001
Publicare las historias cuando pueda. Gracias por sus lindos comentarios qwq
Sentado en el sillón, perdido, con la mente en blanco mirando fijamente la única cosa que hay delante suyo, la televisión.
>>Otro asesinato...<<
Fue su pensamiento al ver el noticiero, donde el Director de noticias habla de los sucesos. Muestran las imágenes de la sangre salpicada por todas partes de aquel callejón, los pedazos de ropa destrozados y esparramados por todo el lugar. Zenitsu pone un rostro de horror al ver las imágenes del cuerpo descuartizado de aquella victima-aunque tuvieron que censurar algunas cosas-. Un golpe en su cabeza lo saca de su burbuja, Kaigaku esta detrás del sillón mirándolo con el ceño fruncido.
- ¿Qué te dijimos con el abuelo? -pregunto con una voz profunda haciéndolo sonar enojado.-
- Que no mire los noticieros. -respondió el rubio desviando la mirada.-
- ¿Por que razón? -volvió a preguntar mirando fijamente la nuca del rubio.-
- P-Porque luego t-tengo pesadillas... -un rubor decoro sus mejillas, avergonzado por decir aquello cuando ya tenia 14 años.-
- Bien. -soltó un suspiro y acaricio la cabeza de su hermano.- Ya debemos irnos, ve por tus cosas, adoptado. -Zenitsu de mala gana se levanto del sillón y golpeo el hombro de su hermano por aquel apodo.- ¡Tu...! -lo busco con la mirada pero Zenitsu ya había subido las escaleras corriendo.- Tch.
Entro a su habitación buscando su campera, cuando la encontró se la puso. Agarro su celular una vez termino de ponerse las zapatillas y bajo las escaleras encontrándose con su abuelo y hermano esperándolo, los tres salieron para dirigirse al auto.
Las puertas se cerraron una vez ya estaban dentro, Jirogo conduciendo mirando fijamente la carretera, Zenitsu con los auriculares puestos escuchando música, era sábado por la tarde y ellos iban a el parque para tener una reunion con los amigos de Jirogo, el abuelo había obligado a sus nietos a ir con el ya que los demás también llevarían a algunos de sus nietos.
- Esto es absurdo. -resoplo malhumorado en el asiento de copiloto.-
- Sera divertido, Kaigaku. Tal vez hagas amigos, amigos de verdad. -contesto el anciano sin apartar la mirada del frente.-
- Tengo amigos viejo. -contesto frunciendo el ceño.-
- ¿Seguro? Jamás los he visto. -contesto con una leve sonrisa mirando por un segundo a Kaigaku para luego mirar al frente, burlándose de su nieto.- ¿No serán imaginaciones tuyas?
- Que no los lleve a casa no significa que no los tenga. -apretó los dientes mirando hacia el frente.-
- Llévalos a casa, entonces. -freno en auto en el semáforo rojo.-
- No. -contesto rápido aquello.- Mientras estén ustedes en casa, no llevare a mis amigos.
- ¿Qué tratas de decir con eso? Kaigaku. -apretó el volante manteniendo un rostro serio.-
La luz roja paso al verde, Jirogo avanza mientras el silencio incomodo invade el espacio del auto. Zenitsu levanto un poco la vista del celular para ver hacia adelante, la música en sus auriculares no lo dejaba escuchar de lo que hablaban ya que estaba a todo volumen, veía como su abuelo, y hermano abrían y cerraban la boca.
>>Están discutiendo...<<
Pensó para luego fruncir sus labios y cejas, le ponía mal verlos pelear a cada rato. Abrio los ojos con horror para luego levantarse un poco y gritar.
- ¡¡ABUELO, EL VOLANTE!!
Las llantas rechinaron.
En un abrir y cerrar de ojos una imagen que se quedaria grabada en su memoria dio lugar a un horrible escenario, donde las luces se acercaron a ellos de un momento a otro. Kaigaku se le vino encima mientras el auto se acercaba a ellos, al sentir sus manos en su cuerpo fue lo ultimo que percibió luego de un choque sumamente potente contra su auto.
________
Hace frio.
Tengo mucho frio.
¿Abuelo?
¿Kaigaku?
Ayúdenme.
Sálvenme.
Por favor.
Mi mente comenzaba a despertarse, pero mis ojos no podían ser abiertos, tal vez era por el sueño o el agotamiento ¿Agotamiento? ¿Sueño? ¿De que? No lo sabia, pero me sentía tan incapaz de hacerlo o de tan siquiera moverme.
