Capítulo 6. Peleas Clandestinas
Kenji se encontraba feliz.
Feliz por haber logrado hacer su primer movimiento hacia su objetivo.
Mitsuya Takashi.
Diablos... estaba muy feliz, tan así que no podía dejar de sonreír. Que hasta sus compañeros de equipo de baloncesto, luego de haber discutido sobre cuando comenzarían los entrenamientos, le miraban preocupados por el aura angelical y esa sonrisa tierna en sus labios.
Pero... ¿Quien podía culparlo?
Si, ahora tenia un motivo más para acercarse al lindo pelilila, causante de sus pensamientos.
Nunca se había sentido así por un chico.
Ni siquiera por alguno de sus compañeros de su antigua clase.
Era tan raro... y emocionante.
Kenji parpadeó sorprendido al sentir la vibración de su celular en el bolsillo trasero que paró de caminar y lo sacó, encontrándose a su amiga pelimorada.
—¿Ritsu?— la llamó, sorprendido mirando la pantalla, llevando a su boca su juguito de manzana que sostenía con su otra mano.— ¿Que sucede?
—Hola Kenji-kun.— lo saludó preocupada.— ¿Recuerdas que me pediste información sobre las apuestas de las peleas clandestinas?
Kenji se tensó como la cuerda de un violín y recordó la conversación que había tenido con el novio de Tachibana, que tuvo que usar los movimientos que les enseñó Bitch-sensei para sacar información.
No, no lo beso.
Y no, no besa papas casadas.
El mayor Akanabe usó su peculiar encanto de ángel y su amabilidad, ternura, para convencer al rubio de orbes celestes que le contara sobre lo que le sucedía y más al utilizar el As bajo la manga.
Tachibana Hinata.
Diciéndole que ocultarle lo que le estaba sucediendo solo aumentaba su preocupación, que no era mentira, sin embargo también agregó que si volvía a ver a su amiga y vecina así, no dudaría en buscarlo y quebrarle las piernas.
Todo eso con una sonrisa suave en sus labios y un aura angelical.
Y lo logró.
Nunca pensó que las técnicas de su antigua profesora realmente funcionara, pero estaba feliz de que si, ya que al fin pudo saber cual era la causa y quienes eran lo que le hacían aquello.
Y le dijo.
Takemichi era esclavo de un tal Kiyomasa.
No solo él, sino también sus amigos.
Que el día en que lo encontró y le limpió las heridas, Takemichi se enfrentó a uno que quedó noqueado con el primer golpe. Y que esos chicos que se había cruzado, uno de ellos, era el jefe de las apuestas en las peleas clandestinas.
Todo bajo el nombre de la pandilla Tokyo Manji Gang.
—¿Que encontraste Ritsu?— preguntó seriamente el pelirrojo.
—Hoy a la una, están dando un encuentro.— explicó.— Iba a ser un tal Kojima contra Yamamoto.
—¿Iba?— preguntó confundido Kenji.— ¿Se canceló?
—No.— respondió Ritsu más preocupada que antes.— La pelea cambió.
》Según los títulos de los mensajes del grupo que me infiltre, están diciendo que hay una pelea con el nombre... 》El esclavo contra el rey.《《
—Mierda.
—Si...— susurró.— Takemichi Hanagaki se está enfrentando al líder, Kiyomasa.
—Dame la dirección Ritsu.— respondió con una voz seria, apoyando su patineta al suelo para andar sobre éste.— Iré para allá.
—Ya te lo doy.— respondió.— Cuídate Kenji...
—Tranquila... ellos deberán cuidarse.
😈😈😈
Kenji apenas llegó hizo una mueca con sus labios al ver la situación en la que estaba el rubio de orbes celestes.
Realmente le estaban dando una paliza.
—¡¿Que paso Hanagaki?!— se burló uno.
—¡¿Acaso solo eres puro cuento?!
—¡Más te vale que no solo caigas con un solo golpe Hanagaki!
Kenji suspiró amargamente observando y notando como Takemichi apenas podía mantenerse de pie ante los constantes golpes que le daba ese tal, Kiyomasa. Desde el rostro, el estómago, costillas y volviendo a la cabeza, como un cadena.
