🐾7🐾
Los días habían pasado, las peleas habían cesado, la casa estaba fría, tenía su alegría al igual que sus momentos de oscuridad.
Noriaki miraba en el patio las flores de cerezo que caían al cesped, otras caían sobre la pequeña laguna de la fuente que había en el centro del patio, llenaba su cabeza de pensamientos ¿Jotaro lo perdonaría?, cuando el mayor pedía que se dejará revisar sin oponerse, este obedecía obteniendo algún premio o regalo, sus orejas habían salido completamente al igual que su cola, la cual llegaba a sus rodillas, por una parte estaba contento de no haber muerto al haberse inyectado esa sustancia.
Una mariposa se había posado en su rodilla moviendo sus alas, Kakyoin empezó a pensar en el JoJo, sus ojos, su voz, la forma en que lo abrazaba al dormir, si pedía un capricho el se lo concedía, una sonrisa y un suspiro salieron de el ¿estoy sintiendo algo por Jotaro?, ¿mi amigo de años?, esa y varias preguntas invadían su mente.
Debía hacer algo para pedirle disculpas y hablar con el, con cuidado a la vez que acomodaba la playera que Jotaro le puso, camino a la cocina dispuesto a preparar un té.
Estando en la cocina puso la tetera en el fuego con el agua dentro, buscando una bandeja, tazas, azucarera, leche y unos bocadillos esperando agradar a Jotaro.
Espero el momento en que la tetera hiciera ruido se quedo acomodando su cabello jugando con sus orejas, era extraño sentirlas, aun así se había acostumbrado a ellas.
-Creo que ya esta -
poniendo el agua caliente en otra tetera, tomando la bandeja se fue a la oficina del mayor tocando la puerta de manera suave
-¿Puedo pasar?.
JoJo levantó la vista del libro que leía hacia la entrada del cuarto, se le pasó por la cabeza la pregunta de qué estupideces se le habrían ocurrido a Kakyoin para venir esta vez a perturbar su tranquilidad.
-Pasa, está abierto -
exclamó con una expresión de indiferencia volviendo la vista hacia las páginas.
La mirada de Kakyoin se lleno de felicidad, entrando a la oficina, dejando la bandeja frente al mayor.
-Te prepare un té, haz estado muy estresado y... bueno, un té, no te haría mal - dijo dándole una pequeña sonrisa.
El mayor volteó hacia su amigo para mirarlo levantando una ceja con duda, luego relajó un poco la expresión al ver la sinceridad con la que tenía ese detalle con él.
-Gracias, eres muy amable Kakyoin. ¿Tienes un minuto para sentarte conmigo y hablar de algo? -
Señaló la silla del otro lado del escritorio frente a él.
Rápidamente miro la silla, volviendo la vista al mayor para después asentir con la cabeza
-Si, lo tengo -
se acomodo en la silla pensando en todas las travesuras que había hecho, todas las veces que trato mal a Jotaro, su mente empezó a sacar conclusiones apresuradas
-Dime, ¿de que quieres hablar?.
-¿Debo suponer que le diste mi número a tu representante? Porque hoy por la madrugada, a eso de las cuatro, recibí una llamada de él que me decía un poco desesperado si yo era el señor Kujo, ya que mi amigo Kakyoin le había dejado mi celular y como no respondías en tu casa me llamaba a mí -
Apoyó los codos en la mesa y entrelazó los dedos mirando al pelirrojo chico.
-Parece que no sabe que hay como catorce horas de diferencia entre allá y acá...
-Si, se lo dí, recuerda que ya pasó el tiempo de mis vacaciones y ahora ha de estar preocupado de que no vuelvo - abrazo sus rodillas mirando a Jotaro con temor.
-No se como decirle... Lo que me paso, perdón si eso te puso de mal humor JoJo.
-Bueno, yo solamente le dije que estás vivo, y que le llamarías luego para hablar con él -
Decía encogiéndose de hombros sabiendo que podría haberle dicho a ese tipo algo mejor.
-Vas a tener que pensar en algo, no te recomendaría que te escondas de tu vida en Estados Unidos, sino ingeniar algo que te ayude a solucionar este problema.
-Cómo dije, perdón por haberle dado tu numero, fue la única opción que vi... - jugaba nerviosamente con sus dedos pensando en alguna excusa hasta al fin agregar.
-¡Diré que me case!.
-¿Sí? ¿Con quién? Dudo que en un par de días te puedas conseguir una novia-
hablaba Jotaro mirando la taza de té en su mano, luego se le vino una idea tonta a la mente
-Tengo un amigo francés que te puede conseguir una prosti...
Callando lo que su amigo le decía respondió.
-¿Quien querría a un hombre con complejo de gato?, solo falta que esto me de fertilidad y de a luz hijos... -
Su molestia se podía notar claramente en su cara teniendo un puchero demasiado adorable.
El pensamiento de Kakyoin embarazado hizo a JoJo abrir los ojos de la impresión, simplemente era algo muy extraño, pero esa idea impulsada por otras cosas en su mente que no quería admitir le generaba la necesidad de corroborarlo.
