Parte 4
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Escuchar aquello los dejo terriblemente helados, la ansiedad por saber que había ocurrido se apodero cada uno de ellos y no era porque no estuviesen preparados, simplemente no podían evitar sentirse mal ante lo que estaba por pasarle a sus amigos. Más nada se escuchó dentro de esa habitación; exactamente no sabían cuánto tiempo había pasado para cuando escucharon la puerta comenzar a abrirse un escalofrío les recorrió, justo entonces el llanto infantil comenzó a escucharse.
Ethan había salido de la habitación cargando un pequeño bulto en su brazo del cual el llanto era cada vez más sonoro.
-Nació. - fue lo primero que dijo.
- ¿Por qué no ha llorado la nacer? - la pregunta quemaba en los labios de todos, pero fue Rafael quien se aventuró a preguntarlo primero.
-También pensamos lo peor al principio, pero si no ha llorado es porque nació dormido. - respondió llevando una mano tras su nuca, definitivamente se había estresado por ese hecho. - es muy raro que eso pase, pero realmente ocurre.
-Has dicho dormido, eso quiere decir que ¿Es un niño? - Ethan asintió descubriendo un poco más al bebé, sin duda parecía enteramente humano de tez clara como su padre y mejillas sonrosadas, carecía totalmente de cabello y sus pequeños ojos estaban cerrados por lo cual no sabían si heredo algo de Kae.
-Leo Eric Lehtinen el primer vampiro/humano nacido de un cáliz... o eso quiero creer.
-Aún es muy pronto para declarar que será un vampiro. - comento Vladimir. - en todo caso Felicidades a ambos.
El albino asintió a las posteriores felicitaciones por el nacimiento de su hijo antes de regresar a su habitación con el bebé. El resto de los habitantes prefirieron regresar a sus habitaciones puesto que toda la noche se la pasaron esperando el nacimiento. Para cuando Aarón regreso a su habitación debía admitir que el suceso le había puesto la mente en otro lado y no había pensado para nada en la chica del Moondance, la chica que le recordaba demasiado a Lira.
Se dejó caer boca abajo en la cama soltando un gruñido, no había pensado en ella en algunas horas y ahora que estaba por dormir tenía que recordarla, algo en su interior le decía que ese día tampoco dormiría bien o siquiera podría hacerlo. ¿Por qué Ella? ¿Por qué ahora? La última vez que supo algo de su mate fue hace quinientos años, antes de desaparecer por completo y antes de ser transformado en vampiro.
Mirando al techo comenzó a darle vueltas a su historia, cuando la conoció por primera vez, cuando la marco, cuando solo podía pensar en ella día y noche y cuando desapareció sin dejar rastro; los únicos que podrían darle una explicación concreta de ese día que no recordaba era la manada, pero hacía ya tanto tiempo que lo daban por muerto que si los llegaba a encontrar y presentarse con su nueva naturaleza sería imposible que lo comprendieran, aunque no fue culpa suya. Más si ha encontrado a esa chica... será que...
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El acelerado latir de su corazón la hizo detenerse unos segundos, paseaba de un lado a otro en su habitación tal cual gato enjaulado esa noche había regresado al Moondance para intentar toparse nuevamente con ese sujeto al cual en su sueño le había puesto un nombre que no recordaba, pero nada había ocurrido, si varios chicos se le habían acercado para invitarle a bailar, pero a todos los había rechazado, incluso el malestar de seguir siendo observada esa noche la tenía más nerviosa, tanto que al regresar a su habitación se encargó de cerrar perfectamente las cortinas y trabar la ventana, por un instante se le ocurrió el hecho de mover el armario para mayor seguridad.
Para suerte suya era fin de semana y no tenía que levantarse temprano, intentando calmar sus nervios se sentó frente a su escritorio tomo un lápiz y una hoja y comenzó a hacer algunos garabatos. El anillo que su madre le había enviado como adelanto de cumpleaños lo tenía dentro de su cajita la cual estaba abierta; su mirada la pasaba de la hoja al anillo, del anillo a la hoja y a sus recuerdos. Un lobo de pelaje marrón, de ojos profundos, dorados como el oro, como el sol, un hombre al que un paisaje otoñal le iba perfecto, su tacto, su voz... Aarón.
