Capítulo 67.
> siento la tardanza sos y el final está cerca, Y EL INCIDENTE EN EL ASCENSOR FUE UNA ALUCINACIÓN, ADIVINAD POR QUÉ ESTÁ ALUCINANDO
"Estás pálida," Eleanor comentó tan pronto como salí por la puerta. "Parece que has visto un fantasma."
"Yo-..." Me froté los ojos con el talón de la mano. "Perdí el teléfono y eso."
Eleanor hizo un sonida desaprobatorio. "Tienes que estar obsesionada con el teléfono," dijo bajito. "Sin embargo lo encontraste, ¿verdad?"
"Si.Necesito ducharme, estoy sudando la ropa," Dije para cambiar de tema.
"Ew," Perrie sonrió. "...Yo también. Vámonos a la puta piscina porque estoy aburrida y no he estado en una jodida piscina desde hace tres años."
"Joder," Eleanor soltó.
"¿Tienes algo que pueda coger prestado?" Perrie preguntó y se fue a la habitación.
"Harry robó algunas cosas," dije.
Perrie abrió un armario vació y lo volvió a cerrar, "¿Dónde?"
"No sé." Fui al baño. La bolsa de plástico que tenía los bikinis estaba en el lavabo.La cogí y fui a la habitación lo suficientemente rápido para escuchar a Perrie decir: "Huele a sexo."
"Ewww, Perrie. No," me sonrojé recordando la noche anterior.
"¿En un hotel?" dijo. "Suertuda. A mi me follaron en una fiesta, mi prima vez. Y fue un caballero." Se rió de mi cara. "Estoy de broma-uh, no exageres."
Eleanor sacó un par de pantalones cortos. "¿Me quedarán bien?"
"Harry tiene buen estilo, en verdad." Perrie echó un vistazo a la bolsa. "Harry estilo. Harry Styles." Ella se nos quedó mirando. "Perdón."
"No tengo ganas de ir," dije, cruzando los brazos sobre mi pecho. Aun estaba preocupada por la alucinación que había tenido en el ascensor. Eso no era algo que una persona normal experimentara todos los días. "No sé, me duele la cabeza."
"El agua no te va a hacer daño en la cabeza," Perrie se encongió de hombros. "Y si estás asustada-"
"No estoy asustada, estoy cansada," interrumpí, porque no estaba asustada. Preocupada, tal vez. Me palpitaba la cabeza; me dolía; un sentimiento extraño en mi estómago, miedo no, definitivamente.
"Tenemos que estar aquí, más o menos, una hora o así, antes de que vengan y nos griten por" Perrie cogió una bocanada de aire e hizo su voz más baja y grave, "'dejar tu puta zona designada'."
"Bien." Suspiré y me levanté. Cogí un par de pantalones cortos y cogí el bikini bajé con las chicas después de haberme cambiado en el baño. "Vamos a bajar por las escaleras," solté.
"Ew, escaleras," Perrie bromeó y pulsó el botón del ascensor. Mi cuerpo se congeló mientras entraban. Dudé.
"Evelyn," dijo Eleanor. "¿Vienes?"
Me mordí el labio y di un paso dentro, mis piernas tensas. El ascensor se cerró y aguantaba la respiración mientras bajaba.
Fui la primera en salir tan pronto como las puertas se abrieron. Salimos fuera--donde hacia tanta calor como ayer. Aunque me encantaba el verano, era molesto-y me quedé en el borde de la piscina.
"Me voy a meter," Perrie dijo y dio un paso en el agua.
"Yo creo que-" Miré las sillas de plástico blancas, "-voy a tomar el sol."
"Tomar el sol es aburrido, báñate," Eleanor dijo y siguió a Perrie.
"Solo media hora." dije.
"Eso es mucho, y no tienes crema," dijo. "Y está oscuro, idiota."
Me encogí de hombros y me senté en el extremo del asiento. Ya estaba oscuro, pero las luces que rodeaban la piscina era suficiente para exponer mi entorno. Vi a Perrie salpicando agua a mi mejor amiga y bucear, y Eleanor protestaba por el agua fría. Cerré los ojos y me acosté, escuchando, cuando oí un silbido en los árboles detrás de mí.
Me senté. Me di la vuelta, y - como si tuviera que decirlo - no vi nada, excepto las plantas. Incluso las luces proporcionadas bajo el agua era suficiente iluminación para que vea que no había nada detrás de todas las hojas y ramas, y estaba simplemente paranoica pero aún así fui sobre el borde de la piscina y seguí a las chicas.
"Se viene," Eleanor bromeó y me hizo señas.
Negué con la cabeza y me senté en el borde de la piscina, balanceando las piernas hacia adelante y atrás en el agua. "¿No deberían haber vuelto ya?" Pregunté.
"Sólo ha pasado media hora," Perrie me tranquilizó. "No debemos siquiera preocuparnos por ellos. Pueden cuidar de sí mismos."
Asentí y me uní a ellas en el agua.
