"¿Estás segura de que estás bien?" Finn preguntó cuando volví, y yo asentí. Me senté junto a él en torno a nuestra mesa. Mykela y Luke estaban a diez metros de distancia hablando con un par de amigos, y no sé dónde estaba Holly.

  "¿Dónde está mi hermana?" Dije por encima de la música.

  "Se fue afuera con un chico," Finn se encogió de hombros y frunció los labios. "Dijo que volvería."

  "¿Cómo era el chico?" Mi corazón latía con fuerza.

  Finn me miró raro, entonces sonrió. "¿Estás preocupada por tu hermana?"

 "Finn, estoy en serio," Grité sobre la música. Estaba más fuerte ahora que todo el mundo estaba aquí, así que subieron el volumen hasta que el suelo retumbaba.

  "Um, un tipo rubio," dijo. Suspiré aliviada y cerré los ojos por un momento, dejando caer la espalda apoyada en la silla. Finn miró a su regazo. "¿Estás segura de que te sientes mejor?"

  "Bastante". Asentí con la cabeza y le lancé una sonrisa para demostrarle que yo realmente estaba bien. Sólo se asustó un poco, pero no es como si Ed fuera a intentar algo delante de toda esta gente.

  Finn se aclaró la garganta y con incertidumbre me miró. "Entonces, ¿tal vez quieres bailar conmigo?"

  Sentí calor cosquilleando mi cuello y sonreí tímidamente. "Soy terrible bailando," admití. "Pero, claro."

  Estaba sonriendo de nuevo, y ayudándome a ponerme de pie. Finn cerró su brazo con el mío y me llevó a la pista de baile donde la gente estaba jadeando y yendo a sus asientos, mientras que otros sólo estaban bailando con una canción lenta que estaba terminando.

  Sentí que me sonrojaba furiosamente y mentalmente me maldije a mí misma. La mitad de los estudiantes no estaban bailando, pero viendo a los demás bailar, murmurando entre ellos. Además, Finn era conocido, lo que hizo que esta situación empeorase. Traté de bloquear esos pensamientos así como Finn puso sus manos en mi cintura y envolví mis brazos alrededor de su cuello. También me sentía preocupada de que me fuese a tropezar con mis tacones en frente de todos.

  "Conozco esta canción," Finn dijo cuando una canción lenta resonó por los altavoces. Yo le sonreí cuando empezamos a movernos de lado a lado. Mi corazón iba loco por estar en esta situación, pero mantuve la calma.

    La música me calmó. Her balaclava is starting to chafe. Cerré mis ojos y apoyé mi cabeza en su hombro. And when she gets his gun he's begging, "Babe, stay, stay..." Abrí los ojos.

    La música continuó. Intenté no escuchar la letra, pero la música estaba muy alta y no podía sacarla de mi mente. Now if you'll never shoot, you'll never know. And if you never eat, you'll never grow. Suspiré. Hoy tenía que ser el puto día .

  Vi a Luke bailando con Mykela en el otro extremo, Holly no estaba cerca. Oré en silencio por que ella estuviese bien.

    Vi por el rabillo del ojo a Ed sentado en una mesa a mi izquierda, mirándome fijamente sin expresión en la cara. Sostuve su mirada pero apreté mi agarre alrededor de Finn cuidadosamente. Ed sonrió y levantó una copa en mi dirección. Giré mi cabeza y sentí a Finn suspirar.

    "¿Estás bien?" el me preguntó lo suficientemente alto para que lo escuchase sobre la música. Le di una pequeña sonrisa y asentí, mirando a mis zapatos. Relamí mis labios y le eché un vistazo a Ed por un momento, pero el no estaba ahí. Mi respiración se entrecortó.

        Finn levantó mi barbilla con su pulgar. Paramos de bailar, "Evelyn."

