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El anillo...sin duda alguna era la pieza clave para saber qué había pasado con Lira hace 500 años, por desgracia y a pesar de que los seres sobre naturales existieran, no había nada que hiciera que un objeto inanimado les contara lo ocurrido. Tal vez si, tal vez si una persona con sangre de brujas o alguna clarividente; pero por desgracias no conocía a ninguna, solo una súcubo, y eso tampoco ayudaba de mucho.

Paso casi lo que quedaba de noche deambulando por el bosque perdiéndose en sus pensamientos, fue extraño ahora que lo pensaba no haberse topado con la presencia de Uriel o de Farah, dudaba siquiera ellos se hubieran marchado ya se habría dado cuenta de ellos. Con el cielo tenuemente aclarándose dio un último vistazo a la entrada del bosque fuera de la mansión, la siguiente noche se encontraría con Lira de nuevo y si era honesto con él mismo... no tenía ni idea de que le diría o que haría.

-Sería más fácil decirle la verdad. - dijo para sí mismo. - pero ¿Podrás entenderlo?

Suspiro pesadamente por última vez abrió la puerta de la mansión, todo estaba extrañamente en clama, incluso no parecía que hubiese alguien. Al cerrar la puerta tras de sí un gran ruido proveniente de la cocina se dejó escuchar, el pelirrojo cerro sus ojos eran cristales rompiéndose y solo rogaba internamente que no fuera el juego de té de porcelana de Rafa de lo contrario mucha sangre seria derramada, el llanto del más pequeño de los integrantes de esa mansión comenzó a escucharse, al llegar y asomarse por la puerta entre abrió la boca, lo que veía no sabía cómo interpretarlo.

Vladimir maldecía por lo bajo mientras trataba de limpiar una masa blanca de su ropa, la cocina estaba hecha un desastre y lo que se escuchó romperse no eran más que las copas que Beliath usaba para cuando hacían fiestas en la mansión.

-Por el amor de dios Aarón, ¡No te quedes solo mirando! - exclamo el rubio, el lobo dio un ligero respingo entrando por completo a la cocina había notado una canasta donde estaba el pequeño Leo, sin pensarlo más lo tomo en sus brazos.

-Puedo preguntar ¿Qué haces con él?

-A sus padres les pareció buena idea irse y dejarme de nana, hasta ahora no he tenido ningún problema con ese niño, pero termino por vomitarme en la ropa. - le dijo, Aarón miro al pequeño que había dejado de llorar y solo miraba a la nada. - cuando quise tomar algo para limpiarme las copas se cayeron, maldición ¡Le he dicho miles de veces a Beliath como acomodarlas!

-Al menos no has tenido mayores problemas, los padres no deberían de tardar en regresar. - el infante se había quedado dormido con cuidado lo regreso a la canasta donde estaba más Vladimir se apresuró.

-No, aunque no tuve problemas con Leo no puedo dejar todo esto así, el estúpido de Beliath no regresara hoy y no pienso dejar todo este desastre aquí.

-Me pides que lo cuide yo ¿Verdad?

-Me gustaría confiarle el favor a Iván, pero razones me sobran para no hacerlo. - Aarón comprendió, una parte de él se sentía mal por el grado de desconfianza que aún le tenían al joven vampiro, pero por otro lado concordaba que aun era arriesgado dejarle cuidar del pequeño. Sin más y con el bebé dentro de la cesta fue directo a su habitación. Solo debía esperar a que Ethan o Kae fueran a por su hijo.

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La rutina se repetía, aunque esa vez para Lira al abrir sus ojos zafiro un picor se instaló en su cuerpo, era esa ansiedad que le haría sentir las horas terriblemente largas, tampoco podía centrarse en sus clases, en anda que los profesores dijeran, las palabras de Aarón aparecían a cada instante en su mente "Espérame fuera de este lugar"

Sobrevivir hasta el final de las clases fue un milagro, sus amigos la habían notado extraña y por más que quisieran sacarle el tema ella no respondía, parecía estar en otro mundo.

-¿Drogas?- cuestión, su mejor amiga le había acorralado y apenas pudo escuchar aquello.- ¿Quieres drogas?

-¡Lira por dios! ¡No!

