Sólo tenías que pedirlo
Atsushi y Osuya jugaban en el bosque mientras Akutagawa, Chuuya y Dazai seguían el camino y vigilaban a los menores, aun debían descubrir aquella transacción que Higuchi había armado, Atsushi se veía de nuevo bien, después del beso y los supresores, el albino se había levantado con fuerzas suficientes para una ronda de juegos con Osuya, pero no lograba ver al azabache, seguía avergonzado.
- Jinko - le llamo y Atsushi sintió como el escalofrió volvía
- No se llama Jinko, se llama At-su-shi – respondió Osuya molesto haciendo a Dazai reír
- Dime – respondió Atsushi
- Pasemos tiempo juntos a partir de ahora – afirmo el azabache
- Ah... - Atsushi iba a hablar pero se vio interrumpido por un abrazo fuerte de parte del menor
- Atsushi pasa tiempo conmigo, no contigo - volvió a hablar Osuya
- ¿perdón? – dijo el azabache molesto
- ¿Cómo son tan unidos? – pregunto Dazai a Chuuya
- Amh – pensó Chuuya unos minutos – larga historia
- Tengo tiempo – dijo Dazai
- Aamh...
- Chuuya cuéntame ¿Por qué Osuya conoce a Atsushi?
- ¿Recuerdas hace unos años te conté que hubo un día que perdí a Osuya en una misión?
- Aja
- Bueno, Atsushi lo encontró, era aún pequeño y vestía ropas rotas, creí que era un chico de la calle – menciono Chuuya – Osuya solo tenía 2 años pero no paraba de correr en ese pueblo
- ¿Cómo lo recuerda? – pregunto de nuevo Dazai
- Bueno, volví a perderlo hace poco – dijo Chuuya sin mirarlo a los ojos
- Lo creo de mi pero de ti – menciono molesto Dazai
- Osuya corre mucho y tengo muchos subordinados que manejar – se quejó el mafioso
- Pues déjamelo a mí – se quejó Dazai
- Quieren dejar de pelear – menciono Akutagawa
- El caso es que Atsushi y Osuya siempre se encuentran, incluso después de perderlo, a veces se ven en el parque y Osuya le pide jugar – menciono Chuuya mirando al albino
- Yo... n-no sabía que era su hijo hasta que Chuuya supo mi nombre – dijo Atsushi
- Después de que supe que era de la agencia le pedí que no dijera nada de Osuya pues – miro a su hijo aferrado al albino – Osuya nunca lo suelta – menciono algo irritado el pelinaranja
- También fue quien lo encontró cuando desapareció – menciono Dazai
- Claro que lo iba a encontrar – dijo Osuya confiado – porque Atsushi es mío
- ¿eh? – dijeron los cuatro adultos mirando al pequeño niño
Los mayores estaban molestos, Akutagawa quería que lo llevará el diablo, y Atsushi... bueno solo jugaba con Osuya en la agencia, había sido extraño recibir a ambos mafiosos pero tenían un trato en aquel momento, no era como si la agencia o la mafia tuvieran sus sedes en secreto de los otros, pues Dazai tenía suficiente información así como los agentes no se escondían.
Ougai Mori hizo su aparición y fue Elise quien salto hacia el albino y el pequeño Osuya para jugar
- Pues cuantos niños atraes – dijo Akutagawa molesto
- Elise-chan es agradecida por la vez que la salvaste chico tigre – dijo Mori sonriente. Chuuya y Akutagawa miraron molestos a Dazai
- Tengo que evitar que salve niños – dijo Dazai en susurros
- Tenemos un problema – dijo Fukuzawa mirando al líder de la mafia
- Me han informado, ¿hablamos?
- Hablemos, puedes seguirme
Los líderes habían ido a la oficina del peliblanco, mientras la agencia veía extrañada a Atsushi, sobre todo Yosano quien no dudo en acercarse
- Atsushi
- ¿si Yosano-san?
- ¿Cómo te recuperaste? – pregunto firme y frente a todos, Atsushi se había sonrojado
- Bueno, yo...
Osuya era un chico dotado de gran inteligencia, noto el problema rápidamente, era el mismo que sus padres, por eso solo hablo ideándoselas como su padre lo haría
- Lo bese – dijo Osuya confiado
- ¡¿eh?! – gritaron todos en un conjunto a excepción de Chuuya que estaba por darle algún tipo de paro cardiaco
Osuya no le costó ni reparo en vergüenza, abrazo a Atsushi del cuello y beso su mejilla – es porque Atsushi es mío – le dijo a Yosano haciendo al albino sonrojarse. Ahora Akutagawa quería matar a aquel pequeño niño
Yosano miro a Dazai y sonrio – tu hijo será un gran alfa
- Ni lo mencione Yosano-sensei – dijo Dazai algo temeroso por la mirada de Chuuya
A los minutos, Fukuzawa y Mori habían salido de la habitación, sonrieron a sus trabajadores respectivamente, con ello, Elise, Chuuya y Akutagawa se fueron con el jefe de la mafia mientras la agencia siguió con su trabajo.
