7

Se paró frente al espejo, observándose con detenimiento, si cubriera su rostro y tuviera el cabello aún más largo...pasaría con facilidad como mujer -para él-. Alzó la vista muy despacio encontrándose con sus ojos, se sorprendió con la imagen que había en el espejo, recordó casi al instante la primera vez que se admiró con ropa femenina...se había sentido tan cómodo, tan feliz...y aunque fue momentáneo nunca iba a olvidarlo.

Después quiso seguir sintiéndose así de feliz pero sus compañeros de escuela comenzaron a molestarlo por su vestimenta y comenzó a tener miedo de ser él mismo, había perdido a sus pocos amigos por eso y es que dudaba tanto en salir de la habitación o no.

Cuando bajara para encontrarse con Viktor, Yuri y Otabek, seguramente los encontraría vestidos como cualquier persona normal, él podría cambiarse y simular que nada paso, contarle una mentira a Beka sobre los vestidos y pasar la noche lamentándose por no haberse vestido como en realidad deseaba...además, eran preciosos, Bella los había escogido y no usarlos sería muy grosero, ella seguramente se había esforzado buscándolos.

— ¿Yuuri?

Tragó saliva y se dio un último vistazo, quería llorar porque odiaba tanto ponerse ansioso por la opinión de los demás, pero estaba decidido a enfrentarlo de una vez... y darle la razón a Isabella, si Viktor se quejaba es porque no era para él.

—Yuuri —Otabek volvió a llamarle del otro lado de la puerta.

—Dame un segundo —pidió, aún indeciso sobre su apariencia, pero sin cambiar nada.

—Te esperamos abajo entonces —anunció con voz baja—. Camina con cuidado, no quiero que te mates con esos tacones.

Soltó una risita como respuesta y rodó los ojos, el humor de Beka le hacía relajarse un poco.

—Camino muy bien con ellos, gracias por la preocupación.

—Bueno, le diré a Viktor que se prepare a ser bastón de cualquier manera.

Negó con la cabeza sin contestarle al escuchar que se alejaba, inhalo y exhalo muy despacio, se dio un último vistazo, arreglando la falda del vestido con nerviosismo y acomodándose los tirantes para asegurarse de que no estuvieran torcidos. Se veía bien, se lo dijo en voz baja y luego lo repitió en voz alta, se veía bien y se sentía bien, sí.

Tomó el bolso prestado de Bella y se acomodó el abrigo, abrió la puerta y sintió un extraño escalofrío cuando escuchó sus tacones golpeando contra el suelo. Se sostuvo de la baranda, bajando despacio los escalones para asegurarse de no caer. Contuvo la respiración al aparecer en el vestíbulo y sentir la mirada de los presentes sobre él, desvió la mirada apenado, no quería ver sus rostros ya fuera de decepción, sorpresa o molestia.

—Yuuri —la voz de Viktor resonó en todo el vestíbulo—, te ves... —soltó un suspiro y tragó saliva, no sabía cómo ponerlo con palabras.

Tragó saliva, esa pausa hizo que su interior se revolviera y su ansiedad creciera...que dijera algo, lo que fuera, por favor.

—Te ves increíble —soltó finalmente, parecía que había olvidado respirar por un segundo.

— ¿De verdad? —preguntó sorprendido, había esperado todo menos eso.

Viktor asintió, con una sonrisa que no supo interpretar pero que no parecía maliciosa de ninguna manera. Yuri se acercó y le acomodó el cabello que a su parecer estaba desordenado, luego los lentes y el cuello del abrigo.

—Por favor no te caigas, te he visto caminar en una superficie plana y tropezar con la nada, si te caes ahora te romperás un tobillo.

Se sonrojó y negó, con una sonrisa tímida.

—Lo mantendré cerca para evitar un accidente —aseguró Viktor, divertido, ofreciéndole un brazo al japonés.

Yuuri suspiró aliviado y tomó el brazo del ruso que parecía complacido con llevarle así, intercambio una mirada con Beka que le guiñó con ojo, cómplice y luego hizo un gesto con la cabeza para que salieran de ahí.

