Basurero

Con la noche en puerta y ambos jóvenes en casa del mafioso, la charla era pacífica y divertida, los malos tragos habían pasado, preguntas con respuestas y respuestas sin esperar llegaban y ambos disfrutaban; hasta que el estómago del albino sonó

- Supongo que tienes hambre – dijo el mafioso

- Supones bien – respondió el albino – iré a buscar algo cerca

- ¿Por qué? ¿no sabes cocinar?

- Se hacer Chazuke y arroz – dijo el albino pensante

- Entonces prepáralo

- ¿eh?

- ¿Qué tan sordo estás? Creí que podías oír bien con el oído del tigre

- ¡Puedo escuchar perfectamente Akutagawa!

- Entonces hazlo y deja de gritarme

- ¡Bien! – dijo el albino metiéndose en la cocina. Akutagawa esbozo una sonrisa en su rostro, casi imperceptible

- Realmente es muy idiota – se dijo así mismo el mafioso mientras pensaba en el albino.

Atsushi mientras en la cocina preparaba algo de Chazuke, seguía molesto hasta que el mismo chico capto lo que había sucedido, se sonrojo de instancia y volteo a ver al mafioso, esté leía algún libro, Atsushi sonrió ligeramente ante ello y suspiro - ¿Qué se le puede hacer? - dijo así mismo y continuo cocinando ahora con un mejor ánimo.

El chazuke estaba listo así que sirvió dos platos y los dejo en la barra, suspiro un momento – A-Akutagawa – le llamo nervioso, el mafioso giro ligeramente su cabeza para verle – la cena está lista – sonrió. Akutagawa regreso la mirada al libro, dejo su mano en su boca, tocio, necesitaba tapar lo sonrojado que estaba, dejo el libro en el mueble y se levantó llevándose las manos a los bolsillos

- ¿también para mí? – pregunto el mafioso algo retador

- Era lo que querías ¿no?

- Quizá no seas tan idiota – susurro para sí mismo

- ¿Cómo me llamaste?

- Idiota

- Para de insultarme

- No quiero – dijo sentándose – te queda

- Eres demasiado cruel ¿sabes?

- Soy un perro de la mafia

- ¿no le temías a los perros?

- Eso fue hace años – dijo recuperando su voz

- Algo me dice que aun...

- Jinko – le llamo molesto

- Come – sonrió el albino esperando al mafioso dar el primer cucharon. Akutagawa suspiro y comió primero, ante la acción Atsushi espero respuesta, Akutagawa lo miro y dejo una línea surcar sus labios

- Así que... ¿esperas mi aprobación?

- Claro que no – respondió el albino avergonzado

- Es bueno – lo miro – normalmente no como en casa, es muy bueno. – volvió a mirarlo serio – ahora come

- S-si – sonrió el albino – gracias

Con la cena entre medio de ambos y una relación ahora pacifica lograron mejorar el ambiente y terminar platicando nuevamente.

Al día siguiente, Atsushi se levantó primero, preparo "origini" comió un par y dejo otro par para el azabache envueltos en un recipiente. Atsushi debía ir a trabajar y el mafioso... probablemente también pero Atsushi desconocía sus horarios. Tomo sus cosas y dio camino a su trabajo, allí solo trabajo, claro, al medio día Yosano volvió a revisarlo, la misión con Dazai había llegado así qué el castaño no dejaba de investigarlo, era normal pero sus preguntas eran... 

- ¿te deja dormir?

- Si

- ¿te alimenta?

- Si

- ¿puedes bañarte?

- Si

- Y ¿co

- Dazai-san no soy una mascota – se quejó Atsushi

- ¿Cómo va su relación?

- Bien, supongo – dijo Atsushi - ¿es bueno que este cerca de mí? Qué tal si Osuya

- Está bien, tu olor ha sido sobrepuesto con la mordida que llevas en el cuello

- S-si

La misión era básica, un super mercado robado, terminando la misión iban por el camino largo a la agencia, es decir, atravesando un parque, Dazai aprovecho el tiempo para preguntarle al tigre sobre cómo le había ido con David y que pensaba hacer

- ¿te gusta?

- Me gustaba de pequeños... digo – suspiro Atsushi – siempre lo espera, siempre lo ame pero... - miro a Dazai - ¿Cómo pudo dejar la mafia teniendo a Chuuya?

- Bueno, fue difícil y fácil al mismo tiempo – dijo Dazai sentándose en el pasto del parque donde estaban – Chuuya era y es todo para mí, teníamos ya nuestro lazo y éramos felices pero una torpe discusión nos hizo dejar de hablarlos, en aquel tiempo hubo un gran problema por decirlo así, traiciones, muertes y un viejo amigo me demostró que la vida tenía más cosas, así que traicione a la mafia y me fui sin pensarlo – bajo la cabeza – un mes después de eso descubrimos que Chuuya esperaba a Osuya, quería sacarlo de la mafia pero el trato para que no mataran a Chuuya con Osuya fue que Chuuya debía quedarse – suspiro profundo Dazai – Si te quedas con Akutagawa también tendrás que elegir algo

- Entiendo...

- Pero es inevitable

- ¿eh?

