Capítulo 3. Nuevo amigo
El mayor pelirrojo estaba llevando su bolso de la misma manera que su hermano siempre lo llevaba, con su mano sobre su hombro colgando su mochila de espalda mientras que con el otro brazo llevaba su patineta.
Estaba contento.
Al parecer el distrito Shibuya era todo una caja de sorpresas.
O mejor dicho, una caja de pandilleros.
Soltó una risita emocionado al tener nueva información del lugar donde vive y todo gracias a su pequeño amigo, Asui Togata, el adorable castaño que es muy tímido pero tuvo la valentía de animarse a hablar con él, ya que según sus palabras nunca tuvo un amigo y pensó que si se acercaba al chico nuevo podría agradarle y formar una amistad.
Y no se equivocó.
Le agradaba Asui.
Era como un Nagisa Shiota más tímido, mucho más tímido y que sentía que debía protegerlo.
—Hmm...— soltó un bufido de sus labios.— realmente voy a protegerlos de esos bravucones.
Suspiró.
Y pensar que él creía que esa época de acosar y hostigar a los demás ya había acabado. Pero se da cuenta que no. Se da cuenta que luego lo de Koro-sensei sigue habiendo un mundo cruel que no tuvieron la oportunidad de conocer a ese estúpido pulpo y aprender de él.
Era como... despertar de un gran sueño y ver la realidad.
Era como si estuviera en otro mundo, un mundo donde el director le tiene miedo a sus alumnos, los profesores no se preocupan por esos chicos que andan en pandillas y alumnos que acosan, golpean y molestan tanto a chicos como a los profesores.
Realmente sentía que lo que pasó con Koro-sensei fue algo... irreal y que este es el mundo real.
Pero no.
Koro-sensei fue tan real como las fotos de Nagisa vestido de mujer que tiene guardado su gemelo.
Suspiró cansado no queriendo ir a comprar las cosas para comer ni mucho menos llegar a su departamento y ver todavía las cajas allí.
Ya estaba odiando vivir solo.
Sus orbes rojizos se alzaron y miraron el atardecer dejándose ver apenas la reconstrucción de la luna que iba de a poco.
La luna era algo que siempre lograba recordar al pulpo pervertido y le gustaba quedarse horas mirandolo sintiendo que estaba a su lado con él.
Joder, odiaba el sentimiento de vacío, de nostalgia.
¿Cuándo iba a poder superar la muerte de su profesor? El que le dio un sentido a su vida.
El que le dijo que estaba bien ser él mismo, no esforzarse para cumplir las expectativas de los demás, ni mucho menos tener miedo a los sentimientos por otra persona de su mismo sexo.
Era demasiado doloroso y difícil seguir sin el, ni tener la presencia de Karasuma-sensei ni la de Bitch-sensei, que ya no tenían un objetivo en común y no les iba a ver como antes, aunque el agente de gobierno le dijo que si necesitaban ayuda que no dudaran en llamarlo.
Volvió a suspirar.
Paró en el lugar al ver a su costado un pequeño local de pura comida chatarra y feliz al ver gomitas dulces que por lo tanto decidió entrar. Apenas entró dos chicos con traje negro y letras doradas en el uniforme se acercaban hacia la puerta en su ubicación. Akabane se corrió a un lado sorprendido por dos cosas, primero... eran gemelos, gemelos muy divertidos desde su perspectiva.
Le encantaba sus cabellos esponjosos, como los del algodón de azúcar.
Uno tenía una sonrisa en sus labios y el otro tenia una expresión irritada o hasta enojada. Además que sus cabellos eran de diferentes colores.
Increíble.
Y otro detalle que le sorprendió fue que al leer las palabras en la espalda decía un nombre.
》Tokyo Manji《
Y debajo un símbolo de auspicia de paz y prosperidad.
—Interesante.— susurró para si mismo Akabane quedándose viendo la puerta cerrada viéndolos a través de la ventana como se iban en sus motos.— espera... ¿Tokyo Manji?