—Vámonos antes de que Bella me llame —suplicó, adelantándose a la puerta.

Se apresuraron a salir, el auto de Viktor estaba estacionado frente al edificio, detrás de la motocicleta de Otabek. Yuri se apresuró a subir mientras se colocaba el casco, abrazando a su acompañante, Yuuri sonrió al verlos y suspiró, no podía evitar pensar que hacían una pareja adorable.

—Su carruaje.

Volteó a ver a su acompañante y sonrió ampliamente, apenado aún, inclinó la cabeza como agradecimiento y subió con cuidado de no pisar el vestido. Se colocó el cinturón mientras esperaba que el mayor subiera y alisó la falda, un poco nervioso.

—Entonces —comenzó Viktor, cuando comenzó a conducir tras Otabek—, ¿esto es lo que querías decirme?

—Sí —murmuró, con voz suave y apenada.

— ¿Fue muy difícil?

—Sí —volvió a decir luego de un suspiro muy largo—. La gente es cruel, y la que me rodeaba no estaba de acuerdo con esto así que me cuesta mucho contárselo a alguien, siento que los ahuyento si lo saben.

—Yuuri —le llamó buscando su mano a tientas para darle un suave apretón y regresarla al volante—. Si alguien no está de acuerdo con lo que a ti te gusta y trata de cambiarte entonces no merece estar en tu vida.

El japonés no podía desviar la mirada del perfil de Viktor, tenía una expresión relajada y mantenía la vista fija en el camino, volteando a veces para ver por los espejos a los costados, suspiró, él le gustaba mucho y que lo recibiera con tanta naturalidad le daba una tranquilidad increíble, era bueno, muy bueno.

—Gracias —susurró, extendiendo una mano para acariciar su mejilla con mucha suavidad.

—No tienes por qué agradecerme —sonrió, dándole un vistazo rápido antes de regresar su atención al camino.

—Viktor.

El mencionado sintió un escalofrío recorrer su espalda al escucharlo decir su nombre, de una forma tan suave, como si hubiera acariciado letra por letra con la lengua al pronunciarlo.

— ¿Sí? —preguntó luego de tragar saliva.

—Me gustas —dijo sin tapujos, a esas alturas lo sentía mutuo y esconderlo sería una tontería...ojalá no estuviera equivocado.

—Si yo dijera que me gustas me quedaría corto en comparación a lo que siento, Yuuri.

El japonés sonrió, acariciando el cabello bien peinado de su acompañante.

— ¿Entonces? —preguntó cuándo se estacionaron frente a un salón muy grande y lujoso—, ¿qué debemos hacer ahora?

—Te mostraré que se hace ahora —susurró tomando su mentón para atraerle y besarlo con todo el amor que le tenía.

El contacto fue suave, el mundo parecía haber desaparecido y ahora solo estaban ellos dos en su burbuja. Yuuri soltó un suspiro involuntario cuando se separaron y se descubrió rodeando el cuello de Viktor con sus brazos, mientras que el mayor tenía una mano en su cintura. Sus mejillas ardían y fue inevitable que sus labios se curvaran en una sonrisa apenada.

—Tienes... —uso el pulgar para limpiar los labios del ruso que ahora estaban manchados con su labial—, perdón —soltó una risita y le dio otro beso, más corto, pero igual de dulce que el primero.

—Hm~ vale la pena si es por ti —murmuró, admirando el rostro arreglado e intacto de su compañero—. Vamos antes de que Yuri nos venga a buscar.

Asintió divertido y suspiró rendido al tener que soltarle, haciéndolo lo más despacio que podía, se sentía como la mejor noche de su vida.

-/-/-/-

Yuri había movido todos los sillones del vestíbulo para tener donde practicar mientras estaba en descanso, Otabek estaba sentado en la mesa de la cocina mientras hacía garabatos en una hoja, usaba audífonos así que parecía muy concentrado en lo que sea que escribía. Viktor y Yuuri habían salido a una boba cita o algo así, se veían muy cursis, tomados de las manos y secreteándose como niños luego de hacer una travesura...se alegraba por ellos, pero eran demasiado melosos.