Comencé a escuchar susurros a mi alrededor, se me hacia difícil pero podía reconocer aquellos sonidos, eran las sirenas de varias ambulancias y de varios sonidos de camiones o de cláxones de coches. Hasta que por fin tuve algo de control sobre mi cuerpo, pude mover mi mano, cada uno de mis dedos, humedecidos por algo espeso que no podía saber que era. Había un aroma, entre metálico y a sangre, como a las que huelo cuando paso por el frente de una carnicería.
De la nada cada vez los sonidos se iban apagando, sentía la perdida de control sobre mover la mano, todo comenzó a sentirse mas ligero pero pesado a la vez, el sueño comenzó a aparecer asique solo me deje vencer.
[...]
Desperté de golpe, tuve una extraña sensación de hacer soñado algo espantoso, creyendo que todo lo que había vivido aquella tarde era simplemente mentira, descarte todo eso al ver donde me encontraba.
Estoy en una habitación del hospital.
Intente mover la mano, no dolía demasiado. Me pase la mano con cuidado por mi cuerpo, traía vendas al rededor de mi cuello como también en mis brazos, manos y cabeza.
Al tocar mi cabeza con mis dedos, un fuerte dolor se apodero de mi, solté un quejido agudo por eso, en consecuencia de eso empezó a dolerme la garganta.
Mis cuerdas vocales están lastimadas.
Mire a mi alrededor con cuidado, prestando atención al mínimo detalle de todo.
¿Dónde esta Tanjiro, Inosuke y Nezuko?
Abrí mis ojos confundido, ¿Quiénes eran? ¿Por que mencione esos nombres? Mi cabeza comenzó a ponerse pesada, mi vista comenzó a nublarse y apenas veía como todo daba vueltas. Me sentía como si estuviera acostado en un colchón inflable en el medio del mar, donde las olas movían bruscamente el colchón de un lado a otro, o si estuviera dando vueltas por dos horas completas.
Podía escuchar pasos, pero no sabia de donde ya que se escuchaban desde lejos, escuchaba como las puertas se abrían y se cerraban, también como si alguien estuviera golpeando la punta de un lápiz contra una hoja, las gotas de agua cayendo sobre un vaso o la tos de alguien. Mis oídos los sentía sensibles y adoloridos. La puerta de mi habitación se abrio y por alguna razón sentí...
Terror.
Desprecio.
Enojo.
Miedo.
Inseguridad
Demasiadas emociones al ver a aquella persona frente a mi, Kaigaku. Varios recuerdos inundaron mi mente, una pelea con mi hermano donde yo termino de cortarle la cabeza, amigos donde pelean a mi lado junto con una chica demonio, sangre y muerte de ¿Pilares? por pelear contra ¿Lunas?.
- Zenitsu. -la voz de mi hermano me saco de mis pensamientos, mi cuerpo temblaba del miedo.-
>>No por favor...<<
- L-Lo siento... -al ver aquellos ojos negros llenos de lagrimas y escuchar el arrepentimiento en su ser, lagrimas también llenaron sus ojos.- ¡Lo lamento, Zenitsu! -se acerco a mi cuando vio que extendí mis brazos para que me abrazara, necesitaba un abrazo y el me lo dio sin dudarlo.-
Ambos en los brazos del otro llorando, sonidos llenando la habitación de tantos sentimientos mezclados que solo yo podía escuchar y eso me perturbaba mas, me dolía mas, demasiado. El dolor físico no se comparaba con el dolor emocional, los recuerdos invaden mi mente, son demasiados que no comprendo pero a la vez si.
El abuelo, su sonido lo reconozco, ¿lo reconozco? ¿Su sonido? El abuelo se nos acerca y nos abraza a ambos, suelto un sollozo desgarrador y me permito soltar todo lo que alguna vez no pude. Y ellos hacen lo mismo.
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- ¡Agatsuma! -abrí mis ojos sorprendido por el grito en mi oreja.-
Me levante de la silla sobresaltado, me tomo unos minutos reestablecer mi respiración. Mire enojado a Murata, este simplemente rodo los ojos.
- Perdón, cierto. Tus oídos son sensibles. -hizo un vaivén con su mano restándole importancia al tema.- Últimamente duermes demasiado, Zenitsu, que sucede? -se acerco a mi arrastrando una silla con el para luego sentarse en ella, al frente mío.-
- Nada. -conteste vagamente. "Nada", una mentira.- Simplemente no duermo bien, insomnio. -levante los hombros dejándome caer en el respaldo de la silla.-
- Boa. -Murata suspiro mientras se presionaba el puente de la nariz con sus dedos.- Esta bien, te creo. -dejo ver una leve sonrisa, yo le correspondí con la misma.- Cambiando de tema, vi como una chica hoy te cacheteo. -deje escapar un gruñido al oír la risa de Murata, burlándose de mi. Quiero llorar.- Deberías dejar de acosarlas.
