Capítulo 31.

Imagine Dragons,  Monster

P!nk,  Run (Esta canción es un poco como la perspectiva de Eleanor)

-:-:-:-

"Tengo mucha hambre." Gemí, frotándome los ojos. Una vez que los abrí, todo estaba oscuro por unos segundos, pero cuando mi vista se aclaró vi a Harry deslizándose en unos pantalones cortos de color amarillo fosforito y una camisa roja.

Debía haber visto la mirada extraña que le había estado dando mientras se cambiaba, y él frunció el ceño ante la ropa que llevaba.

"¿Qué?" Harry frunció el ceño y se mordió el labio, comprobando su ropa una vez más. "No puedo usar negro en todas partes, alguien tendría curiosidad."

Me encogí de hombros. "No es exactamente tu estilo, pero... se ve bien." Volví la cabeza hacia la ventana, vi el reloj digital de la mesilla de noche. 13:42, decía.

Harry se rió entre dientes. "Te ves muy feliz." Murmuró algo después, pero no pude cogerlo, decidí que sería mejor dejarlo ir.

Harry extendió la mano para coger mis muñecas, pero yo ya las había mantenido en alto. Sonrió burlonamente y negó con la cabeza, luego me dio la vuelta, manteniendo las muñecas en la mano. Él apretó su cuerpo contra el mío para esposarme las manos a la espalda. Él esposó la muñeca izquierda, y luego la otra. "Lo siento por esto." canturreó, sonando de todo menos culpable. "Todavía no tengo confianza en ti."

Tampoco confío en ti.

"Vale."

La forma en la que acorta la distancia entre las esposas hacía que estuviesen muy apretadas, por lo que era bastante incómodo con la presión.

"Nosotros no necesitaríamos esto ahora, ¿verdad?" Harry levantó los grilletes. Miré al suelo antes de que los grilletes cayeran frente a mis pies. Estaba demasiado ocupada con el ceño fruncido ante los grilletes que apenas conocía mientras Harry se acercaba a mí. Su colonia estaba ligeramente salpicada por encima de su cuello, que era fácil de oler el aroma glorioso cuando él se inclinó sobre mí para ir a buscar algo. Harry contuvo un paño y lo envolvió alrededor de mi cabeza y sobre mis ojos, haciendo un buen nudo en la parte posterior.

"Yo no quiero exactamente que veas donde estamos." Dijo Harry. "¿Sabes?" Está tratando de hacerme enfadar. Tal vez para que yo intentase escapar y me diese otro aviso.

Algo así no sería sólo un aviso...

"Entiendo". Ojalá no lo hiciese.

Prácticamente podía oír su sonrisa.

La mano de Harry acarició mi hombro suavemente. Su mano bajó por mi espalda hasta llegar a la parte baja de mi espalda, y él comenzó a dirigirme hacia la puerta. En un momento, se detuvo, y escuché un tintineo de metal, lo que indicaba que estaba abriendo la puerta.

Una vez que sali a la calle, sentí el aire fresco a través de mis mejillas, cuello y piernas. Harry mantuvo un firme control sobre mi codo mientras él cerraba la puerta, entonces él me llevó a algún lugar.

"Entra" Harry insistió y me ayudó a entrar al coche. Me di cuenta de que era el asiento del pasajero debido a que el espacio era más reducido.

"¿Por qué estoy aquí sentada?" Me estremecí. Probablemente porque estaba abrumada de que estaríamos entrando en la ciudad de Londres. Donde la gente pasa. Las personas que podrían llamar fácilmente a la policía, pero se ven obligados a no hacerlo a causa de mi temor por los castigos de Harry. Ni siquiera sé si creo que me encontraría. Tengo demasiado miedo de encontrar la manera difícil.

"Bueno, yo no quiero verte tratando de echar un vistazo a la parte exterior." él se rió con malicia.

"¿Q-qué pasa si los policías ven a una chica atada en el coche?"

