Parte 15


Holi!!! Sígueme en Facebook: Wolfmika01

:D

******

Maldecía para sus adentros era resistente al sol, pero no significaba que por ello era inmune, su caminata por el bosque y el rastro de Lira comenzaba a perderse por su debilidad, tropezando ligeramente con la raíz de un árbol se arrodillo golpeando el suelo con todas sus fuerzas, estaba frustrado, lastimado por haber fallado en proteger a Lira, por no poder proteger a sus amigos que eran su familia... que todo lo que estaba pasando era por su culpa; un aullido que escapo de sus labios hizo que las aves se asustaran y escaparan de sus nidos, pronto, sin poderlo explicar una sombra se colocó frente a él, y no sola la sombra, sino que algo lo estaba cubriendo.

Levanto la mirada dejado que sus ojos dorados se toparan con unos marrones, la dueña de aquellos ojos le sonrió ligeramente antes de ayudarle a ponerse de pie, por la leve diferencia de tamaño, ella apenas levanto un poco el rostro para verle.

-Pensé que los vampiros no salían a la luz del sol.

-Y yo no sé si llorar por saber que estas aquí o desmayarme por el agotamiento. - respondió, la mujer sonrió de medio lado colocando una mano sobre su hombro. - Farah... Uriel tiene a Lira.

-Ya lo temía. - respondió desviando la mirada. - busquemos un lugar para que puedas descansar y atacaremos por la noche.

-No, no puedo, tengo que encontrarlo no solo tiene a Lira, ataco la mansión y se llevó a Leo, además creo que otro humano está en peligro.

-Aarón, también tengo cosas que contarte, pero aquí parados y tu agotado no va a llevarnos a nada. - su tono era autoritario, digno de una alfa, dejándose arrastrar por ella la escucho hablar, más opciones no tenía por el momento. – la manada decidió que lo mejor para nosotros era no inmiscuirnos en los asuntos de Uriel contigo, ya no eres parte de una manada, sino de los vampiros, como Alfa es mi deber atender las necesidades de mi manada. Antes de poder abandonar el pueblo por completo hubo una gran conmoción y el rastro de Uriel era evidente, una mujer fue asesinada en su casa y su hijo desaparecido.

-Uriel interfirió cuando iba marcar a Lira y llego con Leo amenazándonos, ella quiso irse para salvarlo. – explico brevemente. – los dos llegaron a un lugar donde los arboles incrementaban la sombra y hacían el lugar ligeramente más oscuro y frio. - quedémonos aquí.

Con cuidado Farah le ayudo a que quedara recostado sobre sus piernas cubriendo la mayor parte de su cuerpo con la capa que le coloco al encontrarlo en el bosque.

-Tengo el rastro de Lira y se dónde está, te despertare si siento que se mueven u ocurre otro hecho, pero por ahora descansa, Lira te necesita con fuerza. - pasaron pocos minutos antes de que el lobo quedara profundamente dormido. - ¿Ya tienes algo en mente? – pregunto, de entre las sombras una figura femenina salió.

Sus largos cabellos negros se mecieron con el suave viento mientras entre su mano una serpiente se deslizaba hasta su hombro, Farah enarco las cejas al ver como la súcubo prestaba mayor atención a la serpiente.

-Ocúpate de que este bien y para cuando despierte dale algo de tu sangre así tendrá fuerza, el pobre se está atormentando con la culpa, yo me ocupo de los demás en la mansión.

-Tu sonrisa lejos de tranquilizarme me inquieta, hice un trato con la manada si no llego al amanecer de mañana dejare de ser Alfa de mi manada. - Leandra rodo los ojos con fastidio.

-Si tanto te preocupa tu manada regresa, no estoy ni segura de que ellos puedan ganar contra esos lobos, pero si estas tu podrás ayudar más que ellos juntos, además se puede decir que tenemos un haz bajo la manga.

-¿Y eso es?

-shhh shhh – dijo mientras con uno de sus dedos acariciaba la cabeza de la serpiente. - sabes cuando alguien amenaza a sus crías la madre se convierte en una fiera indestructible y no parara hasta que la amenaza sea erradicada – pronto la serpiente se desplomo, por unos momentos la loba pensó que había matado al pobre animal, más este pronto se deslizo fuera de su alcance.

-Solo espero que tengas razón, ayudare a Aarón por ser amigos, pero si las cosas se salen de control, por ser su amiga tal vez pueda salvar al pequeño, pero no puedo hacer más que eso, ni siquiera salvar a Lira.

-Si lo hacemos como se ha planeado nada tendría que salir mal, no podemos asegurar que la loba Alfa termine con un par de rasguños. - ambas se sonrieron antes de que Leandra desapareciera de la misma forma en que llego. Aliarse con vampiros y una súcubo jamás lo hubiera imaginado.