-Entonces, ¿Porque has dicho...?

-Lira, te conozco y has actuado muy raro toda la mañana, te he preguntado ¿Consumes drogas? Por qué otro motivo para tu estado no lo encuentro.

-May, estoy bien, solo algo distraía, no he parado de pensar en...-pauso, la intensa mirada de su amiga le hizo sonrojarse un poco. - tendré una cita esta noche. - Samay soltó un chillido que hizo que la de orbes zafiro se tapara los oídos.

-¡Oh por dios! ¡Oh por dios!

-May...

-Eso lo explica todo, Lira tenemos que ver tu guarda ropa ¿Quién es? ¿A adonde irán? ¿Sera un lugar elegante o será el cine?

-May, tranquila... no lo sé, además tal vez solo salgamos a caminar, es... no he podido dejar de pensar en eso lo juro.

-Bien, bien, no me des más detalles si no quieres, entonces supongo que te dejare para que te arregles tu solita para tu cita y yo que pensaba estabas en muy malos pasos.

Ambas rieron un poco y charlaron antes de tomar caminos diferentes, Lira en su habitación miro su armario, Aarón le había dicho que se verían esa noche, pero no que fuera una cita ¡Maldición! Por qué le dijera que iría a verla no significaba que la llevaría al restaurante más caro o irían a bailar, solo iría a verla. Simplemente tomo lo primero que encontró y se marchó directo a darse una ducha, eso ayudaría a sus nervios a clamarse un poco.

Sus pensamientos seguían girando alrededor de Aarón y la gran intriga que despertaba en ella ¿Desde cuándo lo ha conocido? Jamás se había sentido por alguna persona, de hecho, nunca había estado en algún tipo de relación. Para cuando salió lo hizo solamente con la toalla rodeándole el cuerpo, ahora que no compartía la habitación no tenía por qué vestirse en el cuarto de baño y además la puerta estaba cerrada con llave. Se dejó caer sobre la cama sin importarle el hecho de que su cabello que aun escurría agua mojara la almohada, solo se recostó y cerro sus ojos perdiéndose en la oscuridad.

Horas más tarde la ventana de la habitación comenzó a abrirse un poco, una figura alta comenzaba a colarse dentro del lugar sumido en la oscuridad, sus ojos dorados no tardaron en centrar el pequeño cuerpo de Lira tumbado en la cama; se había preocupado la no verla fuera del lugar tal y como habían acordado sin embargo su aroma aún estaba dentro y para su fortuna así era. Acercándose un poco más a la cama de la chica acaricio su rostro provocando que ella soltara un ligero quejido, señal de que comenzaba a despertarse. El frio viento movía un poco las cortinas permitiendo entrar aún más la luz de la luna a la habitación e iluminarla tenuemente.

-Lira. – le llamo en un susurro, La azabache entre abrió un poco sus ojos y él le sonrío.

-Aarón...- dijo del mismo modo, algo torpe levanto una de su mano para tocarle la mejilla. Lira despedía un ligero calor humano que no podía contrastar con el frio cuerpo del vampiro. Este por su parte tomo la mano de la chica apretándola un poco más contra sí, sintiendo las ligeras pulsaciones que la sangre provocaba la correr por sus venas.

El viento soplaba con un poco más de fuerza, era como si la misma naturaleza se ocupara de reencontrar a dos personas perdidas en el tiempo, pues las cortinas más y más se abrían dejando entrar la luz natural de la luna. La azabache logro enderezarse un poco mirando fijamente aquellos orbes miel, mientras comenzaba a acercarse de manera peligrosa a sus labios: Aarón no lo había impedido cuando sus labios se rozaron y él simplemente se permitió ser débil ante el hecho de besarla una vez más.

Lira se pegó aún más a él profundizando su beso, enredando sus finos dedos en la deshornada cabellera de él. Ambos se separaron un poco para recuperar el aliento perdido, a penas unidos por un fino hilo de saliva, las mejillas de la azabache se coloraron por la intensidad del momento olvidando por unos cuantos momentos de que únicamente estaba cubierta por una toalla; Aarón poco a poco a la fue recostando nuevamente deslizando una de sus manos por su pierna, subiendo tan lento que la misma a ella le pareció ser larga, un tímido gemido escapo de sus labios cuando el se detuvo en su cadera acariciando suavemente, la toalla que separaba su cuerpo desnudo del hombre a escasos centímetros de su cuerpo se abrió mostrando su desnudes apenas visible por la pocas luz en la habitación.

