Capítulo 59.
Si hay algún error lo siento, lo arreglaré más tarde.
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El remolino de agua en el lavabo estaba rojo. Cogí el jabón nuevo y vigorosomente empecé fregando con fuerza mis manos. El agua caliente hizo que me doliera la piel, pero no me detuve, tratando de que toda la sangre seca se fuera cayendo. Me miré en el espejo y tiré la toalla. La utilicé para limpiar los puntos rojos de sangre que estaban sobre mi cuello y la mitad de mi cara, y los senderos húmedos de lágrimas. Mi corazón todavía estaba rugiendo en mi pecho, y pensé que mis piernas iban a hacerme caer.
No sé cuánto tiempo estuve sentada en el borde de la bañera, mirando a la pared, pero oí que algo se movía a mi derecha y cuando levanté la vista Harry estaba de pie allí, susurrando cosas y disculpas que eran reconfortantes en su perspectiva. Era sólo un hombre. Lo hice por nosotros.
Media hora más tarde, yo estaba acostada en mi cama, leyendo un mensaje que recibí del mismo número privado que me mandaba mensajes un par de veces a la semana.
Te quiero.
Creo que Harry estaba admirando la sensación de estar enamorado. Él parecía diferente ahora, pero cada te amo se siente aún mejor que el anterior. La peor parte de ello era que tenía una mezcla incomprensible de que no me importa y ¿eso qué?, sino también la culpa. Culpable por no preocuparse.
Me quedé mirando el resto de mi sandwich, mi cabeza apoyada en mi palma. Justo cuando pensaba que estaba mejorando, sentí mi nudo en el estómago, y corrí al baño.
En nueve horas, me desperté con el sonido de la lluvia de la mañana y se filtró el aire frío en mi habitación. Después de unos diez minutos de intentar volver a dormir, pero no pude por culpa de la frialdad en la habitación, me empujo fuera de la cama, la manta todavía alrededor de mis hombros, y me quedé en el centro de la sala preguntándome por qué mi habitación estaba tan fría. Entonces me di cuenta de que la puerta del balcón estaba abierta una pulgada, pero no hay notas ni nada que indicase la llegada de nadie.
En tres días, me desperté con la alarma de mi teléfono -con la etiqueta "Mierda"- la mañana del lunes. Hoy era mi último día en la escuela.
THREE DAYS AGO
"Ella mantiene el canal de noticias todo el tiempo, las ventanas cerradas y las puertas cerradas con llave. Mi madre vive con un miedo constante, Harry. ¿Cómo eso ayuda en algo?"
"Estás confusa-"
"Claramente."
"Nos vamos." Harry se las arregló para empujarme a través de mi puerta. Me quedé allí por un momento, tratando de procesar lo que dijo, entonces cerré la puerta y corri detras él.
"¿Nos vamos?" Lo alcancé en las escaleras. "¿Qué quieres decir con que nos vamos?"
"Ya sabes, irnos. Nos vamos de esta ciudad, a otro sitio," Harry dijo mientras entraba en mi habitación. "Donde nos solíamos quedar."
"¿Por qué?" Fruncí el ceño
"¿Por qué estás preguntando cosas de las cuales ya sabes las respuestas?" preguntó y sacó su teléfono.
Cerré la puerta detrás de mí y me incliné sobre ella. "¿Por qué?" Repetí con severidad.
"Es por tu propio bien," la voz de Harry se endureció.
"Mi bien no te incumbe," dije.
"Tú me incumbes," contestó. Harry dejó su teléfono en su bolsillo a la atura de su muslo y suspiró. "No podemos quedarnos aquí."
"¿Esto se considera escapar o se lo vas a decir a mis padres?"
"Estamos escapando." Miraba a la pantalla de su teléfono. "Incluso con amenazas, a tu madre le importas más que ella misma, y ella lo dirá incluso aunque la mate. Así que no se lo vamos a decir ni a ella ni a nadie, por el bien de nuestras malditas vidas. Vamos a tener que salir a hurtadillas, desde que bloquearon la ciudad han estado mirando las identificaciones de las personas que entran y salen de la ciudad ".
"¿Cuándo exactamente?" pregunté.
Harry frunció los labios y se encongió de hombros. "Dos, tres días, no sé." Suspiró de nuevo.