    Le miré. "Yo solo... estoy paranoica." No era lo correcto para decirle en este momento porque, uno, o bien va a preguntar por qué o, dos, el se sentirá mal porque fue su fiesta donde pasó el incidente—y él probablemente piense que estoy asustada o algo (algo que un poco estoy)--, Intenté sonreír para reconfortarlo pero estoy bastante segura de que pareceré alguien que esté a punto de llorar.

      Finn parecía que quería decir algo, pero él sólo me abrazó y me llevó a su pecho. "Lo siento muchísimo, Evelyn. La última cosa que hubiese querido fue que t-tú..."

      "No es tu culpa," Dije y negué con la cabeza, pero le devolví el abrazo, la gente estaba empezando a mirar y juro que estaba a punto de decirles que se fueran a la mierda antes de coger la pajarita de Finn y tirársela a alguien.

      Descansé mi cabeza en su hombre y empezamos a bailar de nuevo. Creo que me gustaba Finn, pero me gustaba Harry mucho más. Como, Siempre odié cuando un personaje de un libro o una película o de un programa de repente se enamoraba de alguien cuando su corazón pertenecía a otra persona, siempre me quejaba con Holly sobre cómo alguien puede enamorarse de alguien más cuando tienes otro amante en tu mente las veinticuatro horas del día, siete días a la semana, haciendo que te enamorases más profundamente. Pero ahora conocía ese sentimiento y lo odiaba. Me odiaba por eso. Claramente, cualquier chica en su sano juicio con tanta suerte -sarcasmo- que estuviese atrapada en esta situación iría tras alguien tan bondadoso y amoroso como Finn Harries, en lugar de alguien que disfruta cortando gargantas. Vale, tal vez a él no le gusta eso, pero, coge el punto; Harry mata gente, es un figitivo, roba bancos, rompe ventanas con patatas, blah blah blah.

      La canción terminó y estaba agradecida por ello. Disfruté bailando pero todos esos pensamientos –y los jodidos tacones-- me hubieran hecho caer en mitad de la pista, delante de todo el mundo. Finn cuidadosamente se alejó.

      "¿Podemos dar una pausa?" Pedí después de dos canciones.

      "Tienes que estar agotada por bailar lento." Finn sonrió, y le pegué en el brazo.

      "Necesito un poco de agua," Me quejé y tiré de él conmigo a nuestra mesa. Luke estaba sentado solo, jadeando.

      "No queráis bailar con ella." Luke señaló a Mykela, que se giró a mirar detrás de ella. Cuando se dio cuenta de que Luke estaba señalando hacia ella, sonrió y nos saludó con una mano, con la otra sosteniendo una copa roja. Por supuesto, algunos estudiantes tuvieron que traer alcohol. Me pregunto cuánto durará hasta que un profesor se dé cuenta de los movimientos lentos de las personas y los insultos de sus palabras.

      Finn y yo nos sentamos. "Era una canción lenta, Luke," Finn rió.

      "Entonces por qué estás cansado?" el rubio se atrevió a preguntar.

      Finn hizo un gesto hacia mi y llevó un vaso de plástico a sus labios.

     "Esa canción sonaba estúpida, de todas formas" fue mi excusa. Luke atrapó a mi mentira y asintió con la cabeza burlonamente.

      "¿Soy yo o hace calor aquí?" Finn preguntó después de vaciar el contenido de su vaso, tirando del cuello de su camisa de su cuello.

      "Hace mucho calor," Luke admitió mientras la mitad de la gente bailando ya estaban haciendo su camino hasta sus mesas.

       "Creo que solo es-" Finn empezó a hablar, pero se calló cuando la luz en la habitación se apagó ligeramente y luego parpadeó.

      "Um, ¿qué fue eso?" Mi voz tembló.

      "¿Subida de tensión?" Luke sugirió. La gente de todas las mesas giró sus cabezas para mirar las linternas en las paredes y en el techo, se repente brillando.

