiera a su lado por el bien de la familia, pero el padre solo la ignoró dejándola con un lazo roto, y ante la sociedad la madre de Leonard quedó tachada y fue mal vista, salvo por la familia del Norte, quienes recibieron con los brazos abiertos a madre e hijo. Esa era la principal razón por la cual Leonard estaba arrepentido por la falta de respeto que la había causado a Will.

   Leonard no quería ser igual a su padre y hacer sufrir a las personas que amaba.

      Unos minutos después, la marca desapareció de la mano de Leo y regresó a su lugar en la mano de William. Justo cuando William terminó de beber Jade despertó sonriendo por ver a la pareja unida.

—Hola Will—saludó con un bostezo, frotó sus párpados con sus manos y parpadeo un par de veces para enfocar nuevamente—,¿qué pasó anoche?

—Te lo contaré luego— sonrió el rubio separándose del agarre de Leonard y sentándose al lado de su amiga—, ¿te duele la cabeza?

—Un poco— dijo somnolienta recostandose cubriendo sus ojos con su antebrazo para evitar que los rayos del sol entraran a sus ojos.

—Bien— posó su mano en la frente de Jade y dejó salir un resplandor dorado—, sanaré la resaca, Leo, por favor recoge la casa y prepara el desayuno.

—¿¡Yo!—se quejó el de mirada azul.

     William solo se limitó a dedicarle su ceño fruncido y fue razón suficiente para que Leonard saliera de la habitación. Segundos después, Jade comenzó a sentirse mejor y se levantó con una sonrisa. William le regresó la sonrisa y colocó su mano en el hombro que Jason le había roto hace 2 lejanas semanas.

—Como nuevo—sonrío el rubio a su amiga.

—Ojo por ojo, brazo por brazo ¿no?—rió traviesamente.

—Aun no sana—le contó William tomándola sutilmente de las manos—, pero no debemos de hablar de Jason en estos momentos, tenemos algo más serio que tratar.

—¿De que se trata?

—Un pajarito me dijo que solían sentirte resentida y que tus recuerdos con Jason no te dejaban avanzar—habló suavemente William son mirarla a los ojos—. Yo sé que Jason te ha hecho sufrir de maneras inimaginables, que has llorado suficiente y que tu error más grande fue pensar que estabas enamorada de la persona que más daño te causaba, por eso, puedo ayudarte a deshacerte de Jason.

—¿¡Enserio!?—preguntó emocionada, era como si le hubieran leído la mente—.¿Como?

        William suspiró y alejó las manos de su amiga para que de la palma de su mano saliera un brillo dorado. Ambos sabian lo que significaba y fue razon suficiente para que la sonrisa de Jade desapareciera.

—Mi oferta aún sigue en pie— dijo el rubio extendiendo su manos par que Jade la tomara.

—Y mi respuesta seguirá siendo la misma Will— hablo exaltada levantandose de la cama y caminando lejos de él—. Tengo planeado acabar con Jason, pero no olvidarme de él, porque si lo hago entonces seguiré pensando que al morir estaré con Arturo y no volveré a sentir eso cuando intente suicidarme.

—Yo veré que no sufras Jade—habló suavemente el rubio mirando con angustia a la chica—. Si continuas sin recordar a Jason y te deshaces del anillo podrás vivir una vida normal y…

—¡Hasta donde sé mi existencia no es normal William!—gritó haciendo callar a William. Jade tomó aliento nuevamente y miro desafiante—. ¡Te recuerdo que mi padre es un asesino!—gritó tiñendo su rostro de rojo, resaltando el disgusto que las palabras de William le habían causado.

       Jade tenía razón, el mismo Leonard le había dicho cuál era el destino de Jade, pero eso no significaba que se cumplieran las visiones de Leonard. William derrotado por el argumento de su amiga, desvaneció voluntariamente el brillo dorado de su mano y se cruzó de brazos cerrando pesadamente los ojos por lo que diría a continuación.

—Si tu propósito es exterminar a Jason...—tomó aire y volvió a pensar sus palabras para no darle falsas esperanzas a la castaña—; conozco a alguien que podría enseñarte como ser una cazadora

     Jade se quedó sorprendida al ver que realmente William estaba comprometido a ayudarla. Aunque le alegraba no estar sola en su decisión, presentía que no sería gratis y que William pediría algo a cambio.

—¿Hablas de la persona que le enseñó a mi papá todo lo que él sabe?—preguntó Jade cruzada de brazos esperando ansiosa la respuesta de William el rubio asintió en silencio con la cabeza—. Entonces está bien, pero supongo que no lo tendré gratis ¿verdad.

—Tengo un par de condiciones—dijo William tranquilamente—,en primer, tienes que saber que no se tratará de un juego para niños y que en varias ocasiones sentirás que tu cuerpo te fallará y será como morir lentamente.

—Ya morí una vez William— le recordó sarcástica apoyando su espalda  en la pared para escuchar atentamente—. ¿Cual es la siguiente condición?.

—No tendrás que mantener un lazo con el instructor, no hablaras con él, lo ignoras fuera de las clases, no seras su amiga y mucho menos le contestarás preguntas que no sean de la clase.

—¿Por qué?— preguntó admirada por los límites que le ponía William al respecto a una persona que aún no conocía.