"¿No vendrán en busca de nosotros?" Me quedé mirando el suelo y me senté en mi cama. Recuerdo la cantidad de sustos que tuvimos, y me estremeci.
"Por supuesto que lo harán", dijo. "Pero no vamos a estar en cualquier lugar donde nos vayan a encontrar."
"¿Vamos a tu antigua casa?" Esa casa estaba en medio de la nada.
"No."
"¿Dónde, entonces?"
"No te preocupes." Él tomó su teléfono y se lo metió en el bolsillo. "No empieces a recoger hasta la noche anterior, voy a mandarte un mensaje cuando esté llegando a tu casa."
Hice una pausa. "Harry, nunca te di mi número."
"¿Todavía no sabes lo que soy capaz de hacer?" él sonrió y abrió la puerta del balcón.
"Está bien, bueno, entonces ¿por qué estás tomando la escalera cuando mis padres ya saben que estás aquí?" Pregunté mientras él sacó las piernas por encima del borde.
"Ellos no saben que me voy así que te dejarán en paz toda la jodida noche, yay." Giró su cuerpo por lo que estaba frente a mí y se subió a la escalera. "¿No me das un beso de despedida? Ya no te veré hasta el lunes."
Sonreí y besé su mejilla. Cuando me separé, él tenía el ceño fruncido. "Puedes hacerlo mejor que eso."
Puedo hacerlo mejor que tú, iba a decir en broma pero él podría haberme tirado por el balcón. Besé sus labios suavemente y me aparté. Su mano me agarró del brazo y él rápidamente me atrajo hacia él, y me besó de nuevo. Sus brazos abrazaron mi cintura, y si no fuera por la barandilla me habría presionado contra él. Salté cuando nos pusimos en contacto, en serio pensando que me iba a empujar o algo así, y me reí contra su boca. Él sonrió y bajó la escalera.
"¡Adiós!" Grité.
"Shhh, ellos te escucharán." Esperé hasta que Harry se dejó caer en el suelo y comenzó a caminar antes de que yo me dirigiera a mi habitación. Yo estaba en la puerta cuando Harry me llamó desde abajo. Cuando miré hacia abajo, él tenía algo en la mano.
"¡Psst, mira lo que encontré!" Levantó la patata, luego la sostuvo detrás de la cabeza, el brazo extendido, como si estuviera a punto de tirarla.
"¡Pon esa maldita cosa abajo, tonto!." Me metí en mi habitación antes de que pudiera lanzármela.
El lunes por la mañana, yo evitaba cualquier conversación que fuese lanzada contra mí des mis padres, a pesar de que nunca hablaron de la situación, y di un paseo con Finn porque Holly parecía evitarme y dudo que ella quisiera estar en el mismo coche que yo. La oí llorar en el baño y casi abro la puerta, sintiendome terrible, pero entonces un pensamiento grosero me golpeó, sobre que ella estaba pensando en perder a su amante, no su hermana, y me dirigi de vuelta a mi habitación.
Tres días era mucho para pensar sobre el accidente en casa. Después de que Harry se fue, mi madre entró en mi habitación para ver si estaba bien, sin importarle si Harry Styles todavía estaba en mi habitación, y ella se echó a llorar cuando me vio. Ella me decía que se alegraba de que no estuviese herida y que "el hijo de puta no me hiciera daño". Eso, literalmente, tomó toda mi voluntad para no decirle que estaba enamorada de ese "hijo de puta".
Harry me dijo que la pistola tenía un silenciador así que afortunadamente no hubo policías presentándose en la puerta. No pude dormir esa noche, me puse a llorar, sacudiendome violentamente, así como Harry bajó la pistola y tranquilamente me preguntó por qué estaba llorando. He visto a muchos morir en frente de mis ojos desde que conocí a Harry, pero esto -la bala entre los ojos, la sangre en la pared detrás de la cuerpo-- me acordé de mi crimen y el psicópata que maté. Harry y Louis "se hicieron cargo" del cuerpo, y mi madre y yo limpiamos el desorden. Fue horrible. Cada pizca de miedo o temor hacia él desapareció tan pronto como él me besó. Yo era demasiado ingenua para comprender la realidad.
La escuela pasó desesperadamente lenta. Incluso me quedé dormida en clase por mi primera vez. Fue muy triste ver cómo era ajena a Lukes y Finn y todo el mundo, incluso la gente que no sabía no tenía ni idea de que iba a vivir con un criminal.