- Ya deje de hacerlo. -desvié mi vista hasta el suelo.- Pero ella malinterpreto todo, solo quería ayudarla. -fruncí mis cejas enojado, decepcionado ¿De que? No lo se.-
- Bueno, es cierto. Cambiaste demasiado en la mitad del año. 16 años, ya. -solté una risilla, es verdad, ya tengo 16 y estamos a mitad del año.- Me alegra ya no verte acosando a chicas, eras un pervertido sin remedio.
- Oye. -Murata se rio por mi voz lastimera.-
>>Simplemente no tengo tiempo para eso.<<
Me uní a el con las risas, el ambiente era demasiado agradable cuando me juntaba con el, porque era mi único amigo.
Abrí mis ojos como plato al escuchar aquel hermoso sonido que me hace querer llorar, pero me tiene mas que nadie.
>>Oh Tanjiro..<<
Cerré mis ojos dejando que una triste sonrisa invada mi rostro, tenia tantas ganas de ir con el y hablarle, de volver a ser amigos, de amigo a amantes y estar como en el pasado. Juntos siendo cazadores peleando mano a mano, con Inosuke y su hermana.
"Pero no tienes tiempo."
Mi subconsciente siempre teniendo la razón en todo.
"Debes protegerlos de ellos."
- ¿Y ese rostro enojado? -Murata me saca de mis pensamientos.-
- ¿Rostro enojado? -pregunto confundido. El sonido de Tanjiro ya no se escucha.-
- Estabas así. -frunce el ceño y mira hacia el suelo haciendo una mueca. Solté una risa al ver su rostro y el se unió a mi.- ¡No te rías! De verdad estabas así.
- Esta bien, esta bien. -hago un vaivén con mi mano restándole importancia.-
El sonido de la campana nos alerto a ambos, juntamos nuestros útiles y nos levantamos de las sillas mientras nos colocábamos las mochilas para salir del salón.
- ¿Qué harás hoy? -pregunto.-
- Hm.. -llevo una mano a mi barbilla mientras pensaba.- La tortura de siempre. -contesto recordando los horarios de ejercicios de mi abuelo, pongo un rostro nervioso y asustado.-
- Tu abuelo si que quiere que estés en forma. -el se ríe mientras yo simplemente suspiro.- Buena suerte. -asiento a lo que dice, veo como se va por otro camino junto con personas desconocidas. Siempre tan social.-
- Como el... -susurro pensando en Tanjiro, pero siento un choque de cuerpo contra el mío.-
Un sonido ruidoso pero no tanto.
- ¡Deberías tener mas cuidado, idiota! -doy vuelta para enfrentar frente a frente a Inosuke. Me arrepiento de eso.-
La confianza que teníamos antes a veces me ciega y pienso que aun nos conocemos. Pero no es así, yo los recuerdo, pero ustedes no.
Recuerdo la vida pasada.
Es doloroso.
- ¡¿HAH?! ¡¿Quien te crees que eres para decirme así?! -me agarro del cuello de la camisa, levantándome un poco- ¡¿Quieres pelea, llorón?!
El no cambia.
- ¡Inosuke!
Y el tampoco.
- ¡Inosuke baja a el chico ahora! -Tanjiro se acerca a Inosuke para calmarlo, Nezuko tambien lo hace.- ¡Inosukeeee! -frunce las cejas y mira enojado a Inosuke.-
- Tch. -suelta del cuello de mi camisa y yo simplemente me alejo de ellos a paso acelerado.- ¡Hey!
No mires atrás.
Las lagrimas se deslizan por mis mejillas, duele no poder estar con ellos. Pero no me gustaría involucrarlos en lo que pasa.
Los demonios aun viven.
Y con tal de protegerlos, yo me hago cargo de matarlos.
Por que aquellos asesinatos misteriosos de la televisión, eran provocados por los demonios que consiguieron sobrevivir. Y gracias a los recuerdos de mi vida anterior, aun puedo pelear, usar las posiciones y no tenerles miedo.
Bueno lo ultimo es mentira.
Pero por mantener aquellas sonrisas felices, con que ellos pasen momentos con sus familias, me dan la fuerza y valentía que necesito para luchar contra ellos.
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