      Una voz gritó a los lejos y Finn se levantó de su silla justo antes de que las luces se apagaran completamente, la habitación literalmente a oscuras. Contuve la respiración. Sorprendentemente, las chicas no gritaron ni los chicos huyeron. Las habitación estaba silenciosa como el infierno --no literalmente.

      "¿Qu-" Oí a Luke, al menos a unos cuantos pasos de distancia. "¿Qué coño acaba de pasar?"

          Unas pequeñas ráfagas de luz comenzaron a iluminar la habitación porque la genté empezó a sacar sus teléfonos. Tragué el nudo de mi garganta y busqué mi bolso en la mesa. Apoyé mi mano por toda la mesa incluyendo la silla, pero parecía que lo había perdido o que alguien lo había cogido. Empecé a entrar en pánico de nuevo. "¿Finn?" Grité y miré por la oscuridad, mis manos tanteando en el espacio de delante de mi.

      No contestó, no gritó por encima del murmullo que cada vez era más alto, y los profesores tratando de calmar a la gente, y el director explicando como una subida de tensión hizco que las luces se apagaran por unos momentos. Traté de llamar a Luke pero él seguramente fue en busca de su cita o algo porque no estaba sentado donde lo vi la última vez.

      Me choqué con un cuerpo cuando intentaba moverme entre las mesas y las sillas, y oí alguien susurrar mi nombre.

      "Finn," susurré de vuelta, "¿eres tú?"

      "Shh," susurró mientras el director se subía a una silla y alzaba las manos al aire para conseguir la atención de todos. Finn se puso delante de mi, bloqueando la luz así que él solo era una silueta. Su pelo estaba más desordenado que antes. Me lamí los labios cuando me di cuenta de lo poco atractiva que tenía que estar con las manos sudadas, porque él tenía cogida mi mano izquierda. Di un paso para ponerme a su lado, pero él puso un brazo rápidamente detrás suya para impedirmelo. Fruncí el ceño cuando él intentaba escuchar intensamente las disculpas del director y hubo unos cuantos abucheos y resoplidos en la habitación.

      "Tal vez tardemos un poco en encontrar la solución," estaba diciendo el director, "así que por favor quedaos sentados –la subida de tensión era solo una hipótesis, considerando el hecho de que estaba lloviendo hace un momento." No me di cuenta de que estaba lloviendo. Deben haber sido las paredes de cemento ocultando el ruido.

      Finn entrelazó nuestros dedos y me llevó al otro lado de la habitación. Miré hacia atrás y vi a Luke y Mykela por la luz del móvil de alguien caminando al otro lado.

      "Finn," dije y apreté su mano, siguiéndolo a no sé donde, "nuestra mesa es por allí."

    No respondió.

     "¿Tierra a Finn? Estás yendo en la dirección equivocaaaada." Él asintió pero siguió caminando. Mi corazón se aceleró pero lo ignoré. Esto era solo una paranoia.

      "Finn, estoy en serio," Grité en frustración y clavé mis talones en el suelo. Justo después, oí la voz de Finna diez metros.

      "¿Dónde estás?" estaba diciendo, con voz débil.

      Mi sangré se congeló cuando el chico en frente de mi se giró, incluso no habiendo ninguna luz que le iluminase podía sentir sus ojos sobre mí. Negué mi cabeza lentamente. "Tú no eres Finn," murmuré, en vez de gritarle, correr o pegarle en la cara, era eso lo único para lo que tenía fuerzas.

       "No entiendo por qué te estás asustando," La voz de Ed dijo a través de la oscuridad, y él apretó mi mano, recordándome que él estaba sosteniendo mi mano. Él es como, el segundo asesino sosteniendo mi mano. Con esto recordé el estúpido hecho de que estábamos en un sitio donde la gente caminaba entre siete psicópatas cada día y recordé cómo eso era absolutamente mentira, pero ahora, si me lo dices de nuevo, probablemente te creería. "No te voy a hacer daño."