》Oh... ya recordé.《
FLASHBACK
El pelirrojo seguía mirando al pelilila que aún tenía una mirada intimidante en esos orbes lavanda que miraba hacia la salida del salón en donde desaparecieron esos dos matones.
—¡Mi-Mitsuya-san!
Akabane despertó de su embobamiento hacia el muchacho de orbes lavanda que se acercaba hacia ellos dos. Sin entender muy bien, sus manos comenzaron a sudar, un nudo apareció en su estómago de nervios e intentó parecer lo más relajado posible en su asiento cuando la realidad es que no lo estaba.
Y todo por culpa del lindo chico en frente suyo.
—Togata-san, te he dicho que no te dejes intimidar por esos dos.
Kenji intentó en no cerrar sus orbes y quedar hipnotizado ante la voz suave casi relajante del chico.
—L-Lo si-siento Mi-Mitsuya-san.— tartamudeó en voz baja, realmente avergonzado.— pe-pero no-no es tan fa-fácil.
El tal Mitsuya suspiró resignado, hasta que Akabane intentó en no sonrojarse ante la mirada lavada sobre él que lo miraba sorprendido e intrigado.
—A-Ah... Mi-Mitsuya-san él es nu-nuevo aquí.— explicó rápidamente el castaño con sus mejillas rojas.— es de nu-nuestra cla-clase...
—Oh... hola.— saludó el pelilila amablemente recibiendo una sonrisa angelical por parte del pelirrojo que sinceramente lo aturdió.— soy-soy...— carraspeó un poco intentando en controlar su voz y extendió su mano.— soy Mitsuya Takashi, un gusto en conocerte.
—Akabane Kenji.— respondió amablemente correspondiendo el saludo intentando ignorar el escalofrío que le recorrió ante el contacto de su mano con la piel cálida del pelilila.— también es un gusto.
—Bueno...— susurró Mitsuya sin saber que decir, quedando por primera vez sin palabras ante los orbes rojizos del chico nuevo. Nunca había visto a alguien con orbes rojos, era...— increíble.
—¿Qué?
Mitsuya se sonrojó y soltó rápidamente la mano del pelirrojo y tosiendo un poco volvió a su compañero.
—Togata-san, me han dicho que te quieres unir al club.
—¡O-Oh si!— chilló emocionado.— ¡S-Si quiero!
—Bien.— le sonrió amablemente el pelilila para luego mirar de reojo al pelirrojo que éste le volvió a sonreír provocando que se sonrojara y solamente lo saludó con la cabeza.— bien... puedes ir más tarde, nos vemos chicos.
—S-si Mitsuya-san.
Akabane se quedó viendo la puerta por donde se había ido lleno de dudas.
Dudas sobre ese lindo chico.
Muy lindo.
Más lindo que el Ikemen de su compañero.
Tenia un aura... un aura de calma pero a la vez peligrosa que le llamaba su atención.
Quería conocerlo.
—¿A-Akabane-san?
El pelirrojo volvió su atención hacia su amigo el castaño y le sonrió avergonzado.
—Lo siento... Togata-San ¿No?
—¡A-Ah si-si! ¡Perdón no-no me-me he presentado!— chilló completamente avergonzado el castaño, volviéndose a sentar en su lugar en frente del pelirrojo.— soy-soy Togata Asui, un-un gusto.
—También el mío.— respondió el pelirrojo inclinándose hacia él, apoyando su codo en la mesa a la vez que apoyaba su mentón en la palma de su mano.— ya sabes mi nombre, Akabane Kenji.
》Espero que seamos amigos.《
—¿E-En serio?
Akabane sonrió con ternura al ver los orbes brillosos del castaños dirigidos hacia el.
Era como un bebé.
—Sipi.
—¡E-Eres mi-mi primer a-amigo!
—¡Seremos mejores amigos!— sonrió angelicalmente el pelirrojo provocando que el castaño casi se pusiera a llorar.— ¡¿Eh?! ¡¿Por-Por qué lloras?!
FLASHBACK
Despues de intentar que el castaño no mojara la comida con sus lágrimas, se enteró de muchas cosas del pelilila.