- Cuando estás enamorado, cuando es todo para ti, no importa lo que sean o que problemas traiga, solo importa cuando llegas a casa y lo miras sonreír, y ni hablar de Osuya, ambos... son mi motivo de querer suicidarme

- ¿no debería ser lo contrario?

- No, hubo un tiempo donde me desmotive

- No cambia Dazai-san... - sonrió al castaño – pero gracias

Atsushi aquella tarde corrió al departamento del mafioso, no solo porque tenía ganas de verlo si no que... también ¡había olvidado su caja extra de supresores! Y la última que había tomado estaba a punto de terminar su efecto.

Atsushi abrió la puerta de golpe y entró como loco, Akutagawa de inmediato lo vio pasar corriendo e instintivamente tapo su boca y nariz, podía sentirlo. El albino buscaba y rebuscaba entre sus cosas – no puede ser... l-los olvide – se decía así mismo el albino - ¡AKUTAGAWA! – le llamo desesperado y el mafioso llego tapándose la boca

- ¿no los encuentras?

- N-no están

- Ve a buscar unos – se quejó el mafioso

- ¿no puedes moverte?

- ¿Crees que pueda? – respondió molesto el mafioso

- L-la tienda de al lado ¿no? – dijo el albino tomando camino mientras temblaba, Akutagawa le tomo el brazo deteniéndolo – A-Akutagawa

- Si sales ahora, otro alfa te tomará – dijo el mafioso para después toser – Rayos, ayúdame a encerrarme en alguna habitación, no pienso hacerte daño – volvió a decir molesto

- Pe-pero no es justo – dijo el albino y abrazo al mafioso – es-estará bien, por esta vez

- ¿qu-que dices idiota? – dijo ya débil el mafioso

- Digo... ha-hagámoslo

Akutagawa no necesito que se lo repitiera pues ya estaba encima del albino

...

A la mañana siguiente, Akutagawa despertó primero, esbozo una leve pero cálida sonrisa al ver al albino a su lado aun desnudo, dormido en su cama, aquella que fue el escenario para el gran show que vivieron anoche, Akutagawa estaba feliz que no se detuvo a sus instintos, acaricio el cabello del albino mientras pasaba sus dedos por su cuerpo recalcando todas aquellas mordidas que le había dejado en todo el cuerpo, no había mordido su cuello para hacer un lazo pero si el resto de su cuerpo a recompensa, pero el mafioso lo sabía, no lo había escuchado ni nada, pero lo sabía... Atsushi le quería.

Aun en su cama y sentado, inclino su cuerpo a la altura del cuerpo acostado de Atsushi y beso la mejilla del albino, Atsushi había despertado

- Buenos días - dijo el albino mientras volteaba a ver al mafioso

- Buen día – respondió - ¿Cómo te sientes?

- Bien – hablo avergonzado el chico - muy bien... Gracias por no morder mi cuello

- Si, fue difícil – suspiro el mafioso – quédate hoy, descansa.

- Si me quedo uno de ellos vendrá a verme

- Dazai-san sabe dónde vivo

- Entiendo, me quedaré

- Espera aquí entonces – dijo el mafioso levantándose

- ¿eh? – se sentó el albino en la cama y la vergüenza llego nuevamente, tomo las sabanas tapándose hasta la cabeza y dejando solo su cara salir, mientras Akutagawa se había acomodado un pantalón y tomaba su camisa - ¿A dónde vas?

- Hay un restaurante familiar aquí cerca – sonrió el mafioso terminando con la camisa y tomando una sudadera – traeré el desayuno y cuando te sientas bien para salir iremos de compras

- Es-está bien – respondió el albino – no tardes

- No lo haré – dijo yendo a la puerta

- En serio no tardes

- No lo haré – dijo abriendo la puerta – tienes toda mi ropa por si necesitas mi olor o incluso un nido– dijo avergonzando al albino y mientras salía del lugar lo escucho

- ¡NO TE TARDES Y PUNTO! – había gritado el albino.

Akutagawa dejo salir una pequeña carcajada al escuchar al albino desearlo, no había marcha atrás, Akutagawa miro el bote de basura y suspiro, acomodo la basura y salieron aquellas pastillas – Lo siento Jinko... pero solo así ibas a entender – se disculpó el mafioso al aire, sin ser escuchado, tomo la basura y salió con ella, debía deshacerse de los fastidiosos supresores. Dejo la basura en el bote de los apartamentos, la basura no tardaba en pasar por ellos, pero más importante, debía ir a comprar el desayuno para su pareja, se fue caminando con dirección a aquel restaurante mientras tarareaba una canción, un nuevo comienzo había creado y no había hecho nada malo, simplemente hizo que el albino dejará tanto de pensar y se diera cuenta de sus sentimientos, no tenía por qué sentirse mal de ellos y aunque lo hiciera no tendría caso, al fin y al cabo... Todo lo había aprendido de Dazai. – La mañana ha sido dulce, quizá debería comprar un pastel también  



¡Hola! ¿a que no se esperaban esto del ff? Bueno, les recuerdo que el protagonista es un mafioso y es un omegaverse... que pronto llegará a su fin, si otro fin pero no se preocupen por que mi cabeza sigue creando otras historias que esperan a salir para ustedes. 

¡Gracias por leer!

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