007


La moto aceleraba a cada andar, Zenitsu realmente se había sorprendido al ver semejante y hermosa moto en las manos de su hermano, a duras penas aun asimilaba que su hermano la había comprado con sus ahorros, osea, Kaigaku ahorrando dinero? Eso era algo imposible, pues la plata en sus manos siempre desaparecía, no podía tenerla ni dos segundos porque ya la gastaba.

Se sujetaba de la cintura del pelinegro para no caerse, le agradaba un poco la sensación del viento golpeando su cara. Un chasquido lo saco de su trance, miro confundido a su hermano, o mejor dicho, a la nuca de su hermano.

- ¿Qué sucede? -levanto un poco la voz, el ruido de la moto era algo fuerte.-

- ¡¿Crees que puedes saltar?! El parque esta doblando a la esquina, tu colegio esta mas adelante. -contesto mientras desaceleraba un poco.-

- ¡¿TU QUIERES QUE YO HAGA QUE?! -pregunto con horror, pues saltar desde la moto no le parecía buena idea, en realidad, no lo era.-

- ¡Solo hazlo basura! ¡¿O prefieres que yo te empuje?! ¡Porque puedo hacerlo! -gruño mirando por unos segundos a el rubio, quien trago duro.-

- ¡VOY A MORIR SI SALTO! -miro con temor alrededor. Escucho como Kaigaku rechinaba los dientes en modo de enojo.- ¡BIEN, LO HARE, PERO SI MUERO SERA TU CULPA! ¡CARAJO! -dio un pequeño saltito poniéndose de cuclillas en el asiento de la moto.-

El miedo invadía su cuerpo, estaban cruzando la calle donde varios arboles se podían ver a su alrededor. Suspiro tomando un gran valor para hacerlo, sus pies temblaban al igual que su mano la cual agarraba el hombro de Kaigaku, el grito de su hermano diciendo "Salta de una puta vez" obligo a sus pies a tomar un gran salto, alejándose de la moto la cual aun avanzaba.

Sus manos se sujetaron a un árbol, haciendo que diera una vuelta en la rama para quedar en canclillas sobre esta. Sonrió tratando de regularizar su respiración, hacer eso realmente le asusto de sobre manera , tanto que tenia ganas de besar la rama por no sufrir ningún daño, una vez calmado, fue dando saltos silenciosos sobre los arboles. Bajaba por las calles o subía a los edificios saltando en tejado a tejado hasta llegar a las rejas de su preparatoria, se metió con sigilo dentro del lugar, pues puede escuchar a los de vigilancia caminar por los alrededores.

>> Solo son dos. <<

Pensó calmado, pues no debía preocuparse de que hayan mas personas.

>> No, espera... <<

Un tercer sonido lo alerto, era de un humano, no sabia de quien porque estaba mas concentrado en la cantidad de sonidos que provenían de los demonios.

>> 1...2..3...maldición...son cinco... <<

Chasqueo la lengua enojado, escondiéndose en una de las aulas ya que había conseguido entrar con discreción y sin hacer el mínimo sonido. Saco el celular de su bolsillo mandando un mensaje en el grupo donde anteriormente Aoi había creado para comunicarse entre ellos.



_-Recuerdo-_


Son cinco.


Jabali Idiota :

Aki zon tres.


Pelotudo :

En el parque son cuatro.

¿Y por que carajos tu amigo escribe así?

Sabes que, olvídalo.


Jabali Idiota :

¡¿Acazo buscas pelea?! Bastardo.


Avisen cuando terminen o si tienen problemas.

Y por favor, cuídense.


Pelotudo :

No me digas lo que tengo que hacer, basura.

Cuídense.


Jabali Idiota :

x2 jaksj.



Guardo nuevamente su celular en el bolsillo, salió de donde estaba para correr hacia el primer demonio. Al parecer aquel demonio ya estaba lastimado, pero como? Le hizo algunas preguntas, pero le contestaba poco y nada, no le ayudaba en nada, el demonio era necio. Corto su cabeza sin esfuerzo alguno, una vez termino corrió en busca del otro, podía oír una pelea en el piso de arriba.

La aparición de un demonio le sorprende cuando cruza el pasillo de la escuela, literalmente apareció de la nada en su cara, dio un salto hacia atrás tomando de su katana poniéndose en defensa. Ahora que veía bien, era una mujer demonio, pequeña, tal vez media unos 1,47 o un poco menos, cabello blanco largo con puntas color verde agua, ojos totalmente negro, un kimono lleno de sangre donde solo el rojo reina en aquellas telas, también portaba heridas, tal vez halla peleado contra otro demonio anteriormente. La chica demonio lo mira, atenta a cada movimiento y expresión facial del rubio, abre un poco la boca al verlo moverse de manera rápida hacia ella.

Un grito que es capaz de escucharse por todo el edificio del colegio Kimetsu, los oídos de Zenitsu sufren demasiado hasta el punto de sangrar, su nariz gotea sangre y sus ojos se van hacia arriba mientras sus pupilas se dilatan, cubre sus oídos por reflejo pero escucha el grito claramente, es inútil. Sus piernas se debilitan haciendo quedar de rodillas, su cabeza choca contra el frio suelo de forma seca, no lo aguanta, se desmayara, siente como si sus oídos fueran a explotar al igual que su cabeza.