Por la noche, todos se habían ido, solo quedaba Dazai, Osuya, Kunikida y Atsushi, Dazai llevaría a Atsushi a su casa y Kunikida cerraría las oficinas, en el camino, Dazai iba hablado con Osuya pero este le ignoraba por Atsushi. Aunque Atsushi no hablo hasta que doblaron en una esquina que no era
- Dazai-san ¿A dónde vamos? – pregunto el albino
- A mi casa – dijo Dazai – la que tengo con Chuuya
- En-entiendo
Caminando un rato más habían llegado a una casa tradicional y simple de un barrio tranquilo, un poco lujoso, pues necesitaban discreción, entraron en ella y Chuuya les esperaba, la verdad Atsushi se sorprendió de verlo con unos pantalones deportivos, una playera floja y un delantal mientras terminaba de preparar la cena
- ¡Mami~! – grito el pequeño para abrazar a Chuuya
- Bue-buenas noches – dijo Atsushi avergonzado
- Hola Atsushi – sonrió Chuuya y miro a Osuya - ¿Cómo te portaste?
- Bien – sonrió el pequeño – aprendí a dibujar un nuevo tipo de tigre
- Qué bueno pequeño – dijo Chuuya sonriente
- Atsushi-kun, sígueme – dijo Dazai
- Ah, claro – respondió Atsushi y miro a Chuuya – permiso
El castaño lo llevo hasta una de las habitaciones allí, sin más solo le aventó y cerró la puerta dejando al albino completamente confundido, bueno, no cuando se fijó en una mesa que tenía una lámpara encendida y pudo ver al azabache leyendo
- ¿A-Akutagawa? – pregunto el albino nervioso
- ¿aun te gusta leer?
- ¿eh? S-sí, leía en mis ratos libres
- Ven acá – ordene el mafioso
Atsushi trago saliva y se acercó al mafioso, esta abrió un campo para él, Atsushi aun así se sintió nervioso, fue cuando Akutagawa tomo su muñeca y le jalo hacia el dejando al albino sentando encima de él y obviamente sonrojándolo completamente
- A-Akutagawa
- Quédate así – volvió a ordenar – necesitamos pasar tiempo juntos, así te sentirás mejor
- S-si pero
Akutagawa tomo la boca del albino con su mano para callarle y casi estamparlo contra el mueble – quizá debería alejarme de ti y dejarte morir, pero ¿sabes qué? No puedo estar sin oler tu maldito olor, me vuelves loco, mientras uses supresores estaremos bien, se me ordeno ayudar a tu recuperación y después de eso...
Atsushi enfureció, aparto la mano del mafioso y lo miro molesto – no tienes que "hacer algo por mi" ¿Qué te ofrecieron? Lo que sea, puedo vivir así, no te necesito – dijo molesto el albino para retomar su compostura y levantarse
Akutagawa había pasado todo el día molesto, no tenía que soportarle más, tomo la muñeca de Atsushi y lo estampo contra el piso, por su lado, en otro lado de la casa, Chuuya, Osuya y Dazai cenaban
- ¿Qué fue ese ruido? – pregunto Osuya
- Nada cariño – dijo Chuuya
- Solo un arreglo – dijo Dazai burlón
Nuevamente en la habitación, Akutagawa había acorralado a Atsushi, el menor recordando la última vez que estuvo así se sonrojo
- No he hecho nada pero mírate, estas avergonzado
- Cállate idiota – el agente estaba molesto – no quiero tu ayuda
- ¿no?
- No
Akutagawa tomo la mano del albino y sin reparo había mordido le muñeca del albino, haciendo a Atsushi gritar ligeramente
- ¿Qu-que haces?
- Lo hablamos de pequeños
- ¿eh?
- Dijiste que serías mío, siempre
- O-oye ér-éramos niños y
Akutagawa dejó caer su rostro entre el espacio del cuello del albino y su hombro mientras respiraba suavemente, Atsushi inmediatamente se sintió mareado, no quería ni levantarse, había sido atrapado.
- Llevo años... buscándote – hablo el azabache
- Yo no... - respondio el albino – te había olvidado... - confesó
- Lo sé, lo entiendo... - dijo ahora tomando la mano del albino para entrelazar sus dedos – solo tenías 4 años..
- Aun así... - Atsushi comenzó a sollozar- aun así... yo te espere muchos meses en el jardín hasta que se me negó salir – comenzó a llorar – yo te esperaba incluso si nevaba
- Lo siento... Jinko, lo lamen
- ¡No lo digas! – grito Atsushi – después de eso mis celos eran dolorosos, ningún supresor me calmaba, nadie me detectaba, a nadie le importaba – continuo llorando – realmente creí que te importaba pero solo me dejaste así como si nada
- No tenía opción
- ¡Te hubiera seguido!
- ¿Qué?
- Te hubiera seguido... si me decías... me hubiera ido contigo – confeso el albino, Akutagawa se sintió terrible por verle y lo abrazo tan fuerte como pudo – solo tenías que decirlo...
¡Hola a todos! gracias por seguir esté fanfic, no estaré el fin de semana por eso decidí terminar esté capitulo y otro más, espero lo disfruten
¡Gracias por leer!
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