"Mis ventanas están tintadas. Bastante difícil de ver. Y no están tan alerta, tus queridos policías. Son demasiado perezosos para, probablemente, atrapar a alguien que se saltó un semáforo en rojo."

Oí el sonido familiar del rugido del motor arrancando. Casi de inmediato, Harry conducía por una carretera.

"¿Es tu casa la única en tu zona?" -Pregunté, tratando de sonar tan casual como lo hacía hace tres horas. Y para evitar que el miedo se apodere o me entorpezca.

"Más o menos". Harry habló. "Vivo en una zona abandonada. Sólo hay escombros y restos de casas. Si miras atentamente, verás unas largas filas de ellas tendidas por el lugar." Harry giró en una esquina, y el coche se sacudió cuando golpeó el acelerador. "De los condenados, y eso es todo."

-

"Evelyn."

Las yemas de los dedos callosos de Harry rozaron mis mejillas mientras levantaba la tela sobre mi cabeza. Si fuese de día, la luz me habría cegado por un momento y tendría que tener los ojos cerrados. Pero el cielo estaba sombrío con estrellas oscuras, brillantes dispersas sobre él. La luna estaba medio escondida con las estrellas.

"Voy a repasar las reglas sólo una vez más." Me volví hacia Harry mientras abría las esposas de las muñecas. Aliviada. Llevaba los pantalones cortos amarillos que terminaban por encima de las rodillas y una camisa azul que se dirigia a su largo torso. Tenía el pelo desordenado, ligeramente hacia atrás, dejando al descubierto el increíble color de sus ojos un poco más. Se sentía raro ver a Harry así, sobre todo, sin ningún tatuaje. Parecía... normal. ¿Atractivo y amable...? Lo parecía. Bueno, él era muy bueno para ocultar su personalidad asesina. "No hables con nadie, con la excepción de los trabajadores. No le des a nadie miradas suplicante, porque todos aquí son descuidados, de todos modos.

"Toma." Harry me entregó una fina cartera. La abrí para ver varias notas y una tarjeta de crédito. "¿Sabes cómo usar la tarjeta?"

"Claro."

"Hay más de 4.000$ en la tarjeta, y el dinero es para que compres. Utiliza la tarjeta para cualquier cosa de chicas que necesites." Explicó Harry.

"¿No vienes?" La adrenalina se precipitó a través de la idea de estar a solas con la civilización. No Harry.

Harry sonrió y negó con la cabeza. "Tengo una idea mejor."

Harry salió del coche y me ayudó a salir también. Me froté las muñecas, aún estaban ligeramente rojas, pero eso no era lo suficientemente malo para mí o como para molestarme.

"Espero que entiendas lo mala que es esta idea," Harry frunció el ceño y se metió las llaves en el bolsillo de sus pantalones cortos. "Podría entrar en tantos problemas con los chicos."

"Entonces, ¿por qué haces esto?" Susurré cuando empezamos a caminar. En el exterior, había una brisa leve, con algo de calor. Había grandes torres que se cernían sobre la ciudad en gran medida. Una tenía una parpadeante luz roja de forma repetitiva. La mayoría de ellos parecía hoteles, algunas empresas y otros negocios, no tenía ni la menor idea. "Dijiste que no confiabas en mí."

Era cierto. Lo que estaba haciendo, en su perspectiva, era peligroso como el infierno. Si no confía en mí, entonces ¿por qué haría esto?

Algo estaba mal.

"Puede que no confíe en ti," Harry alzó las cejas y me agarró la mano, entrelazando nuestros dedos. Su mano era tan cálida y suave. "Pero sé que eres lo suficientemente inteligente como para saber que pasará si tratas de correr."

"Qué quieres decir?" -Le pregunté mientras nos acercábamos a la entrada del edificio. "No puedes esperar que lo sepa, todo lo que dijiste fue que me atraparías".