Aarón se inclinó sobre ella totalmente recostada sobre la cama besando su cuello dejando marcas rojizas que más tarde y con más luz se verían en su blanca piel, sus besos arrancaron pequeños suspiros a la azabache, el pelirrojo comenzó a trazar un pequeño camino de besos hasta sus pechos, su lengua comenzó a jugar con uno de sus sonrosados pezones, su otra mano libre acaricio la cara interna de sus muslos acercándose de manera peligrosa hasta su intimidad. Nuevamente él se separó para mirarla a los ojos, una sola mirada que ella comprendió, él pedía un silencioso permiso para continuar, permiso que ella le concedió al asentir con la cabeza, su camino de húmedo besos se reanudo hasta llegar su vientre, un delicioso escalofrío recorrió a la chica de pies a cabeza cuando sintió la caricia de su mano en su intimidad y su respiración se acostó al sentir la invasión de uno de los dedos de aquel hombreen su interior.

Aquella sensación además de estremecerla le hizo rogar por más internamente, comenzaba a mojarse además de que la sentía demasiado estrecha, introdujo un segundo dedo a la vez que su boca se unía para incrementar el placer en ella; Lira no pudo evitar soltar un sonoro gemido ante las sensaciones que comenzaban a quemar su interior, el placer que recibía era indescriptible, por un momento un destello de razón inundo su cabeza ¿Y si alguien los escuchaba? No quería que Aarón se detuviera y tampoco quería que los descubrieran, lo único que pudo hacer para contener los gemidos que escapaban de sus labios fue morder sus nudillos, él al verla detuvo sus movimientos quitando la mano de su boca apenas notando las marcas que sus dientes habían dejado en su piel.

-No lo hagas. - pidió de una manera calmada, el dorado destello en sus ojos encendió mas aquel deseo que ya tenía por él. Sus agiles dedos siguieron moviéndose en su interior y esta vez importándole poco que los demás pudieran escuchar lo que ocurría en esa habitación se entregó totalmente al placer.

Pequeñas gotas de sudor comenzaron a perlar la frente del pelirrojo, su miembro palpitaba y golpeaba contra sus pantalones, deseaba tanto estar unido a ella, pero debía ser paciente, terriblemente paciente para no lastimarla, su cuerpo comenzó a temblar aún más y su cálido interior apretaba sus dedos, señal de que ella estaba por llegar a su primer orgasmo. Un grite inteligible inundo la habitación, la agradable sensación de liberación la inundo por completo, Aarón apenas le dio unos pocos segundos para recuperarse mientras el comenzaba a desnudarse, Lira apenas y pudo ver al perfecto hombre frente a ella gracias a la luz de la luna. Su cuerpo perfectamente trabajado, y una que otra cicatriz visible, sus ojos se deslizaron por su perfecto cuerpo hasta llegar a su miembro erecto, gracias a la oscuridad él no pudo notar el gran sonrojo que le hizo ladear un poco la mirada y ella no pudo ver la sonrisa que se había formado en los labios de Aarón.

-No voy a lastimarte. - susurro a su odio. - jamás te lastimaría.

Sus palabras la calmaron un poco mientras lo sentía acomodarse entre sus piernas, no solo lo que había visto era grande, sino que él también lo era, se sentía como una pequeña niña siendo cubierta por una gran figura que la desaparecía totalmente del campo de visión.

La punta de su erecto miembro choco contra su húmeda entrada incrementando aún más el delicioso escalofrió y la impaciencia por sentirlo en su interior. Él empujaba con gran paciencia y cuidado gruñendo por lo bajo cuando su punta fue cubierta por aquel estrecho interior. Para ella apenas era el inicio, pequeñas lagrimas escaparon de sus ojos pensando si sería capaz de acogerlo por completo en su interior; el pelirrojo espero un par de segundos para reanudar su invasión colando la mano entre los dos y estimular nuevamente su clítoris, la tensión en el cuerpo de la azabache poco a poco desaparecía, su interior comenzaba a succionarlo invitándolo a seguir entrando en ella.