***~~~***~~~

Por ahora los niños estaban bien y eso era lo que más le importaba a Lira, la cueva era pequeña por desgracia y el fondo no tenía salida, seria solo un par de metros antes de tocar la fría y húmeda pared. Suspiro pesadamente antes de que comenzara a mirar a su alrededor buscando una posible vía de escape, por todos lados había lobos y eso le trajo un vago recuerdo.

Un recuerdo donde ella corría por el bosque, no era como de costumbre le gustaría hacerlo, corría aterrada, escapaba de los lobos que rodeaban cualquier posible vía de escape, su escapada termino cuando Uriel apareció de la nada y corto su camino.

Parpadeando de manera rápida desvió la mirada respirando como si hubiera contenido el aire por largo rato. Miro hacia sus piernas Louis ya estaba despierto y lo que vio hacer la dejo sorprendida; con su dedito le daba la sangre del cuenco al bebé quien lo aceptaba si llorar, su estómago se revolvió ligeramente, tomando su manita le hizo mirarla y negar con su cabeza.

-Y-ya es suficiente ¿Hace cuánto que lo haces? – pregunto, el pequeño rubio levanto el cuenco mostrándole que ya estaba casi vacío.

-Lloraba mucho, tenía hambre se chupaba tu cabello. - respondió, Lira observo la boquita del bebé manchado de rojo.

Soltó un pesado suspiro se había perdido mucho en sus pensamientos que no había escuchado al pequeño llorar, tomo una de las puntas de la mantita para limpiar a ambos, ahora que nuevamente prestaba a tención a Louis y recordaba las palabras de Uriel, él era un hibrido, no le quedaban dudas al verlo tomarse la sangre del cuenco.

-Louis...¿May te digo algo alguna vez de tu papá?- pregunto, el pequeño le miro por largos segundos antes de negar con su cabeza.

-Mami es mi mami y es todo lo que tengo. - respondió. - ¿Cuándo regresamos? Ellos me dan miedo, mami gritaba mucho cuando llegaron.

Lira apretó sus labios en una fina línea... como explicarle que su madre ya no estaba, y que tenía la ligera sospecha de saber quién era su padre.

-Dime...¿Te gustaría conocer a tu papá? – el niño solo levanto sus brazos una señal que le daba a entender que a él le daba lo mismo.

-Si mi mami quiere.

-Te gustaría que, bueno... ¿Qué piensas si yo quisiera ser tu mami? – esta vez sus pequeños ojos avellana se abrieron grandes antes de sonreír ampliamente.

- ¡Tengo dos mamis! ¿Pero es jugando? – Lira sonrió ante la inocencia del niño, explicarlo sería difícil y que lo entendería sería igual, abrazándolo contra ella solo beso su cabeza sin decir más nada.

Las horas pasaban y el calor de la tarde paso pronto a ser un clima frio por la inminente noche, los niños lloraban y los lobos comenzaban a cansarse de esos llantos que se transformaron en gritos que Lira no podía calmar.

-¡Que se callen!- grito Uriel parado frente a ellos, su grito no hizo más que atormentar a los infantes. – maldita sea voy a arrancarles las lenguas ahora mismo.

-Ni siquiera lo pienses. - bramo Lira colocando a ambos tras de ella. - tienen hambre y frio son niños que necesitan cuidados y aquí no los tienen.

-Los alimente con lo más lógico que un chupasangre necesita. – rugió, la chica miro tras de sí unos segundos antes de mirarlo nuevamente con dureza.

-Eres un animal. - el lobo observo aquellos ojos zafiro que parecían querer matarlo con su frialdad, algo que le hizo soltar una carcajada. - ¿Te da gracia? Son niños, como dijiste híbridos, la sangre no es lo único que necesitan, yo conozco a uno de ellos por más años y ha comido cosas humanas.

-De verdad querida Lira, de verdad ¿Piensas que me preocupare? Que mueran de hambre no me importa, pero sus berridos me tienen loco si no se callan en un segundo voy a matarlos.

-Yo te matare si les haces daño. - la fría mirada de la azabache decía claramente que lo haría, nuevamente comenzó a reír.

-Faltan pocas horas para el anochecer, Aarón y el resto de chupasangre que lo rodean estarán aquí seguramente, dejare ir a estos mocosos si hacemos un trato ¿Te parece? - ¿Trato? El nudo en su estómago se hizo más fuerte fuera lo que fuera que le dijera no sería nada grato de escuchar.

-Escucho.

-Quiero que esto quede muy claro, yo dejo ir a estos mocosos si dejas que yo te marque, pero...-odiaba los peros en una conversación y más en ese momento. – para que yo cumpla quiero que hagas que Aarón se somata ante mi hasta que termine con su vida, no lo pienses ahora, te doy una hora para decidir.