Para cuando termino de garabatear en la hoja se había plasmado el dibujo de un lobo y aunque fuera monocromático, aquel dibujo parecía mirarle intensamente, era el mismo lobo de su sueño, la misma mirada, incluso sentía que si lo tocaba podría sentir lo cálido de su pelaje.
-Lira.
-¡Dios!- exclamo ocultando rápidamente le dibujo recién hecho.- Samay me asustaste ¿Qué pasa?
-La misma pregunta podría hacértela yo, tengo como diez minutos plantada afuera de la habitación hasta que recordé la llave bajo la alfombra. ¿Estas bien? Lira pareces enferma.
-Si yo... olvídate de mí ¿Qué haces aquí tan tarde? - la rubia enarco una ceja Lira realmente no estaba bien, se limitó a mostrarle el móvil que marcaba las once de la mañana. ¿Tanto tiempo había pasado? - Perdón, es solo, olvídalo son cosas mías.
-De acuerdo... solo vine por mis cosas, al final tendrás la habitación para ti sola, llegue a un acuerdo con la universidad y no la dejare, pero estudiare por fuera para poder cuidar de Louis. Pero Lira... me preocupas, desde que tu madre te mando ese paquete has actuado muy raro ¿No quieres contarme?
-May...estoy bien, es verdad que estoy actuando algo raro e incluso paranoica, pero todo está bien. - ambas guardaron silencio por unos segundos antes de recordar cierto detalle. - May, tu acudes mucho al Moondance, de casualidad nunca te has topado con un sujeto... como decirlo, alto de piel morena, ojos dorados y pelirrojo.
-No, bueno una vez me topé con un mujeriego al que solo le gustaba divertirse, apenas mencioné que ya tenía hijo se desapareció, pero podrías preguntarles a los porteros, si es un cliente frecuente solo podrían decirte si lo han visto o no.
Lira se quedó pensando, era verdad podría hacer eso, además la sensación de ser observada en todo momento ya había desaparecido.
-Gracias May... ¿Necesitas ayuda? No tengo nada que hacer además de cuestionarme.
Tal vez un poco de distracción era lo que necesitaba en esos momentos para dejar de pensar en ese sujeto, May había aceptado su ayuda comenzando a empacar las cosas de la rubia y saliendo con las maletas mientras hablaban de cosas triviales, y mientras caminaban por las calles Lira se detuvo, la casa donde hace tres años había ocurrido el asesinato de una familia estaba por ser demolida.
-Después de tres años van a demoler el lugar.
-Si, nadie quiere comprar una casa donde hubo un asesinato, te imaginas ¡Que miedo!... lo único bueno del lugar que encontré para vivir queda muy cerca del Moondance ¡Lira, deberías venir a vivir con nosotros!
-¿Qué?
-¡Si! Si lo piensas podríamos quedarnos hasta tarde en el Moondance y tardaríamos solo unos minutos en llegar a casa, queda un poco retirado de Anteros pero tendríamos la ventaja de estar en un lugar más tranquilo.
-Creo que paso... además ya he cubierto todo el semestre de la habitación, seria dinero desperdiciado May, pero aceptare tener alojamiento para la siguiente salida.
Tras dejar las cosas en el nuevo hogar de su amiga, Lira comenzó a caminar un poco, de día nunca había estado por ese lugar y tenía razón era demasiado tranquilo, por la cantidad de tiendas se notaba que se tenía lo necesario para sobrevivir y sobre todo, la entrada al bosque la tenía fascinada era como entrar a otro mundo lejos de lo que ella conocía, las ansias por entrar y perderse entre la naturaleza le abrazo como si fuera el mismo aire que necesitaba para respirar, poco a poco se fue acercando hasta que detrás de un árbol salió una persona.