Con el cuerpo tan sensible no tardó en llegar a un segundo orgasmo, lo que él aprovecho para introducirse por completo en ella, el mundo se detuvo para Aarón se sentía bien, terriblemente bien estando dentro de ella, los músculos de sus brazos se tensaron demasiado mostrando conteniendo su instinto salvaje y no tomarla de esa manera, Lira le rodeo son los brazos comenzando a mover ligeramente las caderas aún no recuperaba bien el aliento, pero la necesidad de sentirse poseída por aquel perfecto hombre superaba toda su razón, lo necesitaba, lo necesitaba tanto como el aire que respiraba, Aarón comenzó a moverse poco a poco disfrutando de la sensación y procurando que ella también lo disfrutara, sus labios se reencontraron nuevamente ahogando los gemidos y jadeos que inundaban la habitación, al diablo si alguien los descubría en esos momentos, ella solo deseaba al hombre con el que había perdido la virginidad, al hombre que en sueños la perseguía y sentía una gran conexión mucho antes de conocerse.

Rodando sobre la cama ella quedo sobre él sin dejar de moverse las grandes manos de él le recorrieron el cuerpo hasta posar ambas manos sobre sus senos amasándolos y pellizcando sus pezones, para después posarse en sus caderas e indicarle un nuevo ritmo a seguir uno más rápido, donde ella subía y él la buscaba para hundirse nuevamente en su interior de una manera algo brusca, algo que a la par ella disfrutaba.

-A-Aarón...- le llamo, sus movimientos eran más rápidos, y la sensación de su interior queriendo apretar aún más aquel trozo de carne que le brindaba gran placer, apareció por tercera vez.

Él no dijo nada, solo incremente su ritmo, hasta que ambos alcanzaron el clímax al mismo tiempo, Aarón la atrajo a él hasta hacerla recostar en su pecho sin salir de su interior, ella sin duda era tal y como la recordaba, única, única para él, ella por su parte apenas pudo depositar un beso en su mejilla, tres orgasmos en una noche y el siendo el responsable de aquello, si era un sueño deseaba no despertar y repetirlo, si, era una pervertida, pero no lo podía negar, había disfrutado y mucho.

***~~~***~~~

Los habitantes de la mansión se encontraban en alerta sin saber qué hacer, cinco de ellos reunidos en el pequeño salón de la mansión, cuatro con los sentidos en alerta y otro ausente tratando las heridas de una mujer que había parecido herida frente a la puerta. Vladimir quedo mirando a Kaelani quien sentada en uno de los sillones con su bebé en brazos estaba igual de desconcertada que ellos; hasta hace tres años todos pensaron que tendrían ya una vida "tranquila" y ahora nuevamente una mujer herida parecía en ese lugar.

-No está muerta. - las palabras de Ethan disminuyeron un poco la atención que reinaba el lugar, pero aún era pronto para relajarse. - Las heridas no son como si algún humano se las hubiera provocado.

- ¿Entonces? – pregunto Beliath.

-en mi opinión, son como si un animal lo hubiera hecho. - la celeste mirada del alvino se posó sobre Iván quien estaba aún lado de Kae.- en específico un lobo, además que su cuerpo presenta algunas cicatrices, yo diría que de hace tiempo.

-Eso no me explica el por qué te has quedado mirando a Iván, Ethan.- Iván miro a Kaelani levantando un poco su camisa, en su costado tenía una gran cicatriz apenas visible en su pálida piel.

-Aarón me hizo esta herida en mis primeros años como vampiro para controlarme. - explico brevemente.

-Y el único que podría sacarnos de la duda no está en la mansión ni en los alrededores esta noche. - murmuro Rafael. - ¿alguien sabe dónde pudo haber ido?

-No lo sé, pero este día me temo ninguno de nosotros dormirá, excepto Kaelani y Leo aun así debes estar alerta, si un humano...

-Jamás dije que fuera humana. - Ethan interrumpió rápidamente las palabras de Vladimir. - Esa mujer no es humana, la manera en que está recuperándose es casi idéntica a la de Aarón.