"Sh". Harry extendió la mano y agarró la capucha de mi sudadera y la puso sobre mi cabeza, justo encima de los ojos.

Hombres y mujeres de negocios que estaban caminando por la acera y saludando a un hombre regordete que estaba entrando en un taxi. También había un niño y una niña de pie en el suelo de una estatua. La chica agarró un micrófono delgado, cantando una canción indie, mientras que el hombre de detrás de ella usaba una guitarra. La funda de la guitarra estaba delante de ellos, el dinero dentro. Otras personas estaban, ya sea escuchando, caminando o entrando en las tiendas.

Harry se inclinó y me susurró al oído: "¿Cómo crees que te encontré, en la fiesta?"

Fruncí el ceño y miré hacia el suelo. No fue una coincidencia. "No lo sé, ¿cómo?"

"Oh, no lo vas a saber tan fácilmente." rió. "Todo lo que necesitas saber es que te encontraré, Evelyn. Yo siempre te encontraré, incluso si tienes decenas de personas alrededor de ti, voy a hacerlos caer. Has visto cuántas personas murieron en el carnaval sólo porque sabían que estábamos allí, ¿no?" Me estremecí. Había tanta sangre empapando el suelo y cadáveres arrugados encima. Familias inocentes heridas, corriendo por su seguridad. "No me hagas hacer lo mismo aquí. No tienes ni idea de lo que soy capaz de hacer."

Su mano innecesariamente apretaba la mía pero traté de ignorarlo.

Estábamos en frente de un supermercado, y Harry dejó de caminar. Sus brazos se cerraron alrededor de mis hombros y me dio un beso en la frente. Mis piernas se debilitaron por un segundo, así que estaba contenta de que me sostuviera en sus brazos. En un momento, cerré los ojos para disfrutar de esto, pero él se alejó. "Ten cuidado." Harry murmuró contra mi piel. "Y recuerda mis palabras, porque no voy a estar lejos. Siempre estaré vigilando."

Y luego se perdió en una multitud. Mi cuerpo estaba temblando. Esto es todo. No sé si voy a tratar de pedir ayuda. De alguna manera, yo le creo. Yo creo que él me encontraría. Pero ¿por qué me quiere?

¿Tal vez porque sabía qué aspecto tenía? No estoy segura. Sólo quiero ir de compras, voy a pensar en ello mientras lo estoy haciendo.

Con el aire pesado caliente, esperé a que las puertas correderas automáticas se abrieran para entrar. Todo parecía ir en cámara lenta. Me di la vuelta y vi a Harry a través de las ventanas de cristal de una tienda de deportes. Sus ojos se volvieron a los míos y sonrió arrogantemente, sin embargo, mantienendo la oscura sombra sobre sus ojos.

Dándome la vuelta, me precipité en el mercado, casi chocando con un carro. Saqué uno de los carros y lo empujé al lado de un pasillo, manteniendo la cabeza baja. Un hombre en un traje y corbata me tendió un folleto con una sonrisa blanca. "¿Te gustaría un catálogo?" -me preguntó con dulzura, pero con un tono falso y me limité a sacudir la cabeza y a seguir andando.

Frené el carro en un pasillo estrecho y me pasé los dedos por el pelo. Esto era muy difícil de controlar. Estoy minusválida cerca de personas que podrían ayudar. Yo podría hacer algo tan fácil como gritar y la gente me ayudará. Yo podría estar en casa.

Podría ver a mi madre. Mi padre. Mi hermano. Mi hermana. Yo podría vivir feliz con mis primos y mis pocos amigos. Incluso echo de menos el colegio.

Yo podría ir a casa con sólo un... pequeño... grito.

Hazlo.

Sentía náuseas. Necesito parar esto ahora mismo. Eso sí, no pienses en ello, Evelyn, me dije a mí misma y continué lanzando cosas en el carro. Tardo una media hora para conseguir todos los productos lácteos, y una y medio para terminar y llegar a la caja registradora.

