Capítulo 23.
Harry se echó hacia atrás con un gemido y él miró el vendaje en su cintura. El centro ya estaba empapado de sangre y por el aspecto de la cara de Harry, dolía mucho. El alcohol estaba probablemente empeorando las cosas.
"Necesito... ayuda." Harry gruñó mientras se enderezaba en su asiento. Asentí con la cabeza, todavía sorprendida de que yo realmente salvé la vida de alguien.
Sí, y vas y pones al mundo en más peligro, mi voz me regañó interiormente, pero empujé esos pensamientos a un lado.
"¿Puedes c-conducir? Preguntó Harry. Su voz estaba más rasposa de lo habitual y había una falta de brillo extraño en sus ojos. Bueno, obviamente. Casi muere. Pero su piel estaba todavía de un color blanco tiza.
"Si." Respiré y miré a mi alrededor en el coche. Yo no estaba muy segura acerca de la conducción de un coche de ocho plazas. Puede ser más difícil -estuve conduciendo algunos coches pequeños. Y yo no tengo coche propio, así que apenas conducía. Pero me tragué mi nerviosismo porque Harry aún no había salido de esta situación.
Abrí la puerta del coche y sali del vehículo. Harry me siguió, y tan pronto como dejó el coche, él se toprezó conmigo. Lo cogí rápidamente y eché el brazo débil sobre mis hombros, ayudándole para que se subiera en el lado del pasajero para que yo pudiera conducir. Al mismo tiempo, sentí el corazón de Harry golpear contra mí, y su torso desnudo eestaba frío y pálido. Su respiración también era pesado y tosco.
Harry se desplomó en su asiento y echó la cabeza hacia atrás. Cerré la puerta y corrí alrededor del coche, aún sintiendo la preocupación en mis pulmones porque tal vez conduzca como una maniática. Tenía que inclinarme hacia abajo y busqué las llaves en la oscuridad porque las tiré al suelo desde que estaba en un apuro.
Una vez que mis dedos temblorosos se cerraron alrededor de algo duro y frío, la cogí y metí la llave en el contacto. El coche rugió y sentí un grito en la garganta. Yo estaba sorprendida.
Volví la cabeza con cautela para mirar a Harry, que tenía su teléfono en la mano.
Harry's P.O.V
"¿Evelyn?" Una voz dijo en el otro lado del teléfono, y fruncí el ceño, preguntándome por qué Louis pensaría que soy Evelyn.
"Louis". Me atraganté, presionando mi mano en la herida para detener la hemorragia. El alcohol escocía por lo apreté la mandíbula por no gritar. "Soy yo-"
"¡Dios mío!" Louis respiraba en el otro extremo. Su voz era débil, como si moviera el teléfono lejos de la boca para hablar con alguien más. "¡Chicos! ¡Ella lo hizo!" Oí a alguien gritar de alegría en el fondo antes de que Louis hablara, "Amigo, ¿cómo lo llevas? ¿Estás bien?"
"Voy a vivir." Gemí, quitando mi mano por un minuto. Esto jodidamente mataba. El coche se sacudió hacia delante lentamente, y estiré el cuello para ver a Evelyn mordiéndose el labio mientras lentamente apretaba el volante. "¿D-dónde estás ahora?"
"Estamos en la armería de Zayn en caso de que algún policía decidiera seguirnos." Louis dijo en el otro extremo. "Nadie se presentó, pero estamos pensando en alojarnos aquí. Pero esas dos chicas no se quedan quietas y siguen llorando. Bueno, una de ellas está llorando ahora."
"¿Una?" Tosí, incorporándome un poco -ignorando el dolor en mi parte frontal inferior. "¿Quiénes son? Obvioamente yo-" Empecé a toser de nuevo, "-no pude preguntar donde estaban ellas a-antes."
Yo, básicamente, podía oír la sonrisa de Louis. "¡Hemos encontrado a la compañera de Liam!" Louis empezó a aplaudir, y oí a Niall reír detrás. "Pero la otra no pertenecía a ninguno de nosotros, así que la matamos."
