Capitulo ocho.

--¿Qué debo hacer entonces? --Preguntó la mas joven.

--Primero, debemos, estamos las dos en esto, en segundo, debemos armar un buen plan. Tanto tú, como yo, sabemos quienes son Chat Noir, Queen Bee y Volpina, por lo que primero debemos encontrarlos y tratar de inmovilizarlos.

--¿No podemos llevarlos con Marianne para que los purifiquen?

--No, el maestro Fu en estos momentos le esta enseñando a ella como purificar a los Kwamis corrompidos, por lo que recurrir ahora a ella es inútil. 

--¿Entonces que haremos? 

--Les quitaremos los Miraculous. Tendremos sus Miraculous para impedir que se transformen y hagan alguna locura.

--¿Y con Le Paôn?

--Seguro tendrá algún haz bajo la manga, por lo que debemos tener cuidado.

--¿Tú tienes algún Miraculous?

--No, tu usaras a Nooroo y yo usare a Wazzy, no nos arriesgaremos a perder a Tikki, he visto las cosas que hace desde que a tiene a ella.

--¿Y si nos atrapan? ¿Diremos donde esta si estamos corrompidas?

--En realidad la obedecerás, pero tienes la opción de negarte también. Aunque lo más seguro es que nos torture hasta que lo digamos, y yo no planeo decir nada, ¿Tú?

--Es mi amiga, claro que no.

--Me alegra saber que desde antes tenia ese sentido de justicia -Le despeina el cabello.

Ambas azabaches empezaron a mirar la ciudad, ya era de noche y estaban sumergidas en sus propios mundos. La mayor, porque deseaba poder tener un futuro tranquilo sin guerras de por medio y sangre en sus manos. La menor preocupada por el ahora. ¿Cómo podrían detener a Le Paôn? Esa era una de las dudas que albergaba su mente.

--Tengo una pregunta --Anunció la menor llamando la atención de la mas alta.

--Dime --Ofreció sin voltear a verla.

--¿Por qué a nosotras no nos quitó el Miraculous? Ya sabes a lo que me refiero, ¿Por qué no nos corrompió a nosotras al principio si somos las que poseemos el Miraculous que Le Paôn quiere?

La escucho suspirar.

--¿No has tenido algún presentimiento cuando estas a punto de des-transformarte que te dice, "Ahí no, vete a otro lugar? --No necesito voltear para simplemente saber que asintió-- Ese presentimiento, es uno de las habilidades naturales de los verdaderos héroes. Es lo que realmente los hace ser héroes, el saber cuando hay peligro sin estar consciente de ello realmente. Un instinto de supervivencia.

--¿Entonces Chloe, Alya y Adrien realmente no son héroes?

--De serlo, habrían podido evitar eso, pero no lo son. Puede que sólo tuvieran buenas intenciones y capacidades. Pero no son realmente héroes, no tienen el corazón completamente puro, ni los instintos preparado para ser eso.

--¿Cómo lo sabes?

--Después de que me purifico Marianne, me explicó que la razón por la que había estado tantos años sin que me encontraran, se debía a mis instintos naturales de héroes, tenia la facilidad de evitar el mal que realmente deseaba dañarme. Por eso tenia esos momentos que de la nada quería irme de un lugar. O evitaba de la nada ciertos lugares. Eran mis instintos naturales de héroes, o al menos así me lo explicaron Marianne y el maestro Fu. 

--¿Entonces nosotras seriamos héroes realmente?

--Si, tenemos la capacidad, el corazón y los instintos de un verdadero héroe. Por eso estuvimos tanto tiempo sin que nos corrompieran.  

--Al menos eso es algo motivador.

--Lo es, porque te hace tener esperanzas de que puedes ser mejor y poder sobrevivir.

--Y guiar a los demás.

--También, pero aunque seamos algo mandonas, ambas sabemos que hay que ser mas frías y confiadas. Si mostramos la duda, la duda llegara a ellos también y no podemos demostrar eso nunca.

--Porque eso genera dudas en el equipo.

--Y las dudas llevan al fracaso --Suspira-- sin duda me hacia falta una conversación con alguien que entendiera los problemas.

--Porque nosotras somo iguales y nos comprendemos a la perfección --Afirmó con una sonrisa.

--Lo sé --Suspiró-- hay que ir a dormir temprano, mañana iremos a buscar al maestro Fu, él cuidara a Tikki por si nos llega a pasar algo.

--No te preocupes. o entiendo.

--Perfecto, vamos enana --Y con una sonrisa se fueron a dormir.

Al menos tenían algo en mente para poder detener a Le Paôn.

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