"Hola, ¿en qué puedo ayudarte?" La señora de la caja parecía joven, pero yo no quería mirar hacia arriba. Tal vez ella no me conocía de todos modos, pero no voy a correr el riesgo de otro aviso. O tal vez si Harry me permite hacer esto otra vez yo pudiese tratar de salir.

A menos que te sientas atraída por el y no quieras alejarte, una voz arrogante resopló en mi cabeza. ¿Qué demonios? Nunca me sentiré atraída por él... emocionalmente. Creo que es guapo y él podía ser agradable a veces, pero eso... No sé lo que eso significa. Todo lo que sé es que no voy a permitir que eso suceda.

Lo que tú digas.

"Hola." Susurré y comencé a colocar los artículos en el mostrador para que la chica pudiera escanearlo y colocarlo en una bolsa de plástico. Moví mi cabeza tan lentamente como pude y miré afuera. Incluso en la oscuridad y la falta de cercanía, podía distinguir su pelo rizado al aire libre. Mirándome.

"Son 117,20 dólares," sonaba tan inquieta. Entregué dos billetes de cien dólares y cogí las bolsas. Después me entregó mi cambio, me preguntó si necesito ayuda con las seis bolsas. Me negué cortésmente, y sin levantar la vista -lo que probablemente me hizo parecer una grosera- y sali a la calle.

"Lo hiciste." Harry no parecía sorprendido una vez que me acerqué a él. Dejé caer las bolsas pesadas y lo miré con recelo. "Nadie habló contigo, ¿verdad?"

Tragué saliva. "No." Harry levantó las cejas como si no me creyera. Pero yo no lo culpo, no sonaba muy convincente. "Bueno, los trabajadores lo hicieron. Apenas les respondí." Me estaba irritando por la sensación abrumadora por ahora.

"Vale.". Harry habló con voz ronca, en voz baja. Se agachó y cigió tres bolsas de plástico en cada mano. "Voy a llevarlas al coche." Su mirada era tan fuerte que tuve que apartar la mirada. "Mis palabras siguen en pie. Tu castigo será peor de lo que piensas." Los brazos de Harry flexionados mientras llevaba las bolsas con él hasta que se perdió de vista, la gente lo ocultaba al instante.

Suspiré con voz temblorosa. Todavía estoy trastocada de ese encuentro.

Necesito algo de ropa. Harry me dijo que comprara lo que quisiera. Me volví y traté de echar un vistazo a las tiendas. Había una tienda que vende trajes y corbatas caras, una tienda de Guess donde, literalmente, sólo venden vestidos, un mercado para los niños pequeños y una tienda de deportes estaba clara a la vista. En la que Harry estaba hace sólo un momento...

¡Tienda de deportes! Luego entré, y sentí como si mis piernas se transformaran en gelatina. Jack trabaja allí... ¡Jack Harries! El estudiante popular de la escuela, su hermano fue el que organizó la fiesta de la que me secuestraron.

Una oleada de ira dentro de mí, pero la empujé hacia abajo. Mi cabeza cayó hacia un lado, donde vi por última vez al criminal, pero él no estaba a la vista.

¡Evelyn, no! La voz parecía cambiar de bando. Yo ni siquiera sabía de qué lado estaba, pero yo sé que el lado que quería escapar ahora me dominaba. ¡Date la vuelta! Mi cuerpo obligado salió de allí a través de las personas lentas molestas. Vi algunos frunciéndome el ceño hacia mí desde las comisuras de los ojos y me resistí a la tentación de darle un puñetazo en la cabeza. ¿Qué va mal conmigo?

¡Evelyn, no lo hagas! ¡No vayas allí! Harry te va a encontrar... Me quedé inmóvil a medio paso, sintiendo mi corazón correr a mil kilómetros por hora. Sabes de lo que es capaz.