El aliento de Evelyn se quedó enganchado en su garganta, pero no sentí nada. "¿Por qué la mataste?" Le pregunté, manteniendo mi mirada en la chica conduciendo mi coche. Yo sabía por qué la mató, pero Evelyn probablemente no, y teniendo en cuenta el hecho de que podía oír a Louis hablando por teléfono, yo quería que ella lo supiera.
"¿Qué quieres decir con '¿por qué?'?" Louis resopló. "Ella no era una de nosotros y ha visto demasiado. Ella sabe cómo somos."
Yo asentí de acuerdo, pero me di cuenta Louis no podía verme: "Supongo que tienes razón."
Evelyn estaba conduciendo muy despacio, pero yo no podía culparla. Este coche es rápido, es por eso que lo compré; para escapar de la policía. Ella giró en una ciudad familiar donde un puente llevaba los vehículos a la ciudad. Era como una comunidad masiva. La gente y los turistas venían aquí. Con el fin de llegar a mi casa, tuvimos que cortar por aquí.
"¿Dónde está la chica?" Cuestioné y sentí a Evelyn ponerse rígida. La ignoré y palmeé mi herida, manteniendo mi respiración constante. Casi podía sentir la sangre manando fuera. Todavía recuerdo cómo la hoja estaba en mí.
Me estremecí ante la idea.
"En la parte de atrás. Ella va a vivir con Liam a partir de ahora." Sonaba como si Louis estuviera sonriendo, y yo rodé mis ojos.
Chico pervertido.
"Louis". Apreté, sintiéndome un poco mareado. "Necesito ayuda. ¿Debo ir allí, o qué?"
Todo a mi alrededor estaba un poco borroso y mi cabeza daba vueltas. Apreté mis ojos cerrados y me froté la sien.
"Ve al hospital más cercano." Dijo Louis. "Tienes que revisar si necesitas más sangre o no. Luego ve a casa a descansar un poco."
Nos intercambiamos despedidas y yo le indiqué a Evelyn la dirección al hospital de Gemma, y aunque estaba más allá de la tentación de visitarla -sabiendo que estaba en el mismo edificio que yo- Evelyn me arrastró a la sala de emergencias.
No podía quedarme de pie en condiciones por lo que, literalmente, me arrastró a la sala de emergencia, mi brazo alrededor de sus hombros delicados. Hice todo lo posible para quitarle la mayor parte de mi peso de encima hasta que los latidos de mi cadera se hicieron insoportables.
"Evelyn". Gruñí cuando yo le impedí que siguiera caminando. Se volvió hacia mí, sus ojos grandes mirándome con recelo.
La entrada de emergencia estaba a sólo tres metros de mí, hasta que todo se volvió oscuro. Círculos negros empezaron a tapar mi vista.
Oí a Evelyn murmurar algo antes de que me dejara suavemente apoyado contra un pilar grueso que sostenía el edificio del hospital. Cada vez que mi corazón latía, mi vista estaba peor. Sentí que mis ojos caían con fuerza, sintiendo el peso en los párpados. Negué con la cabeza, pero eso sólo lo hizo peor.
Todo era tan dramático. Miré a mi semidesnudo cuerpo, sólo para ver el trapo en mi cintura, empapado con los latidos de mi corazón en mis oídos. La sangre goteaba por mi lado, y le apreté la mano a ella, gruñendo por el horrible dolor.
Por una fracción de segundo, todo se volvió negro, y no pude equilibrar mi propio cuerpo.
Evelyn's P.O.V
"¡Ayuda! ¡Alguien que me ayude!" Lloré, entrando a través de las puertas. Un médico, que tenía esos parches que cubren la boca y un gorro en la cabeza azul de plástico, dio la espalda al niño que estaba revisando el latido del corazón de y me miró. Se enderezó cuando él me vio y vino corriendo
"¡Mi amigo está herido! ¡Está afuera y va a desmayar! Necesitamos ayuda-" Le rogué, tratando de estar lo más tranquila posible.
