Capítulo 21




El juez familiar se tomó más tiempo del que creyeron para revisar el caso. Le dio un par de largas alegando que un paciente psiquiátrico con el historial de Baekhyun no debería salir de una clínica y mucho menos contraer matrimonio. Fue la abogada de Chanyeol quien presentó un oficio por parte de la clínica donde se recomendaba el establecimiento de una relación para el paciente con alguien con quien encontró estabilidad y tranquilidad para llevar el tratamiento. Eso y el millón y medio de dólares que pagó Byun Jungseop para que el juez finalmente accediera a dar paso al traspaso de la tutela.

Tres días mas tarde, Chanyeol finalmente pudo regresar a la clínica. Iba a liberar a Baekhyun de ese infierno.

Al llegar esa mañana lo encontró sentado en el pasto frente a su habitación, solo, como era costumbre, y leyendo las páginas amarillentas de un libro. Avanzó a prisas y sin poder contenerse hasta que pudo sentarse a su lado.

—Regresaste —suspiró y sus ojos se llenaron de calor.

Chanyeol le tendió la hoja donde se otorgaba la tutela de Baekhyun completa y la libertad.

—¿Qué es esto?

—Léelo.

Baekhyun, sin embargo, leyó con poca atención todo lo que se decía. Ese día no estaba prestando especial atención a las cosas, y lo que hacía era saltarse muchas palabras y solo leer otras. Él mismo le daba el sentido a las páginas del libro que leía, uno muy tergiversado, en realidad. Así mismo hizo con la carta que trajo Chanyeol porque era larga y con muchas palabras embellecidas que no aportaban nada.

Seúl. Juez de la corte familiar. Libertad. Promesa. Matrimonio. Nombre de Park Chanyeol.

Un matrimonio.

«Chanyeol va a casarse», fue el primer pensamiento de Baekhyun. Su pecho se magullado recibió la tormentosa imagen de Chanyeol en el altar con otra persona. La monumental distancia que los separaría. Y entonces ya no volvería a ser cuidado por él, mimado por él, ni amado por él. El corazón de ese hombre tan bueno le pertenecería a alguien más.

¿Estaba siendo demasiado ambicioso?

—Te casarás —murmuró con pena, pero intentando con todo el corazón sentir alegría por Chanyeol.

«Al final madre tuvo razón. Ningún hombre se arriesgará jamás a pasar la vida a mi lado», resolvió con dolor.

Chanyeol vio a su patito tan entristecido y la situación le pareció cómica porque era obvio que Baekhyun no había leído la carta ni la había entendido. Estaba fabulando en esa alocada cabeza otra vez.

—Sí, voy a casarme —le dijo con una media sonrisa en su rostro tan galante. Baekhyun soltó un suave quejido—. Cariño, ¿por qué no lees la carta?

Baekhyun negó con la cabeza, encaprichado en no saber más del asunto incluso si estaba siendo cruel. Era su mecanismo de defensa en el momento.

—Entonces te diré de qué se trata. Me voy a casar con un muchacho que adoro con el alma. Voy a casarme contigo, patito, si me aceptas.

De la solapa de su saco negro sacó la caja aterciopelada de forma circular. Baekhyun perdió el aliento antes de incluso ver la sortija de vibrantes colores rojizos y blancuzcos.

—Esta no es una decisión al azar, Baekhyun, y no creas que es solo un mecanismo para sacarte de este lugar. Quiero cuidarte, cariño, y tener la certeza de que todos tus días sonríes y eres feliz.

» Incluso si suena extraño, te amo todavía más por tus rarezas que te hacen la criatura más bella del mundo. Porque nunca jamás habrá nadie como tú. Y había pensado en que llegado el momento me gustaría casarme contigo. Aunque creo que ese momento se adelantó un poco.

» También lo hago para ofrecerte una vida que mereces vivir. Una vez casados serás mi responsabilidad y podrías ser tratado por otros médicos lejos de aquí.

» Así que... por favor, cásate conmigo, patito que quiero hacerte feliz el resto de la vida.

Escuchó los sollozos de Baekhyun. Chanyeol tenía la sortija en la mano con la intención de calzarla en el dedo anular de la zurda del muchacho, pero no esperó ese llanto arrollador.

—¿Lo dices de verdad? ¿De verdad? —preguntó con la voz quebrada y dolorida—. Quieres casarte conmigo... con este chico tonto y loco... ¿De verdad?

—Sí, patito.

—... Nunca nadie me amó lo suficiente como para sacrificar su vida a mi lado —lloró y sus labios se empaparon de sus lágrimas que no sabía si eran de felicidad o de pena, quizás ambas—. Te prometo que seré bueno, que no causaré problemas y... Por favor, no te arrepientas nunca.

Chanyeol lo abrazó, dejándolo descansar contra su hombro y llorar aquello que no sabía que necesitaba sacar. Era todo el mal que le causó su familia.

—No, cariño. Quiero que causes todos los problemas que quieras y que seas tú, porque solo así podrás ser libre. Yo no voy a llevarte a otra cárcel, ¿sí? Y jamás voy a dejarte. Esto es para siempre.