-Deberías... deberías tal vez entonces ir con un gigoló y comprobarlo - bromeó haciendo un gesto con las manos simulando la penetración.
-¡¡Jotaro!! - su rostro paso de ser blanco a rojo de la vergüenza.
-Preferiría que fueras tu a un gigoló - término diciendo en voz alta cubriéndose la cara con sus manos.
-Aaahhh... No debí... Lo siento... Yo... olvida lo que dije.
-Bueno, hace tiempo que no... lo hago con alguien - se dibujó una leve sonrisa divertida en su rostro tirando la cabeza hacia atrás para mirar al techo, pero de inmediato negó dejando la broma de lado.
-Lo que quería preguntarte - queriendo quitar la incomodidad del momento miro de manera fija los ojos del mayor -Perdóname todos los berrinches y todo lo que te dije.. - retomó tomando aire.
- Pero... ¿Por qué eres tan bueno conmigo?
A pesar de todo lo que te he hecho.
-Porque eres mi amigo y lo que te sucede es mi responsabilidad - respondió con bastante seriedad volviendo a mirar a Kakyoin, aunque en realidad no sabía si sólo era esa la razón.
-Gracias por disculparte, lo aprecio.
-Jotaro, ¿por que me abrazas cuando duermo?, ¿soy bastante cómodo para abrazar? -
ladeó la cabeza mirando al mayor con bastante duda, tenía una y mil preguntas sobre el.
-Es sólo... un impulso al dormir en la misma cama con alguien, cuando dormía con Josuke también lo abrazaba -
Dijo manteniendo la vista sobre los ojos violetas de Kakyoin, luego tragó saliva esperando que eso fuera todo.
-Bueno - movió los hombros de manera desinteresada teniendo la vista fija en el mayor.
-¿es normal que por momentos aferres tu agarre?.
-Tal vez... - sólo susurró apretando la mandíbula con una expresión de duda, sin saber hasta dónde querría llegar Kakyoin pero no queriendo preguntarle -¿Necesitas algo más?
-Te lo decía porque ayer me abrazaste demasiado fuerte y dijiste unas palabras -
Espero otra respuesta del mayor mirando de manera apenada por lo que decía.
-Sé que mi fuerza a veces puede ser desmedida y que en ocasiones hablo mientras duermo, pero si te estrujé demasiado y te murmuré la lista de compras te pido disculpas -
Dijo tan seriamente que no parecería que en realidad bromeaba, luego sacó de su bolsillo la caja de cigarrillos para llevarse uno a los labios.
-De igual manera ya puedes caminar, dudo que pase algo si vuelves a dormir en tu cuarto en lugar de en el mío.
-Te lo decía porque me gusta dormir contigo - Kakyoin no soportaba el humo del cigarrillo, aprendió a soportarlo con Jotaro. Su forma de responder le dolía en algunos aspectos, aun así era consciente de habérselo ganado.
JoJo levantó una ceja encendiendo el cigarro, luego expulsó largamente el humo hacia arriba antes de hablar.
-No tengo problema en que te quedes a dormir en mi cama si es lo que quieres - respondió pero de inmediato algo hizo clic en su mente y agregó.
-¿Qué fue lo que dije estando dormido?
Las mejillas de Kakyoin volvieron a enrojecer al tratar de recordar lo que había dicho Jotaro esa noche.
-Fue algo así... "No puedo dejarlo ir, pequeño felino serás mío por siempre" -
cubriendo su cara dentro de la playera mantenía el recuerdo de esa noche -
También acariciabas suavemente mi cabeza ganandote ronroneos por mi parte.
-Lo que uno dice en un estado de inconsciencia es lo que precisamente se piensa, pero estoy seguro de no pensar eso -
Aseguró aunque en realidad ni él mismo estaba seguro de lo que pasaba por su mente.
-Aunque conseguirme un nuevo gato no estaría mal.
-Que cruel eres Jotaro - término por levantarse llevándose la bandeja con las cosas.
-Si, si merezco que me digas eso por todo lo que te he dicho y hecho - mirándolo por sobre su hombro.
Jotaro se levantó del asiento para caminar hasta Kakyoin y detenerlo poniéndole una mano en el hombro antes de que cruzara la puerta, no permitiría que se vaya antes de que él ahora le contestara unas preguntas.
-¿Por qué tan a la defensiva? Sé que posiblemente yo debería estar muy enojado por tus actitudes, pero no es tan así, ¿por qué dices que soy cruel?
El tacto de la mano del mayor lleno de nerviosismo a Kakyoin manteniendo su postura.
-No estoy a la defensiva JoJo, solamente dije la verdad, me sorprende que no estas tan molesto conmigo, ¿por qué? -
se volteo mirando los ojos celestes de JoJo.
