Ojos bicolor
- ¿Por qué me llamas ojitos?
- Tus ojos no son de un mismo color – respondió el chico
- ¿Por qué nunca te veo en el orfanato?
- No vivo en el orfanato
- ¿Qué haces aquí?
- Yo vengo a...
...
Segundo día, segunda molestia, segundo aburrimiento nuevamente, Atsushi llevaba dos días sin ir a la agencia y sin saber nada de nadie, incluso Kyouka se había quedado con Haruno ya que siendo omega también podría acelerar el celo de la pequeña chica. Kenji iba en las mañana, dejaba comida y frituras, Dazai estaba en las noches, por si pedía algo este lo llevaba ¿y por qué elegir un alfa? Bueno, Kunikida... Si, Kunikida afirmo que Dazai nunca ha tenido un incidente, incluso sus palabras eran concretas.
- ¿Qué Dazai ataque a un omega en celo? Para nada – dijo serio Kunikida
- ¿Por qué lo crees Kunikida-san? – pregunto Haruno
- Ese bastardo no se interesa en ningún omega – dijo el rubio cruzándose de brazos
- Eso es cierto – hablo el presidente – no debemos preocuparnos por Dazai
- Está bien, por favor entrégale esta bolsa a Atsushi-san – pidió Haruno al castaño con una gran sonrisa
- Déjalo todo a mi Haruno-san – Dazai no solo había sonreído, había hecho un corazón con sus manos y su lengua de fuera para dar a su partida en dirección a casa del albino
Dazai había salido de la agencia armada de detectives y siguió caminando por un camino oscuro, no temía, al contrario, lo buscaba
- Dazai
- Al fin apareces – dijo el castaño sonriendo – Chuuya
- ¿Cómo está ese pequeño? – pregunto Chuuya nervioso
- Está bien, solo no puede salir
- ¿Qué dijo sobre lo que paso?
- No lo sabe
- ¿Qué? ¿Por qué no?
- Por qué así lo decidió nuestro jefe – sonrió a Chuuya – sabes tengo algo de tiempo para ti antes de ver a Atsushi-kun
- ¿ah? ¿De qué hablas?, ve con ese pequeño primero
- ¿eeeeeeeeh? – se expresó burlón – ¿me dejaras ir con un omega en celo sin antes atenderte a ti Chuuya? ¿no te importo ya? Me quieres con otro omega, eso es muy cruel
- Claro que no bastardo idiota – Chuuya tomo el saco de Dazai y beso al castaño – jamás te acercarías a ese pequeño – sonrió Chuuya – porque me tienes a mí
- Carajo, eres sexy Chuuya – dijo sonriendo – iré con Atsushi-kun y te veré en la noche ¿está bien?
- No, tengo una misión
- ¿Qué? ¿otra?
- Oye, nuestros jefes permitieron que nuestro lazo siguiera solo por qué no puedes enterarte de mis misiones
- Ni tú de las mías – se quejó Dazai – entonces ve, avisa cuando regresas
- Sí, pero hay otra cosa que debes saber
- Déjame adivinar ¿fue encerrado?
- Está completamente encerrado y restringido de todos
- Entiendo, con más motivo – suspiro Dazai – te veré después
- Te mandaré mensaje con unas instrucciones extras
- ¿Kouyou-san?
- Si - respondió Chuuya mientras desaparecía tras unos edificios
- Muy bien
Dazai continuo su camino, no era que llevaba prisa pero si tenía algunas cosas que tratar con el menor, así a pocos minutos llego al departamento o prácticamente al cuarto asignado a Atsushi, toco la puerta y el albino abrió de inmediato, parecía llevar horas pegado a la puerta
- ¿Atsushi-kun? – pregunto viendo extrañado al albino
- Necesito salir – decía Atsushi
- No puedes salir Atsushi-kun
- Lo sé, pero lo necesito – dijo llevándose las manos a la cabeza – creo que alguien me necesita, esa persona
- ¿Qué persona?
- El que... me llamaba "ojitos"
- ¿Ojitos? – pregunto Dazai
- Di-dijo que me decía así por mis ojos desiguales – miro a Dazai – Dazai-san... no recuerdo a esa persona... solo recuerdo su olor... - agacho la cabeza para hundirse entre sus piernas ya sin esperanza o más bien desesperado – quiero encontrarle... ne-necesito encontrarle y...
