Capítulo XII

Deku se encontraba en el parque de diversiones de Tokio. Los niños reían acompañados de sus padres, se escuchaba los gritos de personas en la montaña rusa resonaba de ida y vuelta, y él… ¿sostenía un crepe?

Midoriya: Un segundo, ¡yo estaba en el Festival Deportivo! ¡¿Qué hago aquí?! — exclamó — ¿Acaso esto es un timeskip o el autor se olvidó en qué terminó el capítulo anterior? ¡Ponte al día, autor!

Mientras él solo hablaba estupideces, pronto, su voz fue opacada por la dulce risa melodiosa que calmó su alterada actitud y lo hizo sentir que flotaba en las nubes.

Volteando su cabeza hacia donde provenía esa voz angelical, no se había dado cuenta que el amor de su vida, Ochako Uraraka, estaba junto a él, sosteniendo su mano y en la otra sosteniendo un crepe.

Uraraka: Este fue un gran día. Gracias por esta fantástica cita, Deku-kun — dijo con una sonrisa en su rostro.

Midoriya: ¿Eh? O-oh, ¡sí…! No hay por qué agradecer, sabía que te gustaría — dijo, dejándose guiar por el extraño guión que recibió — “Un momento, ¿acaso estoy soñando en una cita con la Mochi? ¡¿En qué putas me salté un gran evento futuramente canónico y me lo perdí?!” — gritó en sus pensamientos.

Honestamente no lo recuerda. Y tampoco recuerda que tuviera Alzheimer y se olvidara de algo tan importante para él.

Midoriya: “Tal vez esto sea un sueño. Un sueño que a quien me despierte, le romperé el cuello” — pensó amenazante mientras en su exterior sonría a su amada.

De repente, todo se puso en cámara lenta. El cielo que anteriormente estaba claro e iluminado por el sol, se convirtió en rosa claro. Los gritos del exterior desapareció y fue reemplazada por una suave tonada romántica de violín y piano.

Uraraka: Deku-kun… hay algo que quiero decirte — murmuró, sin mirar a Deku a los ojos.

Midoriya: ¿Qué pasa, Mochi? — preguntó, esperando escuchar lo que tanto ansía oír.

El rostro de Ochako se convirtió en una estrella roja cuando escuchó su apodo cariñoso. Respirando y exhalando por unos segundos, levantó su mirada hacia Midoriya.

Uraraka: Deku-kun… yo… yo…

Este era un momento que marcaría la vida de los dos para siempre.

Uraraka: Yo te…

*BOOM*

De pronto, una serie de explosiones comenzaron a estallar en todo el lugar. Y antes de que Midoriya pudiera hacer algo, el suelo explotó y los envió a ambos al cielo antes de que todo se pusiera blanco.

[}-O-{]

Bakugo: ¡¡DESPIERTA, DEKU!! — gritó, explotando la cara de un Midoriya dormido.

La acción, hizo que Deku abriera los ojos y su cuerpo saltara de la camilla hacia el techo.

Midoriya: ¡Ack! — dio un quejido de dolor antes de caer a la camilla.

Recuperándose inmediatamente, se sentó y miró a su alrededor. Resulta ser que estaba en la enfermería del estadio donde extrañamente había sido dejado ahí.

Bakugo: ¡Ya era que despertarás, Deku! ¡Falta unos minutos para la siguiente ronda, así que saca tu trasero de la cama y ponte en marcha! — gritó, cruzándose de brazos.

Midoriya: ¿Qué…? ¿Todo… fue un sueño? — murmuró antes de que una ira incontrolable lo invadiera y mirara a Bakugo — ¡¡KACCHAN IMBECIL!!

Bakugo: ¡¡¿QUÉ?!!

Midoriya: ¡¡ACABAS DE DESPERTARME JUSTO CUANDO ESTABA A PUNTO DE METER A MOCHI A LA CAMA!! — gritó, aguantándose las ganas de apuñalar con un lápiz a su viejo amigo.

Bakugo: ¡¡NO ME HABLES DE TUS ASQUEROSAS FANTASÍAS SEXUALES CON LA CARA REDONDA, NERD!! — gritó de vuelta, chocando su frente con la de él.

Midoriya: ¡¡NO LO LLAMES ASQUEROSO A MI FANTASÍA SEXUAL, DIGO, A MI FANTASÍA LLENO DE AMOR!! — gritó golpeando la frente de Kacchan con la suya.

Ambos siguieron golpeando sus cabezas como carneros de montaña luchando por el dominio del grupo. No estaban dispuestos a retroceder ni rendirse ante el otro por algo de orgullo.

Si es que eso puede llamarse orgullo.

¿¿??: Es bueno ver que se llevan bien.

Ambos detuvieron sus cabezasos para girar sus cabezas hacia la puerta de donde provenía esa voz.

Bakugo: ¡¿Vieja bruja?!

Midoriya: ¿Tía Mitsuki?

Mitsuki Bakugo, la mamá de Katsuki y esposa de Masaru.