Sus pasos frenaron de golpe examinando a ese sujeto de casi dos metros, parecía un militar o esa fue la impresión que le dio la verlo, tez bronceada, músculos que se marcaban aún por debajo de la ropa, ojos grises penetrantes y frios.
-¿Necesita algo?- le pregunto, Lira salió de sus pensamientos.
-Eh...ha...no, no, solo quería...
-El bosque es peligroso, no le recomiendo entrar por favor regrese por donde ha venido. - más que una petición por lo serio y profundo de su voz fue una orden. Lira no iba a replicar, pero aun así prefirió marcharse.
Aquel desconocido dibujo una sonrisa algo macabra en su rostro cuando el viento soplo trayendo consigo un aroma: jazmines.
***~~~***~~~
La noche recién había comenzado y parecía que la actividad de los nuevos padres comenzó mucho antes, lo primero que Aarón pudo escuchar al despertar fueron los llantos infantiles, ese niño tenía buenos pulmones a pesar de haber nacido dormido.
-Vaya parece que he perdido de algo. - aquel susurro en su oído le hizo abrir aún más los ojos de golpe.
-Leandra...- la súcubo se había colado nuevamente en su habitación, no era la primera vez que lo hacía y tampoco sería la primera que él se molestara por no tener el mínimo respeto. - Te lo he dicho, no me gusta que fuerces la entrada a mi habitación.
-No dejaste la llave puesta por lo que lo he tomado como una invitación... pero dime ¿Por qué tanto llanto?
-El hijo de Ethan nació anoche. - Leandra hizo una mueca, aun no superaba que en su ausencia de cinco años el albino al olvidar y se encontrara a otra persona, claramente la demonio no tenía ningún interés por él, pero le gustaba ser esa fruta prohibida y deseada, ahora solo era alguien más e indiferente.
-Espera, su hijo, quiero ver a ese niño.
-No creo que sea buen momento. - el simplemente comenzó a verterse, apenas y había visto al bebé la noche anterior. - apenas cumplirá un día para que quieras declararlo como tuyo.
-¡No pretendo eso!- exclamo ofendida para después desviar la mirada y cruzarse de brazos.- me gustan los niños, bueno no los niños, los bebes son... adorables.
Le miro incrédulo, Leandra consideraba a los bebés adorables, se cuestionaba si ella era realmente esa demonio que gustaba colarse en su cama o seducir a los hombres solo para satisfacer sus deseos nunca se habría imaginado que tuviese un instinto maternal.
-Puedes ir a verlo directamente tu sola, esta noche tengo asuntos que atender.
Dejándola plantada en medio de su habitación, él salió... los llantos infantiles se escuchaban un poco más fuerte y aunque tuviera algo de curiosidad por seguir viendo a ese bebé algo más fuerte lo movía a seguir su camino hacia el bosque.
Los caminos los conocía perfectamente, una noche sin luna sin duda le sentaba bien, solo hasta que comenzó a sentirse observado, la sensación de peligro lo puso en alerta y actuaba como si nada pasara hasta perderse entre los árboles.
Dos enormes criaturas saltaron de lados contrarios gruñendo y mirándose fijamente, uno protegía su territorio, el otro había llegado como invasor, ambos lobos comenzaron a atacarse sin llegar al grado de herirse de gravedad, eran más advertencias que una pelea real. Aarón recupero su forma humana sin abandonar su parte serio, el otro lobo hizo lo mismo solo que él había soltado una risa burlona.
-Dicen que reír es bueno para no llorar. - dijo, Aarón comenzó a acercarse lentamente. - en este caso creo que reír es bueno para no perder la locura de ver a un muerto, no lo crees Aarón.
-Uriel...
-Jo! Tenía razón eres tú, mi viejo amigo. - sin duda Aarón estaba desconcertado, Uriel no era lo que se podría llamar un viejo amigo, su relación en la manada era demasiado tensa.
- ¿Qué haces aquí? - pregunto directo, el de orbes grises y tez bronceada chaqueo la lengua divertido.
