Mio, mio, mio

Aviso: aquí erotismo en su hermoso esplendor. Continúen, menores de 18 no puedo detenerlas, igual leerá pero sólo les diré... 

Continúen.



Tras la pelea y un gran abrazo, Atsushi pudo calmarse y de igual manera para Akutagawa quien sus celos infundados por un niño se había marchado, ahora ambos estaban sentados en la alfombra de la habitación mientras se recargaban en la cama

- Entonces... nos dieron permiso de vernos – termino de contarle el mafioso al albino

- Entiendo – suspiro Atsushi – lamento meterte en esto

- Está bien, es mi culpa en si por hacer ese lazo

- Si, lo que paso en la habitación por la madrugada fue

- Si, bueno eso...

- Si, si, solo fue por mi celo – suspiro el albino y el mafioso lo miro mal, no era por su celo

- Terminará para mañana, puedes estar tranquilo

- ¿mañana?

- Si, mañana

- Jinko

- ¿sí?

- No fue del todo tu celo

- ¿eh? ¿D-de que hablas?

- Sigues siendo el mismo chico de hace 14 años para mí y yo... siempre he estado enamorado de "ojitos"

- A-Akutagawa ¿Qué diablos dices? Yo... ya no soy ese niño – tomo el mechón largo de su cabello con ambas manos con lo nervioso que estaba – no soy lindo, mucho menos inocente, mi cabello ... ya no es suave

- Y eres un bruto pesimista – se quejó el mafioso – eres idiota, inútil y un maldito suertudo de tener a Dazai-san pero

- ¿pero?

- Me encanta todo eso Jinko ¿Por qué crees que no te he matado?

- ¿Por qué tengo la regeneración?

- Cállate Jinko, te lo dije, te mataré

- Entonces ¿cómo?

- Te mataré así sea besos, así sea en caricias o criando a nuestro hijo, morirás una y otra vez en mis brazos y en cada una de ellas revivirás – dijo el mafioso haciendo a Atsushi sonrojar no solo de cara, si no cuello, orejas y probablemente más allá

- Es-estas demente

- Lo estoy, me puse celoso de Osuya – hablo el azabache y Atsushi rió

- Lo noté, eso fue tan infantil – decía entre risas el albino

- Cállate, tú no viste como te tomo. – aquello hizo reír más a Atsushi

Las risas se convirtieron en pláticas, las pláticas en sonrisas y la noche seguía avanzando; desconocían la hora, desconocían el lugar, pero podían sentir como los años no pasaban y como hablar era tan sencillo como en su niñez.

Gracias a Dazai y Chuuya, el trato se había llevado, Akutagawa y Atsushi pasaban tiempo juntos como amigos, pues el celo del albino había finalizado, y el trato se llevaba nuevamente confidencial, a veces Osuya se reunía con ambos chicos, lo cual fastidiaba al mafioso, parecía que aquel chiquillo quería fastidiarlo ¿Cómo no? Era un alfa al igual que él y tan astuto e inteligente como su padre.

Incluso una reunión de te entre los líderes de las organizaciones, soukoku y shin soukoku, sin olvidar a Osuya, la verdad a los más grandes les sorprendía aquella competencia que tenía Akutagawa contra Osuya pues la remarcaban perfectamente.

Aquel día en el parque cambiaría, Chuuya había pedido a Atsushi ir con él al parque, Dazai se había quedado en la agencia y Akutagawa tenía una misión, solo eran el par de omegas y Osuya

Habían corrido, jugado y brincado por todas partes, incluso habían hecho a Chuuya tirarse al lodo con ellos, se estaban divirtiendo en grande hasta que un par de alfas aparecieron en la escena acosando a Atsushi, el albino se sintió realmente intimidado, jamás había sido acosado y se sentía perdido, Chuuya les detuvo pero al no poder usar su habilidad por seguridad de ambos uno de ellos tomo el brazo de Atsushi marcando sus manos por el agarré tan fuerte

- Parece que este pequeñin entrará en celo

- No lo toquen – dijo Chuuya molesto, había activado su habilidad y golpeado a uno de los chicos pero... su hijo le había ganado

Osuya se encontraba al lado de Atsushi mordiéndole su muñeca y retando con la mirada al alfa mayor, Chuuya llego a noquear a aquel tipo y tomo la muñeca de Atsushi, ambos omegas se miraron preocupados

Aquella tarde, Dazai daba vueltas de un lado a otros, no sabía ni por dónde empezar – lo lamento – dijo Chuuya – es mi culpa por no controlarlos y controlar a Osuya