    Grité de nuevo y volví a echarme hacia atrás. A través de la oscuridad que era espesa como la tinta, apenas veía la cara de Ed endurecerse un momento antes de que su mano me soltara por sólo una fracción de segundo. Podría haber suspirado con alivio pero fue tan corto que de un momento a otro ya tenía su mano sobre mi brazo, donde picaba más que de costumbre, y me golpeó contra la pared. Mi cabeza golpeó contra el muro de hormigón y diminutas motas de blanco llenaron mi visión. Cerré los ojos y sacudí las náuseas a medida que se inclinó y me susurró en voz baja, "No deberías haber hecho eso."

      Mi estómago se retorció y sentí ganas de vomitar por segunda vez en la noche. "¿Qué quieres?" Pregunté con un extraño tono confiado. Ed dio un paso atrás.

     "Sólo quería advertirte," susurró así como la gente empezaba a apuntarnos con la luz, preguntándose por qué el grito. Les tomó un momento darse cuenta de que nada iba mal con el nuevo estudiante y la chica secuestrada teniendo una conversación, así que se dieron la vuelta.

      "¿De ti?" Espeté. "No te tengo miedo." La mayor mentira que me he dicho.

      Ed negó con la cabeza, su cara completamente seria, poniéndome nerviosa. "Confía en mi –no es de mí de quien tienes que tener miedo."

      Mi respiración se ralentizó. "¿Confíar en ti? ¿Qué mierda se supone que significa eso?"

      Ed suspiró y me dio una mirada dura. "Hay... algo aquí," susurró, bajando su cabeza, así que estábamos en contacto visual. "Escúchame; necesitas salir viva de aquí sea como sea."

      Me tensé. "No, escucha tú, gilipollas, si esto es otro-"

      "Aquí estás." Finn apareció rápidamente entre nosotros y cogió mi mano. Ignoró a Ed mientras me preguntaba si estaba bien. "Necesitamos volver," Finn demandó y me llevó por la oscuridad entre la gente.

      "Finn, espera," dije. Miré hacia atrás. Ed estaba a bastantes metros de distancia, de pie y frunciendo el ceño.

      "Estaba muy preocupado," Finn dijo en alto una vez que llegamos a nuestra mesa. "¿Entiendes la coincidencia que esto es?"

      Me senté en una silla. "¿Qué?"

      El suspiró y pasó la mano por su pelo. "Sé que esto es estúpido," dijo lentamente, "pero, quiero decir, es una fiesta y no hay luz para ver donde te fuiste. Yo solo -me asusté."

      "Lo siento," dije cuando la realidad me golpeó –él se ha echado la culpa, de nuevo-- y finalmente encontré mi bolso en la silla de alguien. Busqué a través de él, agarré mi teléfono justo cuando las luces se encendieron y mi visión borrosa se ​​fue, y todos aplaudieron.

      (8) Llamadas perdidas de:

      Mamá

      "¿Algo va mal?" Finn preguntó con expresión preocupada, probablemente cansado de todo el drama desde que entré en su vida; como las olas tranquilas de un océano negro .

      "Mi madre me llamó," Fruncí el ceño, "montones de veces." Marqué su número y sostuve el teléfono en la oreja.

      "Entonces algo está mal," Finn dijo, sus ojos como platos. "Lo siento, no qu-"

      Levanté la mano mientras el teléfono hacía pequeños beep, y Finn se calló. Al tercer toque, mi madre le cogió. Había pequeños resoplidos y murmullos al otro lado, como si mi madre estuviese tapando el teléfono con su mano o algo.

      "Cariño," ella saludó.

      "¿Algo está mal?" Pregunté, un poco molesta por la cantidad de veces que llamó. "Estoy completamente segura de que eres consciente de-"

      "No contestabas el teléfono," ella dijo por la otra línea. Alguien habló por detrás, haciéndome fruncir el ceño. La voz era muy débil, y mi madre se disculpó educadamente con alguien. Ella no es así de educada con mi hermano o con mi padre.