En el pasado, ella era la mejor amiga de Inko Midoriya, por lo que eso llevó a que Izuku conozca a Katsuki y se volvieran amigos.

Mitsuki: Es bueno verte, pequeño Izuku — dijo mientras entraba a la enfermería.

Midoriya: Igualmen… espera, ¿qué vas a llevar llamar así?

Bakugo: ¿Qué haces aquí, vieja bruja? ¿No deberías estar en casa? — preguntó con el ceño fruncido.

*SLAP*

Mitsuki: ¡¡MUESTRA MÁS RESPETO A TU MADRE, MOCOSO!! — gritó, tras haberle dado un golpe en la cabeza.

Bakugo: ¡¡MOSTRARÉ MI RESPETO CUANDO YO QUIERA!!

*SLAP*

Mitsuki: ¡¡¿LO VAS A MOSTRAR AHORA?!!

Bakugo: ¡¡NO ME AMENACES!!

Siguieron gritando por varios minutos que hasta sus voces se podían escuchar lejos de la enfermería.

Midoriya: Uhm… — caminó de espaldas hacia la puerta — Yo… ya me voy… ¡de aquí!

Mitsuki: ¿Eh? ¡Espera, pequeño Izuku! — exclamó tratando de detenerlo.

Midoriya: ¿Qué? ¿Qué sucede? Dilo rápido antes de que termine el capítulo — dijo impaciente.

Mitsuki: Yo… me alegra ver que estás bien — dijo con una sonrisa maternal.

Midoriya: ¿Tía Mitsuki?

Mitsuki: Aunque te hayas convertido en un villano, nos alegra saber que quieres redimirte.

Bakugo: ¿'Nos'? — preguntó, levantando una ceja.

Mitsuki: Sí, Katsuki… 'nos' — recalcó con una vena marcada en su frente.

Midoriya: Ya veo — dijo, perplejo por lo que acaba de escuchar.

Por el poco tiempo que recuerda, la tía Mitsuki no era alguien paciente, era de la clase temperamental con su hijo, pero amorosa con él.

Supongo que ese amor por otro hijo que no es suyo no desapareció incluso si ese otro hijo se volvió un villano.

Midoriya: Es… bueno escuchar eso, tía Mitsuki — dijo, sin saber exactamente que decir — Aunque me gustaría quedarme para rellenar este capítulo, tengo que irme a mi próximo encuentro.

Mitsuki: Oh, claro. Yo te veré desde las gradas y te animaré.

Bakugo: Oye, ¿y qué hay de mí?

Mitsuki: ¿Qué? ¿Celoso de no tener mi atención? — preguntó burlona.

Bakugo: ¡¡COMO SI QUISIERA LA ATENCIÓN DE UNA LOCA!!

Mitsuki: ¡¡¿QUÉ DIJISTE, HIJO DE…

Midoriya: Y yo ya me voy — dijo, saliendo de la enfermería.

Huyó rápidamente por los pasillos, evitando escuchar los gritos de la madre e hijo que no tenían nada de vergüenza por ser escuchados por otros.

Cuando logró salir de la zona de gritos, pudo relajarse y caminar tranquilo, preguntándose la causa de haber despertado en la enfermería tras vencer a Todoroki.

Midoriya:Posiblemente me desmayé por exceso de gastar energía. Usar mucha regeneración a causa del hielo y fuego de Maruchan si que pasa factura” — pensó mientras revisaba si las quemaduras en su brazo habían desaparecido — “Parece que le debo mis respetos. Dejó mis brazos suavecitos como trasero de bebé

Cuando estaba cerca de salir del pasillo hacia la arena de combate, fue detenido por cierta persona que tiene su corazón.

Midoriya: ¡Mochi!

Uraraka: Deku-kun — caminó hacia él con preocupación — ¿Estás bien? Te desmayaste al final de tu encuentro con Todoroki-kun.

Midoriya: Estoy bien. Solo perdí estamina y ahora estoy como nuevo. ¿Ves? — dijo, haciendo poses de físicoculturista.

Uraraka: Me alegro ver que estás bien — suspiró de alivio.

Midoriya: Sí. Por otro lado, ¿me viste vencer al bastón de caramelo? Estuve más que increíble, ¿verdad? ¿Quién puede vencerlo? Solo yo — dijo, luciéndose orgulloso.

Ochako solo pudo poner los ojos en blanco.

Uraraka: Sí, Deku-kun… eres increíble… el mejor… nadie se te compara — dijo con sarcasmo.

Midoriya: ¡Sí…! Recuerda esas palabras Mochi… las gemirás algún día — bromeó, haciendo estallar de rubor a la Mochi.

Uraraka: ¡¿Q-qué estás diciendo?!

Midoriya: La verdad — sacó la lengua de forma traviesa — Ahora me voy. Mi encuentro comenzará en breve y quiero saber a quien le patearé el trasero.

Uraraka: ¿Eh? ¿No lo sabes? Te enfrentarás a Bakugo-kun.

Midoriya: Oh — dijo con los ojos abiertos — Ahora entiendo porqué me despertó.

CONTINUARÁ

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