-No puedo culparte de comportarte así, no soy yo quien ve toda su vida desarmarse por los efectos tan drásticos de una sustancia que quién sabe cuánto podría durar -
Lo miraba fijo con el cigarrillo encendido en su otra mano y un tono de voz que trataba se ser sincero.
Kakyoin analizó las palabras suspirando en derrota agachando la cabeza.
-¿Estas seguro que es solo por eso?, ¿no hay nada más? -
dejo la bandeja en uno de los muebles del lugar cruzándose de brazos frente al mayor.
-¿Qué más podría haber que eso? - preguntó un poco más inquieto empezando a perder la paciencia, necesitaba que Kakyoin dijera lo que fuera que tenía en su mente.
Buscando las palabras correctas para decirlo, tomó el valor suficiente.
-Jotaro, ¿yo te gusto? -
término por decir volteando a ver a otro lado, por la respiración de JoJo sabía que empezaba a perder la paciencia.
La expresión del mayor cambió de una levemente molesta a otra de completa sorpresa, no sabía si se esperaba esa pregunta o no.
Se quedó unos largos instantes con una mano colocada con firmeza en el hombro de Kakyoin y fumando el cigarrillo hasta que éste al fin se terminó, entonces lo dejó en el cenicero para hablar titubeante.
-No... no lo sé.
Kakyoin puso su mano sobre la del mayor mirándolo detenidamente -¿Te... moleste con la pregunta? -
Logró decir temiendo haber creado un problema por tal pregunta.
-¿Estas bien?
-Kakyoin, últimamente la única maldita idea que pasaba por mi mente cuando te miraba es el sentir que durante todos nuestros años de amistad tuve ese cierto deseo hacia ti - hablaba desviando la mirada por la habitación sin saber siquiera por qué estaba diciéndole absolutamente todo lo que dijo que no le diría, entonces acercó su mano libre hacia su cabello rojizo para darle un ligero toque a sus orejas felinas.
-Pero ahora, viéndote como mi fetiche convertido en realidad no puedo evitar pensar que... no sé si lo que tengo es solamente una inclinación por tu cuerpo sino también por ti.
Palideció rápidamente al escuchar cada palabra, no se esperaba una declaración así de fuerte por parte de Jotaro.
-¿Fetiche?, ¿Tienes un fetiche... Y lo volví realidad? -
término por apoyarse en la pared tratando de digerir todo sin ver al mayor -Todo el tiempo... ¿y no me dijiste?, ¿inclinación a mi cuerpo o yo? -Miles de preguntas volvían azotando la mente de Kakyoin.
-Suena mal viniendo de un veterinario, pero tengo cierto fetiche por los... gatos - admitió mirando de reojo la peluda cola de Kakyoin que salía por debajo de su larga camiseta por entre sus blancas piernas.
-Sabía que si te decía correría el riesgo de que, una vez más, no creyeras en mi palabra de que no te haría daño. Lo siento, pero es la verdad.
-Oh cielos, ¿como es que... supiste que lo tienes? O más bien... ¿como sabes que te gusta? - preguntó poniéndole una mano en el hombro viendo los ojos del mayor con bastante duda, si bien habían pasado demasiados problemas como para hacer más, esperando la respuesta retiro la gorra blanca poniendosela.
-Porno, viendo a lindos chicos pasivos vestidos de gato tocándose frente a una cámara - se le escapó una leve sonrisa y de forma inusual en él se le notaba la pena que sentía al decir eso -Aunque...
Kakyoin hizo señas de que continuará con su explicación, su sonrojo no se hizo esperar de nueva cuenta -¿Además...? Vamos continúa - tenía en mente si tentarlo o no, corría peligro si lo hacía, aun así valía la pena el intentarlo.
Jotaro suspiró antes de con franqueza y claridad, aunque temía que tal vez a su amigo le ofendiera lo que diría, pero simplemente lo dijo.
-Pero además la primera vez que noté tu cola tan larga, tus orejas sobresalir de entre tu cabello, incluso tus colmillos al sonreír... tuve una erección por mil pensamientos que pasaron por mi mente.
La cola de Kakyoin se esponjo al igual que sus orejas se volvían puntiagudas, sin poder procesar lo que había dicho el mayor -¿como... Es que...? - tomando su cabeza tratando de calmar sus nervios -Bien bien... Aquí no paso nada... - se dio media vuelta saliendo de la oficina tratando de sonar y actuar lo más cortes.
-Kakyoin, solo... quiero que sepas que yo nunca te haría daño - lo seguía caminando cerca de él, entonces en un intento de detenerlo le tomó ligeramente de la muñeca con desesperación de que le contestara algo.
Sin importarle lo que le dijera siseo al momento que tomaron su muñeca dejando ir un arañazo en el pecho de Jotaro, no dudo en mostrar los colmillos dando a entender que lo dejara en paz, su cola esponjada al igual que sus orejas estaban abajo.
Sin decir nada se soltó del agarre del mayor corriendo a su habitación para encerrarse dejándolo ahí en el pasillo mirando como se alejaba rápidamente hasta encerrarse en su habitación.
-Kakyoin...
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