Una hora, dejarse marcar por Uriel, entregarle la cabeza de Aarón... su corazón se destrozó en su pecho, no quería lastimar a Aarón, pero tampoco quería que los niños fueran lastimados...tenía que haber algo, algo que la salvara, que los salvara a todos.

La oscuridad se comenzaba a hacer presente poco a poco y el tiempo se le terminaba; los lobos bajo las ordenes de Uriel comenzaron a esparcirse alrededor, si estaba en lo cierto Aarón y los demás aparecerían para iniciar una batalla de la cual nada estaba seguro ¿Ganarían los vampiros? ¿Uriel ganaría? Los aullidos llenaron el bosque y en aquella pequeña cueva se escucharon en eco.

- ¡Te estaba esperando Aarón! – exclamo, Lira observo en dirección de Uriel, un par de metros adelante un enorme Lobo de ojos dorados salió de entre las sombras, el corazón de la chica comenzó a latir a tal velocidad que pronto saldría perforando su pecho. – Cariño ¿Has tomado alguna decisión? – alargado sus brazos hacia donde estaba ella le sonrío.

Aarón retomo su forma humana dando un par de pasos antes de ver como Lira se colocaba de pie dejando a los dos niños donde ella antes estaba, no tomo la mano del lobo, sino que camino un par de pasos lejos de Uriel antes de sonreírle, una sonrisa confiada, seductora, una sonrisa que le decía claramente que ella era una mujer que actuaba sola y su único afán era divertirse con los demás.

-Cielo, como lo siento. - dijo la azabache regresando sobre sus pasos. - sabes, es raro, pero ahora puedo darme cuenta lo tonta e ingenua que fue. - sin mirarlo a la cara la chica coloco ambas manos sobre le fuerte pecho de Uriel deslizándolas lentamente hacia arriba hasta rodearlo con sus brazos por el cuello. – como no pude darme cuenta antes de que tú eres el lobo al que deseo tener.

- ¿Lo dices enserio? – pregunto el lobo, su rostro serio lejos de mostrar una sonrisa de satisfacción era todo lo contrario, tomando las manos de la chica lo separo de él apretando con la fuerza suficiente que habría bastado para romperle los huesos.

-Sabes cariño, me gustan los rudos. - sus ojos azules pronto se transformaron en unos intensos verdes jade. - ¡Ahora!

Aarón se transformó nuevamente en lobo lanzándose contra Uriel, tras de él y saliendo igual de las sombras comenzó a escucharse los aullidos feroces de los lobos que parecían estar enfrascados en una batalla, había otro lobo que se enfrentaba a otros tres, Uriel también había tomado su forma de lobo.

-Lira...-un susurro a su lado le hizo dar un respingo, era Aarón, él estaba a su lado ¡¿Cómo era posible?! Su atención regreso al campo de batalla donde se supone que él estaba peleando y solo podía ver a Uriel moverse de un lado a otro solo.

-Que esta...

-No tenemos tiempo, Leandra no aguantara más tiempo ocupándose de su mente tenemos que aprovechar la ventaja.

Leandra miro sobre su hombro el como ellos comenzaban a alejarse, si el plan salía tal cual, Ellos no tardarían en encontrarse con los demás vampiros en un punto medio, Rafael e Iván pondrían a la humana a salvo en algún lugar del pueblo mientras los demás se ocupaban de la manada de ese bastardo, dudaba que ese lobo se atreviera a exponer el secreto de los lobos ante los humanos. Mientras se perdía en sus pensamientos observándoles marcharse no pudo siquiera percatarse de que uno de los lobos de Uriel arrojo a Farah contra ella rompiendo la ilusión.

-¡Aarón!- bramo Uriel al liberarse de la ilusión, mostro sus fauces en visible señal de enfado, su mirada se posó sobre las dos intrusas que se atrevieron a ayudarlo.

-¡Corre!- grito el pelirrojo a Lira a la vez que corría un poco para transformarse y defender a Fara y Leandra, esta vez ambos iban a pelear enserio.

Los lobos comenzaron a atacarse mostrando las fauces, no era necesario que dijeran nada, sus miradas y la forma en que se gruñían era suficiente para declarar que de ese encuentro solo uno saldría con vida, Lira por su parte anqué estaba hipnotizada por el hecho de encontrarse en una situación irreal, con hombres lobo peleando por ella, ella protegiendo híbridos de vampiro, maldita sea si terminaba cuerda después de eso sería un milagro.