Pasó una hora, y fuimos todas al piso de arriba a la habitación de Harry y mía del hotel. Les presté parte de la poca ropa que tenía después de que rápidamente se aclararon en la ducha y se sentaron en la sala principal viendo algo en la televisión.
"¿No han vuelto?" Escuché decir a Eleanor desde la otra habitación mientras me metía en la ducha.
"No hay mensajes ni llamadas, tampoco", Perrie respondió. Fruncí el ceño y lavé mi pelo, mi picazón en la piel debido al cloro. "Probablemente sólo estén escondidos".
Me agaché para coger el gel del baño del suelo y me di cuenta de que el agua se puso roja, ya que se deslizó por el desagüe. Mis cejas se fruncieron y miré hacia mis brazos desnudos, mis manos cubiertas de sangre. Cerré los ojos y volví a abrirlos. No había nada allí.
Cerré el grifo y salí. Después de vestirme, envolví una toalla alrededor de mi pelo y me fui a la sala en la que Eleanor y Perrie estaban.
"¿Todavía no han vuelto?" Pregunté y me senté en un taburete.
" Probablemente sólo se han perdido o algo así," Eleanor sugirió. "Es su primera vez aquí."
"Sí, pero intentamos llamarlos cuando estabas en la ducha," me dijo Perrie, "y ninguno contestó."
Pensé. "No pueden estar en problemas, nunca lo están."
"Entonces deja de preocuparte."
Eleanor apretó sus labios. "No me acuerdo de dónde estaba el ático," musitó. "Y no tenemos quien nos lleve."
"Os podéis quedar," sugerí.
"No creo que nos dejen hacer eso," Perrie hizo una mueca.
Saqué mi móvil y marqué el número de Harry. Su móvil estaba apagado.
"Vale, me estoy preocupando," admití.
"Intenta llamar otra vez," dijo Perrie mientras iba a la cocina para servirse más vino, cerveza o lo que sea que fuera eso. Marqué el número de Harry una vez más.
"No," confirmé y me guardé el móvil en el bolsillo. "Su móvil está apagado."
"Ohhh," Perrie espetó justo antes de que tocaran a la puerta tres veces. Literalmente, me lancé del sillón, me tropecé con mis propios pies apoyándome en un mueble antes de llegar a la puerta. Tiré de la puerta y me encontré con el chico de la otra noche en frente de mí. Dejé caer los hombros.
"Hey, ¿te ha llamado Harry ya?" preguntó.
"No, tiene el móvil apagado," contesté.
"Vale, quería que te dijese que volverían en mitad de la noche o algo así," dijo, enseñándome un mensaje enviado por un número "desconocido".
"Vale, gracias" dije torpemente, y se fue.
"¿Quién era ese?" pregunté Eleanor mientras me sentaba a su lado.
Me pensé lo de responder con "Sexo Andante" pero no podía molestarme en contar algo que me haría sentir incómoda, tan hipócrita como sonara. "Un amigo de Harry," dije.
Otra serie de toques en la puerta, literalmente, treinta segundos después. Esta vez se levantó Perrie para abrir la puerta.
"Eleanor, están aquí," dijo y le hizo señas con la mano para que fuera. Miré el reloj; 8:23 p.m.
Corrí hacia la puerta y vi a Louis de pie en el pasillo con Zayn.
"Hola, Evelyn," Louis me saludó con una sonrisa cansada.
"Oye, ¿dónde está Harry?" Le pregunté, apoyada en el marco de la puerta.
Se miraron el uno al otro. "Um, volverá más tarde", dijo Zayn. "Por la mañana, probablemente."
Me quedé mirándolos y empecé a tocar mis uñas contra la puerta. "¿Está bien?" Les pregunté lentamente.
"Él está bien, no hay nada de que preocuparse", dijo Louis antes de que Perrie y Eleanor aparecieran, cambiadas de nuevo en sus viejas ropas.
"Gracias por la bebida," Perrie se rió entre dientes y me abrazó. "Tal vez puedas venir al ático mañana, si Harry te deja." Le di una sonrisa avergonzada y me volví para envolver mis brazos alrededor de Eleanor.
"Nos vemos", ella dijo al entrar en el ascensor. Zayn se detuvo frente a ella.
"¿Estarás, um, bien sola?" preguntó. "Harry volverá, sólo estoy preguntando."
"Voy a estar bien", le dije. Él asintió con la cabeza y se detuvo de nuevo, luego se acercó a mí.
"Dame tu teléfono", dijo.
Dudé, pero lo saqué de mi bolsillo y se lo entregué. Él apretó los labios y se añadió a sí mismo como contacto.
"Si sucede algo", dijo, "llámame. Vendré tan rápido como pueda."
Sonreí ante su repentina generosidad. "Muy bien, gracias," murmuré como si alguien le llamara para que se diera prisa, porque las puertas del ascensor se cerraban. Él se despidió y se fue.
Cerré la puerta y me apoyé en ella. No tenía hambre, así que me bebí un vaso de agua y me dormí con las voces de la televisión y las de mi cabeza.
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