      "Estoy en el baile, mamá." Gemí cuando me di cuenta de que la música no ayudaba a nuestra conversación. "Como si pudiera oír el teléfono sonar."

      "¿Sabes acaso qué hora es?" ella dijo al otro lado. Alejé el teléfono de la oreja y miré la hora. 7:21 PM. "Necesitas venir ahora mismo, Evelyn, ¿me entiendes?" Sentí un poco de miedo y el estómago me dio un vuelco, sin saber siquiera qué iba mal, por supuesto. "No todavía, solo ven a casa, ¿por favor?" mi madre estaba prácticamente rogando.

      De repente el teléfono fue arrancado de mi mano, y giré mi cabeza. "¡Hey!"

      "¿Qué te estaba diciendo antes?" Ojos verdes mirándome. Mi corazón golpeaba en mi caa ja torácica mientras unas voces en mi cabeza decían, Harry, Harry, Harry incluso cuando sabía que no era él. Sus ojos oscureciéndose, marrones, y tardé un momento en darme cuenta de que era Ed quien estaba delante de mi, con mi teléfono en su mano derecha. "Necesitas irte."

      "¿Qué está pasando aquí?" Finn se metió entre nosotros y me alejó del otro chico. Admití mi pequeño enamoramiento con Finn minutos antes, a mí misma, pero ahora mismo estaba molesta con mi madre, la protección y preocupación de Finn, y Ed. La confusión me estaba comiendo viva, y Finn estaba evitando que la situación se aclarase, mi madre me quería en casa cuando sabía que estaba en una fiesta con Finn y Ed no acababa.

      "Necesito tener unas palabras con ella," Ed habló fríamente y me hizo un gesto para que fuese detrás de él, que empezó a caminar.

      "¿Qué quiere?" Finn me preguntó y señaló con su pulgar detrás de su hombro.

      "Dame un minuto," solté y pasé por su lado.

      Ed y yo salimos por las puertas de salida. "¿Escuchaste alguna  palabra que dije?" Su mandíbula se tensó y sus ojos se oscurecieron, recordándome a los de Harry.

     "¿Perdón?" Solté de vuelta.

      "Dije que te fueras. Sal de aquí, no es seguro," insistió. "Te dije que podías confiar en mi."

      "No," grité en desacuerdo, "¿estás jodido de la cabeza? No me estás diciendo que está pasando, ¡además de que estabas con esa psicópata que apuñaló a mi amigo!" Él no fue el psicópata que apuñaló a Liam, pero él conocía a Melissa y es lo único que necesitaba para odiarlo. Puse mi uña en su hombro. Él no se inmutó ni nada, así que continué. "Así que, por favor, oh psycópata, dime por qué debería irme si no tengo tazón para hacerlo."

      "Bien, para empezar; tu madre te necesita de vuelta en casa," dijo. Estaba a punto de preguntarle cómo coño sabía tal cosa pero se me adelantó. "Y esto. No. Es. Seguro."

      "No es seguro porque tú estás aquí," Soltéd, planeando preguntarle algo como ¿Estás aquí para dispararle a todo el mundo sin una razón en particular? Cuando él me interrumpió, de nuevo.

      "No, porque alguien más está aquí." Sus ojos se oscurecieron. Las luces se reflejaban en sus características. "Te lo dije. No te voy a hacer daño."

      Mi móvil empezó a vibrar en su mano y Ed aceptó la llamada, pasándome el móvil. "No tardes."

      "¿Hola?" Hablé, esperando una respuesta. Algo sonó en la otra línea, luego un crujido y estaba segura de que oí una voz. "¿Hola?" Caminé hacia la derecha, y el zumbido se hizo más fuerte, como el batir de alas de una enorme polilla, o los aullidos del viento; no estaba claro . "...no puedo oír-" el móvil vibró. Me moví hasta que escuché otro crujido, luego volví a la izquierda por una esquina.