La campana sonó y dejé escapar un suspiro, al ser la primera en salir de la clase, porque ya había recogido mis cosas. No he visto a Harry durante todo el día, no creo que se presentó a la escuela.
Corrí a mi casillero y metí todo en él. No había nada en mi armario que me hubiera gustado llevar conmigo a excepción de la foto de Eleanor y yo, pero yo todavía la dejé porque iba a estar con ella, de todos modos. Eso me hizo sonreír para mis adentros mientras giré mi bolso sobre mi hombro derecho.
"Evelyn, ¿qué estás haciendo?" Me volví a encontrar Luke apoyado en el casillero al lado del mío. "Hay otro período."
"Joder," solté y miré la puerta del armario. "¿Qué tienes?" Cambié de tema, de alguna manera tratando de no sonrojarme.
"Tengo-" Lucas hizo una pausa para mirar a su bloc de notas, "-Literatura."
"Tengo la historia estúpida." Me tomé mi tiempo para poner mi bolsa fuera.
"¿No quieres ir a clase?" Luke sonrió.
"No creo que nadie quiera ir."
"¿Quieres saltartela?", preguntó y movió las cejas. "Tengo tarea que no hice porque el maestro se puso a darme lecciones en frente de la clase. Desesperadamente quiero que eso no suceda."
La parte sana de mí dudó, pero luego pensé ¿Por qué no, diablos? y asentí con la cabeza. Era mi último día, de todos modos. Yo no le había dicho adiós a Mykela, que era buena y mala a la vez, mala porque yo estaba cerca de ella y me gustaría decir adiós, pero buena, ya que sería demasiado triste. Puedo ver a Finn cuando llegue a casa, y Luke está aquí conmigo ahora mismo.
"Siempre y cuando me saques de aquí", le sonreí y recogí mi mochila.
"Bien, bueno, será mejor que salgamos del edificio antes de que nadie nos pille", dijo y me llevó fuera del edificio.
"¿Tienes un coche?" Luke me preguntó una vez que estuvimos fuera. Nunca me sentí tan feliz de salir de la escuela.
"No, tú?" , Le dije.
"No". Salimos por las puertas de la escuela y nos detuvimos en una parada de autobús a un minuto a pie desde aquí. Luke se volvió hacia mí, con el ceño fruncido y entrecerrando los ojos por la luz del sol. Todavía hacía frío. "¿Así que quieres, como, conseguir algo de comer o sólo quieres ir a casa?" , preguntó.
"Yo no desayuné así que... seguro." El autobús llegó después de un poco más de cinco minutos más tarde. Luke hizo un gesto hacia la puerta.
"Las damas primero", él sonrió. Le sonreí y entré en el autobús. El conductor me sonrió a través de su barba, y le pagué por Luke y yo.
"Tu amiga pagó por ti", le dijo a Luke, que tenía su mano extendida hacia el conductor con una moneda en su mano. Luke se quedó sin aliento dramáticamente y se volvió hacia mí, pero yo ya había tomado mi asiento en la parte trasera.
"¿Por qué hiciste eso?" , preguntó, se puso sobre mí. El conductor lo llamó, diciéndole que se sentara, pero Luke levantó una mano. "Señor, por favor." El conductor del autobús se encogió de hombros y volvió a la carretera. "Coge esto." Luke metió una moneda en mi mano.
"No, es sólo que, como-" La metí en su bolsillo. "No."
"Tengo esa cosa rara que yo recuerdo la cantidad exacta de dinero utilizado en mí por cada persona y no puedo dejar de pensar en la situación sin tener que pagar de nuevo. Ahora toma el maldito dinero."
"Joven", el conductor advirtió, pero Luke negó con la cabeza y no le hizo caso.
"Mykela me dio cuatro dólares hace tres semanas por un sándwich de pavo," Luke me miró, "por lo que se lo devolví con el dinero de mi madre."
"Luke, infiernos, siéntate", le susurré.
El conductor giró bruscamente el vehículo, y Luke se golpeó directamente con la ventana por encima de mí. Grité y escuché a una anciana sentada detrás de mí riéndose. "Te lo advertí", dijo el conductor.