La doctora Yosano había salido con Atsushi de su consultorio – estará bien, tiene cambios hormonales por pasar tiempo con el que hizo la primera mordida, pero todo estará bien, es cierto lo que dijeron, Atsushi volverá a entrar en celo

- ¿tan pronto? – pregunto Dazai

- Les digo, está pasando por muchos cambios

- Bien, cuidaremos de él – dijo Dazai

Una vez sin la doctora Yosano, Atsushi se dejó caer en el suelo de las oficinas

- ¡¿Qué le diré a Akutagawa?! – se preguntó preocupado, el mafioso llegaba a ser muy duro

- Lo siento Atsushi, te aseguro que Osuya recibirá un gran castigo – dijo Chuuya

- No, no es su culpa, él quería protegerme – suspiro Atsushi – se sintió tan... cruel... jamás había sido acosado – dijo el albino

- Está bien Atsushi-kun, quédate está noche con nosotros

- S-sí, gracias

Una vez en la casa de los mayores, Atsushi pudo usar el cuarto de invitados, habían cenado y disfrutado de la convivencia, pero el albino todavía se sentía intranquilo, una vez en la cama de la habitación se sentó mirando la mordida y suspiro, nunca había sido mordido por otro alfa, aunque Osuya solo era un niño con buenas intenciones.

Tomo su celular y mando un mensaje, inmediatamente habían tocado la puerta de la habitación, Osuya se asomó mirando al albino – At-Atsushi... ¿estás enojado? – pregunto el menor

- Claro que no Osuya, solo me protegías, gracias – le sonrió

- Me alegra – dijo el menor sentándose en la cama con el albino - ¿me cuentas un cuento?

- Claro – sonrió el albino

Dazai y Chuuya disfrutaban de una película juntos cuando escucharon la puerta, Dazai quito el brazo de los hombros de Chuuya y se levantó, le sorprendió ver a Akutagawa en la puerta

- Akutagawa, dime ¿Qué sucede?

- Jinko me envió mensaje diciendo que le urgía verme – dijo el mafioso

- Vaya, entonces le dirá – dijo Chuuya en un pequeño escape

- ¿decirme que?

- Bueno, tienes que hablar con él – dijo Dazai – pasa

Akutagawa fue hacia el cuarto y los mayores se miraron para salir corriendo a escuchar a contra puerta, no era espiar, era su casa. Su sorpresa fue ver a Akutagawa completamente molesto e intentando controlarse, mientras Osuya y Atsushi dormían juntos en la cama, al parecer ambos habían quedado rendidos pero lo que molesto a Akutagawa fue sentir el olor de otro alfa en Atsushi

- O-oye Akutagawa – le llamo Chuuya – te explicaremos nosotros

- Por favor, saquen a Osuya – pidió amable el mafioso

- Hazlo Chuuya, usa tu habilidad

- Cla-claro – dijo Chuuya entrando al cuarto y tomando a Osuya con su habilidad para no despertarlo. Dazai se quedó un momento

- No lastimes a Atsushi-kun

- No prometo nada

- Akutagawa, no has escuchado lo que paso

- Quiero hablar con él, por eso me llamo

- Por lo menos lo vez de forma madura – sonrió el castaño – es su habitación ¿bien? – dijo para retirarse y cerrar la puerta

Akutagawa de primera se acercó a Atsushi, acomodo su cabello y acaricio su rostro, continuo el camino de su mano por su cuello, paso encima de su camisa, y busco delicadamente hasta hallar en su muñeca la pequeña mordida, sonrió ladinamente y tomo la muñeca a un solo movimiento la mordió con gran fuerza haciendo gritar al albino en desesperación

- ¡¿Qué haces?! ¡qué haces! ¡Detente! – gritaba el albino, la sangre emanaba de su muñeca y Akutagawa por fin le soltó admirando su mordida

- ¿Qué más vas a permitirle a Osuya? – pregunto serio el azabache

- E-el me salvo de unos alfas – dijo el albino entre llanto

- Te había dicho que debía dejar mi olor en ti

- N-no sabía cómo era la vida de un omega – se excusó y Akutagawa apretó la muñeca haciéndole gritar de nuevo – duele

- Obviamente te va a doler, no me obedeces, no me escuchas, ni siquiera intentas hacer estas cosas de pareja

- N-no somos pareja, no tengo que obedecerte, no eres mi alfa

- Lo somos, desde que tienes 4 años, eres mío Jinko

- Eso no es – dijo el albino pero rápidamente Akutagawa se puso encima de él

- ¿No es qué? – repitió serio, Atsushi sintió ese clic nuevamente, Akutagawa estaba furioso