- Atsushi-kun – le llamo Dazai poniendo su mano en el hombro del menor – es tu celo hablando, tu instinto, debes quedarte aquí
- Dazai-san... yo... lo necesito... - se quejó el albino con lágrimas en los ojos
- Sí, eso imagino – suspiro Dazai - ¿quieres contarme más de esta persona?
- ¿puedo?
- Todo lo que quieras
- Gracias Dazai-san
Dazai se sentó a escuchar a Atsushi, aunque el menor no especificaba nada porque el mismo había dicho que no podía recordarlo mucho, Atsushi específico muy bien las hormonas que había olido de esa persona hace años, eso solo condujo a Dazai a un caso.
A la mañana siguiente, La agencia armada de Detectives tenía un caso importante... Más bien Dazai había designado la misión y algunos habían aceptado ayudarle, encontrar a la persona con la que Atsushi estaba destinado, cueste lo que cueste.
- Entonces ¿quedo todo claro? – pregunto Dazai
- Si – dijo Kenji, los hermanos Tanizaki, Haruno y Yosano
- Esto sería más fácil si Ranpo-san hubiera ayudado – se quejó Haruno
- Aun así es importante encontrar a esa persona – dijo Yosano – podría afectar a Atsushi gravemente ya que él jamás había tenido un celo como esté
- Entendemos eso Yosano-sensei – dijo Dazai – siga investigando sobre el celo de Atsushi-kun, nosotros seguiremos buscando
Habían pasado dos días y los chicos habían buscado sin parar por todo Yokohama, registros, hospitales, nada. No encontraban nada de la persona que Atsushi buscaba; las juntas eran cortas y a veces por teléfono, su misión era preservar la tranquilidad del chico pues... al fin y al cabo; era un tigre.
Dazai se reunía con Yosano y Tanizaki a las afueras de los departamentos, acababan de dejarle comida a Atsushi y solo podían esperar a encontrar
- ¿Cómo lo viste? – pregunto Tanizaki
- No pude verlo – suspiro Dazai – solo lo oí gritar y no me dejo pasar
- Si se descontrola nosotros no podremos hacer nada – dijo Yosano
- Atsushi... el no merece nada de eso – dijo Tanizaki – tenemos que salvarlo, si él no logra controlarse...
- Podría volver a hacer lo mismo que en el orfanato – dijo Yosano – lo sabemos
- Si... pero está vez, nada impediría que fuese encerrado de por vida – menciono serio Dazai – necesito dormir y seguiremos mañana
Mientras tanto, Atsushi luchaba con sus propios problemas dentro de su cuarto, la sensación de asfixia y el dolor le hacían sentir que moriría, el pequeño no entendía que le pasaba, ¿Qué sucedía? Si él nunca había tenido tales problemas, sentía que iba a morir
- Ojitos – volvió a escuchar el chico
- Estas... ¿Dónde estás? – pregunto Atsushi mirando a todas direcciones
- Si eres ojitos... - volvió a decir la voz y Atsushi se levantó aunque adolorido
- ¡¿Dónde estás?! – vocifero en desesperación
Atsushi había comenzado a destruir el cuarto en busca de la voz, solo había destrucción y después... nada.
...
Dazai estaba en casa, estaba cansado, no quería que el pequeño de Atsushi siguiera sufriendo, mucho menos verlo encerrado en la cárcel, había dejado su gabardina en el perchero y se dejó caer en el mueble amplio aunque la paz no le duro mucho
- ¡Papá! – grito un niño que caía encima de él, el pequeño sonrió al castaño mayor alegremente – papá, papá, ¿mamá volverá pronto?
- No lo sé pequeño – sonrió Dazai - ¿tu tía Kouyou-san te cuido bien?
- Si, la tía Kouyou es genial – volvió a decir alegre mientras abrazaba a su padre – ya quiero ver a mamá
- Si... también quiero verle – suspiro Dazai y sonrió – ¿ya cenaste?
- Sí, tía Kouyou me dio de cenar antes de que llegarás
- Me alegra – sonrió el mayor – tomemos un baño
- ¡Si!