Tragué mi miedo y volví a la entrada. La voz ya no estaba tratando de convencerme de que me fuera. Tal vez yo podría hacer esto. Por favor, que esté trabajando. Por favor, que esté aquí.

Apreté mis manos contra la puerta, sintiéndome extremadamente débil. Me encontré dentro y luchaba por mantenerme sobre mis propios pies. La habitación estaba borrosa por lo que continuamente parpadeé. Me las arreglé para ver al mostrador. Un hombre estaba allí.

No Jack.

Corrí a través de algunas pasillos y estantes de ropa, y pasé por las pesas. Dos adolescentes estaban usando una de las mesas, uno de ellos acostado en su espalda y el otro le ayuda a hacer ejercicio. Mi corazón latía sin control más rápido hasta que me di cuenta de que ninguno de ellos eran Jack.

¿Qué es esto? No sé lo que estoy haciendo. Me he olvidado de todas las consecuencias que Harry me recordó, los castigos, sus promesas. Corro mucho peligro.

Entonces me acordé de la promesa de Harry sobre mi familia.

Necesito comprar algo de ropa. No puedo hacer esto.

Una vez que me di la vuelta para salir fuera, me encontré con un cliente que se tambaleó hacia atrás. Casi me tropecé si no fuera por los brazos que llegaron a agarrarme. Di un grito ahogado y me empujé a mí mismo fuera del agarre, moviéndome rápidamente.

"¡Oh!" Una voz parecía sorprendido. "¡Lo siento mucho! Sólo parecías perdida, me preguntaba si podría ayudarte Esa voz. Conozco esa voz.

Mi corazón dejó de latir. El mundo dejó de moverse. Miré de reojo y vi la etiqueta con su nombre. Esto no era un cliente. Era un trabajador. Hola, mi nombre es Jack, ponía en la etiqueta.

Oh, mierda. Nunca debí haber venido aquí. ¡Harry me va a matar! Sólo vete, Evelyn.

"E-está bien." Mentí, la sensación de sequedad apareciendo en mi boca. Empecé a sentir pánico. Tenía la esperanza de que no iba a darme otro ataque de pánico ni nada. Di un paso atrás y miré a Jack. Sus ojos miraban con curiosidad mi cara, esperando una reacción. "Me tengo que ir." Murmuré y aturdida me alejé. Casi podía ver a Harry mirándome. Todavía está lejos, todavía tengo tiempo. Pero no puedo dejar que nadie salga herido.

"Hey". Jack gritó y corrió hacia mí. "¿Estás bien?" Dejame. Sola. Si Harry aún camina por aquí, él nos verá y me matará. O matará a Jack. Literalmente, y yo no quiero que le pase nada a un chico inocente.

"Estoy bien." Le solté y me puse la capucha más abajo. Caminamos por algunos avíos deportivos y más ropa, deteniéndonos frente a la puerta. Jack continuó mirándome con ecuanimidad, pero con cara de preocupación al mismo tiempo.

"Alguien me está esperando. Siento ser una molestia." Susurré sin pedir disculpas, deseando que nunca hubiese entrado aquí. Él no puede saberlo. Él podría salir herido, tengo que salir de aquí tan pronto como me fuera posible.

Miré hacia afuera donde había linternas chinas colgadas en cuerdas que estaban atadas a ambos lados de cada edificio, iluminando el suelo.

"¿Estás segura? ¿Quieres sentarte? No te ofendas", sonrió bellamente, "te ves cansada."

"Ni siquiera puedes ver mi cara." Solté e inmediatamente me arrepentí, apretando mi mano sobre mi boca. Mierda. Evelyn, ¿qué demonios?