- A-Akutagawa estas muy cerca – se quejó el albino

- Creo que estoy muy lejos aún – volvió a decir el mafioso molesto – Jinko, si no quieres entender, te lo demostraré

Akutagawa cumplía sus amenazas, podría hacer todo y más, desde asaltar hasta matar pero la palabra honesta era lo único real que tenía, rápidamente había tomado las mejillas de Atsushi apretando entre ellas y haciendo al pequeño abrir su boca, beso los labios de Atsushi y por consiguiente metió su lengua creando en Atsushi una nueva sensación

- Esh-eshpesha Akutashgawa – intentaba detenerle pero con ambas lenguas en movimiento apenas podía entender lo que decía el albino, pero aun que lo detuviera no iba a parar, era el colmo.

Akutagawa continuaba con el beso dejando salir sus feromonas y relajando al albino, había aprovechado que Atsushi bajo sus hombros para dejar de apretar sus mejillas y también poner su rodilla en la entrepierna del albino. El beso siguió y siguió hasta que el albino no pudo más y tuvo que girar ligeramente su cara para encontrar aire

- A-Akutagawa – le llamo sonrojado. Akutagawa olía el cuello del albino mientras pasaba sus manos por la cintura y cadera del albino aprovechando a acariciar cada milímetro

- Vamos a hacerlo Jinko

- N-no qui-quiero – respondió el albino – e-eres un ma-mafioso y yo – Akutagawa no iba a escucharlo, volvió a callarlo en un beso y Atsushi no protesto

- Vamos a verificar hasta donde me hubieses seguido, Jinko

- Te lo dije, te hubiera seguido – respondió nuevamente serio el albino

- Jinko

- Eres un mafioso ahora – dijo Atsushi – matas personas... intentabas matarme ¿Por qué sigues creyendo que podemos estar juntos? – Akutagawa comenzaba a odiar al albino por querer arruinar el ambiente

- ¿Por qué? simple, porque desde que te conocí pensé que eras un ángel y me sentí mal cuando te encontré ahora, pues aunque no te vi como un ángel si como un suertudo, de una u otra forma llamaste mi atención, mis manos están manchadas de sangre, incluso de tu sangre, mi alma ha sido corrupta y mi profesión es una degradación de la humanidad, pero te quiero conmigo, hoy, mañana y siempre – hizo una pausa mientras miro al albino y se acercó a su cuello – y si no te tengo por las buenas... será por las malas – finalizo para morder al albino al costado del cuello

Atsushi se sintió vulnerable inmediato, tampoco era como si Atsushi odiará a Akutagawa, o no le interesará pero sus vidas habían cambiado y para el albino debía haber más que un mafioso y un agente

Akutagawa mordía cada centímetro de Atsushi envolviéndolo en un mar de placer donde iba y venía, la oleada dejaba al albino molesto pero al mismo tiempo deseaba más, a poco rato, el mafioso logro quitar la corbata y camisa de Atsushi para continuar mordiéndole

- De-deja de mo-morderme tanto

- Marco mi territorio

- ¿Qu-qué acaso soy todo tuyo? – dijo molesto el albino

- Así es, todo mío – dijo volviéndole a besar

Una vez más se concentró en las mordidas, ahora metiendo una de sus manos en el pantalón de Atsushi, el albino se había sentado para detenerle pero mordidas más fuertes y ayuda de rashoumon lo detuvieron

- Pa-para – pidió el albino

Akutagawa hizo caso omiso, mientras bajaba los pantalones del albino y su ropa interior

- ¡pa-para! – dijo está vez avergonzado

El mafioso lo miro serio, está vez, le soltó pero dejo su mano en el miembro ya erecto del agente - ¿me detengo? – pregunto burlón mientras veía como Atsushi se retorcía por su toque

- N-no puedes hacerme esto – se quejó el albino mientras mordía sus propios labios

- Ni siquiera estas en celo y estás loco por que te toque – acerco su rostro al miembro del albino – ahora imagínanos juntos, tú en celo, dejando mi marca y así uniéndonos para siempre Jinko

- Y-ya suéltalo – se quejó el albino temblando, apenas podía resistirse al toque de Akutagawa, debía resistirse, la moral y el... El mafioso solo sonrió al verle

- Lo soltaré – dijo y lo hizo pero la sorpresa fue la mano que bajo por el trasero del albino y llego a su pequeño agujero – estas tan mojado... podría entrar de una

- A-Akutagawa n-no po-por favor, n-no lo hagas ahora

- ¿Ahora no? Entonces... significa que puedo hacerlo

- N-no estoy diciendo eso

- Lo estás diciendo

- N-no lo hago

Akutagawa había aprovechado la pelea como una distracción, saco su propio miembro de su pantalón mientras distraía a Atsushi, un truco normal y muy común entre mafiosos, la distracción, pero ignorada por el albino en todo su esplendor

- ¿y ahora? – pregunto el mafioso

- ¿ahora qué?