—Es la única manera de mantener calmado a Leonard.

—Eso no responde mi pregunta, pero sí evito meterme en problemas—dijo si más aceptando muy confundida—. ¿Algo más?

—No dormirás con el pelotón, Leonard te llevará e irá por ti, no debes regresar sola y mucho menos acompañada por los que residen ahí—siguió hablando William mirando atentamente los ojos de Jade para no flaquear al decir las condiciones—. No combatirán en caso de que se presente un conflicto y tu solo aprenderás defensa personal, ¿ok.

—Ok—aceptó con una sonrisa—. Gracias por entender Will.

—Para eso están los amigos ¿no?—le devolvió la sonrisa—. Los amigos te ayudan a matar al que te lastimó e intentó matarte en más de una ocasión.

—Estaría perdida sin ti— dijo alegre sonriéndole de nuevo y tirándose a la cama para abrazarlo. Entre risas jugaron con las almohadas hasta que bajaron por el desayuno. William le explicó a Leonard que tenía planeado hacer con Jade y dejó en claro que aunque lo hubiera perdonado por el incidente de anoche no significaba que volvería a compartir techo hasta nuevo aviso.

       Al terminar de comer, Jade y Will salieron de la casa y subieron al auto, ambos se disponían a ir de una vez para que Jade pudiera registrarse y comenzar el entrenamiento.

—¿A dónde irán?—preguntó Leo por la ventanilla del copiloto antes de que los amigos se fueran.

—Recogeremos unas cosas en la casa de Jason, sí Jade quiere entrar a combatir tendrá que usar un arma ¿no?—contestó William arrancando el auto—. Y su mascota también está ahí.

—¡Rayos!—gritó frustrada al recordar a su amado gato—. Tiene semanas que no veo a mi bebé—lloriqueo poniéndose el cinturón de seguridad rápidamente—. Necesito verlo, debe de estar hambriento, con frío, triste, tan~ solo—dijo afligida al imaginar a su pobre mascota en situaciones desesperantes.

—Will, si tienes planeado darle lo que pienso que le darás, entonces debes de tener cuidado—le habló preocupado mirando al rubio con seriedad—. Si ella averigua sobre ya sabes quien… las cosas serán inevitables.

        La pareja logró interpretar a la perfección lo que debían hacer y cómo evitar que su amiga cayera en las manos equivocadas. Pero para Jade solo se trataban de mensajes entre líneas y códigos que solo ellos entendía, si que solo hizo caso omiso y se concentró en averiguar cómo se encontraba su amada mascota.

—Tranquilo, no dejaré que despierte—sonrió el rubio cambiando poniendo en marcha el vehículo. Una vez lejos de la casa William suspiró aliviado haciendo que Jade se extrañara por el comportamiento de su amigo.

         El silencio se hizo presente en el auto y la curiosidad de Jade creía a medida que veía el rostro de William. Jade pensó en lo pequeña que era al darse cuenta que los pensamientos de William eran tan grandes que manifestaban en su rostro, como un huracán que a medida que va creciendo arrastra consigo un paraíso pacífico en una sola noche.

“La curiosidad mató al gato” se repitió en la mente Jade para después regalarse una sonrisa para ella misma y contestar : “pero murió sabiendo”.

—¿Que era de lo que tu y Leo platicaban?—preguntó finalmente apoyando su codo en la ventana sintiendo como la brisa que causaba la velocidad del auto despeinaba poco a poco su cabello—. Sonaba algo serio.

     William apretó los dientes dentro de sus labios e hizo una mueca de incomodidad al saber que su amiga buscaba respuestas por algo que estaba fuera de sus manos.

—Con suerte nunca lo sabrás—contestó con un susurro pisando el acelerador para llegar más rápido a su destino. Cuando llegaron a la antigua residencia que solía compartir Jade con Jason, recogieron lo que faltaba de ropa y algunas otras pertenecían, su mascota subió alegremente al auto al encontrarse con su dueña y William se adentro al cuarto de Jason con cuidado sintiendo un auto que le erizó cada vello de su piel.

—Deberíamos irnos William—dijo Jade parada en el marco de la muerta con una maleta en su mano. Miró atentamente a William y a su rostro afligido—. No me gusta estar aquí—susurró mirando de lado a lado la habitación vacía—. En esa cama iniciaron las mentiras.

       William se ahogó con su propio aire y miró asustado a su amiga. No creía que ella hiciera una confesión así de grande y mucho menos en un lugar como ese. Lo que más asombró a Will fue que lo dijo con tanta naturalidad que se alejó varios metros de la cama.

—Interesante— dijo introduciendo su mano en el armario de Jason buscando entre las chaquetas de cuero y armas sin seguro—. Interesante forma de iniciar… lo que sea que iniciaste con Jason.

—Si, fue extraño, yo tenía puesto un anillo y pasó algo extraño, estaba como en una clase de sueño, pero a la vez era cálido y podía ver recuerdos que no eran mios.

—Puedo darme la idea—susurró sacando del closet una espada—.Hace mucho tiempo que no la veía—sonrió admirando finamente el objeto filoso.

—¿Porqué tan sorprendido por una espada?

—Porque le pertenece a la persona en la que piensa Jason cuando te besa.

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