Comenzó a hacer estiramientos cuando se cansó, secó su sudor y caminó a la cocina para beber un poco de agua, anochecería pronto y no había nadie más que ellos dos en todo el edificio...eso lo amedrentaba un poco, pero se mantenía lo más calmado que podía.

—Has estado muy callado toda la tarde —dijo sentándose al lado de Otabek—. ¿Qué haces?

Arqueó una ceja al no recibir respuesta y se acercó a ver qué es lo que hacía. Abrió los ojos, incrédulo, al ver lo que garabateaba en la hoja y contuvo la respiración, no sabía que decir, en realidad se sentía apenado y muy halagado.

En la hoja estaba él. Era un dibujo muy bien hecho de él mientras bailaba, ¿lo había estado observando todo ese tiempo?

— ¿Qué opinas?

La pregunta le hizo saltar en su lugar y tragó saliva, apenado, en realidad no sabía que decir.

—Eres muy buen dibujante —murmuró, desviando la mirada al papel—. ¿Acaso todo lo haces bien?

Beka soltó una risa desganada y negó, quitándose los audífonos para dejarlos sobre la mesa. Alzó la hoja y observó el dibujo con detenimiento, había coloreado solo algunas partes y no le había dibujado todo el rostro, pero era obvio de quien se trataba, es decir, no conocía muchos bailarines y el cuerpo que había plasmado solo podía parecerse al de Yuri.

—Me gusta verte bailar —murmuró, volviendo a la posición en la que estaba, coloreando el cabello.

— ¿En serio? —preguntó, desviando la mirada.

—Sí, es como si te transformaras en otra persona.

Sonrió y negó, divertido y nervioso, admirando el gesto de concentración de Otabek.

— ¿Estuviste dibujándome todo este tiempo? —preguntó con voz suave, enternecido.

—Sí, aunque suene un poco acosador —sonrió de lado y repartió las hojas sobre la mesa.

Paseó la mirada por todos los dibujos, era él en distintas poses, pero con la misma expresión, parecía un gesto tranquilo y concentrado.

—Haces que parezca...

—Hermoso —completo antes de que pudiera decir otra cosa—, de verdad me gusta mucho verte bailar.

— ¿Por eso me has acompañado a los ensayos?

—Sí, me atrapaste —tomó los pequeños mechones que habían escapado de su trenza al bailar para acomodárselos tras la oreja—. Creo que serás mi único modelo toda la carrera.

—No...digas cosas así —murmuró cubriendo su boca con una mano.

—Es la verdad —acarició su mejilla con el pulgar—. Pediré una pizza para cenar —murmuró luego de alejar la mano de su rostro.

Asintió y bajo la mirada, no podía evitar ceder ante él y volverse blando.

—Puedes quedarte con este, es mi favorito —dijo pasándole una hoja para alejarse, caminando sin prisas al teléfono.

Yuri observó el dibujo con atención, era él también, de la noche anterior cuando se quedaron platicando hasta las dos de la mañana y él se había quedado dormido en su hombro cuando no pudo luchar más con el sueño. Soltó una risita y sintió sus ojos escocer, la emoción que sentía era increíble, su Beka nunca cambiaría por más veces que su alma reencarnara...pero, incluso si él cambiara, lo amaría de forma incondicional.

Buenas noches gente bonita, perdonen la hora pero cuando la inspiración me asalta no me puedo detener c:
Espero que el cap les haya gustado, en realidad tarde mucho porque me puse a investigar cómo que vestidos le quedarían a Yuuri por su tipo de cuerpo y termine dibujando yo a Yuri xD dioh mioh

En fin, muchas gracias por leer nwn les mando todo mi lof en forma de smooches y de cap(?(

PaulaMA1 miss, espero que te guste el cap nwn

Rave~

P.D. Tengo una quemadura severa en mi cara por idiota xD ya mátenme

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