Apenas podía respirar.
El mayor Akabane apretó la mandíbula al ver como las manos de ese Kiyomasa lo agarraban al menor, y que de un rodillazo golpeó en el estómago dejándolo sin aire.
La muchedumbre estalló de euforia al ver cómo Kiyomasa aplastaba al pequeño rubio. Mientras que otros muchachos, que supuso que eran los amigos de Takemichi, sudaban frío, asustados y furiosos al no poder ayudar a su amigo.
— ¡Takemichi!— gritó un pequeño rubio casi miel, que recordó la foto que le envió Ritsu, era Yamamoto.
Sus orbes rojizos volvieron hacia el frente al presenciar como Takemichi recibía una gran patada en el rostro casi dejándolo sin aire, de hecho se dio cuenta que éste comenzaba a respirar con la boca abierta ante la gran cantidad de sangre que salía de la nariz. Sus pies trastabillaron hacia atrás pero aún así se mantuvo en pie.
Kiyomasa se burló.
Y Kenji todavía no intervino.
No sabía porque pero algo le decía que todavía no se metiera.
—¡Ya fue suficiente Takemichi!— gritó un pelinegro.
—¡Ríndete o te va a matar!
Kenji debía admitir que el pequeño rubio tenia una gran voluntad y resistencia.
Era increíble.
Kiyomasa sonrió con burla y tiró el cigarrillo mientras que los demás adolescentes estallaron de emoción alentando al pelinegro.
—¡Kiyomasa acaba con el!
—¡Má-ta-lo! ¡Má-ta-lo! ¡Má-ta-lo!— vociferaron en sincronización la multitud, emocionados.
Kiyomasa le dio un puñetazo.
—¡Mátalo!
Le dio otro rodillazo en el estómago.
—¡Mátalo!
Le dio un puñetazo en el rostro.
Con cada palabra que salía de la muchedumbre los golpes de Kiyomasa incrementaban en el cuerpo del menor que todavía seguía consciente.
—¡Suéltame infeliz!
El silencio abordó en el ambiente mientras que los quejidos de Takemichi y los insultos de Kiyomasa se escuchaban en ese silencio tenso que los rodeaba.
Kenji sonrió.
—¡Idiota, suéltame!
Kiyomasa ya estaba cansado mientras que Takemichi seguía abrazando la cintura del pelinegro recibiendo los fuertes golpes en sus costillas hasta que un rodillazo en el estómago hizo que se alejara.
—¡Mátalo Kiyomasa!
—N-No...— susurró Takemichi levantando su cabeza.— aún no.
》¡Aún no he terminado!《
—¡Suficiente Takemichi!— gritó preocupado un muchacho de cabellos lilas, más oscuro.
—¡No seas idiota! ¡Te matará!
—¡Takemichi ya detente por favor!
El pelirrojo frunció el ceño al notar que el menor estaba hablando, sin embargo ninguno logró escucharlo.
—¿Que demonios dijo? ¡Esta loco!
—Solo hui, hui, hui y hui...— comenzó a murmurar mientras intentaba mantenerse de pie.
— ¡Vamos, ya ríndete Takemichi!
—¡No puedo rendirme!— gritó a todo pulmón con sus orbes llenos de lágrimas, logrando que el pelirrojo sonriera de orgullo.— ¡Porque tengo un motivo para no rendirme!
—¡Kiyomasa de la Tokyo Manji!— lo llamó en voz alta alzando su mirada, clavando sus orbes celestes en el pelinegro.— ¡Si de verdad quieres ganar deberás matarme!
》¡Porque no tengo pensado en perder!《
Kiyomasa gruñó furioso y gritó.
—¡Oigan, tráiganme un bate!
—¿Un bate?
—¿No dijo que era a puño limpio?
—¡Juro que voy a matarte!— gritó furioso Kiyomasa que al ver la tardanza volvió a ordenar.— ¡Vamos! ¡¿Que esperan?! ¡Apresúrense!
Kenji se enfureció.
Agarró su patineta y dando un salto, se apoyó sobre el barandal de las escaleras y se deslizó por ésta llamando la atención. Con otro pequeño salto, a la vez que su patineta giraba en el aire, logró llegar al suelo, cayendo perfectamente de pie sobre su patineta y con su juguito sano y salvo en su mano izquierda.