"Eso es cierto." Jack se rió, pareciendo divertido por mi gesto. "¿Tan mal te ves? Cuando dije que te ves cansada, me refería a que tu cara se veía más pálida que de costumbre. Ya sabes, desde tu cuello." Oh, me pregunto por qué palideci. "No quise decir n-nada malo." Jack tartamudeó y miró hacia otro lado, haciendo girar los pulgares. Oh, sí, me acuerdo de cómo él y su hermano eran probablemente las mejores personas en la escuela. "Creo que no deberías estar escondiendo la cara."

"Entiendo". Mi voz graznó, sonando cansada y ronca. Necesito un poco de agua. Me voy a desmayar si no puedo descansar pronto. "Sólo tengo que irme. Alguien me está esperando fuera." Suavicé.

"No puedo ver a nadie." Jack sonrió y suavemente colocó su mano en mi hombro. Me estremecí y mis músculos se tensaron. Era tan suave, a diferencia del chico de pelo rizado con el que he estado viviendo, pero todavía sentía miedo cuando alguien me tocaba. Paranoia y todo. "Debes descansar hasta que llegue." Me mordí la lengua y miré afuera. Él no estaba aquí. Probablemente todavía caminando hasta el coche. Asentí con la cabeza educadamente, siguiéndolo hacia un pasillo que tenía calzado. Había unas cuantas sillas con un cojín y me senté en una.

"¿Quieres un poco de agua?" Jack preguntó lentamente, apuntando a una máquina. Asentí en silencio y miraba mientras tomaba un vaso de plástico y sacudió una palanca hacia arriba, el agua al instante virtiéndose en el vaso.

Mi mente estaba corriendo aún en blanco al mismo tiempo. Seguí mirando hacia afuera, con miedo de que Harry saliese de la nada con un arma. Él no es tan estúpido como para hacer eso, pero él va a matar a alguien. Lo más espantoso es que va a ser por mi culpa.

"Aquí tienes." Jack me dio vaso lleno de agua. "¿Quienquiera que sea volvió ya?"

"No." Respiré y me llevé el vaso a los labios. "Afortunadamente". Me aseguré de susurrar esa parte.

Los labios de Jack se torcieron en una sonrisa sin humor y sus ojos se perdieron en sus dedos. "Así que, ¿estás bien? Todavía no puedo ver tu cara, así que no sé lo que estás pensando." Dejó escapar una risita al final de su pregunta y se mordió los labios.

"Creo que sí." Me encogí de hombros y levanté la cabeza hacia atrás para tomar grandes tragos de agua. Me ayudó mucho. Lamentablemente, sin embargo, ayudó demasiado. Yo estaba tan interesada en una maldita taza de agua que no me di cuenta de que mi capucha cayó hacia atrás sobre mi espalda.

Oí a Jack jadear. Mis ojos se agrandaron cuando se me cayó el vaso sobre la alfombra.

"¡Tú!" Jack gritó en un susurro. "Oh, Dios mío, ¿Evelyn?"

"¡Jack, por favor, cállate!" Le supliqué, tirando la capucha sobre mi cabeza. Esto no puede estar pasando. ¡No ahora, no aquí!

"¡Ahora estás a salvo, está bien!" Jack instó rápidamente. "Quédate ahí. ¡Seguridad!" Me cubrí el rostro en señal de frustración. No. No.

"¡Seguridad!" Jack gritó, corriendo detrás del mostrador y a través de una puerta. Mis ojos se movían por todas partes en busca de escape. Todos los clientes de la tienda me estaban mirando, confusos.

Siempre estaré vigilando....

¡Corre Evelyn, corre!

Negué con la cabeza y sali corriendo por el pasillo. Oí a Jack gritar ¡Hey! pero no le hice caso. Los dos chicos que vi que se volvían estaban de pie delante de la puerta. Oí pasos muy por detrás de mí, pero yo seguí corriendo.

"¡Paradla!" Jack gritó a los otros chicos. Ellos parpadearon con sorpresa y me observaron mientras presionaba contra la puerta. Libre. Tengo que seguir corriendo.