El médico llamó a algunas personas, y pronto, la mitad de una docena de médicos se apresuraron con una cama y se quedaron afuera. Los seguí.
Traté de calmarme, ya que, hasta ahora, nada demasiado terrible estaba sucediendo. Pero cuando vi a Harry en el frío suelo de cemento con los ojos cerrados, le grité y extendí la mano para él. Una enfermera rubia joven se apresuró a tirar de mí hacia atrás, y me di cuenta de que estaba exagerando.
Me sorbí, dándome cuenta de que estaba a punto de llorar. Una vez más. Y miraba, sin poder hacer nada, ya que bajaron el respaldo de la camilla y ayudaron a un Harry inconsciente a tumbarse en la misma.
"¿Es tu amigo?" Me di la vuelta para hacer frente a la misma enfermera rubia que se me quedó mirando con cautela. Yo apreté los labios y observé a las personas llevando a Harry dentro antes de responderle.
"Compañero." Dije simplemente.
Otra mujer estaba junto a ella, salvo que ella vestía el uniforme de las fuerzas armadas británicas.
"Hola, señorita, soy la oficial May." ella sonrió con fuerza. "¿Puedo preguntar qué pasó aquí?" La mujer preguntó cortésmente pero con firmeza, con la mano en su arma -por alguna razón.
"Estábamos en el carnaval que sufrió una emboscada." Dije fríamente, recordando cómo muchos agentes de policía perdieron la vida. Debieron haber tenido las familias y todo. "H-... Henry fue apuñalado por uno de los asesinos." Terminé, recordando que Harry siempre venía a este hospital conocido como Henry.
La enfermera se fue cuando un recepcionista le llamó, pero la oficial siguió mirándome con ojos oscuros. Ella sacudió la cabeza mirando hacia el edificio del hospital lentamente. "Deberías entrar. Descansa un poco."
"¿Qué hora es?"
"Las dos y media." ella dijo. (a/n: recordad que Harry y Evelyn salieron de la casa de Harry al anochecer por motivos de seguridad para que no descubrieran a Evelyn, así que no empecéis con eso de "la va a reconocer", porque no. Se supone que se refiere a las dos y media de la mañana.)
La enfermera volvió con una manta, que ella puso alrededor de mis hombros, y me entregó una botella de agua.
"¿Te hicieron daño?" la oficial me preguntó mientras ella me acompañaba hasta el edificio blanco.
Negué con la cabeza, empezando con una mentira. "Un par de guardias de seguridad me llevaron a un lugar seguro. Pero, Henry no podía..."
Ella sacudió la cabeza con eufemismo. "Estoy segura de que estás sana, pero aún así deberías tener una revisión rápida. ¡Tu amigo sufre una lesión grave, por lo que puede estar aquí por mucho tiempo! A menos que yo podría llamar a un taxi si quieres irte."
"No, me gustaría quedarme aquí, gracias." Le lancé una sonrisa sombría mientras las puertas correderas se cerraron detrás de mí. El enfermero me llevó a una habitación vacía y me senté en la cama mientras otro médico al azar comprobó mi ritmo cardíaco y el nivel de la sangre.
-
"Miss Smale." una voz suave murmuró mi nombre falso a mi lado mientras mis ojos se abrieron de golpe. "Buenos días, señorita ¿Cómo ha dormido?" La rubia doctora sonrió mientras me sentaba en la cama del hospital.
Terrible. "Estoy bien." Gruñí, sentada en mi asiento mientras me frotaba los ojos. "¿Cómo está Henry?"
La sonrisa compadecida que me dio la enfermera dulce me dijo que no era una buena noticia. Y la oficial de policía de ayer, estaba de pie detrás de ella con el ceño fruncido, eso me decía que algo estaba mal.
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