***




El quince de julio Chanyeol lo llevó a que conociera a su familia. Aunque no le importaba tener o no el respaldo de sus padres o de sus hermanos, solo era una formalidad que tenía que afrontar. Sabía que todo ello podía salir mal. Su padre quizás se escandalizaría y vociferaría en contra de Baekhyun. Si eso llegaba a ocurrir, Chanyeol llevaría lejos a Baekhyun y de todas formas se casaría con él.

En la casa de los viejos Park se reunieron los dos hermanos de Chanyeol: Minji, la madre de Minho, y su hermano Jinki, cada uno con su extensa familia. De todos ellos, el único que no logró tener hijos fue Chanyeol con el repentino fallecimiento de su esposa.

El salón de la casa estaba lleno de personas que no conocía. Todas esas miradas se posaron sobre él cuando entraron y lo vieron tomado de la mano con Chanyeol. La aprensión en su corazón le impidió respirar. Se sintió mareado bajo ese escrutinio. Tal como cuando estaba en la clínica.

—Quiero presentarles a Baekhyun, mi prometido.

Solo sus padres y Minho sabían que se casaría. Para sus hermanos y el resto de la familia era una sorpresa difícil de digerir. Jinki miró de arriba abajo a Baekhyun como si no creyera que ese muchachito realmente fuera el prometido de su hermano. Y pareció todavía más escandalizado al reparar en lo joven que se veía.

—H-hola. Es un gusto conocerlos —saludó haciendo una reverencia en medio de ese silencio. Cuando se levantó no encontró miradas cálidas sino la estupefacción que lo incomodó todavía más.

—Es un niño —comentó Minji bajo un tono tenso.

—Tiene veinte años —respondió Chanyeol.

El patriarca de los Park dio un paso al frente, moviéndose hacia Baekhyun. Mantuvo el rostro serio y solo esos ojos oscuros se movieron sobre el muchacho, analizándolo de pies a cabeza, tal como hizo el resto de la familia.

—Así que tú eres... el muchacho.

Baekhyun sabía que Chanyeol ya les había comentado muchas cosas de él a sus padres, e incluso debieron ver el reporte de las noticias cuando fue buscado por la policía. Probablemente el resto de la familia también sabía de su enfermedad. Y Baekhyun tuvo miedo de ser rechazado por ese pequeño defecto en su cabeza.

—¿Es el chico loco de las noticias? —murmuró Jinki a su hermana, pero el silencio era tal que todos lo escucharon.

Los colores se subieron a Baekhyun.

Nunca era una buena señal ser llamado de esa forma, incluso si era cierto.

—¿Está loco? —jadeó Minji.

Baekhyun se mordisqueó los labios al pensar que nada estaba saliendo como Chanyeol había dicho. No estaba siendo del agrado de sus padres, y sus a hermanos tampoco parecía simpatizarles.

—Ellos serán tu familia de ahora en adelante —le había dicho en la mañana para calmar esos locos nervios.

Pero Baekhyun sabía que ellos eran la familia de Chanyeol, no la suya, y que, de hecho, nunca tendría una más allá de él.

—Se escapó del manicomio. La policía lo estuvo buscando —respondió el esposo de Minji, asustando todavía más a su esposa.

—... Yo... Yo tengo esquizofrenia —dijo con el temor plasmado en su voz—. No voy a ... no dañaría a nadie.

Chanyeol pasó su brazo rodeando el costado de Baekhyun, asegurándose de darle caricias para que dejara ese miedo atrás.

—¿Vas a casarte... con él?

—Sí, Minji. Baekhyun será mi esposo al final de mes.

—Pero..., eso sería-

—No he venido a pedirle el permiso a nadie y tampoco espero su aprobación. Solo se los informaba y creí que merecían conocerlo. Aunque creo que me equivoqué al traerlo con ustedes.

Baekhyun tomó una honda respiración y rogó al cielo para no derramar esas lágrimas que tenía en los ojos. Esa sería la gota que colmó el vaso.

«Está bien, está bien. Todo está bien», se repetía en la cabeza.

—Deberíamos hablarlo —replicó Minji—. Somos tu familia.

—Él es mi familia ahora.

—Yo puedo dejarte para que hables con ellos —susurró Baekhyun, mas no miró a Chanyeol—. Puedo salir al jardín.

—Yo te llevaré —se ofreció Minho—. Ven, Baek, te mostraré la propiedad.

Y solo cuando se fueron ese silencio acabó.

—¿Acaso enloqueciste? —refunfuñó su padre—. Ese muchacho debería estar encerrado en un manicomio, no casándose contigo.

—Eso tendrá repercusiones en las acciones de la empresa. ¡Todos nuestros accionistas creerán que perdiste el juicio si te casas con él!

—Yo no he pedido tu opinión sobre el tema, hermana.

—Chanyeol, recapacita un poco. ¿Qué clase de vida crees que puedes tener a lado de ese jovencito? —interrumpió su madre—. Serás más su enfermero que su esposo.