"Oh, no, mi dinero se cayó!" Luke se inclinó sobre mí y limpió su mano sobre el suelo. "Ew, ew. Chicle. Te dije que lo cogieras!"
"Luke, era de cincuenta centavos!"
Agarré su camisa y lo arrastré hasta de delante de mí. El autobús se detuvo de repente y Luke se quedó sin aliento, apretando su mano a la silla de al lado de mi cabeza y la rodilla en el asiento entre las piernas. Su cara estaba literalmente a unos centímetros de mi cara. Hizo una pausa, y luego se deslizó en su asiento.
"Así que ¿dónde quieres comer?" , preguntó casualmente y se limpió las manos en los vaqueros, como si nada.
"Yo-Yo, um" Las palabras quedaron atrapadas en la garganta.
"Oh, yo conozco un gran lugar." Luke siguió una conversación informal durante los siguientes diez minutos. "Estamos aquíiii."
Él me ayudó a bajarme del autobús.
Entrecerré mis ojos. "Conozco este lugar," dije en voz baja.
"¿En serio? Maldición." Luke miró alrededor de la zona donde estaban las tiendas alineadas entre sí. "Bueno, todavía tiene una gran comida. Por aquí."
Luke dijo que cortáramos a través de un callejón que nos haga llegar más rápido ya que el restaurante estaba al otro lado de la hilera de tiendas. El "callejón" era, de hecho, sólo una franja de zona entre dos edificios, tan delgado como la longitud desde el codo hasta la punta de mis dedos.
"Las paredes están húmedas, ten cuidado." Luke me agarró la mano y miré a donde nos conectamos con el ceño fruncido. Se deslizó a través de la estrecha zona entre las dos paredes de su lado izquierdo y dio pasos lentos. Me sacudí ante el sentimiento desconocido y seguí, conteniendo la respiración, ya que olía a descomposición y musgo.
El callejón era la mitad de un metro de largo. El restaurante estaba sólo alrededor de la esquina una vez logramos salir, una pequeña luz de neón florece con la palabra abierto. Este fue el mismo restaurante al que Harry y yo fuimos y nos encontramos con el extraño hombre que dibujó la figura de ocho en una de las mesas de la tienda. Empecé a preguntarme si ese hombre era el que yo maté -mi garganta se cerró- cuando el agarre de Luke en mi mano se apretó ligeramente.
"Sólo asúmelo, ¿de acuerdo?", preguntó luego deslizó su mano de la mía. Suspiré tranquilamente. Luke era un amigo cercano y se sentía extraño cuando hizo las cosas que Harry sólo haría, eso es todo.
Pero entonces él me llevó a su lado, con su brazo alrededor de mi cintura sin apretar. Se aclaró la garganta y me llevó dentro. Mis ojos estaban muy abiertos, y él se dio cuenta, se inclinó, y me susurró: "Sólo relájate."
Varias personas cuyas comidas no han llegado todavía se volvieron hacia nosotros por un momento. Una señora se me quedó mirando, luego se volvió y susurró al oído de su amigo rápidamente. Apreté la mandíbula mientras nos sentamos en la parte trasera. Han pasado casi dos meses desde el incidente y alguna gente todavía me reconoce. Fabuloso.
"Hola, ¿cómo puedo ayudarle?" preguntó un muchacho joven, que sostiene una libreta y boli en sus manos. Parecía alrededor de dos años más joven que yo.
Luke se volvió hacia mí. "¿Qué te gustaría, nena?" , dijo, en voz alta y clara.
Me quedé inmóvil y lo mire fijamente.
Luke mordió el piercing del labio con los dientes y se quedó mirando el menú en su mesa. "¿Todavía tienes el cupón de las parejas de lunes y viernes?" , preguntó, y miró al chico.
El muchacho miró a través de su bloc de notas, pronunciando uhh. "Sí, se ha convertido en algo normal ahora." Él sonrió forzadamente y nerviosamente rebotó el pie. "¿Para después?"
"¿Tienes Happy Meals aquí?"
"Luke, esto es un restaurante", le dije.
"Oh, sí. ¿Tiene pollo?"
"¿No has estado aquí antes?" Le susurré en voz baja.
"Uh, tenemos la parmesana", dijo el muchacho.