Van juntos a esa clase que se sorprendió al verlo faltar con tal impunidad.
Ahí se enteró que los profesores le tenían miedo y algo de respeto.
¿Por qué?
El primero era porque pertenecía a una pandilla y el segundo es que tenía buenas notas, a pesar que faltara la mayoría de las clases, y era el líder del club de costura y de economia doméstica.
Impresionante.
También supo más de la pandilla al que pertenece el pelilila, sobre el barrio y esos dos matones que se creían superiores hasta que claro, aparecía Mitsuya o Hakkai, un amigo del pelilila que también pertenecía a la misma pandilla.
La ToMan o mejor dicho La Tokyo Manji Gang.
Una pandilla que está tomando terreno.
Un líder que lo llaman el 》Invencible Mikey.《que dicen que da fuertes patadas que literalmente puede noquear a uno.
—Interesante.— susurró para si mismo, emocionado.— al parecer no es tan aburrido este lugar.
—Oye niño... ¿Que vas a comprar?
—Oh...— se sobresaltó y se acercó hacia el cajero.— quiero este...— señaló para luego ir y buscar alguna que otra comida rápida para hacer, sin tener tantas ganas de prepararse la comida y siguió.— y un jueguito de manzana roja.
—Bien, aquí tienes.
Kenji sonrió angelicalmente y le pagó el costo de su postre, que una una bolsita de gomitas, más una caja de paty y una bolsa de puré instantáneo y su cajita de juguito, que a su hermano le gustaba el de fresa mientras que a él le encantaba de manzana roja.
No verde.
Manzana roja.
Salió de allí y comenzó a caminar hacia su departamento bebiendo a través de su pagita su jugo cuando siente como de su bolsillo trasero de su pantalón vibra su teléfono.
Seguro era su hermano.
Y si.
Lo era.
—Hola hermanito.— saludaron a la vez, Kenji y Karma, apenas atendió.
Ambos rieron a la vez.
—¿Cómo te fue?— preguntó Karma.— ¿Llegaste bien al instituto? ¿Hiciste amigos?
》¿Alguien te molestó?《
—Vaya... yo también te extraño.
—Kenji.— susurró avergonzado y algo preocupado.— y si, también te extraño.
—Llegué bien al colegio gracias a Ritsu-chan.
—Recuerda que nadie puede saber de ella.— advirtió su hermano.— ten cuidado que alguien la vea.
—Si tranquilo, ambos tendremos cuidado.— respondió parando en la esquina esperando a que el semáforo se ponga rojo.— y si, conocí a un chico muy tímido y bonito.
》Me recordó un poco a Nagisa-kun... y si, somos amigos.《
—Eso es bueno.
—También conocí a otro chico.— comentó recordando sus orbes lilas cuando siente un empujón detrás suyo indicándole que caminara ante el semáforo rojo, que se avergonzó al haberse quedado recordando esos lindos orbes.— era... muy lindo.
—Aja...
—Puede que el no sea mi amigo.
—¿Ah no?
—Nop.— respondió para sonreír peligrosamente.— puede que sea mi futuro novio.
—¡Kenji!— se quejó el menor en donde supo Kenji que seguro estaba rojo hasta las orejas.— ¡No te permitiré que tengas novio!
—¡¿Eh?!— se quejó el mayor mirando su teléfono para volver a colocarlo en su oreja y le dijo enojado.— ¡Oye, aquí el mayor soy yo jovencito!
Kenji solo escuchó un gruñido por parte del menor causando que una risita se escapara de sus labios más relajado y viendo a lo lejos su edificio.
—Solo... no quiero que te lastime.— refufuñó el menor.— ¿Cuando lo conoceré?
Kenji se sonrojó y le gritó.
—¡Solo le hablé hoy!— chilló casi cayéndole su jugo al piso.— No te apresures.
》Pero ya se como acercarme a el.《
—No quiero saber tu plan para conquistar a ese chico.— se quejó el menor.— dime que más pasó hoy.