Las ventanas del instituto se agrietan hasta romperse, los  guardias de afuera cubren sus oídos, alertados de esos gritos corren hacia de donde provienen. La demonio sigue quieta, gritando como si su vida dependiera de ello, sus heridas se regeneran. Los guardias entran subiendo los pisos por las escaleras, Zenitsu quiere decirles que se vayan, pero de su boca solo salen gruñidos o pequeños gritos como quejidos de dolor, no soporta el grito agudo de la mujer demonio. 

Inosuke carga a Aoi para correr con mas rapidez, pues la pelinegra es algo lenta-según él-esquiva los golpes de los demonios dando saltos como si fuera un conejo, toma impulso con sus piernas alejándose de ellos, pues son tres. Apenas habían pasado por la casa de Aoi que ya les saltan tres demonios delante, solo que el jabalí humano había reaccionado mas rápido, tomando de la mano de Aoi para correr, no pudieron perderlos por lo lenta que era la de ojos celestes y ahora ambos están donde están. Escondidos detrás de unos botes de basura, alejados un poco de los demonios, Inosuke guarda su celular luego de enviar un mensaje.

- ¿Qué hacemos ahora? -pregunto poniendo una mano sobre el hombro del cara femenina.- No podemos salir así como así, son tres y tu solo eres uno. 

- Cállate, yo puedo solo contra ellos tres. -frunció las cejas mirando a su dirección, mas pues ambos quedaron cara a cara, sintiendo la respiración del otro.- Tch. -los dos giraron la cara hacia otro lado, sus mejillas estaban de color carmesí.-

El silencio reino entre aquella esquina detrás del bote de basura, ambos sin siquiera querer verse. Los recuerdos de sus vidas pasadas donde ellos estaban juntos vuelven a sus mentes poniéndolos mas nerviosos. Un ruido se oye delante de ellos, Inosuke empuja a Aoi detrás de el mientras toma sus katanas, preparado para cualquier cosa. Mas la sorpresa llega a ellos al verla a ella, camina por aquel callejón vacío, abrazando su brazo.

- ¿Qué hace ella aquí? -susurro mirando de reojo a Aoi, quien también parecía confundida.-

- No lo se. -murmuro acercando un poco su rostro por el borde del bote, mirando a Nezuko, quien parecía apoyarse en una pared.- Esta sangrando. -levanta la voz saliendo de su escondite.- ¡Nezuko! 

- ¿A-Aoi? -se sorprende de ver a su amiga en ese lugar.- ¿Q-Que haces a-aqui? -la pelinegra revisa su brazo, el cual sangra a montón.-

- ¿Qué te sucedió? ¿Qué haces por aquí? -se arranca un pedazo de su camisa, usándola como si fuera una venda para cubrir la herida de la pelinegra puntas naranjas.- ¿Por que llevas una...?

- ¿No me digas que tu recuerdas todo? -Inosuke se acerco a ambas, Nezuko abre los ojos como plato, mirando a el cara femenina y luego a la pelinegra.- 

- ¿Recordar? -pregunta sin entender, hasta que su cerebro capta la situación.- ¿Ustedes también...recuerdan su vida pasada? -en sus ojos las lagrimas se acumulan.- 

Ambos asienten a su pregunta, mirandola.

- No debería ser así... -murmuro dejando que las lagrimas caigan por sus mejillas.-

- Que curioso, Monitsu dijo lo mismo. -Rodo los ojos sin percatarse de la mirada sorprendida de Nezuko.-

- ¡¿Z-Zenitsu recuerda todo?! -se acerco a Inosuke sobresaltándolo.- ¡¿Como sabes tu eso?! -fruncio las cejas mirando directamente a esos ojos verdes.-

Pero antes de poder seguir hablando, dos demonios los acorralan sin dejarles escapar. Los tres retroceden poniendo a Aoi detrás suyo, Inosuke mira a Nezuko, ambos comunicándose con la mirada.

- Acabe con uno hace rato. -dice mirando a sus dos enemigos delante de ella.- Al recordar mi vida pasada, uso las mismas técnicas que mi hermano Tanjiro usaba. -iban retrocediendo con cada paso que daban los demonios.-

- ¿Esa es su katana entonces? -murmura, ve como Nezuko asiente con lentitud.- ¿El no recuerda nada aun? -ahora niega con la cabeza.- Maldición. ¿Puedes encargarte de uno o te duele demasiado el brazo? 

- Puedo intentarlo, soy novata aun en esto. -Inosuke asiente mirándola, para luego mirar a Aoi, quien miraba fijamente a los demonios, asustada.-

- Naoi. -la pelinegra lo mira.- Quédate detrás, cuando tengas la oportunidad de correr, lo harás. -ordeno mirándola con el ceño fruncido.-

- Pero ustedes...

- Nosotros estaremos bien. -Nezuko sonrió guiñándole un ojo.- Confía en nosotros, si? -Aoi apreta los labios, asintiendo de forma segura.-

- Nadie escapara de aquí. -habla uno de los demonios acercándose cada vez mas.- 

- Yo me quedo con las dos mocosas, jiji~ -relame sus labios con aquella larga lengua.- Se ven tan maduras~ -un leve sonrojo decora la cara de aquel demonio, Aoi forma una mueca en su boca realmente asqueada, igual que Nezuko.-

- ¡No dejare que toques a mis secuaces! -grito el cara femenina, dando un paso al frente.- 

Ambos demonios saltan hacia ellos, haciendo que Inosuke como también Nezuko corren tomando de sus katanas, una pelea se arma, dándole la oportunidad a Aoi de escapar, rezando para que ambos salgan bien de esa batalla.

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