Un brazo agarró la parte posterior de la chaqueta que llevaba y me tiró hacia el interior. Di un grito ahogado y una patada a uno de los muchachos en la espinilla. Él gimió y apretó la mandíbula, pero me cogió por la cintura, nunca dejándome ir. Me volví y vi a Jack estando lejos y un oficial de policía corriendo para alcanzarnos.

"¡No, no, no!" Grité y empujé tan fuerte como pude. Llevé mi mano a la mejilla del chico y le pegué tan fuerte como pude. El agarre en mí se aflojó y luego me abandonó. Inmediatamente me precipité fuera, el aire caliente soplando en mi cara. La capucha cayó hacia atrás, dejando al descubierto mi cara a todo el mundo. Oí un chillido de una mujer y tuvo que esquivar a un par de personas que trataron de agarrarme. Mucha gente se quedó mirandome con asombro o sorpresa, demasiado sorprendida para moverse.

Me faltaba el aire. Corría por las calles con mi cara descubierta revelando mi identidad. Mucha gente me reconoció, sobre todo porque probablemente sabían que mi drama del secuestro tenía algo que ver con la primera y única persona más odiada en el planeta, Harry Styles.

"¡Deténgase!" Un oficial soplaba con dureza un silbato, llevando la atención de todos a la adolescente fugitiva... Hablando de eso, ¿tal vez ellos pensaron que me escapé? Tal vez por eso me tratan como si yo fuera una jodida criminal, persiguiéndome por las calles.

"¡No te haremos daño!" Quizás no. "¡Te ordeno que dejes correr!" El oficial estaba lejos de mí, pero fue recuperando terreno lentamente. He estado corriendo en la dirección opuesta a la que Harry fue por lo que no hay posibilidad de que él fuese capaz de ayudarme. Mis piernas estaban muy débiles, se sentía como si hubiera colapsado. Mi pecho subía y bajaba a un ritmo alarmante. Probablemente me he dado más de veinte golpes porque sigo tropezando con la gente.

El sonido de la sirena del vehículo de los policías derivó en mis oídos, fuerte y claro. Las luces rojas y azules deslumbraban en las paredes de los edificios. Algunas personas gritaban y corrían fuera de la carretera, ahora todos acurrucados en los caminos mientras que yo sólo estaba corriendo en la carretera. Me volví en una esquina y corri a través de las familias que me miraban. A través de los cristales de las ventanas de los restaurantes, la gente se asomaba ante la solitaria Evelyn Bale que atraviesa la ciudad de Londres.

Harry, ¿dónde estás?

"¡Fuera de mi camino! ¡Fuera de mi camino!" Oí a algunos policías gritando por lo que el coche podría alcanzarme. Las mujeres gritaban y agarraban a sus hijos. Todo esto está sucediendo por mi culpa. Esto está ocurriendo demasiado rápido. Esto no debería estar sucediendo en absoluto.

"¡Se dirige hacia la estación!" -gritó alguien detrás de mí.

Me di la vuelta para echar un vistazo si estaban cerca de mí, y vi a tres coches de policía y cerca de seis hombres de pie. Uno de ellos apuntándome con un arma.

Oí un ruido chirriante y me detuve en seco sólo para ver un auto yendo a toda velocidad hacia mí. El dolor estalló en todo mi cuerpo cuando chocó contra mí. Me caí al suelo con un grito hasta que la oscuridad inundó mi vista.

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Realmente espero que os haya gustado este capítulo, creo que fue ¿divertido de escribir? ¿Qué crees que Harry va a hacer? No fue culpa de Evelyn, así que, ¿pensáis que va a estar enfadado? ¿Crees que alguna vez va a volver? Quiero decir, cada historia tiene un final feliz...

Por cierto, ¿cómo encontrásteis esta historia? ¿Un/a amigo/a os lo recomendó? ¿tus amig@s leen esto? ¿Lees esta historia porque...? Bueno, decidmelo.

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