"Dos de eso." Luke sonrió al chico. "Oh, y podemos tener las patatas más grandes de la comida infantil?" Se inclinó y tocó suavemente el codo en la cadera del chico. "Ella es infantil. Su primera vez aqui, también."
El muchacho lo miró, horrorizado, y luego se escabulló.
"Luke! Tenía, como, quince años," yo grité. "Qué demonios?"
"Nos conseguí patatas con el dinero que nos ahorramos, sí!"
Esa noche, cuando me fui a casa, me di una larga ducha y guardé sólo una cosa de todo, porque eso es lo que Harry me dijo en el mensaje de texto que envió.
no traigas muchas cosas, te conseguiré alguna mierda allí o lo que sea oh y te quiero
Le contesté después de la ducha.
no te quiero – sólo para continuar nuestra conversación. Él contestó en un minuto.
sí y yo soy inocente, y louis es ahora una silla y niall está detrás de ti
me reí fuerte pero revisé mi habitación por si acaso.
yo no te quiero, tú no me quieres.
No era verdad, los dos lo sabíamos, y él ya sabía que estaba bromeando. Además, esto estaba funcionando—me estaba contestando por una vez.
yo sí te quiero.
demuéstramelo
algunas veces solo quiero mirarte todo el día, sabiendo que no te merezco, algunas veces tan solo quiero follarte contra la pared en tu habitación, otras veces quiero ir a hacer una matanza contigo. te amo.
Sentí que la velocidad de mi corazón aumentaba, y reí por la nueva sensación. En realidad estaba más perturbada por lo del homicidio que de la declaración sexual por una vez.
Le contesté.
y yo te amo. algunas veces quiero besarte, otras veces quiero cortarte el cuello de la cabeza, y otras veces quiero denunciarte en la policía y ver cómo te frien en la silla electrica. oh y nunca tendrás el privilegio de hacer eso – refiriéndome a su inapropiada delcaración.
Esta vez, se tomó un tiempo para contestar.
puedo hacer lo que quiera, puta xxx
Inmediatamente envié un mensaje de vuelta, tratando de no reírme. (a/n. me refiero a ¿quién diablos no shippea Hevelyn? mirar lo dulces que son el uno con el otro)
que te follen, gilipollas xx
Esperé una respuesta por un minuto, luego cerré mi teléfono y volví a seguir recogiendo. Ya había terminado con todo, y había escondido mi maleta debajo de la cama en caso de que alguien llegara y lo viera, pero yo estaba buscando por si había algo que yo quería.
La realización me golpeó de que estaba eligiendo la vida de una fugitiva, dejando a los pocos amigos que tengo por Eleanor, mi habitación por una que probablemente voy a compartir con mi pareja, mis padres por Liam y Zayn y Perrie y todos los demás.
Mi móvil vibró. Me giré para cogerlo del escritorio y vi que Harry había enviado un mensaje.
me has cabreado. vete a la mierda.
Me reí en voz baja y envié un mensaje de vuelta.
te lo merecías. que te den.
Él envió un mensaje de nuevo, como, en diez segundos.
te vas a arrepentir de eso, nena.
Sonreí a cómo trató de intimidarme. Mi teléfono brilló con un mensaje acerca de la batería baja, así que volví a enchufarlo en su cargador, pero me quedé helada cuando me enteré de algo. Tres golpes en mi ventana.
Me volví lentamente y vi a Harry de pie en el balcón, su teléfono en la mano. Él sonrió inocentemente y señaló la puerta corredera, y murmuró abre la puerta.
Abrí la cerradura y abrió la puerta a un lado. El viento frío soplaba en su interior. "Qué estás haciendo aquí?" Me eché a reír.
"Hola, nena", dijo Harry con gravedad, sonriendo. Entonces agarró mis dos brazos, me dio la vuelta y me empujó contra la pared. Di un grito ahogado y agarré sus bíceps, tratando de hacer retroceder o impedirle venir aún más cerca, por lo menos. Él presionó su boca sobre la mía, besándome profundamente. Vacilante le devolví el beso. Pensé que los textos eran apenas nosotros bromeando.
Harry se apartó y me besó en la mandíbula, luego mi cuello. Yo jadeaba debajo de él y apreté mis manos contra su pecho.
"Harry ... ¿qué estás haciendo?" Respiré.
"Conseguir lo que he querido durante un tiempo, ahora."
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