Le dio un sorbo parpadeando inocentemente.
—¡¿A-Akabane-san?!
—¡¿Quién diablos eres tú?!— le gritó un muchacho rapado, colocándose en frente suyo, escupiendolo.— ¡No debes meterte!
》¡Es uno contra uno!《
—Si y a puño limpio.— se burló el pelirrojo dándole otro sorbo a su juguito de manzana, al ver al tal Kiyomasa con un bate.
Ni siquiera podía creer que ese chico fuese menor que él.
—¡¿Que te metes?! ¡¿Eh?!— le volvió a escupir en la cara, que al notar que tenia un estúpido jugo, lo agarró, le dio un sorbo, se lo escupió en la cara y lo tiró al suelo pisándole con fuerzas mientras le sonreía a la cara húmeda del pelirrojo que tenia la mirada gacha.— ¿Acaso quieres morir escoria?
》¡Quieres que te mate! ¡¿No es así?!《
—¡N-No A-Akabane-san!
—¿Eh?— sonrió el pelirrojo, alzando un poco la mirada, dejándose ver solo un ojo al ser tapado por el resto de su flequillo. Causando que el muchacho temblara de pies a cabeza del miedo, sintiéndose congelado ante aquellos orbes oscuros llenos de una intención asesina.— ¿Matar?
》Como si alguna vez hubieras intentado matar a alguien.《
—¡Mal-Maldito!— gritó aterrado, que al notar que tenia toda la atención en el, decidió mostrar lo fuerte que era y alzó su puño para golpearlo y noquearlo.— ¡Te mataré!
—No digas palabras que no cumplirás.
Kenji movió su cabeza hacia un costado, sin mover ningún otro músculo, sorprendiendo a los presentes, al atacante e incluyendo a dos personas que habían llegado pero que se habían quedado en silencio.
El pelirrojo con un movimiento veloz agarró la muñeca del que iba a darle una golpiza y con su otra mano le dio un golpe rápido en la garganta, ahogándolo. Sin dejarlo recuperarse giró su brazo de tal manera que obligó al chico arrodillarse ante él y otra vez, uso su otra mano y golpeó con fuerzas el brazo que sostenía.
Doblándoselo.
Hasta casi llegar al punto de quebrarlo.
Un gran grito de dolor salió desde la garganta del muchacho asustando a los presentes y sorprendiendo a tres personas, que no podían creer lo que estaban viendo.
—¡Akaishi!— gruñó furioso Kiyomasa, dejando a un lado al rubio llorón y se decidió a acercar al pelirrojo dispuesto a ponerlo en su lugar con el bate.
—Tranquilo... no tienes que buscarlo.— habló suavemente Kenji, con una sonrisa en sus labios.— El irá hacia a ti.
Con un movimiento levantó al chico del suelo, al estar arrodillado del dolor, que lo agarró del mismo brazo que le había quebrado e ignorando los gritos de sufrimiento y sosteniéndolo de la mandíbula, se lo acercó a su rostro y le dijo.
—No vuelvas a decir aquella palabra si no sabrás hacerlo...— le sonrió, apretando con más fuerzas las mejillas.— y también esto... es por mi juguito.
Lo soltó, empujándolo para luego girar sobre sus talones rápidamente a la vez que levantaba su pierna golpeando el pecho del muchacho, mandandolo a volar por los aires hasta caer encima de Kiyomasa que ni siquiera se lo esperó.
—¡Tú!— rugió el matón, levantándose del suelo, quitándose de encima al chico que lloraba del dolor.— ¡Yo sí te mataré!
—Adelante.— se burló Kenji, sonriendo.— quiero ver que lo intentes.
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¡Acá les traigo un nuevo capítulo!
¿Que les pareció?
¿Les gustó?
¡Hoy es su cumple mes!
No se si pueda publicar el segundo capítulo, pero espero que les haya gustado.
¡Voten y comenten!
Nos vemos mañana con doble actualización de ADMIRACIÓN.
Cuídense.
Besitos.
~M.
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