8

Viktor parecía no reaccionar y aunque Yuri lo protegiera no sería de mucha ayuda, Otabek siempre fue muy bueno en su trabajo y a menos que el demonio hiciera algo por su propio bien terminaría muerto.

La espada del arcángel le lastimaba cada que usaba su brazo para detenerla cuando les alcanzaba, estaba perdiendo, era obvio.

— Espera! Por favor—suplicaba poniendo al otro detrás de él, no había forma de detenerlo. — Beka escúchame!

—Tu no eres el del castigo, aléjate de aquí—ordenó extendiendo una mano para moverlo del camino.

Viktor pareció indefenso un segundo y después, con la misma mano que había atravesado a Yuuri, deteniendo la hoja de acero en dirección a su cabeza.

— Tengo que ver a Yuuri! Aléjate!

— Tienes que pagar por lo que hiciste! Por lo que le hiciste!

El demonio frunció el ceño y negó, eso no podía ser, Yuuri tenía que estar bien, solo debía ser una treta. Con las garras partió la espada dejándola inservible, Otabek no tuvo reparo en soltarla y hacer uso de su fuerza física para someter al otro, cuando lo tuviera en el suelo solo tenía que usar la daga.

Yuri negó al ver el forcejeo, sentía algo extraño en su interior y sentía que debía hacer algo sin dejar de repetirse en la cabeza que todo era su culpa. Extendió una mano y tomó el pedazo de espada que había caído cerca de él, comenzando a caminar muy despacio hacia ellos.

Parecía en un trance y su cuerpo entero temblaba, trataba de separarlos y de quitarle la daga al arcángel que poco le faltaba para darle fin a la vida de Viktor, lo siguiente fue tan rápido como cuando Yuuri cayó en sus brazos.

Al ser lo único que podía pensar, clavo la punta de la espada en el costado de Otabek, sacándola de inmediato para empujarlo de encima de Viktor, no debía ser una herida tan grave...él debía ser capaz de curarse a si mismo.

Le escucho quejarse y luego intercambio una mirada con el demonio que de inmediato se puso en pie para desaparecer, seguramente se iba con Yuuri...

Gateo hasta el cuerpo del arcángel y se sorprendió al verlo herido aún, ¿no debía...?

— ¿B-Beka...?—preguntó alarmado, sus manos se manchaban de sangre de nuevo. —Beka, ¿por qué no te curas?

Escucho el jadeo adolorido y le ayudó a cubrir la herida con las manos.

—Sabes bien que no se puede curar una herida de esa espada—habló bajo y rápido, casi inentendible.

—L-lo siento, no lo sabía—sus ojos escocían, de nuevo. —Debiste decirme, no lo sabía—las lágrimas caían sobre el cuerpo del arcángel, solo había empeorado la situación.

—Sabía que iba a pasar—murmuró, tomando aire y dejándolo escapar todo al hablar. —Pero no sabia que dolía tanto.

—No es...no es tan grave, tal vez si hablamos con Nikolai...

—Él...lo sabía, y yo estuve...de acuerdo.

— ¿Que? No! ¿Como puedes estar de acuerdo con morir?

—S-si...Viktor no mataba...a Yuuri, lo iba...a hacer yo—sus palabras comenzaban a sonar entrecortadas. —Nosotros...estábamos destinados...a morir...de cualquier forma.

— Está no es una solución! —gritó al ver el rostro de su esposo ponerse blanco, casi transparente. —No te vayas—le pidió abrazándolo en un intento de levantarlo.

—Yuri...

—No te vayas—le insistió, meciéndose con él, estaba impotente ante la situación. —Beka, quédate conmigo...

—Yuri—volvió a llamarle en un suspiro. —Te...te perdono...

—Calla, no debes desperdiciar tu fuerza en tonterías—acaricio su cabello y sonrío horrible al ver las alas de su esposo quemarse lentamente, iban desapareciendo...

—Te perdono—alzó la mano que había cubierto su herida y acaricio su mejilla. —Se feliz...

—Solo soy feliz contigo, lo sabes, ¿verdad? —murmuró besando su mano.

Él esbozó una sonrisa muy pequeña y cansada, cerrando los ojos. Yuri tembló cuando sintió la muerte de nuevo y le pego a su cuerpo, como si pudiera fundirlo con él.

Alzó la mirada y vio a JJ hincarse al lado de Otabek, Yuri no pudo mirarlo a la cara. El ángel suspiro y vio el cuerpo inerte de su hermano, acaricio su rostro y trató de aguantar al sollozo que brotó de sus labios de forma inconsciente. Beso la frente de Beka y revolvió el cabello de Yuri sin decir palabras, no había mucho de qué hablar tampoco...y antes de perder la cabeza por el dolor se puso de pie, tenía que volver a trabajar.

Yuri sorbió la nariz al entender que el alma de su Beka seguía viva pero ya no ahí, pego el cuerpo a su pecho y se permitió llorar, por todos sus errores, por haberlo abandonado y no haberlo apreciado mejor.

—Yuri—le llamo JJ después de carraspear para aclarar su voz. —Otabek te ha perdonado, así que cuando estés listo...siéntete libre de ir con el señor Nikolai.

Alzó la cabeza, confundido y tragó saliva para tratar de contestar.

— ¿Que? —murmuró.

—Eres un ángel otra vez, Yuri—le sonrió levemente. —Puedes volver a casa.

Cubrió su boca conteniendo un sollozo y asintió con la cabeza, bajando la mirada a Otabek, de eso se trataba todo...morir para la redención de alguien más...era un truco viejo y muy doloroso, pero siempre efectivo.