    "¿Puedes oírme?" Dije al teléfono como el arrastrar los sonidos desde el final de la línea era clara, pero no hay voces. Yo estaba molesta y tenía la intención de colgar. "¿Hola? ¿Estás ahí?"

    "Justo aquí."

    El teléfono se deslizó fuera de mi mano, como alguien me agarró del brazo por detrás y me tiró hacia atrás, otra mano sobre mi boca. Me agité en el agarre de la persona, ya que me llevaron a una habitación que olía a productos químicos y otra cosa y me empujó contra la pared, sorprendentemente suave. Empecé a llorar de nuevo, de todos modos, como los flashbacks me golpearon como un coche. Cuando era preocupación por todo, así que en realidad ser secuestrada era algo. He oído a la persona que dice Shhhh,soy yo, pero yo estaba tratando de empujarlo de vuelta con mis manos. Sintiéndome disgustada por mostrar el lado débil remanente de mí, abrí los ojos para mirar a mi atacante, el agitador dentro de mí instando a luchar. Pero cuando abrí los ojos, yo no esperaba ver a Harry de pie justo en frente de mí.

      Literalmente grité en su palma y él sonrió, mostrando sus dientes. Su mano se apartó y me lancé a su pecho rápidamente y él tropezó hacia atrás y chocó con la pared. El Karma es una putada.

    "¡Harry!" Grité y lo abracé con fuerza.

      "Evelyn," susurró en mi oreja y acarició con su palma mi lado de la cara. "Oh, Evelyn," repitió, repitiéndolo cada vez más alto, como si los sonidos de fuera de las ruedas fuesen más altas, o solo una desgastada carretera pero el coche estaba tan cerca hasta que la realidad finalmente te golpeó-

      "Evelyn."

      Miré hacia arriba. La cara de Harry desvariaba y se desvanecía hasta que la de Finn estuvo en mi visión. Los bordes de mi vista nublados al sentir la ira estallar en mis entrañas.. Se sentí literalmente como si mi sangre estuviera en ebullición, haciendo que mi cuerpo se acalorase y sudara más de lo que podía soportar. Estoy cansada de todas las imágenes, fantasías y sueños que me hacían ser feliz durante un minuto. Quería verlo de nuevo, realmente. Quería que mis voces interiores se fuesen –Sentía que me estaba perdiendo; mi mente. Mi salud es baja, y es cuestión de tiempo hasta que me plante delante de alguien y lo llame Harry Styles, y me miren como si yo fuera la asesina. Sospechando de mi o algo. Las imágenes del cuerpo muerto en el suelo del colegio y la pistola en mis manos apareció de repente y empecé a temblar.

      "Eso es, no puedes estar aquí," Finn negó y puso una mano en mi espalda, sacándome fuera. Me resistí por un momento, así podía quitarme los zapatos, ignorando la mierda que tenía el suelo. Todo lo que sentía era ignorancia, ya que no podía sentir nada. Tal vez un poco enfadada, pero no lo demostré. Miré a Finn cuando caminábamos a nuestra mesa y me sentí terrible por pensar que él me podría hacer feliz cuando Harry no estaba cerca. Harry podría estar follando con otra chica en otro país por lo que sabía, matando a alguien en otra ciudad, robando un banco solo por entretenimiento y adrenalina por necesidad de dinero para comprar, pero no podía controlar mi amor por él incluso con todo eso. Yo solo... quería verlo de nuevo.

      "¿Me vas a llevar a casa?" Susurré.

