Richie se dirigía hacia la casa de Bill. Se dirigía allí por varios motivos. El primero, porque le habían invitado—aunque aún así habría ido igual, pues los padres de Bill habían salido—, el segundo, porque iban todos los perdedores, y el tercero porque iban a  jugar al mejor juego de la historia, ''yo nunca nunca...'' Había un cuarto motivo, ese motivo que Richie no se atrevía a aceptar. Ese motivo era Eddie.

Él, había propuesto el juego, claro. 

''Quien lo hubiera propuesto si no''

Nadie. Porque nadie más quería jugar a ese tipo de juegos. Richie era el único— o eso parecía— que ya no quería jugar a cosas de niños. El único que había dejado el pasado atrás.

''El único que había crecido''

Lo había preparado todo. El jugar esa estupidez de ''yo nunca nunca'' jamás le había parecido tan atractivo. Pero, maldita sea, él quería—necesitaba—saber más cosas sobre Eddie. A pesar de ser un puto bocazas, no se atrevía a preguntar nada, porque, demonios, ese maldito enano que lo hacía pensar que le iba a dar un paro cardiaco todo el puto rato lo hacía ablandarse, debilitarse. 

Y es que cuando Eddie estaba cerca de Richie, este, vivía en un estado de paro cardiaco. Aunque solo estuviera cerca unos minutos, y apenas a unos metros, le volvía loco.

''Maldito Eddie, malditos medicamentos, maldito inhalador, te dieron superpoderes''

Cuando llegó a la casa de Bill, entro por su garaje. Vio que era el último, pero no se sorprendió, al contrario, entro con una gran sonrisa en la cara. Siempre llegaba el último. Aunque ese día, se había esforzado en intentar llegar a tiempo, había fracasado. 

''No todo puede salir perfecto...¿O sí?''

—A-a-l fin l-llegas—dijo Bill, levantándose de su asiento. Con ese puto tartamudeo casi nadie lo tomaba en serio. Solo el, y los demás perdedores. Porque Bill era algo así como

''el líder''

el que tenía las ideas, el que sabía que hacer. Tenían 17 años, y aún continuaba con ese tartamudeo, ese tartamudeo que lo hacía pertenecer al club de los perdedores.

Todos estaban sentados en el círculo, esperándolo. Solo había un hueco para el, en frente de  Eddie. Esa noche habían traído alcohol para el juego, como Richie les había pedido. Eddie estaba sentado, mirando fijamente el alcohol.

—Mi madre me matará si sabe que he bebido alcohol, ella sabe todo lo que hago, y además, el alcohol es malo para la salud...

—Eddie, hemos venido para divertirnos—dijo Stan interrumpiéndole—. Olvídate de eso.

—Si, Eddie—dijo Richie— venga empecemos.

—¿Quién empieza?—preguntó Bev sonriendo

—Yo—dijo Stan, y todos lo miramos confundidos—¿Qué? Solo quiero...

—Que si venga empieza—interrumpió Richie impaciente—Es que quiero chisme

—¿Cómo las viejas chismosas?—pregunto Eddie conteniéndose la risa

''Se ve hermoso''

—Si como tu madre— dijo Richie, y esa sonrisa que se le había puesto en la cara a Eddie, desapareció, y con ese mínimo detalle, Richie, odió cada parte de el mismo.

''Maldita bocaza''

—Bueno, ¿empiezo?— nos pregunto Stan

—Si venga— dijo Mike

—Yo nunca nunca me he liado con un mayor de edad—dijo Stan. Solo Beverly bebió.

—P-pero b-b-bueno

—Si, Bev, ¿Qué te ha pasado?, Por fin has madurado?

—Beep Beep Richie— le respondió Beverly

—¡Me toca!— anunció el de gafas—. Yo nunca nunca me he enamorado de un hombre

Y dicho esto, Richie pensaba que el y Bev, eran los únicos que iban a beber, pero se llevó una gran sorpresa. Stan, Bill y Eddie también bebieron.

—¿Bill? ¿Stan?— dijo Ben

—Haber...C-creo q-q-que tenemos que con-t-tarselo, Stan

—Yo, eh...

—Stan y y-yo est-tamos s-s-saliendo

—¿QUÉ?—Dijeron todos al unísono. Todos menos Beverly

—Ya lo sabía— nos dijo ella, y sonrió

— ¿Y t-tu, Eddie?

—Eh...Pues yo...A mi me gusta...

—Suéltalo ya Eddie— dijo Richie, estaba deseando saber más cosas de

''Eddie''

los demás

—Vale, pero no diré si me sigue gustando o me gustaba antes

—Ok tu solo dilo— dijo Mike

—QuienmegustaesRichie— declaro Eddie super rápido, aún así, todos lo entendimos.

—Que idiota eres Eddie, has dicho claramente ''Quien me gusta es Richie''— dijo Bev sonriendo. Los demás estallaron a carcajadas. Todos menos Richie. El había quedado atónito ante la declaración de el pequeño.

—¿E-enserio, Eds?— le preguntó el bocazas mientras los demás seguían riendo. 

—Si

—T-tu también me gustas

''Madre mía madre mía''

—¡Beso! ¡Beso! ¡Beso!— empezaron a gritar todos. Y entonces, Eddie, casi sin pensarlo, fue acercándose a el lentamente, hasta que le besó

''Es como volar''

Al separarse, Richie estaba rojo, y no podía casi hablar, fue Eddie quien rompió el silencio:

—¿Qué?, ¿No te ha gustado?— dijo este, pero lo que no sabía, es que Richie estaba gritando por dentro, dando saltos de alegría.

Pero aún así, Richie no podía pronunciar ninguna palabra. Estaba pasmado mirando la cara de Eddie, como si solo estuvieran ellos, solo Eddie y el.

—Bueno, por lo menos ya sabemos como hacerle callar— dijo Stan. Todos estaban riendo, hasta Richie soltó una risita.

—Claro que me ha gustado, Eddie Spaghetti, me ha encantado— dijo por fin Richie, y le volvió a besar.

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 Y recuerden, hablen por los codos, como Richie.

Salgan del closet, no se escondan en Narnia.

Apoyen #Fack por que es más real que yo.

Lean Reddie.

Y disfruten la vida

~𝕵𝖚𝖑𝖎𝖆 𝕲𝖗𝖆𝖟𝖊𝖗

~812 𝖕𝖆𝖑𝖆𝖇𝖗𝖆𝖘