—Tenemos proyectos con inversores americanos. Si se enteran de esta tontería perderemos esos ingresos —volvió a quejarse Minji.

—Cuñado, creo que deberías solo dejar que se encarguen de él en una clínica muy lejos antes de hacer esta caridad.

—Ustedes me recuerdan a la familia de Baekhyun —masculló—. Sus padres lo encerraron en ese lugar cuando era un niño. Dejaron que los enfermeros lo lastimaran y lo violaran y jamás les importó. Lo abandonaron en un lugar donde nadie sabría de él y moriría solo.

» No puedo decir cuánto asco me dan ahora mismo.

—¡Chanyeol! —replicó su madre.

—Me voy a casar con él a final de mes, pero no espero que aparezcan en la ceremonia si van a despreciarlo. Y como no creo que sus pensamientos cambien, no volveré a esta casa.

—Chanyeol —llamó el viejo Park—. Hablemos.

—No voy a cambiar mi decisión, padre.

—Sígueme a mi despacho —pidió con más calma—. Y ustedes —replicó mirando a sus hijos—, cállense de una buena vez.




***




Las flores del jardín Baekhyun las reconoció. Eran rosas blancas y orquídeas rojas, algunas flores amarillas y unas enredaderas verdes que se pegaban a las paredes. Y la vista de la propiedad era realmente bella. Aunque no era tan grande, tenía un amplio patio para jugar deporte y una zona de barbacoa junto a una pequeña alberca.

Pero Baekhyun no reparó mucho en todo lo que había a su alrededor, solo en el pasto que pisaban sus pies mientras bordeaban la casa. Frente a un ventanal de cortinas a medio correr había un banquillo donde él y Minho se sentaron.

—Mis abuelos son algo tradicionales, pero son agradables —fue su primer comentario—. Confieso que cuando era niño no me agradaban mucho.

» Yo... sé que estás asustado. Ellos no supieron cómo reaccionar.

Eso era una mentira. Habían reaccionado con miedo y desprecio hacia él. Pero era, en realidad, una reacción normal. Aunque lo normal no dejaba de ser doloroso para Baekhyun.

—El tío Chanyeol lo solucionará. Y yo iré a su boda. No me la voy a perder.

—¿Y crees que es correcto?

—No me enemistaré con mis padres por ello. Pero mi tío es casi como mi hermano mayor, así que le aprecio mucho.

Baekhyun negó con la cabeza.

—¿Crees que es correcto que me case con él? Sus padres pueden tener razón. Él desperdiciaría su vida conmigo.

—Si ambos se aman, claro que está bien. Él cuidará de ti.

—Pero yo nunca podré cuidar de él —gimoteó—. No puedo ni siquiera cuidar de mí mismo.

—Eso no es cierto. Lo has hecho muy bien hasta ahora. Y ni siquiera tienes que preocuparte por eso. Mi tío te adora. Mereces esto.

No pudo contener más las lágrimas y solo cayeron sin parar, resbalándose por sus mejillas sonrosadas. Se acurrucó contra el pilar de junto a la banca, encogiéndose como si pudiera desaparecer.

—Entonces, vas a casarte.

Desde afuera, Minho y Baekhyun escucharon la voz del viejo Park dentro del despacho frente al que estaban.

—El muchacho... ¿Crees que puedas hacerlo? Permanecer a su lado el resto de la vida para cuidarlo.

—Es de lo que se trata el matrimonio, padre.

—En un matrimonio convencional, el cuidado es casi superficial. Pero en su caso será mucho más complicado porque pelearás contra una enfermedad que no tiene cura —insistió con calma—. ¿Estás seguro que no te cansarás un día de sus ataques y lo abandonarás?

» Hijo, solo quiero que entiendas lo que le estás prometiendo a ese muchacho. ¿Qué pasa si de pronto no quieres seguir a su lado porque lo que ocurre en su cabeza rebasa tus límites?

—No voy a abandonarlo, padre. Adoro a Baekhyun. Y esto no lo hago solo por él, porque yo puedo cuidarlo, sino por mí. He estado mucho tiempo solo desde que ella murió y solo Baekhyun pudo traerme de regreso. Él puede cuidar de mí y yo lo haré también.

» Puede que no sea siempre sencillo y puede que llegue a mi límite en algún momento, pero solo tendré que empujar esos límites un poco más allá. No dejaré que él vuelva a estar solo y encerrado en una clínica. Merece algo mejor que eso. Y yo puedo dárselo porque lo amo.

» Él me ha enseñado que a esa locura se la puede amar.

El viejo largó un suspiro profundo que de fondo incluso tuvo un silbido de esos atrofiados pulmones.

—Entonces tu madre y yo esperaremos esa invitación a la boda. Y trae al chico más a menudo a comer con nosotros. Tengo que acostumbrarme a que voy a tener otro hijo.

» Deja que yo maneje a tus hermanos. Hablaré con ellos. Y si no hay nada que hacer, tu chico todavía nos tendrá a tu madre y a mí. 

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