Osuya Dazai, el primer hijo de Osamu Dazai y Chuuya Nakahara, parecía mentira que fuese un niño de 4 años casi cinco, idéntico a su padre, cabello revoltoso y castaño, piel clara y amante de la lectura, calculador e inteligente, pero no, eso no le quitaba nada de buen chico, pues hacer enojar a Osuya significaba el peor castigo para ambos padres, pues claro no había heredado solamente los bellos ojos azules de su madre, también su temperamento fácil de romper
Después del baño, padre e hijo se habían ido a la cama juntos, no evitaban extrañar al de cabellera naranja pero Osuya incluso a su corta edad conocía el pecado de vivir y trabajar para la mafia, por lo menos, él podía vivir e ir a la escuela y tenía momentos que atesoraba con sus ambos padres, aun así la ausencia y discusiones siempre existían en aquella familia
Aquel sábado Dazai despertó con Osuya encima, el pequeño sabía aferrarse, sonrió y se incorporó con cuidado de no despertar al pequeño, fue cuando se enteró, Kouyou no iría aquel día, Osuya no tenía escuela y Osamu tenía mucho trabajo... mientras el pequeño iba despertando de su gratificante sueño
- Papa, buen día
- ¿Qué tal dormiste?
- Bien, ¿mamá volvió?
- No pequeño, aun no
- ¿te iras tú?
- No – sonrió Dazai – acompáñame
- ¿puedo?
- Si pero hay reglas ¿entiendes?
- Lo sé – sonrió el niño
...
La agencia armada se quedó sin habla al ver al pequeño niño acompañado de Dazai, sabían que Dazai no le interesaban omegas porque seguramente tenía un lazo profundo pero desconocían que tanto. El niño les sonrió a todos por igual
- Hola, mi nombre es Osuya Dazai y ayudaré a encontrar a la persona que Atsushi perdió – dijo aquel niño motivado
- ¿Atsushi? – pregunto Yosano - ¿conoces a Atsushi?
- Sí, papá habla de él y me enseña fotos – dijo sonriente el niño
- Lo lamento – dijo Dazai mirando a su jefe – no tenía con quien dejarlo
- Entiendo, sabes las reglas – dijo Fukuzawa
- Las sabemos perfectamente – menciono Dazai mirando a su pequeño
La agencia había estado jugando con Osuya, estaban advertidos de no preguntar, mucho menos saber pero todos suponían que Dazai se había metido con alguien del gobierno o peor, por eso el misterio, prefirieron ignorar y solo cuidar del niño, Naomi, Kyouka y Haruno eran las que más pasaban tiempo con él.
Kunikida había regresado de su misión, estaba desarreglado lo que preocupo a todos
- Kunikida-san ¿Qué sucede? – pregunto Kyouka preocupada
- Pase a ver a Atsushi antes de venir – dijo Kunikida recuperando el aliento
- ¿y? - pregunto Yosano preocupada
- No está – dijo el rubio
La conmoción llego a todos, no sabían hacia donde moverse o que podrían hacer, un omega en celo, descuidado y sin pareja, peor aún... con la habilidad de transformarse en un tigre de gran fuerza y regenerativo, y aunque Dazai podía detenerlo, debía hacerlo antes de que causará algún daño
- Ranpo-san – dijeron todos mirando al castaño más bajo
- No ¿es obvio? – dijo Ranpo mirándolos. La agencia entera miraba confundida al detective – el orfanato donde lo conoció
En ese momento todos se sintieron terribles por no pensar en ello pero ya no había tiempo, se movieron rápido y se dirigieron todos al orfanato.
Osuya había salido con ellos, aunque no conocíaa nadie de la agencia físicamente les tenía aprecio, su padre siempre contabahistorias increíbles de sus compañeros o bromas que le hacía al rubioidealista, Osuya les conocía sin a verlos visto pero con el que más teníacariño era con Atsushi que a pesar de todo... Ya que después de todo Osuya... siconocía a Atsushi y lo conocía muy bien.
Hola a todos, en está entrada a llegado el hijo de Soukoku, quizá algunos les sorprenda pero la historia va irse desenvolviendo como ya les dije en el capitulo anterior, así como el misterio de ¿como Osuya conoce a Atsushi? ¡hagan sus teorías!
¡Gracias por leer!
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