      ¿ Quieres irte a casa?" preguntó cautelosamente pero lo suficientemente alto para que lo escuchase sobre las vibraciones provenientes de los enormes altavoces y gritos –sorprendentemente-- sobrios adolescentes. Olía a sudor aquí, y mucha gente estaba incluso fumando al fondo de la habitación. Los profesores eran ignorantes, solo, como, dos profesoras prestando atención a los movimientos de la gente bailando (y ni siquiera estaban restregándose ni chupando sus caras, sino que sólo estaban agitándose como pollos ).

    Sin pensar en si Holly estará bien o Luke estará cabreado o Ed probablemente quería esto, yo asentí. Me quedé con ganas de esto y he estado fuera de casa durante dos horas - maximo- y necesitaba dormir. Era el único "medicamento" a las voces en mi cabeza. Pero una pequeña parte de mí sabía que no sería capaz de dormir.

      "Perdón si quierías quedarte" fue todo lo que dije cuando abandonamos la casa. Finn no encendió la radio, no quería el ruido de la fiesta ni tampoco molestarme empezando una conversación, y por esas pequeñas cosas estaba agradecida. No estaba muy segura de qué estaba mal conmigo. Creo que solo quería dormir antes de que todas esas voces en mi cabeza me ilusionaran, porque parecían tan reales que podría decir que las tenía delante a todas ellas.

      "Gracias, Finn," dije y me desabroché el cinturón. Hablé bajito, preocupada de que pudiera asustarlo o algo, como si este momento fuese tan frágil como un cristal protegiendo algo especial. "Por todo. Siento mucho todos los problemas en los que te he metido."

      "Está bien." Su sonrisa estaba de vuelta pero no llegaba a sus ojos. "Traeré a Holly cuando esté preparada para irse."

      "Mierda, me olvidé de ella. Lo siento," me disculpé de nuevo, sintiendo la sangre en mis mejillas.

      "¿Quieres que te acompañe?" preguntó, constantemente parpadeando.

      Me forté los ojos ligeramente, con cuidado de no estropear el maquillaje. Probablemente estaba como la mierda de todos modos, pero no necesitaba nada más para empeorar la situación –básicamente dejé a mi cita, si quieres verlo de esa forma.

      "No, no, solo necesito... tumbarme por un rato." Abrí la puerta y salí al frío. "Gracias, y perdón, de nuevo."

      "Te veo el lun-" FInn se paró de repente. "¿Cuándo empieza el colegio?"

      "No tengo ni idea," murmuré y le despedí con la mano. Los tacones estaban de vuelta en mis pies, haciéndome tambalear. Finn esperó hasta que crucé la puerta para dar la vuelta y seguir conduciendo.

      Tan pronto como crucé la puerta principal, comencé a buscar a través de mi cartera la llave de repuesto que guardaba en el bolsillo con cremallera cuando la puerta se abrió y mi madre me dio un tirón en el interior. Me tambaleé y casi caigo encima de ella cuando mi madre cogió mi brazo justamente donde Ed lo hizo, haciendo que mi piel escociera. Siseé y miré a mi madre hostilmente.

      "Mamá, tengo. Los. Tacones," murmuré.

    "Cuidado, Evelyn," dijo dulcemente, sonriendo falsamente, y yo inmediatamente supe que teníamos visitantes.

      Así que me giré, toda clase de emociones negativas recorriéndome y molestándome porque esta gente estaba aquí ahora. Pero todo eso cambió cuando vi a un hombre en un esmoquin, mi padre y Jackson sentados en el salón.

      "Ve a tu habitación, cariño, pareces cansada," murmuró, inclinando la cabeza para mirarme. Asentí, dándole un extraño rostro duro. Tiré mis zapatos y subí las escaleras tan lento como pude. Cuando finalmente abrí la puerta de mi habitación había planeado tirarme en la cama y dormir - bueno, tal vez cambiándome y poniéndome mi pijama y lavarme los dientes o lo que sea- pero mis planes eran jodidos otra vez por nada más y nada menos que Harry Styles, sentado en el borde de mi cama con una sola rosa roja junto a su muslo, y una pequeña caja negra en la palma.