-Sí, no has cambiado en nada. Aunque no tengo por qué darte explicaciones, de lo contrario tu tendrías que hacer lo mismo.
-Estas en mi territorio, evidentemente tengo que protegerlo y pedir o sacar información de mala forma de ser necesario, ¿Qué haces aquí? - Uriel levanto las manos a modo de rendición.
-Pasear, vagar como quieras decirlo, me canse de la manada así que ahora sigo mi propio camino, pero ahora que he respondido a tu pregunta, ¿Qué haces tu aquí? Se supone deberías estar muerto.
-Te he dicho ya que es mi territorio, debería ser respuesta suficiente.
-Sí, pero no me has dicho ¿Por qué no estas muerto?
-Relativamente estoy muerto, para la manada y muchos otros. – fue toda su respuesta, los recuerdos que él compartía por ese otro lobo comenzaban a llegarle, aunque Uriel pareciera ser un sujeto que se tomaba las cosas a la ligera era alguien de armas tomar, sobre todo porque no le importaba los métodos que debiera de usar para conseguir algo que no podía ser de él.
-Vaya que frio. No me digas que aún me guardas rencor por la mate, Aarón en la manada es natural que algún otro se interese por ella antes de ser proclamada, y Lira era una belleza. - Aarón gruño mostrando con ese gesto su enfado.
Cuando solamente era parte de la manada y a pesar del tiempo seguía sin ser aceptado, hubo una persona que se interesó en él de inmediato, una joven humana con los más hermosos ojos azules que le recordaban al océano y de largos cabellos negros como la noche, una mujer hermosa sin duda. Era raro que la manada se involucrara con humanos, cuando lo entendía, no eran humanos cualesquiera, eran destinados a ellos, y, al verse por primera vez ambos habían sentido una ligera descarga eléctrica recorrerles el cuerpo, una señal muy común de que había encontrado a su pareja.
Pero como en todo, siempre debía existir un rival; Uriel ya había fijado sus ojos en esa mujer y quería tomarla como su mate aunque no se habían presentado en ellos alguna de las siete señales que indicaban se presentarían, a ultimas, el lobo de ojos grises había retado a Aarón por marcar a esa mujer, el de orbes doradas había salido victorioso, mientras que Uriel fue quien desencadeno todo el conflicto entre la manada y los humanos destinados.
-Uriel, sé que estas aquí por algo más, no creo que sea solo para "vagar" son la manda, desgraciadamente te conozco, así que será mejor que hables. - sí, era cierto, él estaba en ese lugar por algo más o mejor dicho por alguien más, pero no iba a responder a eso.
A lo lejos más aullidos se pudieron escuchar, lobos, no... no lobos cualesquiera, era... la manada.
Notas finales:
Y bueeeeeeeeno quería dejarlos más con la intriga de que pasaría con el hijo de Ethan pero aun no quiero morir QnQ ok ya xD investigando un poco descubrí que efectivamente es muy raro que un bebé pueda nacer dormido a pesar de que la experiencia del parto puede ser algo traumática (si alguien puede darme una mejor explicación se los agradeceré mucho) la idea me surgió tras ver un clip de "el sultán" y un nacimiento no me pregunten más porque no veo esa novela solo fue un clip que salió en Facebook xD
Por otro lado aparece un nuevo personaje Uriel que conoce a Aarón y llego a conocer a Lira, se dan una idea de que pasara muajajaja... son siete señales para que un lobo y un mate se reconozcan, hasta ahora han pasado dos, el sueño y la primera mirada. La Lira actual se siente enloquecer pues no puede sacarse a ese lobo que vio en sueños y aquí en donde ustedes me preguntan ¿Cuándo Aarón interactuara más con Lira? Bueno, eso será en el siguiente capitulo
Bonus: a Leandra le gustan los bebés awww
Espero que les gustara este capitulo.
Dudas, preguntas, aclaraciones lo que sea todo es bienvenido,
Hasta la próxima actualización
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