-Lo que significa que esa mujer es un lobo. - Las palabras de Beliath hicieron que todos sintieran la piel de gallina. Humanos, vampiros, súcubos y ahora lobos, las sorpresas parecían no cesar en esos momentos.

- Propongo lo siguiente, Beliath e Iván pueden ir a buscar a Aarón a la ciudad. - todos miraron a Rafael, su idea no era tan mala si quieran respuestas rápidas. - y yo puedo buscarle en el bosque, Ethan y Vladimir se quedarán en la mansión cuidando de Kae y nuestra nueva invitada.

-No es tan mala idea, pero el tiempo no está a nuestro favor, en menos de tres horas el sol aparecerá y no tendremos tiempo suficiente para regresar o buscar un lugar al cual escondernos hasta la siguiente noche, además, si son lobos, dos de ustedes no podrán defender la mansión. –Beliath tenía razón, no sabían cuál era el motivo por el que los lobos estaban en su territorio y tampoco sabían si estos los atacarían o harían algo para perjudicarlo, por ahora lo mas sensato seria esperar y mantenerse a alerta.

-¿Tienen algún plan en mente para algo como esto? – cuestiono Kaelani.

-No, jamás imaginamos tener que enfrentarnos a una manada, ni siquiera sabemos cuáles sean sus objetivos, por ahora lo único que podemos hacer son dos cosas, esperar a Aarón y a que esa joven despierte y podamos saber más.

-Mientras tanto ¿Qué haremos? – pregunto Ethan. Todos guardaron silencio por unos segundos, Vladimir trataba de idear una estrategia lo más rápido posible, aunque si era honesto con él mismo, el mejor estratega en esos casos era Aarón quien brillaba por su ausencia.

-Ethan e Iván moveremos a esa mujer al sótano, por lo menos en ese lugar tendrá pocas posibilidades de intentar algo. - los nombrados hicieron una mueca, no tenías gratos recuerdos de ese lugar y jamás pensaron regresar nuevamente a el.- Beliath, crees poder llamar a Leandra.

- ¿Leandra? ¿Por qué, que tiene que ver en este asunto Vlad?

-Leandra puede moverse de día y de noche, y espero tal vez ella nos pueda ayudar en caso de que esto se nos salga de las manos, sobre todo pedirle que sea quien proteja a Kaelani y a Leo.

-No sé si ella aceptara tal cosa, pero veré que puedo hacer con mi hermana, ¿Algo más?

-No, solo nos queda rogar que Aarón se presente.

Todos asintieron la tensión en el pequeño salón incremento. Unos segundos más tarde todos se movieron para hacer lo ya dictado, Kae por su parte había regresado a su habitación con su hijo.

Un escalofrió la recorrió de pies a cabeza cuando Ethan entro cubierto de sangre avisándole que habían encontrado a una mujer herida fuera de la mansión, los recuerdos de lo que le ocurrió a ella hace tres años parecían ser tan frescos y en un parpadeo su hermano ya muerto podría reaparecer a centímetros de ella: sacudió la cabeza con fuerza, debía calmarse, eso no pasaría y si ahora su seguridad estaba en manos de Aarón no le quedaba más que confiar en él.

-Aarón, regresa pronto por favor.

Notas finales;

Regreseeeeeeeeeeeeeeeeeee... jeje bueno, muchas gracias a todos por tenerme paciencia en actualizar, la verdad es que no la he tenido fácil con los trabajos, la pandemia y ahora entrarme lo ocurrido en Eldarya. En fin tema para otro momento aquí solo hablamos de ML xD

El tan esperado sin respeto de Aarón ha llegado y en el campus de anteros ¡Bum! Tenía pensado agregar al capítulo otro sin respeto, pero esta vez de Ethan con Kae peeeeeero eso lo dejo a criterio de ustedes, también tenía pensado que Leandra hiciera su aparición en este capítulo más lo dejare para el siguiente Muajajajaja

Espero que el capítulo les gustara.

Dudas, preguntas, aclaraciones lo que sea todo es bienvenido

Hasta la próxima actualización.

Pd. No era la única escena del sin respeto con Aarón, pero también me veo en la intrigante obligación (¿?) de preguntarles ¿Quieren una escena así de Ethan y Kae?