- Pues el ahora de ahora es otro ahora – dijo el mafioso

- ¿Qué diab-

Atsushi no pudo terminar, el mafioso había entrado como él dijo, de una, entro profundo y llenando al albino, Akutagawa no pudo evitar poner sus manos alrededor del cuerpo del albino, se sentía más que bien estar dentro de él

- ¡Es-eso e-es! – gritaba Atsushi entre gemidos – se siente raro, sácalo – pedía también

- Rayos Jinko, se siente increíble – dijo el mafioso – n-no puedo controlarme

- ¡Sa-sacalo Akutagawa! – grito el albino una vez más

Akutagawa beso a Atsushi y comenzó a moverse, obviamente el albino no podía seguirle el ritmo, sus gemidos interrumpieron el beso pero el mafioso disfrutaba oírlos, ver el rostro de Atsushi bajo de él, estaba muriendo en su propio deseo de más por el albino

- Má-más – comenzó a pedir Atsushi mientras las estocadas se volvían más duras moviendo su cuerpo por cada golpe, al mafioso no le importo ser apretado por Atsushi, el albino solo expresaba aquel sentimiento en su rostro

- Dilo – decía el mafioso mientras se quedaba quieto dentro de él

- Mu-muévete – pidió el albino desconsolado

- No, primero dilo – sonrió el mafioso – o no habrá más para ti

- So uo – murmuro bajo, casi inaudible

- Dilo fuerte

- So-soy... tu-yo

- Dilo bien

- ¡SO-SOY TUYO CARAJO! SOY TUYO ¡MUEVETE! ESTÁS MATANDOME – grito Atsushi

Akutagawa sonrió una vez más por su victoría, aprovecho para voltear al albino y volvió a moverse rápido y fuerte, aquella posición hacia al albino rasguñas las sabanas mientras gemía fuerte, alzando ligeramente el trasero del albino logro entrar más y así escucharle gritar y pedir más

Inclusive la cama se movía por tales estocadas que le daba el mafioso al agente, movió sus cabellos y se acomodó, aprovecho y beso aquel cuello para hacerle gemir más – n-no ha-ha

- Lo haré, no estás en celo

- Es-estaré pronto

- Será una preparación entonces

- ¡N-no lo hagas!

Akutagawa no espero mucho para morder el cuello del albino y dejar su impresión, Atsushi rápidamente había gritado, la mordida le había sacado sangre inmediatamente pues era el lugar más sensible y permanente para un omega, mientras el mafioso terminaba dentro del albino y Atsushi en las sabanas

Al soltarle, la sangre siguió brotando mientras Atsushi terminaba adormecido, el sueño de Akutagawa se había hecho realidad. Tener a "ojitos" como suyo.

Se había quedado dormido con Atsushi, pero eso no impidió que despertará un par de horas después, estaba sediento, salió de la habitación y en la sala se topó con Dazai

- Te dije que no lo lastimaras – dijo el castaño

- No lo hice – respondió el azabache restándole importancia

- ¿y bien? – pregunto el castaño

- Es mío, como siempre debió ser – dijo el azabache

- Tienes su cuerpo, es inevitable, incluso yo podría tenerlo de quererlo – hablo Dazai levantándose de su lugar – pero ¿tienes su corazón?

Dazai se esfumo como buen chico misterioso queera dejando a Akutagawa con una gran duda en la mente, retomo su camino a lahabitación y allí miro al albino dormir, todo el tiempo se había negado hastaque lo tuvo adentro y las sensaciones le ganaron entonces... ¿realmente era suyo?    



¡Hello~! Sabía que querían esto, pues... servido y yo pagó la cuenta.

Estaré de terminando este ff pronto, pero... estoy preparando uno nuevo que en mi opinión en el primer capitulo hice una escena que hasta a mi me emociono y me hizo pensar "¿que pasará?!" y luego fue de "oh carajo, yo soy la escritora" como sea, quería contarles eso por que me pareció chistoso de mi parte. 

¡Gracias por leer!

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