-¡Cuidado!- gritaron, la de ojos azules apenas logro reaccionar para tirarse de rodillas tratando de protegerá los niños con su cuerpo. Fara se había lanzado para ocuparse del lobo que quería atacarla, mientras que Leandra ayudaba a Lira a ponerse de pie con los niños. - Maldita sea Aarón te ordeno correr, y te quedas aquí parada esperando que te arranquen la cabeza.

-Y-yo...lo siento es que...

-Deja de hablar y muévete, tienes que...-Antes de que pudiera terminar de hablar otro lobo se lanzó sobre la súcubo ¿De dónde salían tantos? La manada no era grande y parecía que se reproducían como las cabezas de una hidra. - ¡Ve al bosque! – le grito mientras evitaba que el animal cerrara en hocico con su cabeza dentro. - ¡Ellos te están esperando!

-No puedo...-susurro. - no puedo dejar que se arriesguen por mi culpa, Uriel me propuso un trato si yo...

-¡¿Crees que Uriel cumplirá?! Esta vez fue el turno de Farah para hablar, aunque estuviera en su forma de Lobo podía escuchar claramente su voz mientras luchaba. – Una vez que Aarón muera te matara por qué no lo amas a él.

-Aun así... aun así no puedo irme y dejarlos...

Un raro ruido le hizo cerrar los ojos, fue como si un látigo hubiera cortado el aire, realmente no podía describirlo correctamente, solo que su cabello se movió con brusquedad y el lobo que estaba sobre Leandra había salido disparado en dirección a un árbol del cual ya no se levantó nuevamente.

-Ya era hora. - dijo Leandra, Beliath dibujo una media sonrisa antes de ayudar a su hermana a ponerse de pie.

-Sabes las entradas más dramáticas son las que dan un mejor efecto. - respondió burlón. Un escalofrió recorrió a Lira de pies a cabeza, los vampiros... los vampiros habían llegado para ayudar.

- ¿Están bien?

La pregunta a su lado ni siquiera le hizo respingar del susto, a esas alturas ya nada podía sorprenderla, al mirar al frente observo un par de orbes azules que le miraron y después desviaron su mirada al bulto entre sus brazos, la pregunta no era para totalmente, sino para el bebé...Ethan desvió la mirada torciendo los labios con enfado; en un rápido movimiento tomo a los tres y los alejo del lugar donde otro lobo estaba por atacarlos, por suerte para ellos Vladimir se apresuró contra el lobo.

-G-gra...-antes de que ella pudiera terminar de agradecer un chillido le congelo toda la sangre, Uriel tenia a Aarón contra el suelo mordiendo su costado como si quisiera arrancarle el estómago de una mordida. - ¡Aarón!

-Quieta, si yo fuera tu no me movería de aquí. - dijo Ethan.- muchos problemas has causado ya y tienes a mi hijo en brazos.

-¡Van a matarlo!- exclamo Lira mientras el albino la tomaba por el brazo.- ¡Tienes que ayudarlo!

-Eh apoyado locuras más grandes preciosa. - hablo Belaith llegando a su lado para cubrirle las espaldas. - pero esta vez es mejor que te quedes lejos, además no debes interponerte en su camino.

-¿De qué hablan ustedes? Uriel va a matar a Aarón ¡¿Dónde está lo divertido?!- sin duda no lo entendía ese sujeto parecido a la súcubo sonreía ampliamente mientras miraba en dirección de los lobos.

-Metete con la cría y la madre te hará pedazos.

Sin poder entender a qué se refería regreso su mirada angustiada a la pelea de su ahora esposo, porque si, aunque no estuviera ella marcada por Aarón se habían hecho promesas y aceptado como pareja. Uriel había soltado a Aarón con el hocico lleno de sangre, la herida que le hizo no era suficiente para matarlo ya no le importaba si Lira era o no espectadora de su muerte con su próximo movimiento seria el que le arrebataría la vida a ese maldito hibrido.

Antes de que pudiera siquiera tocarlo un fuerte golpe en la cabeza le hizo chillar y retomar su forma humana mientras rodaba varios metros lejos del lobo, Aarón también recobro su forma humana, había tenido que cerrar uno de sus ojos pues la herida en su cabeza hacia que un hilo de sangre se deslizaba sobre el dificultándole mirar.

Notas finales:

¡Tarde pero seguro...ufff!! La batalla ha iniciado y Lira no pudo hacer mucho esta vez más que observar e intrigarse por el hijo de Samay, Leandra y Farah se unen para ayudar a Aarón y los demás y... ¿Quién golpeo a Uriel tan fuerte para hacerlo regresar a su forma humana? Lo veremos en el siguiente y final capítulo de esta historia.

Espero que les gustara el capítulo.

Dudas, preguntas aclaraciones lo que sea, todo es bienvenido

Hasta la próxima actualización n.n

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top