—Cuando estén listos, los llevare—le aseguro con una sonrisa que no llego a los ojos, era algo forzada.

— ¿Listos...?

—Solo llámame—se inclinó levemente, alejándose despacio para irse.

Yuri se mordió el labio y acaricio el rostro del arcángel, desaparecía entre chispas que se dispersaban en el aire. Supo que no le quedaría mucho tiempo con él y se apresuró a besar sus labios una última vez, muy suave y fugaz. El cuerpo se desvaneció y le dejo solo en ese inmenso patio, en ese inmenso universo...

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Viktor tenía pegado a su cuerpo el del humano, ya no lloraba, solo podía observarlo con toda su atención. Yuuri tenía los ojos cerrados como cuando dormía, su boca no tenía ninguna expresión y sus mejillas estaban pintadas con su propia sangre...no podía dejar de pensar que eso no debió haber pasado.

Pasó los dedos por el cabello levemente largo del muchacho y lo peino hacia atrás, sin jalarlo, se veía tan pacifico...no quería soltarle porque sabía que si lo hacía no lo volvería a ver.

Soltó un suspiro muy largo y cansado, ¿qué haría ahora? Toda su existencia parecía carecer de sentido.

Sintió otra presencia en la habitación, la reconocía a la perfección y no tenía cara para verlo...para ver la compasión y comprensión, el perdón que no pidió pero que Yuuri aseguraba necesitaba.

—Yuri ha vuelto a casa—le informó Nikolai con su voz tranquila de siempre. —Se ofreció a tomar el lugar de Otabek, hará un buen trabajo ahora.

Cerró los ojos, incapaz de formular una respuesta o una amenaza.

—Ha pasado un mes ya, ¿lo notaste? Te enclaustraste aquí—dijo acercándose otro poco. —Detuviste el tiempo en esta habitación y no dejas que nadie te vea, estoy preocupado.

Hubo silencio absoluto, Nikolai solo observaba a su primer creación con la mandíbula muy tensa, el dolor lo consumía de forma terrible.

— ¿Por que duele tanto? —preguntó al fin, con la mirada fija en su preciado Yuuri.

—Porque es verdadero—respondió sentándose en la cama.

Viktor pareció apuntó de huir con el cuerpo entre sus brazos pero fue incapaz de moverse.

—Si esto es el amor...aléjalo de mi—su voz sonó como una súplica desesperada.

Nikolai extendió una mano y acaricio su cabeza, con la ternura paternal que le tenía a todas sus creaciones.

—No puedes huir de él—le dijo, tranquilo. —Cuando lo has encontrado.

Viktor alzó la mirada acuosa y cansada, seguro si pudiera llorar lo haría de nuevo.

—Vive por él Viktor—le pidió, sin dejar las caricias. — ¿Escuchaste sus últimas palabras?

Negó dejando el cuerpo bien acomodado en la cama.

—Que la sangre que derramo redima los pecados de quién me lastimo—repitió como si Yuuri lo hubiera dicho frente a él. —Él buscó tu perdón en el último momento, por tu único pecado.

— ¿Único? —preguntó confundido, gateando hasta el mayor, buscando refugio.

—Perdono tus otros pecados antes, ¿recuerdas? —sonrió al abrazarle.

—Dijo que era un monje, no un sacerdote—se escondió en su pecho, aún a pesar de los siglos y las acciones, seguía buscando a Nikolai como un niño.

—Él era un ángel, que se perdió en el camino y no supo llegar a casa.

— ¿Cómo?

—Yuri partió su alma en dos, dejo contigo lo que iba aprendiendo a tu lado y formó un ángel con la parte buena que le quedaba—explicó palmeando su espalda. —Al saberlo, Yuri creyó que matándolo iba a volver a ser el mismo pero no se dio cuenta que Yuuri ya no era parte de él, tenía su propio carácter, sus propias decisiones y vivencias, se convirtió en otro ser independiente.

—Entonces... ¿Yuuri volverá?

—Probablemente si—sonrió. —Murió joven, sin miedo y sin cosas pendientes...volverá para vivir una vida completamente nueva y diferente.

— ¿Crees...que pueda verlo vivir esa vida?

—Tu dímelo—amplió su sonrisa al notar su mirada sobre él. — ¿Quieres verlo?

—Si.

—Vuelve a casa, entonces—se puso de pie y le extendió una mano. —Aprovecha lo que él te dio y toma una segunda oportunidad, tal vez ahora puedas quedarte a su lado.

Vio el cuerpo de Yuuri, se inclinó a su lado y beso su frente, lo quería de vuelta y si le aseguraba que lo vería otra vez, no perdía nada con intentarlo.

Se levanto de la cama y tomó la mano del mayor, agradecido con su comprensión y palabras tranquilizadoras.

—Gracias—murmuró bajando la mirada.

Nikolai negó y alzó una mano para desvanecer el cuerpo inerte del humano entre mariposas de colores.

—Vamos, tu casa te espera desde el día en que te fuiste.

Viktor le dio una última mirada a la cama, ahora vacía, y suspiro, solo esperaba estar tomando la decisión correcta.

[Fin de la primera parte]

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Este capítulo quedo más corto porque no había mucho más que poner cx este es el final de la primera parte (ya lo puse xD pero bueno) espero que les haya gustado xD actualice tan rápido porque ya lo tenía y dije, pues de una vez xD me disculpo por faltas de ortografía y signos que se me fueron xD lo escribí en el cel, perdonar

Les loveo ;3 pronto empezaré con la segunda parte aquí mismo~ gracias por leer! :D

Rave~

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