Kenji se burló de él y comenzó a contarle sobre la información que había recolectado sobre el barrio en el que estaba viviendo. Sobre la pandilla y sus peleas, sobre el chico de orbes lila y sobre su nuevo amigo.
Incluso de sus compañeros, de su profesor y sobre la institución.
—Vaya...— murmuró sorprendido el menor Akabane.— ten cuidado de que no te molesten Kenji.
》Y si lo hacen... defiéndete.《
—Lo haré.— contestó subiendo por las escaleras del edificio hasta llegar a su piso, sorprendiéndose al ver a su vecina, Tachibana junto con un muchacho de cabellos rubios y ojos celestes, que parecía que lo habían golpeado.— no me dejaré intimidar.
》Creo que me divertiré por aquí.《
—Solo... contrólate.— contestó.— no dejes que él salga ¿Si?
—Hace mucho que no sale.— respondió viendo como el muchacho rubio se despedía de su vecina.— así que no te preocupes.
》Y debo colgarte, ya llegué al departamento.《
—Bien.— respondió reacio a colgar.— ¡Y desempaca las malditas cajas!
—¡¿Eh?!— chilló sorprendido el pelirrojo mirando su celular cuando mira de reojo como el rubio pasa a su lado yéndose del edificio.— ¡¿Cómo lo supiste?!
—¡Adiós!
Y le colgó.
Kenji arrugó la nariz molesto con su hermanito menor.
—¡Hola Akabane-san!— saludó la castaña al ver al pelirrojo enfrente de la puerta del departamento.
—Hola Tachibana-san.— canturreó juguetón el pelirrojo.— ¿Quién era él Tachibana-san?— preguntó divertido provocando que la castaña se sonrojara de la vergüenza.
—Él... El era mi no-novio.— tartamudeó jugando con sus dedos.— se llama Hanagaki Takemichi.
》Po-Podria presentartelo, es un buen chico.《
—¿Novio?
—S-Si.
—Vaya, vaya... así que mi vecina tiene novio.— canturreó juguetón provocando que la castaña se sonrojara de la vergüenza.— realmente parece ser un buen chico...
》Aunque me preocupa ese rostro magullado.《
Akabane alzó una ceja al verla soltar un suspiro de sus labios que se apoyó sobre el balcón encontrándose en la calle con la mirada azulada de su novio que sonrojada lo saludó.
—Se esta metiendo en muchas peleas y no me gusta.— susurró la castaña al ver al rubio seguir su camino, sintiendo la presencia del pelirrojo a su lado.— estoy preocupada por él.
》Creo que lo están molestando pero él no me dice nada, quiero protegerlo.《
—Mmm... lástima que no vamos al mismo instituto.— murmuró Akabane al notar la mirada de tristeza en la menor.— si fuera a tu instituto y fuera su amigo, lo podría cuidar por ti.
—¿E-Eh?
—¿Qué?— preguntó confundido el pelirrojo.— ¿Por qué me miras así?
—Por-Porque... ¿Por qué harías eso?
—Porque me caes bien.— respondió obvio sacándole la lengua juguetonamente.— Además... si yo te ayudo, tu me ayudas.
—¡¿Eh?!— exclamó sorprendida.— ¿A-Ayudarte en qué?
Kenji hizo una carita de perrito mojado y le habló.
—¿Me ayudarías a desempacar las cajas de mi mudanza?
—¡¿Eh?!
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¡AQUÍ TIENEN NUEVO CAPÍTULO!
Mitsuya y Kenji ya se conocieron <3
Se que puede parecer aburrido el capítulo pero de a poquito se pondrá interesante. Solo quiero que vean como se siente Kenji sin Koro-sensei ni su hermano que ahora vive solo.
¡Voten y comenten!
¡Muchísimas gracias por las mil lecturas! Me pone muy feliz <3 MAÑANA ACTUALIZACIÓN DE ADMIRACIÓN Y EL DOMINGO DE CONFESIÓN, espero verlas por allí. <3
Cuídense mucho.
Las quiero.
Besitos.
~M.
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